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La encendida


Björk Gudmundsdóttir nació en Reykjavík, Islandia, el 21 de noviembre de 1965. Según sus padres, Björk nació musical. Cuando tenía un año, las canciones le ponían la piel de gallina, y a los dos se conocía de memoria todos los temas de Sound Of Music, en lo que sería el comienzo de una estrecha y prolífica relación.
      Tras la separación de sus padres, Björk se crió junto a su madre en una comunidad hippie, y a los cinco años entró a la escuela de música de la ciudad, a la que le dedicaría sus siguientes diez años, y en la que aprendería no sólo a cantar sino también a tocar el piano y la flauta. De sus años en la escuela, recuerda: "Me decían todo el tiempo que tenía talento y que lo único que necesitaba era disciplina, así que no me iban a echar. Lo que resultó ser un privilegio, porque significaba que podía hacer lo que quisiera."
      Björk hubiese abandonado sus estudios, pero justo a tiempo apareció un maestro joven que "le abrió la cabeza", presentándole a Schoenberg, Stockhausen y el canon completo del modernismo contemporáneo.
      A los once, y con la ayuda de su padrastro, Björk editó su primer disco solista homónimo, que se convirtió rápidamente en platino. Las canciones eran una serie de covers traducidos al islandés, como el hit de los Beatles "Fool On The Hill" y "Your Kiss Is Sweet", de Stevie Wonder, pero también contenía algunas canciones escritas específicamente para el álbum y un tributo al notable pintor islandés Jóhannes Kjarval, un instrumental escrito e interpretado en flauta por la propia Björk. El éxito del trabajo le dio la oportunidad de hacer otro disco, pero Björk no siguió por ese camino. En cambio, con el dinero que ganó se compró un piano, y empezó a componer sus propias canciones.

Si hay una característica definida en Björk es su capacidad para saber hacia dónde quiere dirigirse musicalmente y cómo lograrlo, una convicción que le ha dado al pop de los '90 algunas de sus obras más audaces y bellas. En 1979, esa característica ya estaba presente en sus escasos catorce años. Por entonces, lo que Björk quería era tocar punk rock. Para lograrlo formó una banda de chicas con el espíritu de los Sex Pistols, y le dio el nombre apropiadamente desagradable de Spit and Snot. Su cambiante look la encontraba en ese momento con el pelo naranja y las cejas afeitadas, detrás de la batería de un grupo cuyo escaso rango musical la aburrió en poco tiempo. Pero eso no tenía ninguna importancia. La curiosidad probablemente sea lo último que Björk pierda. Fiel a su naturaleza, ya estaba lista para la siguiente aventura.

"Mi mamá y diez de sus amigos empezaron una comunidad hippie cuando yo tenía tres años. Y tocaban música 24 horas al día," recuerda Björk. "Siempre había alguien despierto, pasando algún disco, y es ahí de donde provengo... Pero tuve mucha suerte porque mis abuelos, con los que me quedaba muchas veces porque mis padres estaban ocupados la mayor parte del tiempo, escuchaban jazz. Y entonces me mandaron a la escuela de música cuando tenía cinco, y ellos intentaron convencerme durante diez años de que la música moderna no valía nada y de que nadie iba a superar a Beethoven y ese tipo de cosas, y yo tocaba un tipo de música que no tiene nada que ver con la vida diaria, que se basa en la historia y estaba como muerta. Entonces tenía tres puntos de vista muy distintos, y cada uno de estos tres grupos pensaba que la música que ellos escuchaban y el estilo de vida que llevaban era el correcto, y todo el resto era incorrecto, lo que para mí era una broma, pero lo mejor cuando sos chico es que siempre estás observando. Todo el mundo piensa que sos realmente estúpido y te tratan como si no estuvieses en la habitación. Y hablan su charla adulta. Pero vos sos como David Attenborough y estás 'examinando la especie humana' y aprendiendo de sus errores. De alguna forma me di cuenta de que el estilo musical no importa realmente, es más bien una cuestión de actitud y espíritu... y emoción."
      Esa infancia inusual que formó a Björk tuvo lugar en una ciudad europea inusual, escandinava por donde se la mire: "Lo bueno que tiene Reykjavík es que tiene la mentalidad de una aldea pequeña y debido a que nos hemos modernizado recientemente, tiene todas las supersticiones y la mitología de la Edad Media," explica. "Vivimos en casas de barro hasta este siglo, muy pobres. Y aún creemos en la fuerza mayor de la naturaleza, y la naturaleza es lo más importante -pero a la vez es muy cosmopolita, es una capital europea, tenemos BMWs y teléfonos celulares. Y sobre todo estamos obsesionados por la información y la literatura... tenemos los extremos, tenemos la naturaleza y el hecho de que todos nos conocemos, la intimidad de una aldea y el aislamiento. Pero también tenemos el estilo de vida moderno, la televisión, autos, discos, drogas y rock'n'roll."
      De ese entorno, con su historia milenaria (que incluye el primer parlamento del mundo, una temprana igualdad entre hombres y mujeres, y la literatura más rica de la Edad Media), de una isla secreta y fascinante, surgió la estrella pop más inesperada y revoltosa de la década.

Exodus fue el paso siguiente en la carrera de la joven Björk, un grupo de jazz fusión formado en 1980 junto a dos amigos, que duró lo que un cassette grabado en un garage y una aparición televisiva. Su siguiente incursión, JAM 80, duró menos aún: un show, y nadie puede recordar cómo sonaban. Pero Björk siguió experimentando, sampleando cualquier cosa desde máquinas para hacer pop-corn hasta los ronquidos de su abuelo. En esa época, se graduó de la escuela de música, y formó Tappi Tíkarrass, un grupo de punk pop que editó dos discos antes de separarse en 1983.
      Por entonces, descubrió un libro que le cambió la vida: La Historia del Ojo, de Georges Bataille. "Es como una anti-moral," declaró unos años después. "Hay un montón de patrones de comportamiento que se te enseñan, y el libro trata de decir 'A la mierda con ellos'. Y deberías simplemente seguir tu instinto y tu necesidad, y confiar en tu sistema. Porque todas las pequeñas señales que te está dando todo el tiempo, en realidad son correctas. No se trata solamente de la obsesión sexual, se trata de estar obsesionado con las necesidades propias y de llegar hasta el fondo, si lo necesitás, y de que no estás obligado a encontrarle una lógica. Por supuesto, el maestro en esa categoría es el sexo, por la forma en que tu mente trabaja con él: querés tener sexo con toda clase de gente, pero no tiene ningún sentido, y por eso no lo hacés. O al menos, lo hacés rara vez. Porque no podés lidiar con las consecuencias. El sexo es el maestro de las necesidades ilógicas, pero a fin de cuentas, lo que este libro está diciendo es que las necesidades son lógicas y reales, y que deberías creer en ellas -lo cual me parece brillante. Leí ese libro cuando tenía 17 y me cambió la vida. Me demostró que no estaba loca."
      Entonces pensó que su misión en la vida era acercar a la gente a La Historia del Ojo. Y si no lo ha logrado de forma directa, al menos su música y sus letras tratan el tema de la libertad y de la búsqueda abiertamente, de modo que el mensaje no se ha perdido del todo.

En 1983, un DJ islandés estaba a punto de retirarse, y quería despedirse con un golpe maestro, así que reunió a los artistas islandeses más audaces (Björk incluida) para que tocaran en vivo en su último show. Después de escribir algunas canciones y de ensayar durante dos semanas se presentaron bajo el nombre de KUKL. El experimento resultó tan bien que decidieron seguir juntos. La música que tocaban fue descrita por Björk como "punk jazz hardcore existencial... ¡música con energía!". Fue en KUKL donde su personalidad musical comenzó a tomar la forma con que se la conoce hoy en día. La banda grabó dos discos, The Eye y Holidays In Europe, antes de separarse en 1986, tras lo cual Björk siguió grabando música junto a Gulli, bajo el nombre de The Elgar Sisters. Grabaron once canciones para un disco que nunca fue editado, aunque algunas de ellas formarían parte del repertorio de la carrera solista de Björk.

A mediados de los '80, Björk y un grupo de amigos se encargaron de causar cierto revuelo en la sociedad islandesa. Según recuerda la cantante, "Básicamente me enganché con la gente que andaba en las mismas cosas que yo; obviamente en un lugar tan pequeño, la gente termina por encontrarse. Cuando tenía catorce o quince, un grupo de gente había armado una especie de sello independiente. No imprimían nuestra música, sino básicamente cualquier otra cosa, salvo Michael Jackson; editaban jazz, rock, rap, reggae, cualquier cosa que no fuera pop comercial. Y más tarde armamos un sello que editó libros y films, exhibiciones. Y éramos considerados problemáticos, enfants terribles, adolescentes enojados que se niegan a crecer... Yo no creo que estuviéramos enojados, en realidad éramos muy felices, muy positivos, y lo pasamos bárbaro. Rápidamente todos los críticos de Islandia nos odiaron, y nos etiquetaron como algo de 'mal gusto'. Entonces decidimos ponerle Bad Taste al sello. Afrontamos el hecho de que eso era lo que éramos... Pasábamos tiempo juntos y decidimos formar una banda tonta para tocar en fiestas, a la que llamamos the Sugarcubes, el nombre más tonto que pudimos encontrar. Intentábamos oponernos al grupo serio que habíamos sido antes. Traer un poco de aire fresco, volvernos pop, ABBA; escuchábamos mucho los discos de ABBA y Boney M, y pensábamos 'Sí, de eso se trata. A la mierda con el existencialismo y todos esos ismos, y el arte, a la mierda con la pretenciosidad, seamos felices'. Y, por supuesto, la cosa más estúpida que hicimos en nuestras vidas ha sido, irónicamente, la que los medios tomaron con más seriedad".
      Sugarcubes, entonces: la banda que puso a Islandia en el mapa musical gracias al hit 'Birthday'; un grupo erráticamente inspirado, al que todos le dieron más importancia que sus propios creadores. "Bad Taste era lo más importante para nosotros -no Sugarcubes," explica Björk. "Era una forma de viajar por el mundo, de conocer gente, y de conseguir dinero para poner en Bad Taste. La mayor parte del dinero que ganamos la pusimos en Bad Taste para sacar más libros, discos... Era cuestión de divertirse. Es fácil cuando estás con tus mejores amigos, viajando a través de América, con vuelos gratis, hoteles gratis, comida gratis, tragos gratis... y lo único que tienen que hacer es aparentar que son una banda de rock."
      Que Sugarcubes se volviera famoso fue en parte debido a un periodista inglés que escuchó el single del grupo, y lo eligió como disco del mes. "Entonces la revista empezó a escribir sobre nosotros, inventando cosas," recuerda Björk. "Al principio fuimos a Londres para corregir la impresión, pero después decidimos que si ellos querían que nosotros fuésemos los esquimales surrealistas, estaba bien, nos relajaríamos y nos divertiríamos".

El primer show oficial de Sugarcubes tuvo lugar en 1986, y recibió como recompensa unas cuantas horas de estudio. Entonces grabaron "Birthday", cuya versión en inglés fue editada por el sello independiente inglés One Little Indian, en 1987. Hacia 1988 eran una banda popular y firmaron para Elektra. Después de editar algunos sencillos, grabaron su álbum debut. El título fue concebido cuando un amigo de la banda, un poeta que no tenía un centavo exclamó, cuando le dieron una taza de café y un cigarrillo, '¡La vida es demasiado buena!'. Life's Too Good, el disco, era una mezcla de "canciones enojadas, tristes, sensuales, o simplemente alegres y tontas", ancladas en el pop. Digno reflejo de sus hacedores, unos Sugarcubes tontos y juguetones, que giraron mucho por todo el mundo gracias al éxito del debut. Y en 1989, ya muy famosos, volvieron a entrar en un estudio para grabar su segundo disco. Tenían la intención de hacer algo impredecible y lo lograron, aún a pesar de la calidad. Tras la edición del single "Regina", el grupo realizó una gira, al finalizar la cual fue editado Here Today, Tomorrow, Next Week!. Las críticas y las ventas no fueron nada buenas, pero las giras del grupo seguían siendo constantes y exitosas.
      Por esa época, Björk no se cansaba de escuchar a ABBA, especialmente su disco Arrival: "Puedo perderme en ese disco," asegura. "Es pura alegría, esta música. Es un escapismo, de todas las conversaciones y discusiones intelectuales que tenés en la vida; se trata de ser tonto y feliz y estúpido, pero es algo puro, tan puro como es posible llegar a ser. Te dan ganas de bailar sobre la mesa. Los Sugarcubes queríamos que Benny y Björn produjeran nuestro segundo disco, pero no quisieron. Naturalmente, nos enojamos mucho."
      Claro que no todo era ABBA en su universo, también había espacio para Public Enemy: "Hacia 1987, cuando los Sugarcubes empezaron, me metí a fondo en el hip-hop. Escuchaba a Public Enemy todos los días, lo que significaba pelea en el micro de gira, porque yo intentaba pasarlo todo el tiempo y los demás lo odiaban. Después de Public Enemy, todo lo demás es débil. Yo Bum Rush the Show fue el que te abría la cabeza, pero Fear of a Black Planet es el disco que, musicalmente, es una obra maestra. Han sido tan mal comprendidos. Se los ha tomado por la política, lo que es fantástico, pero si observás los otros mundos, y hay muchos mundos en este mundo, y uno es la música, el líder de todos porque es puro instinto- entonces, musicalmente, lo lograron. Nadie en el hip-hop, house, techno, lo que sea, abrió tanto el camino como ellos. La música es tan moderna y tan abstracta. Dice, 'a la mierda con las reglas'. Los pondría en un grupo con gente como Stockhausen y Schoenberg. Olvídense de los acordes de rock'n'roll, hemos estado sufriendo eso todas nuestras vidas. Ellos nos rescataron de ese síndrome".

Otro favorito de Björk de los años junto a Sugarcubes era el gran Chet Baker: "Discutíamos mucho en el micro de gira, pero las dos cosas en las que todos coincidíamos eran ABBA y Chet Baker," recuerda. "Diría que Baker es mi vocalista preferido del siglo. Había dos discos, los dos con el mismo nombre, ridículamente, que fueron editados con el film de Bruce Weber sobre su vida, Let's Get Lost. Uno fue grabado cuando estaban haciendo la película, cuando estaba más viejo, y el otro tenía todo el material que cantó cuando era joven, que es el disco que prefiero. No podría decir que Baker es una influencia, porque no lo escuché hasta más tarde en mi vida, pero es el único cantante con el que me he podido identificar. Me encanta el hecho de que sea tan expresivo, emocional por demás. Es material clásico; me afloja las rodillas. Fue un caído de la heroína, un hombre tonto, pero no podías decir que tenía el hábito cuando era más joven. Sabía tanto, 'a la mierda con esas notas que estoy cantando, y con esas canciones que estoy cantando, lo que quiero es la emoción'. Yo me siento de la misma manera."
      Su amor por el jazz la llevó a aceptar la propuesta de cantar para unos amigos, miembros de un trío de jazz, en una presentación radial. Björk había estado deseando hacerlo desde 1987, cuando cantó por primera vez con ellos en una sola ocasión. Bad Taste decidió editar la grabación como álbum, bajo el nombre de Glin-gló. Grabadas en dos días, sin repetición de tomas, las canciones que interpretaron consistían en una colección de viejas tonadas islandesas, hechas famosas por viejos cantantes islandeses y un par de standards como "Ruby Baby" y "Can't Help Loving That Man Of Mine".
      Después de Gling-gló, Björk planeó formar una banda de speed metal, pero terminó cantando para Current 93 y Bless. Más adelante conoció a un británico que era el primer músico que encontraba que disfrutaba improvisar música en computadoras -algo que la fascinó, ya que estaba algo aburrida de la formación más convencional de Sugarcubes. La banda en la que estaba el británico era 808 State. En 1990, Björk preparó un demo para Graham Massey con dos de sus propias canciones -"Aeroplane" y "The Anchor Song"- y ambos se encontraron en un estudio en Manchester. Tras un paseo con sus auriculares llenos de 808 State, Björk regresó con dos pistas, "Ooops" y "Qmart", que quedaron en el disco EX:EL del grupo. También tenía algunas canciones propias, que debían esperar un tiempo, para el nuevo disco que los Sugarcubes estaban planeando.

Tras su colaboración con Graham Massey, Björk le ofreció a los Sugarcubes una de sus canciones, "Murder for two", pero la rechazaron porque no pudieron lograr ponerle música a la letra. Más tarde Björk la editaría como su primer sencillo solista, bajo el nombre de "Human Behaviour".
      Un tiempo después conoció a la arpista de jazz Corky Hale, una vieja dama que la hizo llorar con sólo tocar para ella su instrumento. Querían hacer algo juntas, pero la música de Björk no era la más adecuada para hacer de puente entre las dos generaciones, así que decidieron tocar viejas canciones de Chet Baker como "Like Someone In Love" y "My Funny Valentine". Solamente la primera y "I Remember You" fueron editadas más adelante por Björk.
      Después de dos singles lanzados en 1990 y 1991, en 1992 fue editado el tercer disco de Sugarcubes, Stick Around For Joy, una colección de alegres canciones pop que resultó muy exitosa. Ese mismo año lanzaron un CD llamado It's-It! con remixes de algunas canciones de sus discos previos, a cargo de, entre otros, Justin Robertson, Tony Humphries y Graham Massey; pero aparentemente el proyecto fue más un cálculo de marketing que un plan de los Sugarcubes. El grupo salió de gira, y su última presentación como tal tuvo lugar el 17 de noviembre en the Limelight club, en Nueva York. Al final del show, uno de los músicos dijo: "¡Gracias! ¡Nosotros fuimos los Sugarcubes!"
      Según Björk, formar parte de Sugarcubes "era como ir a la casa de alguien a una fiesta. Te divertís mucho, tomás algunos tragos, te reís, pero a fin de cuentas no es tu casa. Sos un invitado."
      Cuando se separaron, Björk regresó a Islandia con la intención de grabar un disco solista, pero no encontró la forma de hacerlo allí y se fue, junto a su hijo, a Londres, con sus demos listos para conquistar a quien fuera necesario.
      Una vez en Inglaterra, habló con el director del sello One Little Indian, Derek Birkett, y le dijo: "Mirá Derek, quiero hacer un disco, pero no va a ser lo que vos creés que va a ser, porque no estoy en ánimo de complacer a nadie, y no va a ser tu disco de chanteuse, fácil de vender". Entonces le mostró tres canciones, arregladas solamente con saxo y voz. A Birkett le gustaron, aunque hubiera deseado algo más comercial, y aceptó poner el dinero. Se arriesgaba, pero sin saberlo estaba a punto de financiar uno de los discos más exitosos de 1993.

Para Björk, tomar la decisión de grabar un disco solista no fue fácil. "He escrito canciones desde que tenía cinco años y podría haber editado un disco con canciones mías hace siglos, ese no era el problema," explica. "Pero la razón por la que no edité un disco antes es porque eso estaba en contra de todas las cosas en las que yo creía. Era lo que yo consideraba ser muy muy egoísta, ser muy narcisista, si se quiere, y yo no tenía la necesidad de hacerlo porque quería aprender. Y quería tener relaciones musicales obsesivas, íntimas, con la gente. Cuanto más distintos eran a mí, mejor. Si eran lo opuesto a mí, ¡eso era brillante! Porque significaba que yo les podía mostrar todas estas cosas que nunca habían escuchado y ellos me podían mostrar cosas de las que yo nunca había escuchado. Y eso era tan excitante, y es lo que me mantiene viva y me excita."
      Uno de los primeros en colaborar con ella fue el saxofonista Oliver Lake. Más adelante apareció en escena Nellee Hooper, de Soul II Soul. Su colaboración, planeada como algo breve, resultó tan provechosa que Hooper terminó produciendo el disco junto a Björk. Para ese entonces, estaba cansada de las bandas, del formato bajo-batería-guitarra; quería hacer hardcore techno, pero Hooper quería un approach más sofisticado, e impulsó a Björk a que escribiera mejores canciones y letras. Su relación musical tuvo como fruto "Big Time Sensuality", pero el primer single que editaron fue "Human Behaviour" -una fantástica meditación sobre el extraño comportamiento de los seres humanos que, unida al excelente video de Michel Gondry, la llevó al estrellato instantáneo.
      El primer disco solista de Björk, Debut, fue editado en 1993, y cosechó los elogios de los periodistas (fascinados por su audacia), y el éxito comercial. Cuando llegó el momento de presentarlo en vivo, Björk formó una banda de seis músicos, en su mayoría inmigrantes como ella, que se encargaron de darle vida a esa amalgama de pop, house, dance y jazz que caracteriza al disco. Debut ofrece también colores étnicos, especialmente hindúes. "Estoy completamente fascinada por las secciones de cuerdas hindúes", contaba por entonces Björk. "La música es completamente sensual, se trata más del instinto que del cerebro. Creo que mi amor por ella se debe al hecho de tener que lidiar con Inglaterra. Al final me estoy enamorando de Inglaterra, pero como en todos los períodos de flirteo, tiene mucho que ver con ser difícil de conseguir. Cuando intenté meterme en la cultura inglesa, siempre terminé saliendo y comprando música hindú. Soy una visitante aquí: me llamo a mí misma un ama de casa inmigrante. Paso el tiempo con los hindúes de Southall y voy a casas de comida Thai. La cultura hindú es hermosa, mucho más que la inglesa. Sentí una suerte de apoyo, o de comprensión allí. Me sentí como si perteneciera a ese lugar."

En 1994, tras un año de interminables giras, Björk empezó a trabajar sobre el sucesor del debut. Su relación con el músico inglés Tricky tuvo como resultado dos canciones, "Enjoy" y "Headphones". Con unos cuantos temas en su archivo, Björk se contactó con Nellee Hooper, Marius de Vries y Howie B, y se fue a Bahamas a grabarlos. Al regresar a Londres temió que el disco fuera demasiado suave y electrónico, así que le agregó trompetas, saxos, clavicordios, una orquesta sinfónica y vientos -cambiándole la forma a "Cover Me" y a "I Miss You"-, y se comunicó con el arreglador brasilero Eumir Deodato para los arreglos de cuerda de las brillantes "Isobel", "Hyper-Ballad" y "You've Been Flirting Again".
      El álbum, editado en 1995, fue bautizado como Post, y resultó nuevamente un éxito de ventas y de crítica. Esta vez Björk ofrecía un costado melancólico recurrente, en especial en una de las mejores canciones del disco, "Possibly Maybe". Su creadora describió a Post como un disco más arriesgado que Debut: "Es más experimental pero al mismo tiempo es más sencillo," declaró. "Debut fue algo seguro, con estribillos y ese tipo de cosas, pero este es muy diferente. Por ejemplo, hay una canción country & western, con una sensación opiácea, llamada 'Possibly Maybe'. Un guitarrista slide toca en ese tema."
      La extensa gira de presentación agotó a Björk a tal punto que debió tomarse unos cuantos meses para recuperarse del shock y del cansancio. Ya no era más una cantante islandesa relativamente famosa. Ahora era una estrella admirada y codiciada en todo el mundo, incluso en su Islandia natal, su último refugio, y por más que la situación le molestara bastante, debía aprender a lidiar con eso. Un triste incidente con un fan no hizo más que complicar las cosas. Mientras Björk estaba en Miami, un fanático de 24 años, enojado por la relación de la cantante con un negro, el DJ jungle Goldie, se filmó a sí mismo armando una carta-bomba, poniéndola en un libro y enviándola a la casa de Björk en Londres; después se lo veía afeitándose el cráneo, pintándose el cuerpo y volándose la cabeza con una pistola, mientras en el fondo se escuchaba "I Remember You". La policía encontró el cuerpo del joven, Ricardo López (que vivía a unas pocas cuadras de donde se encontraba Björk en ese momento), en su departamento, y lograron hallar el paquete antes de que alcanzara a Björk o a su hijo Sindri.
      Ese mismo año fue editado Telegram, un interesante disco de remixes de Post a cargo de gente tan diversa como el Brodsky Quartet y el DJ finlandés Mika Vainio.

En 1996, Björk participó en una pieza de cuarenta y cinco minutos, "Pierrot Lunaire", de Schoenberg, con Ken Negano y la orquesta de la Opera de Lyon. La performance requirió tres meses de ensayos. El resultado nunca fue lanzado oficialmente, pero algún fan de Björk logró escabullirse con un grabador y desde entonces circula un bootleg del evento.
      En 1997, Björk cambió Londres por España, a donde fue, junto a su hijo y sus compañeros de trabajo, a grabar su tercer disco.
      España resultó una dulce medicina para la locura de los meses previos, y su estudio en El Madroñal le dio la libertad de tomar largas caminatas solitarias y en paz.
      El proceso de grabación del disco fue filmado y emitido en 1998 por la BBC bajo el nombre de "The Southbank Show: Björk Special".
      En septiembre de 1997, Björk lanzó finalmente su tercer disco, llamado Homogenic, una palabra que no sabía que existía en inglés cuando la usó. La había elegido para simbolizar la unidad de las canciones. Los tres elementos del disco son los beats electrónicos, las cuerdas (con arreglos nuevamente a cargo de Deodato) y la voz de Björk, quien logra aquí crear varias de sus mejores canciones ("Hunter", "Joga"), algunas de las cuales dejan ver un aspecto vulnerable y una profundidad que no aparecía con tanta frecuencia antes de este disco.
      Esta vez los ánimos estaban más calmados en torno a su figura, y la gira de presentación se desenvolvió con absoluta tranquilidad. Sus shows fueron soberbios, apoyados en su poderosa voz, y en esa ocasión estuvo acompañada por el Octeto de Cuerdas de Islandia y por Mark Bell.

A fines de 1999, Björk se unió al director danés Lars von Trier para la realización del film musical Dancer in the dark. Además de cederle su cuerpo al personaje principal del film, Björk creó la maravillosa música del mismo. Su trabajo le ganó en mayo de 2000 la palma de oro en el festival de Cannes como mejor actriz, pero Björk negó que tuviese intenciones de seguir por ese camino y aseguró que actuando se sintió como un pez fuera del agua, una sensación que parece incapaz de experimentar cuando se trata de crear e interpretar música.

En estos años en los que la sobre-información musical apenas puede tapar la temible ausencia de figuras duraderas, no es muy difícil notar que con su perfecta confianza y su curiosidad sin límites, su audacia y su innegable talento musical -capaz de fundir con naturalidad estilos y texturas disímiles-, Björk probablemente sea la figura femenina más entrañable y sorprendente de las surgidas en la década del '90. Ella, por suerte, no se amedrenta y no tiene intenciones de detenerse en su pintoresca y generosa travesía.

m.
diciembre de 1999 - junio de 2000

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