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Chan Marshall


O de cómo el sur se cobra otra víctima


Cat Power es un grupo con un solo miembro estable, Chan Marshall (cantante, guitarrista y compositora), de manera que esta biografía se concentrará en ella; su identidad musical es tan fuerte como incomparable. Lo que sigue es un breve recorrido por su historia, una pequeña brújula.

Una sucinta biografía reza: "Cat Power era el alias de Chan Marshall, una cantautora criada en el sur cuyo padre Charlie era un pianista itinerante. Tras abandonar la escuela, Marshall se mudó a New York; bajo el nombre Cat Power, tocó como soporte de Liz Phair. En ese show conoció al baterista de Sonic Youth, Steve Shelley y a Tim Foljahn, de Two Dollar Guitar, quienes se convirtieron en su banda. Tras la edición de Dear Sir, de 1995, y Myra Lee (1996) -ambos grabados el mismo día- Cat Power firmó para Matador, sello que editó What Would the Community Think? en 1996, aclamado por las canciones desconcertantes y emocionales de Marshall y por su voz catártica. Le siguió el soberbio Moon Pix dos años más tarde."

Olvidemos el pasado con el que empieza el texto que cito arriba, y sigamos el relato en las palabras de Marshall: "[Mi padre] toca el piano en Atlanta. Solía ser cantante y una de sus bandas grabó un single en los '70. Pero ahora trabaja en su propia música -no estoy segura de cómo llamarla -blues, o roots, supongo. Yo viví con mi madre en Carolina del Norte, principalmente. Salvo que regresé a vivir con mi padre después de dejar el colegio, cuando tenía 16. Por un tiempo funcionó y casi termino la escuela. Pero después tuve que irme de la casa de mi papá, y nunca terminé."
      "No hice música en realidad hasta que vine a Nueva York más adelante, cuando tenía 20. Un viejo amigo tenía una guitarra y empecé a hacer canciones. Creo que hice un show en Brooklyn donde algunas personas me vieron."
      "Estaba sola en Nueva York, salvo por un amigo cercano. Podía ser un lugar tan extraño y silencioso, realmente. Todos con los ojos bajos. Casi me hacía acordar al sur, la quietud de todas las cosas. Mi principal recuerdo del sur, mientras crecía, es visual; un paisaje inmóvil, muy hermoso. Teníamos este viejo cementerio detrás de nuestra casa. Recuerdo correr por un puente de barro a través de una plantación de tabaco con los pies descalzos. Dios, eso es bastante sureño."
      "Vine a New York para escaparle a ciertas cosas que me estaban sucediendo allá. Un amigo murió, y otras personas estaban tan locas. Todavía me encanta regresar. Es una parte de mí y ni siquiera me doy cuenta cuando me voy."

Pero volvamos al resurgimiento del grupo en Nueva York, a mediados de los '90: "La gente de God Is My Co-Pilot arregló mi primer show solista en Nueva York sin que yo lo supiera. Mi baterista se volvió adicto a la heroína y dejó la ciudad, así que dejé de tocar música, porque era él el que quería que tocáramos... Yo no había hecho música por un año. Un día volví a mi casa y había un mensaje en el contestador automático de mi amigo de God Is My Co-Pilot que decía que yo tenía que tocar en Gallery de CBGB. Me fijé en el diario y ahí estaba: 'Cat Power solista'. Como verás, todos son más responsables de mi música que yo."
      Aparentemente Gerard Cosloy, uno de los dueños de Matador, vio el show y le ofreció a Chan ser el acto soporte en un show de Liz Phair. Chan lo hizo para poder ganar $200. Tras la prueba de sonido, dos tipos se le acercaron al verla completamente sola, y la invitaron a cenar. En mitad del viaje, cuando ambos empezaron a hablar de un tal 'Thurston', Marshall se dio cuenta de que uno de ellos era Steve Shelley. "Después de eso estaba tan intimidada por Steve," cuenta, "este tipo, no podía mirarlo, no podía hablarle. Básicamente me fui temprano. Estaba tan avergonzada, nerviosa, era más joven, como sea. Me sentía mucho más joven entonces. Pero, de cualquier forma, después hice mi show. Y ese fue uno de los mejores shows que hice en mi vida."

"Cuando escribo canciones, es por razones personales. Como la razón por la cual podrías cortarte el pelo, o irte de la ciudad -es porque ya no querés ver imágenes negativas, entonces hacés algo en tu propia vida para cambiar la situación. Yo escribí canciones."
      Puesta de esa manera, la composición de temas es algo más sensato y agradable de lo normal. El resultado, la música de Cat Power, es tan inusual como esa idea dentro de la industria musical norteamericana.
      "No estoy intentando decirle nada a nadie. Lo que sea que hay ahí es una construcción subconsciente. Nunca hago música para otras personas, es algo que hago para mí misma. Le di mi música a otras personas porque me la pidieron. Steve Shelley la quería para su sello (Smells Like Records), Gerard Cosloy la quería para Matador, y Marc Moore, el guitarrista que toca conmigo ahora, el primero que puso un micrófono delante de mi cara, quería tener una banda. [...] Grabar mis canciones y tocarlas no me hace feliz en realidad. Jugar con los chicos, estar cerca de los animales y pasar tiempo con mis amigos, ahí es cuando soy feliz... La música es una necesidad para mí en cierto momento durante un tiempo, como un día, en un año y medio, que es lo que me llevó escribir las canciones de este disco [Moon Pix]. El resto del año no necesité música porque no era importante para mí."

Myra Lee (Smells Like Records) y Dear Sir (Runt) las dos primeras entregas revelan algo y se guardan algo, difíciles. Como bien remarcó un periodista, ambos discos fallan al querer meter las canciones de Marshall en un formato de banda indie. El guitarrista Tim Foljahn y Steve Shelley proveen un sólido acompañamiento, pero no pueden evitar que la música de otro planeta de Marshall suene más convencional, y eso no le sienta demasiado bien.
      Marshall recuerda en qué condiciones fueron grabados los discos: "Oh, a mí me gustaría [que entráramos al estudio] bien ensayados porque nunca lo he hecho. He grabado cuatro veces; la primera vez fue cuando God is my co-pilot sacó ese single -esa fue 'oh, quieren grabarnos este fin de semana', 'ok, te encuentro allá', 'ok chau'. Aparecí a la 1:00, ok, hola Sharon hola Craig, sonaba como la mierda, nunca había tenido una prueba de sonido, no sabía lo que era un buen sonido. Siempre había pensado, 'así es como suena'. Los dejé hacer lo que haya sido que hicieron con eso. Yo no sabía cómo se hacía. Estaba muy tensa y asustada y avergonzada; pensaba, 'oh sueno como la mierda y no sé tocar y está muy oscuro y todos me están mirando a través de esa cosa de vidrio y no me gusta cómo se siente'. Pero después, cuando grabé con Steve y Tim, pensé que nadie iba a escuchar esas grabaciones, grabábamos para el sello italiano [Runt]. Pero yo no sabía que las otras canciones iban a ser usadas para el disco de Steve. Y la gente ha escuchado esos discos. Para el disco de Memphis yo estaba realmente loca porque tenía que grabar, después ir a ver a mi familia porque quería conocer al hijo de mi hermana, después tocar en South by Southwest, después ir a ver a mi mejor amigo de Atlanta, después salir de gira con Truman's water, después ir a Portland. De manera que sabía que tenía que hacer un viaje enorme, y no estaba preparada para el viaje. Mucho menos estaba preparada para hacer el disco, porque pensaba, 'oh, va a ser divertido'. La noche antes del día en que debíamos partir, Tim me llama y dice 'Chan, no sabemos qué pasa, adivino que no vamos', y yo ni los había llamado."
      A fin de cuentas, tanto caos operativo no resultó tan mal, y Marshall aprendió en el frente la ardua tarea de hacer discos.
      "Adivino que estoy feliz con los dos álbumes [Dear Sir y Myra Lee]. Los grabamos en un día. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, Steve y Tim terminaban mirándose como diciendo '¿Qué hacemos?' No sabía qué decirles, ya que nunca había escrito canciones con una banda en mente. Fue difícil armar todo. [...] En realidad, la única canción que me gusta ahora es 'Ice Water'. Creo que esa es buena. 'Rockets' era solamente un himno, como, quedate en la escuela, no tomes drogas. Casi siempre escribo las letras mientras toco la guitarra en el sofá. Tomo cosas de la vida, cosas que le suceden a mis amigos, o lo que sea, líneas que recuerdo. Para el primer single, un amigo y yo sólo conseguimos unas cervezas y entramos al estudio. Yo no tenía idea de lo que estaba haciendo, no estoy muy feliz con el resultado. Suena demasiado aprisionado. [What Would the Community Think] es más técnico. Aprendí cómo trabajar en un estudio y a controlar. Hice el arte de tapa y tenía en mente todas estas cosas técnicas".
      Haber caído en Matador debe haber sido lo mejor que pudo pasarle a Marshall. Sin embargo, es innegable que es de alguna manera una outsider, una improbable (o, mejor, imposible) estrella indie. Y Moon Pix, su disco más maduro y fascinante, no deja de remarcarlo. Cat Power es un caso serio de inclasificable nobleza musical.
      "Simplemente caí en esta escena de música independiente o lo que sea que eso significa. No me gusta pensar en esto como una carrera. Hay tantas otras cosas que me gustaría hacer -trabajar en un bote en Alaska o enseñarles su ABC a los niños. Quiero volver a Nueva York, pero todos los que conozco allí son parte de la música. Me mantiene en una vereda, distanciada de otras cosas que me gustaría hacer. ¿Hay una canción que se llama, 'Todos mis amigos son críticos de rock'?"

Es sumamente interesante, repito, tal vez por lo poco común, la actitud de Marshall frente a la "escena musical", sea en Nueva York (escena a la que pertenece, un poco en el borde, gracias a Matador), como en cualquier otro lugar del mundo. También lo es su actitud frente a la performance en vivo y a sus extrañas convenciones: "No puedo soportar cuando la gente aplaude. Odio cuando tenés que detener tu canción y la gente aplaude y vos tenés que decir '¡Gracias!' y depués tenés que empezar de nuevo. No podés empezar y detenerte y empezar y detenerte, tenés que seguir tocando. Aplaudir es tan raro para mí, de cualquier forma. Literalmente, aplaudir. No lo sé."
      "Me gusta cuando la gente está escuchando. Eso es muy importante, cuando están muy tranquilos, es realmente fascinante. Porque la gente no hace comúnmente ese tipo de cosas. Generalmente están bebiendo, hablando, rompiendo vidrios, riéndose... Acabo de ir a Europa -nadie en mi familia ha estado jamás en Europa y yo fui a Europa porque Matador me envió para hacer prensa- y fui a Hamburgo. Antes del show estuve despierta durante dos noches, no había dormido. Hice un show para una radio y después toqué en otro lugar, donde estaba toda la gente que me había entrevistado durante todo el día, y yo estaba realmente cansada. Me subo al escenario y empiezo a tocar y una chica empieza a gritar. Todos estaban tranquilos y esta chica empezó a imitar la forma en la que canto. Y estaba gritando en inglés 'You gonna get tough?' y era igual a Courtney Love pero con anteojos. Yo estaba tan molesta. Intenté tocar, toqué dos minutos y me detuve. Ese no es el tipo de show que me gusta, me gusta cuando están tranquilos."
      Cuando están tranquilos y cuando no la tratan como a una especie de estrella (un ser distinto, acaso mejor que las personas reales), sino como a una persona normal, deberíamos agregar. Verse envuelta en un tipo de situación absurda puede caerle muy mal. Y es natural que así sea. Para ejemplo, tomemos "la experiencia francesa".
      Cat Power ha vendido más discos en Francia que en el resto del mundo. Alrededor de 20.000 copias de What Would the Community Think, por ejemplo. Y fue allí donde Marshall tuvo su primera verdadera historia de estrellato (esa cosa extraña). En un show, después de haber tocado, dos tipos se subieron al escenario, se le acercaron y le pidieron un autógrafo. "Y yo pensaba, como sea," recuerda. "Me incomodaba toda la situación. Así que firmo los autógrafos para ellos y todo el escenario se va llenando de chicos, pibitos. Juro que la mitad del público subió al escenario. Y estiraban los brazos hasta mí, pedazos de papel, servilletas, lo que fuera, intentaban que yo lo firmara. Y es ese tipo de cosas lo que realmente me hace sentir nerviosa. Cuando la gente me trata así. Vos sabés, tan pronto como deje el bar, eso no es una realidad. Y ni siquiera lo vi como algo que yo haya hecho, fue más como una reacción en cadena. Dos chicos quieren mi autógrafo, entonces el resto de los chicos lo quieren también... Cuando se me trata así, cuando suceden cosas como esa en los shows; es cuando me pongo agresiva, y violenta, y me enojo. Porque no me siento especial. No me siento única. No me considero una artista. Soy una persona, y no puedo lidiar con ese tipo de presión. Me enojo realmente y destruyo el show, o hago algo así, es entonces cuando empiezo deliberadamente a sabotear la performance. Y eso me lastima. Realmente me lastima. Después de esos shows, soy un desastre total. No quiero volver a tocar jamás."

What Would the Community Think fue editado en 1996. En él, Shelley y Foljahn se ponen de acuerdo, y le dan un apoyo más adecuado a las canciones de otro mundo de Marshall. Su voz, sus palabras, y su música, combinadas, demuelen. ¿Será el tempo, lento, inmutable? ¿Será el timbre de su voz? ¿Será que no entendemos muy bien lo que dice, pero parece decirlo todo, entenderlo todo? ¿Será la forma en que toca la guitarra, la afinación? Tal vez sea que andábamos necesitando una identidad semejante... No lo sé, pero todo eso junto funciona. Porque desde que entrás a este disco, el efecto es devastador, y se queda con vos un buen tiempo después de haber terminado. No está por si solo en ninguna de esas partes. Pero está.
      Una crítica tal vez sirva para aclarar esa sensación: "[Chan Marshall] escribe canciones exquisitas y penetrantes, y las canta de una forma directa, expuesta y emocional. Su escritura es tan personal que logra ser, al mismo tiempo, tanto idiosincráticamente testaruda como profunda, ampliamente conmovedora. What Would The Community Think, es su tercer álbum. Tim Foljahn en guitarra y Steve Shelley en batería proveen un ambiente sensible y cuidado para que el carisma nada esforzado de Marshall brille en toda su fuerza trémula y dolorosa. El disco se siente como cuando te despertás temprano a la mañana, y no has comido en días porque tu corazón está demasiado lleno y temés respirar la tensa luz azul, porque si dejás que se liberen tus nervios agitados, podés llegar a explotar de la emoción. En esos increíbles momentos, podés llegar a pensar que "King Rides By", capaz de romperte el corazón con tanta belleza, es la mejor canción en el mundo entero. Porque para ese momento, muy probablemente ya te hayas enamorado del extraordinario poder de Marshall." Sólo escuchar ese disco puede decirte si esa crítica es exagerada o no. Tal vez tengas la mala suerte de ser inmune a la música de Cat Power, tal vez no -entonces te espera algo grandioso.

La historia de la grabación de Moon Pix es simple, pero no el origen de las canciones. A principios de 1998, el entonces novio de Marshall debía hacer un viaje a Australia. Marshall deseaba ir pero no tenía dinero. Entonces llamó a Gerard Cosloy de Matador y le dijo que estaba lista para grabar un disco... en Australia. Los compañeros de turno serían los Dirty Three Mick Turner y Jim White. El resultado: el disco más logrado de Marshall, el más maduro y el más personal.
      Pero el origen de las canciones es lo suficientemente dramático como para hacer más admirable ese trabajo único.

Seis de las canciones de Moon Pix fueron escritas en una noche, a modo de exorcismo. Voces e imágenes se le aparecieron a Marshall en su solitaria casa en un pueblo de 1.112 habitantes; la asustaron a morir. Había llegado a ese lugar escapándole a Nueva York y a la desesperación. Su último show allí fue una prueba clara de su deteriorado estado mental: "En ese show yo estaba pensando, ¿cómo podría matarme ahora mismo? No había forma de hacerlo. Podría saltar sobre esta gente, pero ellos me agarrarían. Podría golpearme en la cabeza con la guitarra, pero me la sacarían de las manos. No había manera de hacerlo. Podía ahogarme, tal vez. Era como si Satán estuviese presente, fue horrible... Dios, me estaba muriendo.... Cuando hice ese show pensaba, 'Se acabó, colgalo, terminalo, mudate y no regreses nunca más'. Y después pasé un mes entero sola en Carolina del Norte. Fue raro porque no hay ni sonidos ni luces, solamente grillos y la oscuridad, y es una casa vieja, y si estás en un mal estado mental, a veces ves cosas que no están ahí y enloquecés. Y fue entonces cuando encendí todas las luces y me quedé despierta noche tras noche. No podía dormir por la oscuridad y empecé a tocar estas canciones y así es como sucedió".
      "Este episodio espiritual contribuyó con seis canciones en el nuevo álbum," contó cuando fue lanzado el disco. "Una amiga mía lo llamó un episodio psicótico, lo que me hirió más de lo que puedo decir... Mi problema es que la idea de la realidad que tienen las otras personas no es la mía. Intento expresarme con tanta claridad como me sea posible, pero tengo la impresión de que mucho de lo que estoy intentando decir no llega a los otros. Sé que no me comunico bien."

"En Moon Pix, Chan Marshall madura: de una obscurista excéntrica, se convierte en una chanteuse encantadoramente íntima, aunque cruda," escribió un periodista. "Mientras que sus trabajos previos con Cat Power estaban a veces limitados por la coloración genérica del rock indie, el acompañamiento más tradicional de su cuarto disco (cortesía de los Dirty Three Mick Turner y Jim White) pinta un fondo más generoso para ese temblor seco y sorprendente que es su voz. Una proeza compositiva y melódica mayor eleva las atmósferas inusuales y la tensión que Marshall logra sacar de su guitarra y de sus letras oscuramente tristes. Mientras que sus canciones rara vez contienen más de una sola frase musical, ella es capaz de hacer resonar cada repetición. 'Say', construida sólo con el canto, un riff que trepa y se va modulando lentamente, y el sonido de lluvia y truenos, irradia más intensidad, calidez y angustiosa belleza que una carga entera de discos pop más ambiciosos, producidos elaboradamente. Aunque el loop de batería electrónica pasado al revés que abre 'American Flag' se parezca más a Beth Orton que a Chan Marshall, el resto de Moon Pix no hace sino librar la maravillosa, afligida excentricidad de Cat Power." Tal cual.

En marzo de 2000, Cat Power lanzó su disco The Covers Records (Matador), una interesante colección que presenta, como su nombre lo indica, covers -de gente como the Rolling Stones ("[I can't get no] Satisfaction"), the Velvet Underground ("I found a reason"), Bob Dylan ("Kingsport Town" y "Paths of Victory"), y Cat Power ("In This Hole"). Dave McCoy describió este trabajo muy acertadamente: "Esta colección, como su último disco, la casi-obra maestra Moon Pix (1998), es tan desnuda, cándida y solitaria que podrías vaciar una habitación si la pasaras en público. Y tocarla para una amigo deprimido sería como ponerle en la mano una pistola cargada. Durante varios números podés en realidad oír el silbido del aire en los arreglos, porque Marshall se las arregla para usar el frío silencio como un instrumento. Es un sonido nostálgico, de viejos 78s y largas noches, uno que necesita pañuelos y cigarrillos, una botella de bourbon y algo de desesperanzado abandono."


La encontramos perpleja aún por el efecto de su música sobre algunas personas, en mejor estado emocional que hace algunos años pero siempre poderosamente sensata. Y no le exigimos nada más, ¿cómo podríamos? No somos brillantes, pero sabemos agradecer cuando se nos dan obsequios semejantes. Moon Pix es uno de los más preciados tesoros de nuestra discoteca. ¿Qué más podríamos pedirle?
      "Estoy intentando pasar el día de hoy. Ese es mi límite. Y muchos de nuestros shows se han vendido por completo, y hay tanta gente que quiere preguntarme cosas... me supera. Todavía estoy aprendiendo sobre este estilo de vida. No sé más si me gusta."
      "No puedo mentirme y hablar de lo que voy a hacer dentro de un año o incluso el mes que viene. Solamente quiero pasar el día de hoy y la semana que viene. Es más realista. Tengo dos grabaciones que terminé después de Moon Pix, hay una sesión de piano que me gustaría sacar de inmediato, sólo para tenerla editada. Así, si muriera o me pasara algo, al menos estaría ahí y mi hermana podría sacar algo de dinero de eso. La gente muere todo el tiempo -¿quién sabe?"

m.
septiembre de 1999

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