Masakazu Katsura no ha seguido ninguno de los caminos
que son habituales a los creadores de manga para introducirse en el medio. Nunca ha
trabajado como ayudante, tampoco ha trabajado con otros guionistas, ni en fanzines,
ni como animador. Katsura empezó directamente como profesional, por lo que cualquier
aficionado interesado puede acceder con cierta facilidad a todas sus obras y seguir
su evolución desde el principio. Masakazu Katsura empezó a dibujar para poder demostrar
a un profesor suyo su afecto. Así que se presentó a un concurso porque además quería el
dinero del premio para comprarse un equipo HI-FI de música. De esta manera, descubrió su
capacidad como narrador de historias de manera casi casual y siguió dibujando y
dibujando, hasta que descubrió que en realidad, el manga le interesaba y le divertía
más que cualquier otra cosa a la que pudiera dedicarse. Entonces empezó a ganar los
concursos a los que se presentaba.
El éxito que tuvo en los concursos, en realidad, no le sorprendía.
Le costaba mucho encontrar un tema, pero una vez tenía la idea, el resto salía solo.
Al principio fueron super-héroes robóticos, que en su caso estuvieron influidos tanto
por la moda-mecha japonesa como por su amor incondicional por Batman. Sus primeros
trabajos eran comedias, que era lo que se adecuaba más a sus aún escasos recursos.
Pero en medio de su primer éxito, Wingman, descubrió que su capacidad para describir
personajes no tenía por que depender de la mecánica ni de la acción. Sus siguientes
trabajos, Choukidovin Vander y Present from Lemon, acentuaron este interés por refinar
las historias y los personajes, al tiempo que Katsura experimentaba y mejoraba su estilo
gráfico y se atrevía con el gakuen o comedia de estudiantes. Estas historias son también
significativamente más cortas que Wingman: son experimentos.
Después llegó Video Girl Ai, la expansión de una idea con la que
había realizado una historia corta, que fue lo que le puso en el punto de mira del
público. Katsura se atrevió a correr riesgos tanto con lo que mostraba al público
como con el guión los aspectos introspectivos adquirieron mayor profundidad que en
ningún otro de sus proyectos y, aunque Katsura se ría de sí mismo y de los apuros de
la pobre Moemi, su trabajo descubre el interés que tuvo para él esta obra.
Intentando cambiar de registro, Katsura presentó después D.N.A.², un trabajo de
humor francamente desenfrenado, pero también de gran éxito. Actualmente, Katsura está
trabajando en una serie regular y también, sigue experimentando últimamente como
diseñador de personajes. Su última serie se llama "I''s", otro característico juego
de palabras del Studio K2R, dado por el nombre de los tres protagonistas de la serie:
Ichitaka, Iori e Itsuki. Seguiremos informando.
Con sólo 37 años, su trabajo, su toque especial, es muy buscado. Sea cual sea el éxito
de su última serie en Japón, seguro que muchos fans europeos lo esperan impacientemente.