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Partes seleccionadas de los siguientes CAPÍTULOS:   I-  El Libro de la Vida es   ...El Libro de la Vida es el Libro de la Revelación para los  tiempos que están próximos: los tiempos del fin. Es también la continuación de otros dos libros: el Evangelio de Juan y el Apocalipsis.      En él se explicarán estos dos y se trazará un tercero, que será su síntesis. Esta síntesis habla respecto a la Era del Niño y al futuro del mundo.     ...Con él se inician los nuevos tiempos: Los de la realización integral del hombre sobre la tierra, los de la gran hermandad entre todas las cosas vivas.   II-  Este es el Libro de IOAN    ...Éste es el Libro que los profetas usarán, y, sobre el cual darán testimonio en los últimos días. En él estará la Ley, y la Ley será la Palabra, y a través de la Palabra viva, se verá el Señor.      ...Es por eso que la Palabra del Señor salva y redime a aquel que la oye y la recibe dentro de sí, o calla y enmudece a aquel que está lleno de vanidad y de viento. El Señor sopla en él como en un globo, y él desaparece en el cielo para perderse en el abismo.   III- He aquí el Libro de la Generación de los Seres  ....Esos serán los últimos que verán la luz y las tinieblas. Después de ellos sólo habrá el uno que nació de los muchos,y que es aquel que transporta dentro de sí la Voluntad del Padre y el Amor de la Madre: aquel que es, real y visiblemente, el vértice del triángulo divino. Ese es también el Cristo.      De su generación (o de su semilla) nacerán los doce Señores del ciclo futuro -Aquellos que tienen por misión ir de mundo en mundo, para sellar los pactos y rehacer la unidad-. Y así la Obra tendrá continuación.         ...Cada hombre debe de ser una herramienta dócil en la que el espíritu que viene del cielo y aquel otro que nace de la tierra se mezclen a partes iguales.      Ya que la función del hombre es ser canal y horno alquímico, para la celebración de las nupcias entre los poderes celestes y terrestres, y para la creación del hermafrodita,  siendo éste el puente vivo que une los dos mundos y quien, realizándolos dentro de sí, los realiza en sus respectivas dimensiones.   IV-  La Vida de los Seres es el Dolor del Alma      ...Es dolor y es crecimiento. Es también la tensión que establece la búsqueda del retorno, pues cuanto mayor fuese el apartamiento del centro, mayor será la atracción ejercida por la periferia. Hasta que, en un máximo de tensión, la polaridad se invierta, y aquello que llevó al apartamiento se transforme en aquello que ha de conducir al retorno, para hacer la síntesis y crear la unidad.     ...El camino del alma es el de la transcendencia de los límites con que nacemos: como todo cuanto es fundamental.   V-  La Gran Madre es el Alma          La Gran Madre es el alma de todas las cosas. Ella anima a la Naturaleza y a cada uno de los seres que la integran, sirviendo de canal a las fuerzas celestes sobre la tierra,  sirviendo de ligación entre el Padre y cada uno de Sus hijos. VI-  El Libro de la Vida VII-  Cuando la Palabra Suene       ...Sacaros de las tinieblas es mi meta. Ojalá fueseis dignos de ello. Pero vosotros preferís la facilidad de la muerte, la facilidad del aniquilamiento inútil. Y la muerte viene para satisfaceros. En cuanto la muerte tenga mayor peso sobre vuestros destinos, yo no tendré lugar ahí.     ...Tendréis que despertar. ¿Pero cómo despertareis si no hubiese sufrimiento? Os haré sufrir, para que podais despertar y saber. Entonces podreis ver por vosotros mismos lo que se esconde en las entrañas del mundo y amar lo que soy (y que también lo sois vosotros), o lo que las sombras quieren: mas  antes tendreis que poder ver.      ...He aquí la sabiduría: verme en todo. Sin embargo sólo el justo me tiene en su corazón como la medida exacta de cada cosa. Tendreis que transformaros en justos, o no sereis salvados. Y que no haya engaño en esa justicia, pues yo solo amo al puro. VIII-  En el Huevo Está el Germen      ...Sólo hay un siervo ante la faz desvelada del Padre: todos los restantes son copias Suyas, prolongaciones en el tiempo y en el espacio (Ilusión de los seres), desde siempre destinados a la absorción de sus pequeñas llamas en una gran hoguera que arde de una punta del universo a la otra, y que engloba todos los tempos.      Ahí todos entrarán para volver más bello al Señor, pues Él se alimenta de ese fuego vivo que los seres, en la realización de sus consciencias, van haciendo más amplio y más fuerte a cada momento que pasa.      Tal es el destino para todos y cada uno, tal es la ley que traemos inscrita en la cara y en el corazón. Ley que es el don de Dios para sus criaturas, ya que, mientras caminan hacia el fuego, de él se alimentan también. Pero, si de él se apartasen, aunque fuese por un instante, perderían la vida y el don de la existencia. Es la voluntad del Señor, en ellas viva, lo que las alimenta y las hace caminar rumbo a la comunión. IX-  He aquí la Génesis de los Mundos      He aquí la génesis de los mundos: del huevo nació la unidad, de la unidad la duplicidad, de la duplicidad todos los opuestos. Con los opuestos vino la fragmentación. con la fragmentación nació el caos. Alcanzado el máximo de la disolución que el caos propone a los seres, vendrá la luz.      El huevo contiene la luz. El huevo contiene las tinieblas. El huevo es Dios, y Dios es luz y tinieblas; no los opuestos, sino su síntesis; no la separación, sino la unión de ambos.     ...La consciencia es como una perla que crece sin cesar. La perla crece en el lugar escondido, en el sanctum del alma. Crece alimentándose del alma, y el ser, poco a poco, se transforma en esa perla, se transforma en esa alma.      ...Del huevo nace la posibilidad de que los seres sean lo que son: es el primer nacimiento. De la perla nace la integralidad de los seres: es el segundo nacimiento... X-  Las Huestes del Señor XI-  El Espíritu del Señor Vigila      ...Dios y Su mundo son una misma cosa y son un laberinto. El mundo es un laberinto físico, dios es un laberinto espiritual. En conjunto forman un puzzle de dimensiones infinitas, cuya descifración nos dará la llave del misterio fundamental, la posesión de la palabra perdida.      Aquel que busca tendrá que atravesar esos laberintos, tendrá que ascender por encima de ellos, si los quiere entender, ya que el camino en el suelo sólo puede confundir e iludir, pues el hilo de Ariadna (o del alma) tiene dimensiones finitas, mientras que el laberinto tiene dimensiones infinitas.       Dios es un laberinto cuya descifración es imposible. La razón humana se detiene antes de conseguir mirar hacia  tan lejos. El pensamiento vacila sobre el borde de este abismo que lo puede devorar. La solución tiene que ser otra. Aquel que busca el camino hacia la totalidad ha de volar tan alto, que su visión se torne indistinta y una, o no podrá ver lo esencial.      El camino hacia dios es el camino de la transcendencia, es el camino de la locura sagrada, es el camino de la rotura: no hay otro.      Aquel que quiere conocer el secreto tiene que estar dispuesto a sacrificarlo todo, inclusive su idea de Dios, inclusive su tentativa de encontrarlo. Sólo en el despojamiento total, en la total entrega, en la total rendición, Dios se vuelve cosa nuestra, parte nuestra, tan nuestra que no es distinta.   XII-  La Verdad del Señor XIII-   He Aquí el Libro Hace Mucho Esperado XIV-   Este es el Libro del Señor XV-   La Palabra del Señor XVI-   En el Corazón del Mundo      En el corazón del mundo brilla un tesoro. Ese tesoro es una perla de sangre y fuego, ese tesoro es una llama. Aquel que fuera hasta ese lugar y toque en ese tesoro, ese no morirá más. Tal como aquel que, yendo hasta los piés de la Señora, ante ella se curve y le rinda homenaje, ese también vivirá.      La Señora es el mundo y el mundo es la perla. Sólo aquellos que fueran devorados, en vida, por el fuego que arde en el centro del mundo, sólo esos podrán continuar el trabajo iniciado en el comienzo de todo.   XVII-  El Señor es Fuego XVIII-  La Palabra del Señor Quema en los Labios XIX-  La Mano del Señor está Suspendida XX-  En Tu Generación Escribiré un Libro XXI-   Este es el Libro que ya Era XXII-   Que Aquel que Camina XXIII-   La Vida de los Seres es la Gloria del Señor XXIV-   La Sangre es el Espíritu Crucificado XXV-    El Fuego del Señor Cae Sobre el Alma XXVI-  La Palabra del Señor es Como una Nuez XXVII-  La Carne del Hombre es Como un Campo XXVIII-  El Génesis de los Seres Comienza en Adan XXIX-  Y en el Tercer Día XXX-   En el Principio Era el Verbo XXXI-  Y en el Séptimo Día XXXII-  El Verbo es la Carne XXXIII-   Veo una Rosa XXXIV-    Veo un Dragón Alado XXXV-    Y en el Tercer Día XXXVI-   El Ángel del Señor XXXVII-  El Señor es un Guerrero      ...El Señor es un guerrero en lucha. Su lucha se llama ascensión de la vida, ascensión de la consciencia. Él lucha para transformar barro en carne, carne en sangre y sangre en espíritu. Las criaturas son los frutos de esa lucha. Barro y carne y sangre y espíritu.     ...Una pequeña llama, he aquí la semilla. Y, para protegerla, todo tiene que ser hecho. Del lado del Señor y del lado del Hombre, pues sólo hay una pérdida irremediable: la de la llama en el hombre. Es por eso que el Señor sólo descansa cuando eleva al hombre hasta sí y lo hace subir a la montaña del mundo y le da las llaves de Su ministerio divino, allá en el templo que es Su esencia. A partir de entonces, unidos en consciencia y razón, el hombre se transforma en una de las armas del Señor: Espada o Cáliz o Libro o Cetro: o todo ésto, que es el Grial. Sacerdote del Altísimo o guerrero Suyo o siervo Suyo, él es, definitivamente, Su Voluntad o Su palabra o Su lucha.     El Señor es un guerrero temerario. Con las manos desnudas, Él enfrenta al enemigo. Ese enemigo se llama cobardía e inconsciencia: las dos armas del caos. XXXVIII-  En las Entrañas del Mundo XXXIX-  Hay Siete Naciones Sagradas      ...Siete naciones el Señor escogió para Su altar entre los Hombres. Siete naciones que Él recorre en cada ciclo. Y el Señor va ante cada una y en ella ora y silencia.      ...Siete naciones habitan en el Señor. Siete grandes espíritus están ante Su trono. Ellos son los Dragones, ellos son las Serpientes, ellos son los Maestros.      Y el Señor ergue su faz y ella resplandece sobre los mundos, blanca de tanta luz. Y los siete Dragones se colocan alado del Señor, a su alrededor, y toman para sí esa luz y la transforman en siete rayos que son siete poderes y siete colores, y el mundo se realiza.      Estos son los que guardan el Grial. Son aquellos que tienen los símbolos.   XL-  En el Centro del Mundo XLI-  Sobre el Promontorio Sacro XLII-  Un Dragón de Fuego XLIII-   En el Principio Era el Caos XLIV-   Todo Parte del Padre XLV-    Un Gran Atanor XLVI-  Sobre el Mundo XLVII -    La Palabra del Señor XLVIII-  Y en el Tercer Día XLIX-  El Reino del Padre L-  Siete Ángeles el Señor Envió      ...Siete sellos tiene el Libro. Cinco serán rotos por vosotros y por mis ángeles. Los dos últimos lo serán por mí.      Y hay de vosotros cuando tal momento llegue. De luz y de fuego tendreis que ser, o no resistireis mi ira. Pues tengo muchos rostros y el primero es de justicia y perdón, mas el último es de ira.      ...No os escondais de mí cuando mi ira se derrumbe sobre vosotros, antes recibidla con los brazos abiertos, como los hijos reciben a los padres a quienes no ven hace mucho, pues aquel que se esconda de mí será consumido y aquel que me tema será poseído por su temor y sólo aquel que me ame me tendrá. No os escondais, pues, porque mi mano irá hasta donde fuerais y mi mirada ha de perseguiros hasta en sueños, cuanto más al despertar.      ...Escuchad bien a mis ángeles. Escuchadlos con el corazón abierto, pues mi Palabra es dirigida a vuestro corazón y no a vuestra mente, ya que vuestra mente confunde y tergiversa. Recibid mi Palabra con el corazón y entendereis. Es todo lo que os pido. LI-  He aquí el Libro del Señor LII-  El Señor es Como un Jardinero LIII-   Tres Fuegos hay en el Hombre LIV- El Camino del Hombre LV-  Ante el Señor Tres Símbolos      Ante el Señor tres símbolos brillan en la noche del mundo: un cordero blanco, un libro negro con letras de oro y una cruz de la cual pende una divisa. La divisa es: "El amor es la Ley".      ...Entonces el Señor los envía a Su mundo, para que realicen Su obra. Y ellos nacen en medio de los hombres: el primero para escribir el libro, el segundo para ser el niño, que será el Cristo también, y el tercero para transformar la cruz en rosa. Así se cumplen los tres espíritus y se realizan los tres mundos, que son la Obra toda. LVI-   Una Cruz de Fuego LVII-  El Espíritu de Dios Habló LVIII-  Una Columna Ardiente LIX-  Cuando el Libro Estuviera Escrito LX-  En Un Templo Ignorado y Oculto      ...Ignorado y oculto existe el templo de los Señores del Destino. Trazado en crz, tiene la forma del cubo cristalino.     En los cuatro vértices, invisibles y sagrados, velan cuatro ángeles de alas erguidas. Ellos portan los cuatro símbolos en que se vela el Grial.     En el centro de todo, marcando la convergencia de la luz y de la forma, un Quinto Señor está. La misma vestidura lo cubre. Su rostro velado asiste a todo. De manos cruzadas sobre el pecho, ¿que misterio guarda él? ¡Tal vez la rosa de fuego que le despunta en el medio del pecho!      ...Arrodillados ante el altar de piedra negra están aquellos que son, ya en vida, el Señor y la Señora. Tomados por el fuego, Su carne devorada,  son apenas un velo que esconde un fuego secreto. Ellos son el Cáliz y la Espada que, una vez unidos, se transforman en la Paloma, aquella que anuncia el reino del Santo Espíritu. Como dos columnas de luz, diáfanas y transparentes, de tal modo están ante el altar. ¿Que misterio antiguo ofician así? LXI-  Lo Que es el Mundo  LXII-  Exultad, oh Hijos de la Lusitania      ... Exultad porque vuestra gracia es mayor que vuestro merecimiento. Y si fueseis dignos de aquello que el Señor os concede, mayor será todavía ese merecimiento, pues la semilla es lanzada donde hay buena tierra y no entre piedras y zarzas. Así, si Él os encontró dignos de esta merced, es porque vuestra luz es grande. LXIII-  Exulta, oh Lusitania      ...Exulta, oh Lusitania, pues serás grande entre las naciones. Entre los tuyos ha de nacer El Niño. Entre los tuyos ha de nacer el Salvador. Ese que viene para apacentar los rebaños del Señor y conducirlos de vuelta a la casa del Padre. Ese que viene para ser el Cordero de Dios. LXIV-  Alégrate, oh Lusitania      ...Así el Señor del mundo creó una Sombra de sí, que es la Bestia, y la hizo nacer en medio del hombre, hijo de hombres, para que el mundo escogiese. E hizo nacer a Su Hijo también, para que la tiniebla no fuese el único poder entre el hombre, sino que tuviese adversario y lucha. LXV-    Un Libro Sellado LXVI-   Tres Medicinas hay en la Rosa LXVII-   Un Consolador yo os Envié LXVIII-  La Palabra del Señor LXIX-  El Señor lo Concibió LXX-  Sólo hay un Señor y un Siervo      Sólo hay un Señor y un siervo: la realidad y la sombra de la realidad. Todo lo demás es apenas ilusión.      ...Amais la ilusión porque vivís en las tinieblas. Si miraseis un poco más alto, veríais que sobre el manto de lkas tinieblas brila mi luz, como un sol inmenso. Así es el mundo para vosotros: un manto de tinieblas y sobre él, invisible y oculto, un sol.      Y porque vivís en las tinieblas, teneis con llas pactos. Por eso las tinieblas os son tan necesarias. Ylos señores de las tinieblas os seduce con falsas promesas e inútiles paraísos y vosotros creeis en ellos y no creéis en lo que os digo.      ...¡No me neguéis, oh hijos del alba! Si me negais, es a vosotros mismos que os negais. ¿Y cómo llegaréis a mí si no llegarais a vosotros mismos? ¿Si no os descubrís entre el atardecer del mundo y su despertar?      Que aquel que me busca -y todos me buscáis, incluso en el amor a la tiniebla-  venga a mí como un niño recién nacido: sin velos en los ojos ni antorchas en el corazón. Apenas un niño. Entonces yo lo tomaré de las tinieblas y lo envolveré en paños muy suaves, para que la luz no le hiera los ojos: ese me ha de ver como alguien muy próximo y muy lejano pues la luz aproxima y aparta. Y hay de aquel que de ella se aproxime sin poderla ver.   LXXI-  Sobre el Borde del Abismo      ...De sombra está hecho el mundo. Y donde el hombre juzga ver luz, todavía es sombra lo que él ve, pues la geometría del Señor así lo concibió y lo hizo. Si hay luz en cada cosa y cada ser, yace oculta e ignorada. Secreta habita un mundo intemporal: de ella sólo tenemos el presentimiento. Y si iniciamos la vía del sacrificado, abriendo camino al Padre, es la luz lo que alimentamos. De llama pequeña, grande se hará, y de grande se hará hoguera, y de ésta tal vez sol. Y llegados aquí, nos será permitido mirar al Padre de frente, como los hijos miran a los padres a los ojos. LXXII-  Sobre un Libro Cerrado LXXIII-  El Mundo es Como Una Torre LXXIV-  El Espíritu del Señor LXXV-    Una Vara Bajo el Firmamento LXXVI-   Entre el Cielo y la Tierra LXXVII-  El Conocimiento de las Cosas de Cielo LXXVIII-  He Aquí el Gran Vacío LXXIX-   Todo el Comienzo es Involuntario LXXX-  Una Llama en el Medio de un Círculo LXXXI-    El Espíritu del Señor LXXXII-   El Alma es como una Perla LXXXIII-   Hay la Obra y hay el Hacedor de la Obra LXXXIV-   Y en el Tercer Día LXXXV-   Toda la Obra es Incierta LXXXVI-  En la Sombra se Agacha LXXXVII-  Hay la Obra y hay el Señor de la Obra      ...Una Obra el Señor dió al hombre para realizar: aquella que lo hará ir del lodo a las estrellas, aquella que lo hará retomar su lugar junto a Él, y el hombre la realiza en todo lo que hace, si en eso pone la consciencia y el amor a la Ley;  o viola la Obra, si camina hacia ella armado de la sombra y con el rencor de la sombra. LXXXVIII-  A Qué se Ha de Comparar la Obra LXXXIX-   Es el Mundo Como una Esfera XC-   No hay Mayor Alquimia    ...No hay mayor alquimia que la transformación de la sombra. Y sólo aquel que va ante la sombra y regresa de ella sin ser tocado, merece la luz. A ese yo le daré la luz y le daré su posesión, para que en ella se perpetúe, pues ese nació una segunda vez. XCI-  El Libro no es la Obra XCII-  En el Medio de una Esfera de Negrura XCIII-  El Espíritu del Señor XCIV-  Del Limbo el Señor Llamó XCV-   El Espíritu de la Obra XCVI-   Una Mano Ardiente en El Cielo XCVII-  Sólo Hay un Secreto bajo el Cielo XCVIII-  El Espíritu del Señor es Como una Luz XCIX-   La Palabra es Vida C-  Sangre y Lágrimas CI-   El Espíritu de las Tinieblas CII-   El Hombre es como una Cáscara Vacía CIII-  Una Zarza Ardiente CIV-   Una Vara de Fuego contra el Firmamento

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