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P R I M E R VI ER NES DE M ES SEXTO DE LOS NUEVE Promesa duodécima: Concederá... la gracia de la perseverancia final: no morirán en desgracia mía. Meditación Punto 1.Concederá la gracia...¡qué hermosa es la gracia del Señor, es decir, aquel don sobrenatural, creado por Dios y graciosamente comunicado por Él a la criatura racional en orden a la vida eterna¡ Es ella un ser divino, y por lo tanto superior a todos los seres creados, y como bien, mayor que todos los bienes de aquí, no solo por su ser, sino también por su fin que es la bienaventuranza de la gloria. Es de mas valor que todo el precio de miles y millones de mundos; y más hermosa que todas las hermosuras creadas juntas en una.Y Dios mismo la comunica intrínsecamente al alma de la criatura racional, que coopera a recibirle, y no pone óbice ni obstáculo alguno, y con ello la transforma enteramente, comunicándole una vida sobrenatural, la vida propia de la gracia, que se llama también vida divina, vida de Dios, vida en Dios..., vida para Dios, y si en ella persevera hasta la muerte, vida eterna y bienaventurada en la gloria de Dios...¡ Qué tesoro de los tesoros divinos y que delicia de las delicias celestiales¡¡Oh gracia divina, el que no te ama es porque no te conoce; y el que no te conoce, no sabe el bien y la felicidad de aquí y el dá derecho a la felicidad eterna de Dios¡. Pero tú, devoto del divino Corazón, considera que este don de la gracia, de tal manera eleva el alma a Dios, y tan íntimamaente la une a Él, que la hace participante de la naturaleza divina: ¨ Ut per hoec efficiamini dinoe consortes naturoe¨ . Para por medio de estas dádivas, grandes y preciosas, que os vienen por Jesucristo, os hagaís partícipes de la naturaleza divina (II. Petri I.4.) Y por este mismo don de la gracia la hace hija de Dios por adopción, y si hija, también heredera de su gloria. Si autem filii, et heredes: heredesquidem Dei, coheredes autem Christi (Rom.,8.17.) ¡Hija de Dios¡ ¡Qué alteza qué dignidad, qué grandeza¡ Unida a Él con el vínculo del amor filial; favorecida de Dios con el amor paternal; y unida con el derecho a la herencia de los cielos, donde serán coherederos con Cristo Jesús; ¡qué fruto tan copioso e incomprensible el de la gracia, la eterna gloria de Dios¡. Para conocer su hermosura y valor, tendríamos que saber aquello, que según el Ap. (Iª Cor.2.9.)ni el ojo vió, ni el oido oyó, ni cabe en el entendimiento del hombre; esto es: tendríamos que conocer la gloria de aqulla Jerusalen celestial, aquella gloria infinita y eterna de Dios. Aspira por medio de la promsa, no a una gracia cualquiera, sino a la gracia de las gracias, que es la penitencia final, nave segura que te llevará a la gloria. Y considera que esta gracia que llama Cristo Jesús de penitencia final, parece superior en algo a la simple perseverancia, por ser perseverancia en limpieza del alma, que ésto es lo que hace la penitencia, purificar el alma, y el alma pura de toda mancha en gracia, tiene derecho a la gloria eterna de Dios. Punto 2.La perseverancia final...No es del que empieza, ni siquiera del que continúa viviendo en gracia de Dios, el galardón de la eterna gloria, sino sólo de aquel que perseverase en ella hasta el fin de la vida. Qui perseveraverit usque in finem, hic salvus erit (Math10.22.) El que perseverase hasta el fin, éste se salvará.Este es aquel uno necesario del Salvador a su fiel sierva Santa Marta, y éste también es el inspirado principio y fundamento de San Ignacio de Loyola en su preciosos libro de los ejercicios espirituales, en donde dice el santo: ¨ El hombre es criado (continua) |
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