El fin del año
Siempre con la llegadadel fin de año las personas piensan en la Navidad y el año nuevo. Dos ocasiones muy importantes y mundialmente conocidas. El otro día leí una historia de nuestro famoso tradicioinista peruano Ricardo Palma donde contaba como era el mess de diciembre durante su niñez (mas o menos la década de  1830). Pienso que podría ser interesante conocerlo y por éso coloco algunas líneas de ese relato.

¨ Desde la cinco de la tarde del 24 de diciembre, los cuatro lados de la plaza mayor lucían mesas donde se vendían flores, dulces, juguetes, conservas, licores y todo lo que Dios quiso crear para comer.
A la medianoche solo el popolacho quedaba en la plaza, multiplicando los tragos. La aristocracia y la clase media se dirigían a las iglesias, donde las pallas cantaban villancicos en los atrios.....Después venía, en las casas, opípara cena  y como no era higiénico acostarse en los brazos de Morfeo después de una  abundante comida  bien masticada y mejor humedecida con vino rojo,...,la familia improvisaba un bailecito al cual los primeros rayos del sol ponían fin¨
¨Se montaba en algunas casas un pequeño podium donde se veía el establo de Belén con todos los personajes que aparecen en el relato bíblico. Figurillas de pasta o madera complementaban la imagen .....Todo el mundo desde las siete hasta las once de la noche entraba al salón donde se mostraba el divino misterio. Cada Nacimiento (Belén) era más visitado y comentado que nuevo ministro........El más famoso de los Nacimientos de Lima era el montado en el convento de los padres bethlemitas o barbones. Y era el más famoso debido a la abundancia de muñecos automáticos y por los villancicos con los cuales festejaban al Divino Niñokun ....Pero como todo tiene fin sobre la tierra, el 6 de enero, día de los Reyes Magos, se ponía fin al Nacimiento. Se puede adivinar que aquella noche la fiesta era grande.Y hasta diciembre del próximo año¨.
Ahora, muchos años después, muchas cosas cambiaron en la vida diaria y en las costumbres pero a pesar de la gran influencia comercial en toda fiesta, la Navidad sigue como una ocasión muy especial porque religiosamente es la fiesta de nuestro Divino Niño (cosa que hasta ahora recordamos en los Nacimientos de las casas), es tiempo de especial esperanza y regocijo en el corazón que debemos dar a todos, no necesariamente como regalos materiales si no también como palabras amables, paciencia y lo mejor de nosotros mismos. Para todos:
¡¡FELIZ  NAVIDAD
Y
PRÓSPERO AÑO NUEVO¡¡ 
Jorge Eduardo Zevallos Gómez
Médico
Esperanto
Carátula