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Juarista Bolivariano

POR LA SOBERANIA Y LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS
DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE

La crisis del neoliberalismo en América Latina y el nuevo proyecto histórico

Por Heinz Dieterich

Continua.....

Algo semejante ocurrió en Nicaragua. La intervención estadounidense en Nicaragua es comparable con la intervención en Colombia. La creación de una fuerza paramilitar, los contras, todo ese tipo de cosas. O si ustedes quieren compararlo con Vietnam, la intervención de lo que vimos en Vietnam en 54. Pero no hay que discutir si va a haber intervención o no, la intervención ya se dio hace mucho tiempo y me parece que Estados Unidos le va a decir a la guerrilla, bueno, miren, ustedes no pueden ganar la guerra, porque con la fuerza aérea y con el apoyo económico lo vamos a impedir, recuerden El Salvador.

Vamos a aplicar la política de Centroamérica en Colombia, nosotros sabemos que no los podemos derrotar rápidamente, militarmente, pero los vamos a obligar con la fuerza a aérea a regresar a un estado anterior de organización de guerrilla; sus formaciones de tamaño de batallones, etcétera, no se pueden mantener frente a una fuerza aérea que funciona como la que estamos preparando. Ustedes saben que con pelotones ustedes no van a ser un peligro militar, así que se van a remontar durante cincuenta años más en la montaña y no van a ganar nada; entonces más les conviene que hagamos un acuerdo y negociemos con la oligarquía. Nosotros controlaremos un poco a la oligarquía, como en El Salvador, y ustedes obtienen ciertas cosas y así todos salimos bien. Y si no aceptan, entonces Kosovo.

Porque así fue en Kosovo, fueron con el gobierno y con el Parlamento y les dijeron, vamos a separar a Kosovo, por diferentes razones, nos interesa el petróleo que viene del Mar Negro y que tiene que transportase a Europa. O séase, para Kosovo el gobierno yugoslavo dijo que no, no somos un país vencido. Y los gringos les replicaron, bueno si no aceptan los bombardeamos. Claro, no era fatalista la cosa, no era determinista, la OTAN no podía ganar la guerra, Yugoslavia hubiera ganado la guerra, pero las condiciones políticas del régimen yugoslavo no daban para eso. Militarmente la OTAN se metió en una guerra que iba a perder y salvó el pellejo, la dignidad política del gobierno. Bueno, entonces eso va a ser el planteamiento en Colombia. En Ecuador ya está muy claro como reaccionaron.

Entonces, es un poco la reacción en el campo de batalla y otro poco en el campo de la integración, porque recuerden que el sistema tiene dos elementos para controlar focos peligrosos. Un ejemplo muy claro es la Revolución Boliviana de 1952, encabezada por una vanguardia de mineros, un partido trotskista y la Revolución en Guatemala. El gobierno estadounidense reaccionó muy diferente a ambos acontecimientos. En Guatemala organizaron un golpe de Estado, en 54, pero en Bolivia aceptaron las condiciones y lentamente establecieron nuevos contactos de trabajo, ayuda en la construcción de carreteras, luego asistencia militar y cuando habían madurado las condiciones, entonces la derecha y los militares volvieron al pueblo. Entonces hay dos estrategias para reintegrar países o zonas que se han salido. No han podido hacerlo con Cuba, pero Cuba ha sido la excepción.

El MERCOSUR, un proyecto viable.

Así que por una parte, es el combate directo en el nivel de contrainsurgencia política, militar, propagandística, etcétera, y por otra parte, acelerar la integración latinoamericana. Por eso ese adelanto de los tiempos del ALCA, del año 2005 al 2001. Ahora puedo decir que hay tres proyectos regionales en América Latina, uno es el de Estados Unidos con el Tratado de Libre Comercio, y va a suceder en el resto de América Latina lo que ha sucedido en México, y las consecuencias las conocen ustedes, no necesito mencionarlas.

El segundo proyecto es el de la Unión Europea, obviamente no hay que tener la idea de que el imperialismo europeo sea mejor que el estadounidense. Mucha gente que se mete a la cuestión de la "tercera vía", con la cual uno discute, siempre tratan de diferenciar entre una política exterior nociva sin cuartel, que es la de Estados Unidos, y la de los europeos "con tanta cultura", y que ellos "son diferentes". Y esos son cuentos. La aniquilación étnica la hicieron los británicos en sus colonias de Norteamérica; ellos mismos crearon también ahí las reservaciones que después se extendieron a Africa del Sur; los franceses eran maestros de la tortura en Argelia, en Indochina; los italianos mataron a población civil en Aveciña, en Etiopía, con bombas de gas; los alemanes perfeccionaron campos de concentración; los holandeses crearon infierno en Indonesia. Toda esa experiencia colonial de exportación imperialista se concentra ahora en lo que se va constituyendo como un nuevo Estado regional europeo, muy fuerte, ya con sus propias fuerzas de exterminio rápido, con fuerzas nucleares, que a raíz de las lecciones de Kosovo ha declarado todo un proyecto de armamentismo para ponerse militarmente a la par con Estados Unidos.

Pero no hay que pensar que aquí hay dos tipos de imperialismo, uno más benigno y más humano que el otro; esto es absolutamente falso. Los dos han venido aquí, a la América Latina, los europeos desde 1492, para robar, para enriquecerse, y los gringos después de su constitución en República independiente, para lo mismo. Y en esto ninguno de los dos ha cambiado. Sin embargo, el que sean dos y estén en punga, ofrece un pequeño margen de negociación que no existiría de otra forma. De un lado, un ladrón con una pistola te quiere robar, estás en una situación difícil; pero si hay dos ladrones con pistola que quieren robarte, ese conflicto de intereses puede generar una confusión que te favorezca. Entonces, en ese sentido es un poco positivo que haya dos proyectos, dos ladrones que quieran apropiarse de la riqueza latinoamericana.

Sin embargo, hay un tercer proyecto que es el MERCOSUR, Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. Se trata de un verdadero descuido de la diplomacia estadounidense, como ellos mismos admiten. Es la primera vez en doscientos años de independencia formal que se logra constituir un espacio regional independiente en lo económico, no controlado por Estados Unidos, del cual han nacido inclusive estructuras políticas de un Estado regional. Un brasileño, por ejemplo, puede viajar a Argentina sin requerir visa ni nada; hay libre movilidad, por lo tanto, de la mano de obra. Hay un espacio regional latinoamericano bastante independiente, cuya estructura marcha hacia un Estado regional independiente.

¿Qué importancia tiene esto? La importancia consiste en que ésta es la única posibilidad de llegar a la Patria Grande que soñaba Bolívar. Cuando digo esto mucha gente de izquierda dice: bueno no estamos dispuestos a trabajar para un bloque latinoamericano capitalista, porque somos socialistas. Hay que recordar que cuando Bolívar habló de la Patria Grande no existía el socialismo, no había países socialistas; cuando José Martí habló de Nuestra América, tampoco había países socialistas, es decir que su idea de Confederación significaba romper toda relación de dependencia con las grandes potencias, aceptando el carácter social de la sociedad futura que estaba disponible en ese momento.

Si nos preguntamos cuál es la alternativa hoy día, al MERCOSUR y su ampliación ante la integración de Venezuela, de Chile, de Bolivia, etcétera, cuál es la alternativa, no se ve. ¿Pudiéramos tener hoy día una alternativa de integración socialista?, no, no tenemos una unión sindical latinoamericana que tuviera alguna organicidad o fuerza y tuviera un proyecto latinoamericano anticapitalista, no existe. ¿Tenemos un movimiento estudiantil con proyecto latinoamericano que no sea capitalista? No, ni siquiera lo tiene de la universidad; no es su culpa, los estudiantes son, de hecho, la vanguardia de muchas luchas sociales en este momento, a diferencia de los intelectuales que en su gran mayoría están vendidos. Pero con todo esto, los estudiantes latinoamericanos hacen una heroica defensa de la universidad patriótica, progresista del siglo pasado o inicios de este siglo, pero no tienen un paradigma educativo científico de una Patria Grande, de una América Latina liberada. ¿Los partidos políticos de centro-izquierda, tienen un proyecto latinoamericano? No, no tienen ningún proyecto, no tienen proyecto económico, no tienen proyecto militar, no tienen proyecto directo político, no tienen un proyecto cultural propio, todo lo que tienen son los proyectos que vienen de Londres, la "tercera vía". ¿Los campesinos lo tienen? No. ¿Los pequeños empresarios? Tampoco. Las decenas de millones de pequeños y medianos empresarios que no tienen futuro en los tratados de libre comercio, protestan a nivel nacional pero no han logrado constituirse, en un sujeto latinoamericano de cambio.

Entonces hoy día no existe ningún sujeto social latinoamericano, y mucho menos con proyecto histórico social anticapitalista para querer construir la Patria Grande Socialista, no hay condiciones objetivas ni subjetivas. ¿Entonces cuál sería la alternativa real? La alternativa real es aceptar lo que existe, que es un bloque regional capitalista, con el cual, al integrarnos, podemos renegociar la deuda externa y en general nuestro estatus neocolonial en la sociedad global; ésta es una precondición para cualquier mejoría de las mayorías, porque no hay salvación sólo a nivel nacional, o utilizamos ese germen que nació por el descuido del imperialismo o permitimos que esto se reintegre a través de los proyectos que ya he comentado antes. No hay otras alternativas en este momento.

Quisiera decir, en este breve recorrido por esa compleja problemática de soberanía, nacionalidad, etcétera, algo sobre el Estado nacional. El día en que el Estado nacional deje de tener importancia no ha llegado; eso es falso. El Estado nacional seguirá teniendo importancia durante mucho tiempo, pero a su lado aparecen entidades políticas más poderosas que él. Es decir, por encima del Estado nacional aparece el Estado regional, como la Unión Europea por ejemplo, la OEA, y por encima de esto está el Estado global. Entonces cualquier iniciativa a nivel nacional que trascienda cierto nivel o toque intereses regionales, choca con la intervención del Estado regional y, sí tiene más importancia con la intervención del Estado mundial como vimos en Irak y en Kosovo.

Y esa dependencia del Estado nacional como sujeto de cambio, del Estado regional y del Estado global, se repite a nivel de la sociedad civil; y se repite a nivel de la economía. Un Estado nacional ya no controla las variables básicas de su desempeño: los precios del petróleo no están en sus manos; tasas de interés, no están en sus manos; el desarrollo de la deuda externa tampoco; el problema de proteccionismo de las potencias del primer mundo, tampoco. Ningún Estado nacional puede cambiar nada sobre esas cosas.

Entonces, un Estado nacional latinoamericano para ser viable tiene que tener un proyecto nacional de cambio, que tenga un componente regional, la Patria Grande, porque hoy día la palanca para cambiar la situación de las mayorías, es el bloque regional de poder, ya no el Estado nacional.

Y por fin, un proyecto mundial de cambio, un proyecto de sociedad global, no capitalista del cual se habla en el libro Fin del capitalismo global el nuevo proyecto histórico (3). Ahí se dice lo siguiente: pensamos que vivíamos en un cambio de civilización como hace doscientos años. Hace doscientos años el sistema estaba agotado y también sus instituciones principales. Había llegado el momento de que surgiera otra civilización: la de la burguesía. Hoy día, pensamos que las instituciones principales de la burguesía, la economía de mercado nacional y la democracia liberal han llegado también a sus límites estructurales y hay que sustituirlas con dos nuevas instituciones de la sociedad del futuro, la democracia participativa, en la cual la democracia formal es un elemento de entre tres, la democracia social, la formal, la participativa, y una economía de equivalencias como la llamamos en ese libro. Coincidimos con todos aquellos que no creen que el capitalismo se pueda humanizar con la "tercera vía", ni quién sabe con qué vía, y podemos pensar que hay un nuevo proyecto del socialismo adecuado al siglo XXI, ampliando el socialismo teórico del siglo XIX, de Marx y Engels, hacia un socialismo basado en las computadoras, en las ciencias avanzadas, el único socialismo que parece que puede sustituir a esta civilización burguesa.

1 Texto íntegro de la conferencia magistral dictada el 20 de marzo de 2000, en el Centro Cultural José Martí de la Ciudad de México, en la sesión inaugural de la Primera Conferencia Mexicana Juarista-Bolivariana. Título y subtítulos de la Redacción.
2 Doctor en Ciencias Sociales y Económicas en la RFA. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) de México y profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana, México. Presidente del Foro por la Emancipación e Identidad de América Latina, México.
3 Dieterich, Heinz. Fin del capitalismo global el nuevo proyecto histórico. La Habana, Cuba, Editorial Ciencias Sociales, 1999.

 
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