La Diferencia entre los Revolucionarios Autoritarios y Libertarios.
Este
punto separa fundamentalmente a los colectivistas o socialistas revolucionarios
de los comunistas autoritarios (marxistas), partidarios de la absoluta
iniciativa del Estado. La meta de ambos partidos es idéntica: ambos partidos
desean la creación de un nuevo orden social basado exclusivamente sobre el
trabajo colectivo en condiciones económicas iguales para todos -es decir, en
condiciones de propiedad colectiva de los medios de producción. Pero los
comunistas imaginan que esto puede lograrse mediante el desarrollo y la
organización del poder político de las clases trabajadoras, encabezadas por el
proletariado de la ciudad con ayuda del radicalismo burgués; mientras los
socialistas revolucionarios, enemigos de toda alianza ambigua, creen que este
objetivo común no puede lograrse a través de la organización política sino
mediante la organización social (y, por tanto, antipolítica) y el poder de las
masas trabajadoras de las ciudades y los pueblos, incluyendo además a todos los
que, a pesar de pertenecer por nacimiento a las clases altas, han roto
voluntariamente con su pasado y se han unido abiertamente al proletariado
aceptandó su programa.
Los
Métodos de los Comunistas y los Anarquistas.
De
ahí la existencia de dos métodos diferentes. Los comunistas creen que es
necesario organizar las fuerzas de los trabajadores para tomar posesión del
poder político estatal. Los socialistas revolucionarios las organizan con
vistas a destruir, o si preferís una expresión más refinada, a liquidar el
Estado. Los comunistas son partidarios del principio y la práctica de la
autoridad, mientras los socialistas revolucionarios sólo ponen su fe en la
libertad. Ambos son partidarios por igual de la ciencia, que debe destruir la
superstición y ocupar el lugar de la fe; pero los primeros quieren imponer la
ciencia al pueblo, en tanto que los colectivistas revolucionarios intentan
difundir la ciencia y el conocimiento entre el pueblo, para que los diversos
grupos de la sociedad humana, una vez convencidos por la propaganda, puedan
organizarse y combinarse, espontáneamente, en federaciones, de acuerdo con sus
tendencias naturales y sus intereses reales, pero nunca de acuerdo con un plan
trazado previamente e impuesto a las masas ignorantes por algunas inteligencias
"superiores".
Los
Socialistas revolucionarios creen que existe mucha más razón práctica e
inteligencia en las aspiraciones instintivas y las necesidades reales de las
masas populares que en las profundas inteligencias de todos esos instruidos
doctores y tutores autodesignados de la humanidad, quienes teniendo ante sus
ojos los ejemplos lamentables de tantos intentos abortados de hacer feliz a la
humanidad, intentan todavía seguir trabajando en la misma dirección. Pero los
socialistas revolucionarios creen, al contrario, que la humanidad se ha dejado
gobernar durante largo tiempo, demasiado largo, y que la raíz de sus desgracias
no reside en esta o en aquella forma de gobierno, sino en el principio y en la
misma existencia del gobierno, sea cual fuere su naturaleza.
Es
esta diferencia de opinión, que ya se ha hecho histórica, la vigente en la
actualidad entre el comunismo científico, desarrollado por la escuela alemana y
aceptado parcialmente por los socialistas americanos e ingleses, y el
proudhonismo, desarrollado extensamente y llevado a sus últimas conclusiones y
aceptado hoy por el proletariado de los países latinos. El socialismo
revolucionario ha hecho su primera aparición brillante y práctica en la Comuna
de París.
En
nuestra bandera, la bandera socialista-revolucionaria, está grabada con letras
orgullosas y Sangrientas: la destrucción de todos los Estados, la aniquilación
de la civilización burguesa, la organización libre y espontánea de abajo
arriba por medio de las asociaciones libres, la organización de la chusma
incontrolada de trabajadores, de toda la humanidad emancipada, y la creación de
un nuevo mundo universalmente humano.
Antes
de crear o más bien antes de ayudar al pueblo a crear esta nueva organización
es necesario conseguir una victoria. Es necesario derrocar lo que es para poder
establecer lo que debe ser...