© Copyright 2001 Adolfo Ricardo Ybarra y Julio José Ybarra
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Capítulo 5.
Daniel, Pablo Y Juan, Los Tres Pilares De Las Profecías De La Biblia Sobre
El Anticristo
5.1. Daniel, Pablo, Y Juan: Tres Pilares En Las Profecías Sobre El Anticristo
Tres, aparte del Señor Jesucristo mismo, son los importantes siervos
de Dios que por designio de Dios han profetizado extensamente sobre el Papado:
El profeta Daniel, el apóstol Pablo, y el apóstol Juan. Los tres se caracterizan
por habernos dado porciones MUY EXTENSAS y con MUCHOS DETALLES acerca del
Papado. Deseo en éste capítulo desplegar ante el lector TODAS estas importantes
profecías. De esa manera el lector perderá esa impresión de que tal vez
haya algo que se ha pasado por alto al respecto. Por el contrario, tendrá
una visión completa de todos los pasajes de la Biblia, a los cuales compilaré
en TABLAS para facilitar su disponibilidad ordenada. Daniel, Pablo, y Juan
fueron también claramente notados por el gran historiador J. A. Wylie como
pilares en las profecías sobre el Papado:
"La de Pablo no es la única descripción
del Papado en las páginas de la Biblia. Daniel, siglos antes, ha vislumbrado
el surgimiento de este sistema, en imágenes de gráfica vivacidad y dramática
grandeza. Un poco después de Pablo, Juan, en símbolos igualmente majestuosos
y temibles, predijo el advenimiento del mismo poder. La visión fue redoblada
a causa de que la cosa era segura."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO II, El Anticristo Retratado
Antes De Su Nacimiento, por J. A. Wylie).
"y previendo que mostraremos sobre buenos y concluyentes fundamentos
que el sistema descripto por Pablo es la apostasía Romana, y que este es
el mismo sistema que Daniel y Juan han retratado bajo imágenes simbólicas,
se seguirá que uno que admita que la Biblia es la Palabra de Dios y que
Pablo escribió por la inspiración del Espíritu Santo, debe creer que el
Papado, -es decir la apostasía Romana- es el Anticristo de la Escritura."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO III, El Anticristo:
Un Enemigo Bajo Una Máscara, por J. A. Wylie).
"Los profetas han hablado no obscuramente de ese maligno tiempo. Éste
fue la carga de la profecía de Daniel, éste fue repetido en las descripciones
simbólicas de Juan. Pablo en sus otros escritos se ha referido al mismo,
retratando con breves pero vívidos pincelazos las características esenciales
del poder que en esa era habría de arrojar su tenebrosa sombra sobre el
mundo."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO VII, El Pastor Llega
A Ser Un Monarca: Diez Siglos De Trepar, por J. A. Wylie).
"Notemos a este Coloso. Su cara crece a medida que los siglos se suceden,
y viene finalmente a mirarnos, clara y recia y terrible; pero no es nueva.
La hemos visto antes. Es la misma que nos miró desde las profecías de Daniel
y Juan. Es la misma que se muestra encarnada en los Papas de la Edad Media"
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO IX. El "Todo Poder"
de Cristo y del Anticristo, por J. A. Wylie).
Así que más adelante haré una
tabla ordenada de todas las profecías de Daniel acerca del Papado, otra tabla
ordenada de los dichos inspirados de Pablo al respecto, y otra tabla ordenada
de lo que Dios ha revelado al apóstol Juan.
5.2. El Problema De Muchos Intérpretes De No Tener En Cuenta Toda
La Escritura Es Una Importante Razón Para Tener Presente Todo Que Lo Daniel,
Pablo, Y Juan Han Dicho Sobre El Papado
Un motivo de mi preocupación en compilar todo en dichas tablas es el
problema de las falsas caracterizaciones del Anticristo y la consecuente
falta de acierto en identificar al Papado; éste es el problema del uso de
la imaginación propia sin consideración a todos estos valiosos y extensos
pasajes de la Biblia. Así, algunos autores se dejan llevar por tales o cuales
características identificatorias del Anticristo y pasan por alto a otras.
J. A. Wylie también se refiere a este problema de ligereza en tratar la identificación
del Anticristo:
"Ellos [algunos anticristos concebidos
por la imaginación] pueden tener cada una de las otras características
por las cuales la profecía ha descripto al notable adversario de Cristo
y su Evangelio, sin embargo, careciendo de esta característica fundamental,
su pretensión a esta preeminentemente maligna distinción no puede ser admitida.
Esto nos habilita a descartar sumariamente y de una sola vez a una hueste
de anticristos que han sido inventados por personas que se han dejado llevar
por su imaginación, en vez de haber seguido algún principio sano de interpretación
profética. La causa del Papado se ve beneficiada por los falsos comentarios
y las erradas interpretaciones de la Escritura que interponen un Pseudo-Anticristo
entre el [Papado] y la Profecía, la cual despliega contra el [Papado] un
registro tan negro, y hace pender sobre él un tan terrible destino."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO I, El Término "Anticristo"
, por J. A. Wylie).
Es una importante razón para tener
presente TODO lo que Daniel, Pablo, y Juan han dicho sobre el Papado.
5.3. Características De Las Profecías De Daniel
Dichos autores imaginativos prescinden también de las precisiones sobre
el lugar y el tiempo de aparición del Anticristo y creen que hacen bien
en especular sobre estas cosas que ya están perfectamente aclaradas en las
profecías de Daniel. Así, el profeta Daniel fue ya nuestra base en el capítulo
3 del recorrido global de las profecías, en cuanto a que nos ubicó en el
tiempo y el espacio; es decir que nos permitió determinar que el Anticristo
surgiría en un determinado tiempo y lugar de la historia, a saber, tras
la división del Imperio Romano, tras las caída de la forma imperial, en
la ciudad de Roma; y que el Anticristo seguiría fortaleciéndose más tras
la caída de los tres reyes bárbaros o "tres cuernos" cuyos dominios en Italia
pasaron a formar parte de las posesiones Papales; detalles que expusimos
en el capítulo 4.
"El Anticristo habría de venir
con una apropiación de poder, un aire de majestad, como si dijera: "Yo
soy el Hijo del Altísimo". ¡Cuán altiva su mirada! ¡Cuán recias sus palabras!
Así lo había visto Daniel en las visiones de la noche. "El cual creció
mucho", dice Daniel, "al mediodía [el sur], y al oriente, y hacia la tierra
deseable." [Daniel 8:9] Él estaba de pie delante del profeta, sus pies
plantados sobre la tierra, su cabeza entre las estrellas, reclamando el
señorío sobre ambos mundos. "Y engrandecióse hasta el ejército del cielo;
y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las holló" (Daniel
8:10)."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO IX, El "Todo Poder"
de Cristo y del Anticristo, por J. A. Wylie).
"El Anticristo, también, arrojó su sombra delante de él en la
profecía antes de su presente advenimiento como el triple coronado jefe del
Papado. Daniel había visto su día desde lejos. Cómo lo contempló y habló
de él ya lo hemos visto. Con unas pocas gráficas pinceladas pintó la historia
entera del Papado. Él la traza desde sus insignificantes comienzos hasta
que alcanza su increíble y portentosa altura. Vemos el primer brotar del
"cuerno pequeño". Vemos a César dejar vacante su sede; vemos a los "Vándalos",
los "Ostrogodos", y los "Lombardos" arrancados delante de él. Lo vemos levantarse
por "brincos y saltos", y ahora su cabeza está entre las estrellas. Vemos
su "mayor apariencia", oímos sus "grandes palabras", y presenciamos con un
miedo bordeando el terror sus truculentos hechos. Él pisotea tronos; arranca
naciones, derriba las estrellas de sus órbitas; en fin: él hace todo su placer,
y no hay nadie que pueda resistir su poder, o decirle: "¿Qué haces?""
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO IX, El "Todo Poder"
de Cristo y del Anticristo, por J. A. Wylie).
[No obstante esta maravillosa descripción histórica de J. A. Wylie;
debemos aclarar que las tres naciones bárbaras, las cuales fueron arrancadas,
son: (1) Los Herulos, (2) Los Vándalos, (3) Los Ostrogodos; pues los Lombardos,
que fueron después derrotados por los Francos, no fueron "arrancados",
no dejaron de existir como nación, existiendo hasta hoy lo que se conoce
en Italia como Lombardía; y aunque su derrota fue decisiva en la consolidación
del poder temporal del Papado, no es de los tres "arrancados"].
Daniel es nuestro gran cartógrafo
e historiador profético. Con Daniel hemos podido ubicar al Anticristo en
su debido lugar y tiempo en la historia mediante un método GRÁFICO; tal
grafismo divino nos presenta, desde Babilonia, TODOS los imperios hasta
Roma y luego de Roma el reino eterno de Jesucristo, como sucediéndose uno
tras otro consecutivamente y sin ningún tipo de interrupción o intervalo;
es, pues, un mapa entero de la historia, sin porciones dañadas o pedazos
faltantes; y nos habilita a ubicar e identificar el surgimiento del Papado
en el mismo TIEMPO y en el mismo LUGAR GEOGRÁFICO del surgimiento del "cuerno
pequeño". Daniel es nuestro primer antídoto, aunque no el único, Pablo y
Juan nos traerán sus propios antídotos también, que nos impide caer en una
triste incertidumbre y en una siempre plausible teoría del Anticristo del
futuro, como la que sostienen los hermanos con un punto de vista excesivamente
futurista, relegando al Papado a la categoría inferior de ser "UN anticristo",
uno más de muchos; con la plausible y acomodable expectativa de que tal
vez, en un futuro, vendría un anticristo peor al que pudiéramos llamar "EL
Anticristo". Daniel, en su GRAFISMO, como con un agudo puntero, señala y
puntúa directamente sobre Roma; nos obliga a fijar allí nuestros ojos para
que veamos surgir de allí al "cuerno pequeño". Daniel, también, como con
una trompeta y un reloj divino de la historia, hace sonar la alarma en el
momento exacto de aparición de este "cuerno" en Roma, cuando surge con la
caída del Imperio Romano, no antes, no después. Daniel, pues, toma nuestras
mejillas con manos firmes y dirige nuestras caras hacia un solo lugar y un
solo tiempo, y entonces, con nuestra cara hacia Roma, vemos que el cuerno
pequeño es el Papado, todo el Papado, toda sus dinastía de Papas, del primero
al último. Y aunque el último Papa tiene un prominente lugar en Daniel por
sus hechos que se extenderán a los últimos siete años de la historia o "última
semana de años de Daniel", en el libro de Daniel mismo somos librados de
pensar que ese es el Anticristo; pues Daniel señala como el "cuerno pequeño"
a toda la dinastía entera de Papas, del primero al último, desde su surgimiento
a la caída del imperio romano hasta su propia caída en la persona del último
Papa. El Compás divino, entonces, con Daniel, nos señala como EL Anticristo
o "cuerno pequeño" a toda la dinastía entera de Papas del primero al último,
desde sus humildes comienzos cuando el imperio romano ya agonizaba, hasta
su notable final a la venida de Cristo.
5.4. Características De Las Profecías Del Apóstol Pablo
El apóstol Pablo nos revela al Papado como el Misterio de Iniquidad
en contraste con el Misterio de la Piedad, y describe al Papado sin utilizar
visiones simbólicas. Y con un lenguaje directo señala el hecho clave que
nos permite ubicar EL TIEMPO de aparición del Anticristo. La clave es UNA
y sencilla: mirando desde el momento en que escribió sus epístolas, debería
ocurrir la apostasía primero y entonces se manifestaría "el hombre de pecado,
el hijo de perdición" (2 Tesalonicenses 2:3). Para el tiempo en que yo escribo
esto, dicha apostasía ya ha acontecido, y su resultado más terrible fue el
Papado.
"... se seguirá que uno que admita
que la Biblia es la Palabra de Dios y que Pablo escribió por la inspiración
del Espíritu Santo, debe creer que el Papado, -es decir la apostasía Romana-
es el Anticristo de la Escritura."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO III, El Anticristo:
Un Enemigo Bajo Una Máscara, por J. A. Wylie).
"la más viviente descripción del Papado que existe, es aquella que fue
dada por Pablo en el primer siglo, cuando escribió a los Cristianos Tesalonicenses"
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO II, El Anticristo Retratado Antes
De Su Nacimiento, por J. A. Wylie).
"Pablo vino en medio de esas dos profecías -dos, sin embargo una sola-
como su inspirado intérprete. Él no empleó ni figuras ni símbolos, sino que
en palabras llanas pero solemnes, levantó el velo y dejó al descubierto el
infernal origen y el carácter satánico de ese poder, el cual, cuando él
escribió, estaba tan cerca, que los Cristianos a quienes dirigió su epístola
podían casi oír el sonido de sus pasos aproximándose, y ver la sombra que
ya había comenzado a ser proyectada sobre la Iglesia y el mundo."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO II, El Anticristo Retratado
Antes De Su Nacimiento, por J. A. Wylie).
"El Dr. Chalmers no tuvo dificultad en ver al sistema Romano en la "apostasía"
predicha por Pablo. Nosotros lo encontramos diciendo en sus Lecturas de
la Escritura: "Sálvanos, oh Señor, de apostatar, no sea que tengamos parte
en la perdición que aguarda en la Gran Apostasía. Nosotros mantenemos que
la usurpación de Roma está evidentemente señalada, y por lo tanto mantengamos
nuestra distancia, y mantengamos nuestra resuelta protesta contra sus grandes
abominaciones". (Sabbath Scriptura Reading del Dr. Chalmers, vol.
I p. 310. Edimburgh. 1848)."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO III, El Anticristo:
Un Enemigo Bajo Una Máscara, por J. A. Wylie).
"Desde que Pablo escribió, ha habido solamente un sistema al cual este
retrato puede ser aplicado. Se aplica en cada detalle, como la fotografía
concuerda en cada rasgo con el rostro viviente del cual fue tomada; pero
no concordará con otro sistema que ahora está o que estuvo sobre la tierra,
como también la fotografía concordará no con cualquier rostro sino con el
mismo que fue estampado sobre la placa del artista. Así claramente el espíritu
de profecía previó la venida del Anticristo, y así confiablemente capacitó
a Pablo para describirlo."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO V, Los Dos Misterios
De La Biblia,, por J. A. Wylie).
Si bien Daniel traza un mapa completo
de toda la historia y luego traza en su extenso e impresionante mapa un
preciso círculo que encierra dentro de sí al Papado, el Apóstol Pablo se
caracteriza por su DESCRIPCIÓN donde nos muestra un retrato que coincide
en todas sus características con el Papado; y, más aun, como ya lo dijimos,
nos da UNA sola clave sencilla para saber EL TIEMPO del surgimiento del
Anticristo; sencillamente el Anticristo aparece con LA apostasía que habría
de ocurrir, y que los Cristianos del tiempo de Pablo, a quienes Pablo da
esta clave, aún no habían presenciado; pero ahora, siglos después, con la
historia en nuestra mano, sabemos que LA apostasía contando desde los días
de Pablo ya ha acontecido y su resultado más terrible fue el surgimiento
del Papado.
Es verdad que la Biblia se concentra de modo especial, pero no exclusivamente,
en los siete últimos años de la historia que abarcan el final del reinado
del ULTIMO PAPA; y los muy futuristas han tomado eso como un fundamento
para afirmar que el Anticristo es un ente futuro que sólo abarca esos años
finales; pero no sólo no han tenido en cuenta las profecías de Daniel que
sitúan el surgimiento del Anticristo inmediatamente a la caída del Imperio
Romano, sino que tampoco han tenido en cuenta que el apóstol Pablo habla
muy claramente a los Cristianos de su tiempo de que LA apostasía vendría
"primero". Y al decir "LA apostasía", Pablo da a entender una ÚNICA y gran
apostasía. Esa apostasía, preparándose desde el tiempo de Pablo, ya ocurrió
en tiempos previos y posteriores al emperador romano Constantino, y toda
otra apostasía que ocurra ahora en el campo protestante no es ya más "LA
apostasía". Pablo dijo en su tiempo: "ya está obrando el misterio de iniquidad...",
(2 Tesalonicenses 2:7). Esa apostasía grande, terrible, y duradera en siglos,
ha ocurrido, es la apostasía Romana que dio lugar al surgimiento del Papado.
La misma presente apostasía del protestantismo no es sino una apostasía de
segundo orden cuya característica principal es VOLVER A ROMA, es decir volver
a LA apostasía primera, la grande, LA apostasía, la apostasía Romana. Así
que vemos que aunque no tuviéramos las precisiones históricas y geográficas
de Daniel, las descripciones de Pablo más su CLAVE sobre el tiempo de aparición
del Anticristo, serían más que suficientes. Si no pudiéramos recurrir a
los datos del profeta Daniel, un buen discernimiento espiritual nos haría
ver claramente con la historia en la mano que LA apostasía desde tiempos
de Pablo ya aconteció, y que el más astuto, más artero, más simulador, más
peligroso, más efectivo, más grande enemigo de Cristo y del Evangelio surgido
de esa grande e histórica apostasía es el Papado. Pero el Señor ha sido
muy pródigo y tenemos al Papado señalado por Daniel y descripto por Pablo.
5.5. Características De Las Profecías Del Apóstol Juan
Juan es quien ha dado el nombre de "Anticristo". Juan también describe
en sus epístolas su carácter de enemigo de Cristo bajo la máscara de la amistad:
El Anticristo se opondría a Cristo; pero lo haría sutil y arteramente: no
confesando la eficacia de Cristo. El Anticristo no confesaría a Cristo como
ya venido en carne y por lo tanto como único y eficaz salvador y mediador;
pero no ignoraría totalmente a Cristo; el Anticristo sólo negaría que Cristo
ha venido como la Biblia dijo que vino y que tiene el poder de salvar e
interceder que la Biblia dice que tiene; pero lo haría fingiendo servir
a Cristo; socavaría a Cristo sutilmente. Juan también recibió la revelación
final del Apocalipsis donde Roma es identificada como la sede del "misterio
de iniquidad" y del Anticristo, y donde abundan los detalles de los últimos
siete años de la historia, del último Papa, y del triunfo final del reino
de Cristo.
"El Apóstol Juan, hablando de
la Gran Apostasía que se levantaría en el Cristianismo, llama a ésta el "Anticristo".
Y el Papa ha tomado para sí mismo, como el nombre que mejor describe su
oficio, el título "Vicario de Cristo". Todo lo que requeriremos como las
bases para nuestro argumento son esos dos hechos aceptados, a saber, que
Juan llama a la "Apostasía", el "Anticristo", y que la cabeza del sistema
Romano se llama a sí misma "Vicario de Cristo"."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO I, El Término "Anticristo"
, por J. A. Wylie).
"El Apóstol Juan, lo hemos dicho, hablando de la apostasía, la venida
de la cual él predice, la llama el "Anticristo". Y también hemos dicho
que el Papado, hablando a través de su representante y cabeza, se llama
a sí mismo el "Vicario de Cristo". La primera, "Anticristo", es una palabra
griega, la segunda, "Vicario", es una palabra española; pero las dos son
en realidad una, porque ambas palabras tienen el mismo significado. "Anticristo",
traducido al español es "Vice-Cristo", o "Vicario de Cristo"; y "Vicario
de Cristo", traducido al griego es "Anticristo" -Antichristos-.
Si nosotros podemos probar esto, -y el uso ordinario de la palabra por
aquellos para quienes el griego fue su lengua materna, es decisivo en el
punto-, no tendremos dificultad en mostrar que ese es el significado de
la palabra "Anticristo", (siempre un "Vice-Cristo"). Y si es así, entonces,
cada vez que el Papa reclama ser el Vicario de Cristo, él consiente ante
el tribunal del mundo que él es el "Anticristo"."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO I, El Término "Anticristo"
, por J. A. Wylie).
"Juan tuvo una vista más de cerca del Anticristo en sus visiones de
Patmos. Él, también, igual que Daniel, es sacudido con su poderoso y aparentemente
irresistible poder, y hace prominente este atributo en su retrato de él.
Juan había conocido la vasta prerrogativa de los emperadores Romanos; pero
allí estaba una medida de poder que sobrepasaba la de los antiguos "amos
del mundo", y que aparecía ante el apóstol como más que humana. De hecho,
él expresamente lo llama el "don" del "dragón". "El dragón le dio su poder".
Lo que el dragón dio al Anticristo no era el poder del antiguo imperio Romano,
sino su propio poder -es decir, el poder del dragón-. "Y adoraron al dragón
que había dado la potestad a la bestia" -es decir, a la monarquía temporal
y espiritual que forma el Papado. "Y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién
es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?" "También le fue
dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente" (Apocalipsis 13:
2:4,7)."
(El Papado Es El Anticristo, CAPÍTULO IX, El "Todo Poder"
de Cristo y del Anticristo, por J. A. Wylie).
A Juan le fue dado poner al descubierto
el carácter sutil del engaño del Papado; y explicarnos EN QUE CONSISTIRÍA
SU ENGAÑO (lo cual trataremos extensamente en el siguiente capítulo de
este libro); nos libra así de las falsas teorías de que el Anticristo sería
un ateo declarado, o un pagano declarado, o cualquier enemigo autodeclarado
de Cristo. Con sus descripciones y con el Apocalipsis son coronadas las
profecías de Daniel y de Pablo.
En el Apéndice 1 de este libro, el lector podrá encontrár
Tablas Con Las Profecías De Daniel, Pablo Y Juan, Acerca Del Anticristo
. A partir del capítulo siguiente empezaremos a comentar, donde sea pertinente
citarlas, estas profecías contenidas en estas tres tablas. Comenzaremos
por el gran paralelismo o comparación entre el misterio de la piedad de
Jesucristo y el misterio de iniquidad del Anticristo.
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Continua en ==> Capítulo 6
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