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Bickersteth - Preeminente en Pecaminosidad
El Romanismo En Su
Relación Con La Segunda Venida De Cristo
Rev.
Robert Bickersteth
¿Pero es el caso
que la otra idea, sobre la preeminente pecaminosidad, se
concreta en el Romanismo? Admito que este es un tema
sobre el cual, con toda caridad y justicia Cristianas,
estamos obligados a proceder cautamente, y, de ninguna
manera, formar una conclusión apresurada o infundada.
La cuestión puede,
no obstante, ser juzgada en base a un asunto, contra el
cual ni siquiera el mismo Católico Romano debe objetar.
No se negará aquí que no hay acusación más grave que
pueda traerse contra una profesante Iglesia de Cristo que
el cargo de idolatría; y que, si esta acusación puede
ser justamente comprobada, nada más se necesita para
declarar la culpabilidad de preeminente pecaminosidad.
Semejante cargo no
debe ser hecho ligeramente, ni ser considerado excepto
sobre la base de la más clara evidencia. Por lo tanto,
no considero suficiente para la confirmación de
semejante cargo contra el Romanismo, simplemente afirmar,
que por la constitución de estos reinos; por la
Establecida Iglesia de Inglaterra e Irlanda; por los
Protestantes Cristianos, de cualquier comunidad, en cada
parte del mundo; por el testimonio unido de nuestros
Reformadores martirizados, que sacrificaron sus vidas
antes que disminuir un ápice su protesta contra el
Romanismo - que por todos estos la Iglesia de Roma es
declarada tanto idólatra como supersticiosa.
Pero yo deseo que
ustedes, los miembros de esta Asociación Cristiana,
alcancen su convicción sobre el asunto en cuestión por
medio de una referencia imparcial a la doctrina Católica
Romana, ya sea como se encuentra en los credos, expuesta
por concilios y catecismos, o como es as autorizada por
las fórmulas y los ritos devocionales del Catolicismo
Romano. Si, refiriéndonos a estas fuentes, el pecado de
idolatría no aparece, entonces cese inmediatamente el
cargo; si aparece, entonces pronuncio el veredicto,
"Preeminentemente pecaminosa".
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