El paso a paso:

Comenzó su carrera futbolística en el club Sportivo Luqueño, donde debutó siendo apenas un adolescente. En el equipo “azul y oro” debutó durante la campaña 1980, todo un récord del fútbol paraguayo.

En 1984 fue transferido al Guaraní, equipo en el que estuvo apenas un año. A comienzos de 1985, sus buenas actuaciones llegaron a oídos de dirigentes de San Lorenzo de Almagro, quienes viajaron a Paraguay para contratarlo. Chilavert, a pesar no ser mayor de edad y de la negativa de sus padres, igual tuvo el coraje para enfrentar el desafío de custodiar la valla de un grande de Argentina y mal no le fué

De entrada nomás, eligió el camino de la confrontación para hacerse notar en el mundo del fútbol. Es recordada una inusual reacción de Claudio Marangoni ante “algo” que le dijo Chilavert en un amistoso de verano entre San Lorenzo e Independiente. Tiempo después, Chilavert ganó protagonismo por algo poco feliz y casualmente también fue en el marco de un Independiente vs. San Lorenzo. Chilavert abrió demasiado sus brazos al “atenazar” un centro y el delantero peruano Franco Navarro “chocó” contra su codo y sufrió fractura de tabique y demás. Por entonces, en Avellaneda lo querían bien poco...

José Luis Chilavert es un arquero cuya mayor virtud es su gran poder de ubicación. “Chila” cubre muy bien el arco y, por su avasallante personalidad “achica” a los delanteros rivales y agranda a sus defensores. Y por si esto fuera poco, es un arma letal al tener una pegada exquisita que le permitió convertir goles espectaculares en todos los equipos que integró.

Aquellos fueron años duros para San Lorenzo de Almagro. El equipo, nunca contó con el apoyo económico necesario de parte de los dirigentes y cobrar el contrato siempre fue un suplicio para los integrantes del equipo. Sin embargo, Chilavert experimentó un notable crecimiento en la faz futbolística y en la faz humana.

Con San Lorenzo ganó una Liguilla pre Libertadores en 1987 y en 1988 River Plate se mostró interesado en adquirir su pase. Tal fue el interés “millonario” que Chilavert y Siviski (el otro jugador “Santo” que entraba en la operación) cumplieron dos entrenamientos en River. Luego, una “supuesta” dolencia de Sergio Goycochea hizo frustar la operación y Chilavert fue transferido al Real Zaragoza y Darío Siviski al Servette.

A pesar de ser un arquero de excepción, Chilavert debutó en la selección de Paraguay el 27 de agosto de 1989 ante la selección de Colombia.

En el Zaragoza tuvo un rendimiento que fue de mayor a menor. En “La Romareda” tuvo algunos problemas durante la tercera campaña, que derivaron en su retorno a la Argentina para jugar en Vélez Sársfield, club que era dirigido por Eduardo Luján Manera.

En el club de Liniers José Luis Chilavert encontró su “lugar en el mundo”. Tras un primer torneo (que fue ganado por Boca Juniors) en el que Vélez no encontró el funcionamiento ideal, durante el verano de 1993 llegó al club Carlos Bianchi.

El exitoso entrenador tomó el muy buen plantel que había armado Manera y le otorgó un funcionamiento y una personalidad nunca antes vista en Vélez. El equipo respondió de inmediato al ganar el Torneo Clausura 1993; en este campeonato, en el partido ante Estudiantes que le dio el título a Vélez, Chilavert convirtió de penal su primer gol en el fútbol argentino.

Ese título del Clausura ’93 fue el puntapié inicial de un lustro dorado de Vélez Sársfield. Al año siguiente, el cuadro de Carlos Bianchi se coronó campeón de la Copa Libertadores de América ante el Sao Paulo y de la Copa Intercontinental ante el AC Milan, ambas conquistas con la participación decisiva del paraguayo.

Por entonces, Chilavert estaba en el primer plano del fútbol argentino. Sus declaraciones explosivas, sus polémicas con arqueros y delanteros rivales y por supuesto sus superlativas prestaciones eran comentario permanente de la prensa bonaerense.

En 1995 otro lauro local con Vélez: el Apertura 1995, título que Vélez ganó “de atropellada” al Boca de Diego Maradona y Claudio Caniggia.

En 1996 Chilavert marcó otro hito. En un partido de liga entre Vélez y River le convirtió un golazo al “Mono” Burgos desde 60 metros! Increíble! Espectacular!

A mediados de 1996 Carlos Bianchi se va de Vélez y toma su posta Osvaldo Piazza. Bianchi abandona su cargo cuatro fechas antes del final con Vélez a punto de repetir el campeonato. Piazza sale campeón del Apertura 1996 y de la Supercopa 1996 (en esa conquista Vélez consiguió lo que ningún otro equipo argentino: derrotó 1 a 0 al Cruzeiro en el Mineirao). Ese año fue elegido el Mejor Jugador de América por el Diario “El País” de Montevideo y la IHHFS lo declaró como el Mejor Arquero del Mundo.

Pero a la estupenda carrera de “Chila” le faltaba algo: jugar con Paraguay una Copa del Mundo. Para la cita mundialista francesa, la FIFA aumentó la cuota sudamericana a cuatro plazas y media, por lo que la chance de Paraguay de llegar al Mundial aumentaron; además al cambiar el sistema de disputa de las eliminatorias en dos ruedas todos contra todos, la cosa se simplificó.

En las eliminatorias, el partido ante Argentina en Buenos Aires fue otro de los “grandes golpes” de Chilavert: durante la semana previa prometió convertirle un gol al equipo de Passarella y cumplió batiendo nuevamente a Germán Burgos de tiro libre.

Sigue =>