TRAVESIA POR EL RIO NEGRO 2002

 

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Mapa de la travesía

 

Salida de Neuquén

 

Costa sur

 

 

Almorzando en G. Roca

 

 

 

 

Cerca de Villa Regina

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Proximidades de Chelforó

 

 

 

Garza

 

 

Campamento en Chimpay

 

 

Actualizando la bitácora

 

 

Puente de Choele Choel

 

 

 

 

 

Neuquén - Choele Choel

Luego de varios días de preparativos y estrés, a causa de tener que solucionar algunas cosas que habían ido quedando para más adelante, como ser la compra de una carpa para las vacaciones, arreglar un desperfecto en el sistema de enfriamiento del auto y reparar el tren delantero, que hacia ya algún tiempo que no se revisaba, además de tratar de no dejar cosas pendientes en el consorcio que administro, a las 7.45 hs. del 11 de diciembre del 2002, Sonia me lleva al balneario Río Grande, sobre la margen norte del Río Limay, donde nos espera Raúl (mi suegro), que vino de Cinco Saltos a presenciar la partida de otra travesía en kayak, de obsequio me trae un hermoso cuchillo, que estrenaré en el primer asado que tenga oportunidad de degustar, al menos que antes lo tenga que usar para defensa personal ...

En cuanto al equipo, he adaptado las provisiones para tres o cuatro días y reemplazado el cereal para el desayuno por galletitas de cereal y Kero, ya que me sirven como alternativa en las paradas intermedias, además el Kero lo uso como complemento con la fruta. No llevo latas de duraznos, durante tres días la fruta fresca se conserva bien. Otra cosa que modifique es que la carpa, sobretecho, estacas, colchoneta y todos los elementos que no le afecta la humedad, no los he colocado en bolsas impermeables, porque en la anterior travesía, me encontraba que todos los bultos tenían el mismo tipo de bolsa y debía adivinar el contenido. El arroz y la yerba va en envases plásticos con tapa. La ropa está separada, el buzo y pantalón buzo en una bolsa, las remeras y shorts de baño en otra, los rompevientos en una tercera y el toallón y medias aparte, así cuando necesito sacar algo, identifico el contenido de la bolsa previamente y saco lo que necesito en ese momento.

Mientras acomodo las cosas en el kayak, esta vez un poco más organizado gracias a la experiencia previa, Sonia nos ceba unos mates. La mañana es ideal, cielo despejado, sin viento, que ya es mucho pedir en esta zona y este año en particular, aunque tiene la apariencia de que va a hacer calor en el transcurso del día, el pronostico anuncia parcialmente nuboso y 30º de máxima. Sonia saca un par de fotos y con las consabidas lagrimas de la despedida, salgo rumbo a Ingeniero Huergo o Villa Regina, destino de la primera etapa.

Más o menos media hora después, llego a la confluencia del Río Limay con el Neuquén, paso por la balsa de Isla Jordán cercana a Cipolletti y a la hora aproximadamente cruzo por una cañería de  gas, suspendida sobre el río, ahí me doy cuenta realmente la altura del nivel de las aguas, el año pasado para esta época, cuando se cruzaba esta cañería, calculo que se pasaba a unos 4 metros por debajo, , hoy con el remo apoyado sobre el kayak, casi la toco, estimo que está a unos dos metros y medio sobre el nivel del río. Comienzo  la secuencia de descansar quince minutos cada hora de navegación. Al estar tan crecido el río, si bien es una ventaja la mayor velocidad de la corriente, en esta zona se complica para encontrar lugares donde detenerse, sobre la margen sur la barda en su mayor parte termina en barrancas o acantilados, sobre la margen norte, la abundante vegetación cubre la mayor parte del trayecto y la mayoría de las islas están inundadas, sin poder tener referencia de la altura del agua sobre el terreno.

Luego de pasar por el balneario de Allen, al mediodía paso por el puente de Paso Córdova y cuando llego al lugar donde el río se divide en dos brazos, uno que va por la costa de la barda y el otro se abre hacia el norte pasando por cercanías de General Roca y como el año pasado había ido por el más cercano a la barda, tomo el otro, pasando por el balneario de la ciudad y un poco más adelante veo cerca de la costa unas hermosas casas tipo chalet.

No encuentro lugar donde detenerme para almorzar, busco una isla deshabitada para no molestar a nadie, pero no encuentro ninguna, veo un lugar que parece apropiado sobre la costa sur, es un campo con abundante arboleda y almuerzo a la sombra de un imponente sauce llorón, luego de comer, cuando me disponía a descansar un rato, escucho voces y el golpeteo de un bote a remo que se acercaba, suponiendo que sería gente que vivía en ese campo y que probablemente me dijeran que ese lugar era privado y que no podía permanecer, me dispongo a zarpar, cuando estoy saliendo de ahí, veo pasar el bote por el río con cuatro o cinco personas a bordo, al yo estar en un brazo menor y entre los árboles no me ven, luego cuando paso navegando cerca de ellos, me preguntan si yo sé donde esta la salida para el brazo principal, les comento que  también estoy tratando de encontrar el río grande, creo que me apresuré a sacar conclusiones.

Sigo remando y el haber salido sin terminar de hacer la digestión, me provoca un intenso malestar estomacal, hago una parada de media hora y cuando continúo la marcha, me cruzo con un bote en el que van dos pescadores, les pregunto por la salida y me dicen que ya estoy en el brazo principal y me indican que después de la siguiente curva, está el balneario de Cervantes, presto atención para divisarlo, pero no lo puedo encontrar, debe estar en algún brazo menor del río. Cuando se cumple otra hora, paro a descansar y cuando salgo nuevamente, veo lo que me parece que es el balneario de Ingeniero Huergo, que esta sobre un brazo del río, intento ir hacia ese lugar, pero estoy en el medio de una curva y no puedo remontar la corriente, así que sigo camino. Al rato veo las bardas blancas situadas enfrente al balneario de Villa Regina, hay gente en la playa, sigo de largo ya que el camping esta a varios metros de la costa y me sería imposible llevar el kayak hasta ahí, comienza la búsqueda de una isla donde acampar, a las 18 horas hago una pequeña parada en un cañadón de la costa sur, pero no me resulta confiable para acampar, sigo otro poco y encuentro una isla, desembarco y la recorro asegurándome que este deshabitada y que realmente sea una isla.

Preparo el campamento, primero me baño en el río, luego la ropa y pongo a hacer la cena, recuerdo que charlando una vez con Carlos, un amigo que practica trekking y montañismo, me preguntó si armaba la carpa o hacia vivac, la verdad es que la única vez que hice vivac fue en la anterior travesía en General Conesa, porque ya era de noche para ponerme a armar la carpa y además el terreno donde me encontraba tenía mucho declive, así que pienso intentar hacer vivac, colocando el sobretecho encima. Inflo la colchoneta y coloco la bolsa de dormir, cuando comienza a obscurecer van apareciendo los mosquitos, así que decido armar la carpa, le hago un cerco con ramas alrededor, ya que cuando recorrí la isla observe pisadas de pesuñas de cabras o chivos y es mejor si se acerca algún animal o persona escucharlo con anticipación.

A las nueve de la noche enciendo el teléfono celular, como habíamos acordado con Sonia, que llama a los pocos minutos, le cuento algo de lo que paso este día y que todo esta bien. Luego de cenar arroz con atún, me acuesto en la colchoneta, tratando de escuchar entre el croar de los sapos que habitan un charco cercano y el canto de los pájaros regresando a sus nidos, algún ruido que me indique que se acerca algún animal o persona. Pensando en como había transcurrido el día y reprochándome los momentos en que deje vagar mi mente, hacia problemas laborales o pensando en cosas que haría en el futuro, me quedo dormido. A la medianoche me despierto y voy hasta la orilla del río, para verificar en el palo que había clavado sobre el borde del agua, si había subido el nivel, sigue igual. Orino y tengo que huir porque los mosquitos me asesinan, a pesar de tener colocado repelente. Duermo hasta las seis de la mañana.

 La mañana esta fresca, hasta pienso en ponerme el rompeviento, pero después cuando comienzo a preparar el desayuno y desarmar el campamento, se me pasa el frío. El día anterior a la tarde había estado nublado, pero desde la medianoche había soplado viento del sudoeste, que se había llevado las nubes y ahora esta despejado. A las 7.45 hs. salgo con buen animo, ya que dormí bien y el día se presenta agradable. Casi cuando se cumple la hora de navegación, cruzo el puente de Valle Azul y paro a descansar unos metros más adelante. Más o menos a las once de la mañana, paso por el lugar donde me parece que almorcé el año pasado, no estoy seguro, ya que con la crecida las islas han cambiado de aspecto. Al mediodía veo el edificio con un tanque de agua al lado, en lo alto de la barda hacia el norte, el pueblo de Chelforó no se divisa, pero esta construcción está casi enfrente, me detengo para almorzar en una islita y debo compartir el poco terreno seco que tiene, con todas las hormigas de la isla que supongo se han refugiado en este lugar, almuerzo el arroz con atún que cociné anoche y descanso a la sombra, actualizando la bitácora.

Con el río en estas condiciones y sin muchas opciones de islas aptas para descansar y acampar, si se tiene prevista una parada a determinada hora y se encuentra un lugar apropiado antes, no se debe dejar pasar la oportunidad, en el río no hay retorno y me ha pasado de tener que remar más de lo previsto, a causa de no encontrar lugar para detenerme a descansar, con el consabido riesgo que el cansancio me haga cometer un error que puede resultar caro.

En este lugar hace bastante calor y cuando salgo al río para continuar la marcha, noto la diferencia de temperatura, en el medio del río corre una fresca brisa, que suaviza los efectos del calor. En la anterior travesía cuando pasé por Chelforó, eran las cuatro de la tarde y remé tres horas más, así que voy a tratar de hacer 4 horas, así mañana llego a Choele Choel en aproximadamente siete horas, además se esta formando tormenta, espero no me complique el viaje, principalmente el viento puede llegar a ser muy molesto. La tarde transcurre tranquila, con paradas cada hora, el río no presenta dificultades y en algunas partes donde en otras oportunidades, lo único que se veía eran barrancas, al estar más arriba el nivel del agua, ahora se ven los campos circundantes, así que entre palada y palada, disfrutando del paisaje pasa la tarde, con la compañía de los patos, garzas y cormoranes, que se preguntaran que hace éste otra  vez por acá. La última media hora voy buscando un lugar donde acampar, hasta que a las 19 hs. encuentro lo que parece una isla, la recorro caminando y veo que está surcada por varios arroyitos y hacia el norte hay una maraña de árboles y maleza que impiden ver hacia el otro lado, aparentemente no está habitada y no se ven señales de animales, ni de dos ni de cuatro patas.

Me baño, lavo la ropa y armo la carpa, mientras cocino la cena y almuerzo del día siguiente. Previendo que al anochecer los mosquitos van a hacer su aparición, me voy preparando para cuando esto ocurra meterme en la carpa y cerrar el mosquitero. Apenas pasadas las nueve, suena el celular, Sonia me cuenta que ya  esta preparando las  valijas para venir a buscarme a Choele el sábado y me dice que le confirmó Daniela (su hermana) que la acompañaría, luego iremos a Bahía Blanca y Pehuen Co de vacaciones. Después de la una de la mañana se comienza a levantar viento y tengo que salir para guardar las cosas que había dejado secando, momento que aprovechan los mosquitos para atacarme. Duermo hasta las 5.30 hs.

Otro amanecer espectacular y hoy no hace frío, así que desayuno afuera de la carpa y voy haciendo los preparativos para partir, los mosquitos parece que todavía tienen hambre, porque siguen jodiendo, ¿será que soy el único en los alrededores a quien picar?. A las ocho zarpo, tengo pensado hacer cuatro horas a la mañana y las tres restantes a la tarde. A la media hora paso por un cobertizo que recuerdo haber visto el año pasado, lo que no tengo registrado es a la hora que pasé por ahí, para tomarlo como punto de referencia. A las doce menos cuarto hago una parada enfrente al balneario de Beltrán, tampoco tengo referencias del paso por ese lugar. A las 12 hs. veo el monumento en la barda que me indica que estoy llegando a Choele, busco una islita y paro a almorzar y descansar.

A las tres de la tarde continúo la marcha y diviso en dos oportunidades más el mencionado monumento y a la hora aproximadamente llego al camping municipal de Choele Choel, como hice el año pasado voy a ver al muchacho que tiene la concesión del kiosco y  venta de bebidas en el camping, me dice que siguen permitiendo acampar sin cobrar. A la sombra de un sauce cercano a la orilla, tomo unos mates, ante la curiosa mirada de los que pasaban por el lugar, luego me encuentro con el encargado del camping con quien charlamos un largo rato. Disfrutando de la sensación de misión cumplida, espero que se hagan las siete de la tarde, hora que Sonia regresa del trabajo, para llamarla y avisarle que llegué a destino sin novedad. Más tarde decidiré si llamo a mis amigos Fabián y Carolina, que viven en Choele o acampo y espero a que me vengan a buscar mañana.

A las 19 hs. hablo con Sonia y decido quedarme acampando ahí, así que  traslado de a poco las cosas hasta un lugar apropiado para armar la carpa y cuando tengo el campamento armado, me recuesto en la colchoneta a descansar un rato, al relajarme comienzo a sentir el cansancio acumulado de los últimos días y me quedo dormido, cuando despierto ya es de noche, hago la cena y me acuesto nuevamente, durmiendo hasta las siete de la mañana.

Cuando se hace por segunda vez una travesía, se pierde parte de la expectativa de lo desconocido, es decir disminuye la sensación de aventura, aunque se disfruta más desde el punto de vista de ir más despreocupado, gozando del entorno y recordando lugares que sin saber porque motivo, han quedado grabados en la memoria más que otros. ¿Habrá sido esta la última aventura que me anime a realizar?, ¿quedara motivación como para repetir el viaje o encarar algún otro recorrido?, a estas preguntas solo el tiempo y las circunstancias de la vida le darán respuesta. Carpe diem.