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EL SERMÓN DE LA MONTAÑA  (19)

Lectura guiada de Mateo capítulos 5 al 7

Vivir como el Hijo – Vivir como Hijos.

 

PONER LA OTRA MEJILLA

Sobre el poner la otra mejilla tenemos que considerar cómo es que lo hizo Jesús, cuando en la Pasión lo abofetearon. Él preguntó: “si he hablado mal, dime en qué. Y si no, por qué me golpeas” (Jn 18,23). Así se pone la otra mejilla. Es decir: no actuando cobardemente, sino exponiéndose a sufrir algo peor ¿Te castigan en una mejilla porque dices lo que tu Padre te manda decir y hacer? Entonces, no te acobardes, seguílo diciendo. Persistí en tu obediencia de hijo y da la otra. Jesús no ahorró ninguna parte de su cuerpo al sufrimiento por hacer la voluntad del Padre. Por eso, vos, exponéte y ¡venga otra!. No te achiques con el primer golpe.. Los hijos de Dios no se achican con el primer golpe, sino que el primer golpe como que les cría callos para seguir soportando más. Y les quita esa cobardía, por la cual, no siendo hijo, uno no se sabe oponer al mal. O porque no se atreve, o porque se opone mal, es decir sumando mal al mal.

-         ¡Mirá! ¡No era tan tremendo!

Y así van descubriendo la alegría de sufrir por la Verdad y por el Padre, por la justicia de ser hijos.

¡Te damos gracias Jesús, por haber subido a la montaña y por haberte sentado sobre aquella roca y habernos dicho estas cosas tan maravillosas! Por habernos regalado esos secretos de tu ser Hijo. Por habernos querido confiar la fórmula de la filiación para que también nosotros podamos llegar a ser hijos – como Tú – del Padre celestial  Vivir para la gloria del Padre y compartir contigo la gloria de ser hijos, la alegría y el gozo profundo de serlo, aquí en la tierra, aun en medio de las tribulaciones que nos puedan venir por nuestra condición de hijos, pero con el gozo que nos hace fuertes. ¡Y a Ti, Padre!, ¡a Ti! que nos das el ser en cada momento ¡a Ti! que quieres que vivamos todos como hijos tuyos, unidos en amor fraterno, danos la gracia de orar en tu Presencia, de pie, junto con Jesús, diciéndote con el deseo de nuestro corazón: Padre Nuestro que estás en el cielo....

Horacio Bojorge S.J.

hbojorge@adinet.com.uy