BIBLIA - CONFERENCIAS - DATOS DEL AUTOR - ESPIRITUALIDAD - ESPIRITUALIDAD IGNACIANA - FE Y POLÍTICA - LAICOS - MARÍA - PARÁBOLAS Y FÁBULAS - POESÍA - RELIGIOSOS - TEOLOGÍA |
|
EL SERMÓN DE LA MONTAÑA (25)
Lectura guiada de Mateo capítulos 5 al 7
Vivir como el Hijo – Vivir como Hijos.
¡Jesús! ¡nos ha venido mostrando en su Sermón de la Montaña un modo de vida nuevo y en apariencia imposible y sobrehumano! Desearíamos vivir así ¿pero cómo? ¿cuál es el secreto para poder vivir como el Hijo, vivir como Hijos?
Eso nos lo va a explicar Jesús a continuación. Después de hablar de lo exterior, -del obrar de los hijos-, pasará a hablar de su interior: primero entrará en su conciencia y después a lo hondo del corazón. Enseñará primero: ¿cómo es la conciencia de los hijos?. Luego: ¿cómo es el corazón filial? De ese nuevo hombre interior brota la nueva vida y conducta que propone Jesús, para ser perfectos como el Padre
Emprendemos, pues, ahora, el comentario y explicación del tramo del Sermón de la Montaña que va desde 6,1 al 6, 18. A todo este pasaje lo resumo yo en estas palabras que definen la conciencia filial de Jesús: “vivir de cara al Padre”. La semana que viene te mostraré cómo está dividida esta sección, cuál es su contenido, cómo están distribuidas sus partes. Ahora te adelanto una introducción a lo que vamos a oír de labios de Jesús. Después de habernos hablado del “obrar” filial, es como si Jesús se metiera ahora adentro de la conciencia de un Hijo de Dios. Es como si se nos confidenciara y nos metiera dentro de su propia conciencia para enseñarnos cómo vive Él su filiación en su conciencia: en el secreto de cara a su Padre..
Para vivir como el Hijo, para vivir como Hijo, es necesario que vivas de cara al Padre, y que todo lo hagas, como Él, de cara al Padre. No de cara a los demás, para ser visto (o para no ser visto) por ellos. Ni siquiera de cara a ti mismo.
Para el Hijo, el Padre es (¿cómo lo diré...?): “su interlocutor principal”, “su Tú principal”.
Todos tenemos un Tú, un Ustedes principal en nuestra vida. Un Tú principal de cara al cual vivimos. Empezamos, ya de niños, a vivir conscientes de la mirada de los demás. Tenemos la sociabilidad adentro. Nadie puede vivir absolutamente solo. Por lo menos vive de cara a sí mismo (aprobándose, o culpándose)
El hombre viejo, natural, vive teniendo en cuenta, mostrándose o escondiéndose de aquellos cuya opinión le importa: esposo, esposa, amigo/s, barra, colegas. Obrando para ser aprobado o escondiéndose para no ser reprobado.
El nuevo hombre filial vive de cara al Padre, no ante los demás, porque su Tú principal es el Padre. No obra para ser visto por los hombres, ni cuando da limosna, ni cuando ora, ni cuando ayuna. Haga lo que haga, todo lo hace, como Jesús, de cara al Padre. Un Hijo de Dios vive siempre oculto en un Nazareth interior.