BIBLIA - CONFERENCIAS - DATOS DEL AUTOR - ESPIRITUALIDAD - ESPIRITUALIDAD IGNACIANA - FE Y POLÍTICA - LAICOS - MARÍA - PARÁBOLAS Y FÁBULAS - POESÍA - RELIGIOSOS - TEOLOGÍA |
|
EL SERMÓN DE LA MONTAÑA (40)
Lectura
guiada de Mateo capítulos 5 al 7
Vivir como
el Hijo – Vivir como Hijos
EL PADRE CONOCE MIS DESEOS
Jesús nos aconseja orar más con el corazón que con la boca
“Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis como ellos porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo” Mateo 6, 7-8)
Esta misma enseñanza la va a volver a repetir Jesús más adelante, cuando habla de la confianza en la Providencia del Padre sobre sus hijos. “Vuestro Padre ya sabe lo que tenéis necesidad de todo eso” (Mateo 6 32). Es decir de la comida y del vestido, porque por esas cosas, enseña Jesús, se angustian los paganos. Ustedes no tienen qué preocuparse. Ustedes, si son hijos, tienen que confiar en el Padre.
Cuando Jesús nos aconseja que no oremos con muchas palabras, es porque el Padre conoce nuestros deseos. Y cuando después nos repite que no andemos “estressados” y angustiados por la comida y el vestido, es porque el Padre conoce nuestras necesidades. ¡Oh mi Papá Dios! Tú conoces mis necesidades y mis deseos! Los conoces mejor que Yo. Santa Teresa pacificaba su corazón inquieto cuando oraba así: “Tú todo lo ves, Tú todo lo puedes, Tú me amas!”
Ahhh! Qué descanso! Qué descanso!!! Gracias Señor, por darnos esta seguridad, esta certeza, por revelarnos esto. ¡Qué maravilloso había sido Dios, y nosotros no nos hubiéramos imaginado que fuera así y nos amara de esta manera , si Tú, Jesús, no hubieras venido a decírnoslo, y a asegurárnoslo. Gracias Padre, por enviarnos a tu Hijo para que nos revelara estas cosas.
Por haberlo hecho sentarse aquél día sobre aquella roca de la montaña y habernos dicho estas cosas que hoy a través de dos mil años nos llegan, y nos llenan de consuelo el corazón. Gracias Padre por enviar a tu Hijo. Gracias Jesús. Por aquella subida hasta la Montaña que sin duda te fatigó, y por habernos dicho estas cosas que son el secreto de tu corazón de hijo.
Querido lector ¿Vamos un ratito a ponernos en la presencia de Dios nuestro Papi, y a hacer silencio para que Él pueda leer los deseos de nuestro corazón? Exponer nuestros deseos al Padre, sin palabras, es un hermoso ejercicio de oración. Nos prepara para rezar mejor el Padre Nuestro. Yo mientras escribo, estoy deseando bienes . Y no sólo para mí sino también para ti. Tú cuando leas, desea bienes para mí. Al Padre le encanta que nos deseemos el bien los unos a los otros.
¡Santas vacaciones! ¡Hasta la próximaaaa!
Horacio Bojorge