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GOEL:
DIOS LIBERA A LOS SUYOS
Horacio
Bojorge S.J.
hbojorge@adinet.com.uy
Articulo Publicado en Revista Bíblica (Argentina)33(1971) pp.8-11
CONTENIDO
2)
Dios
– Goel: hacia el descubrimiento del parentesco
3)
Dios-Goel:
Dios–pariente de los pobres
4)
Dios-Padre.
Nuevo Testamento: Nuevo Parentesco
5) Mesías-Goel:
Jesús. “No soy digno de desatar sus sandalias”
Entre
los múltiples títulos que se aplican en la Sagrada Escritura al Dios de Israel
como liberador, salvador y redentor de su pueblo, el de Goel es relativamente
tardío. Se encuentra sobre todo en el Deutero-Isaias y en la tradición
sacerdotal. Antes de pasar a serle aplicado a Dios, el término Goel era
simplemente una expresión del derecho consuetudinario familiar hebreo. La
teología israelita lo va a buscar a las rencillas de entre-casa. Lo toma de los
tribunales de ancianos, sentados para juzgar en las puertas de las ciudades.
Uno
de la familia, ligado per vínculos de sangre y, normalmente, también de
afecto. Es el hermano carnal, en su defecto el tío paterno, o sus hijos
(primos), y en ultimo término cualquier otro pariente. En virtud de este vínculo
de parentesco, el Goel tiene con sus parientes una relación que implica
derechos y correlativas obligaciones. Su función específica es la de proteger
(sentido primitivo de la raíz ga'ál), la de ayudar al pariente necesitado, débil,
oprimido, víctima de injusticia, o lesionado en sus derechos, e incapaz de
ayudarse por si mismo. Abogado, garantía económica, apoyo financiero. El Goel
debe liberar o rescatar a su pariente de la esclavitud, en el caso en que haya
debido venderse como esclavo a un extranjero. Es también el que debe comprar
las tierras al pariente que se ve obligado a venderlas, para evitar que salgan
de la familia. O el que debe comprarlas a terceros cuando han caído en manos
extrañas. Sobre el Goel pesa también la obligación del levirato, o sea la de
tomar como esposa a la viuda del pariente difunto sin hijos, para engendrar en
ella hijos que serán considerados descendencia de su pariente. Ya en la esfera
del derecho criminal, pesa sobre el pariente la obligación de "vengar la
sangre" de los suyos. La palabra Goel, se carga así de la significación
de "vengador".
Estos
rasgos con que se aparece la figura bíblica del Goel familiar, no son sin duda
los únicos. Sabemos que el Goel era el acreedor de los deudores del pariente
difunto. Y sin duda había otras obligaciones y derechos derivadas de su función,
como brazo ejecutor de la piedad familiar y custodio del bien común del grupo
consanguíneo amenazado en sus sujetos más débiles.
En virtud de un
lazo de parentesco, el Goel era el encargado de proteger, ayudar, liberar,
vengar, en una palabra, suplir a la debilidad y a la impotencia de los suyos,
poniendo a su servicio su poder y su haber. Por definición eran los parientes
mas pobres y mas desamparados {huérfanos y viudas) los que reclamaban con mayor
derecho su intervención.
2)
Dios-Goel:
hacia el descubrimiento del parentesco
No
es por casualidad que surgió en Israel la convicción de que Dios era un Goel
de su pueblo. Siempre ha habido esferas del desamparo humano que están mas allá
de toda ayuda, donde ningún hombre puede (o quiere) ya proteger o ayudar.
Aunque no se le aplicara a Dios el título de Goel, la estructura de su acción
en beneficio de las estériles, de los mas abandonados, era la del Goel. El
defendía la causa de las viudas y los huérfanos que carecían de todo pariente
capaz de defenderlos. Siempre hay alguien que se queda totalmente solo, o cuyos
parientes son igualmente pobres e impotentes, o simplemente se desentienden de
ellos. Que esto último sucedía, nos lo demuestra el hecho de que existía
incluso un símbolo jurídico para expresar la renuncia a los derechos y deberes
del goelato: quitarse las sandalias. Cuando Amos reprocha a Israel que vende a
los pobres por un par de sandalias (Am 2,6; 8,6) esta posiblemente haciendo
referencia a un abuso en este ámbito, donde posiblemente el Goel vendía sus
derechos, y usaba en provecho propio un atributo que debía haber beneficiado a
otros. En vez de redimir a sus parientes oprimidos, lucraba en su desgracia.
Esta
monstruosa inversión del orden jurídico, que aplastaba a los mas débiles con
los instrumentos mismos establecidos para so defensa, horrorizaba a Amós. Era
una repudiable transgresión de la berít-ajím, de la Alianza de los hermanos
(Am 1,9). Este pecado del que se habían hecho culpables de una u otra manera
todos los pueblos semíticos vecinos (1,1-15), consanguíneos, aunque más no
sea que remotamente, alcanzaba en Israel sus formas más terribles v aberrantes,
mas repugnantes a los ojos del Aliado fiel. Ante esta nefasta corrupción de los
vínculos de Alianza, se estremece la tierra c (Am 1,1) y Dios se siente lleno
de un rencor inextinguible, eterno. Es que el Dios de la Alianza es el que dice
a sus fieles: "Tu Hijo será mi Hijo”, es el que hace de la de
descendencia de su aliado una descendencia propia, y el que considera su tierra
como la Tierra que dará a los israelitas, en herencia para que habiten en ella.
Este Dios siente como vejamen contra EL mismo, lo que se hace con sus parientes
pobres. Se convierte así en el Goel vengador, que nos estremece en las páginas
de Amós, el vengador de la sangre de los suyos, con los que se siente
solidario. Los que los oprimen son enemigos.
La teología del
Dios-Goel, no se ha explicitado aun en un Amós, pero subyace tácita, a nivel
de las motivaciones éticas implícitas. Aquellas por las cuales el pecado es
pecado, por las cuales la maldad es maldad.
3.
Dios-Goel: Dios–pariente de
los pobres
Recién
después del Exilio, la teología de Dios-Goel se explícita. El Dios de Israel
tiene con su resto una relación de parentesco, que no por ser en virtud de la
Alianza, es menos fuerte. Y como pariente poderoso, se siente obligado a salvar
a su pueblo, cuando éste ha caído en desgracias de las que no puede salir por
sus propias fuerzas. Dios, que es el primero y el último, está con los últimos
(Is 44,6 y 41,4 según la hermosa traducción de Luis Alonso-Schöckel).
Con el
Deutero-Isaias y la tradición sacerdotal, se enriquece pues la teología bíblica
de la liberación. Este enriquecimiento consiste en una explicitación de los móviles
y los fundamentos de la acción liberadora de Dios. Esta explicitación se
condensa en la aplicación del título de Goel al Dios salvador. Y es a la luz
de este titulo que se debe interpretar la evolución paralela de la teología de
los pobres de Yavé y de los justos oprimidos, que encuentran su expresión máxima
en el Siervo de Yavé.
4)Dios-Padre. Nuevo Testamento: Nuevo Parentesco
Si
la liberación se presenta en el AT como una liberación en beneficio de los
"parientes pobres y oprimidos" del Señor, el Nuevo Testamento empalma
con esta teología. Desde el Magnificat. Desde el prólogo de Juan: "a los
que creen en su Nombre, les dio la potestad de llegar a ser Hijos”.
El
Dios del NT, es un Dios que glorifica a su Hijo. A un Hijo que renunció (no
perdió) a la gloria que tenia junto al Padre. Y por cumplir la voluntad del
Padre derramó su sangre. Justo muerto sin descendencia según la carne, pero a
quien el Padre dio una descendencia de creyentes. Si no se dice explícitamente
que el Padre sea el Goel del Hijo y de todos los que por creer en el Hijo se
convierten en hijos del mismo Padre; parece que las estructuras del goelato
siguen presentes en el NT.
Es
cierto, que estos nuevos hijos "no nacen de la carne, ni de la sangre, ni
de la voluntad de hombre, sino de Dios", es decir del agua y del Espíritu,
vuelven a nacer por su fe en Jesús. Por este nacimiento, entran en una relación
de parentesco, mas aún, de filiación con el Dios-Padre que es Padre-Goel. Con
esa misión ha sido enviado el Hijo: a salvar lo que se había perdido. El Hijo
tiene una misión de Goel, de rescate y liberación de sus hermanos, es decir, de aquellos que crean en su Nombre.
Esta
misión sólo podía cumplirla Jesús. Permítasenos a este respecto aventurar
una exégesis del testimonio del Bautista, (Mc 1,7 pero sobre todo Lc 3,16 y Jn
1,27).
5)
Mesías-Goel:
Jesús. “No soy digno de desatar sus sandalias”
El
Bautista declara que "detrás de él viene uno a quien no es digno de
desatarle las sandalias". Este "esta en medio de vosotros y vosotros
no lo conocéis", "es más fuerte que yo", "él os bautizará
en Espíritu".
Se
propone con esta declaración, según Lucas, disuadir a la turba que se pregunta
si no será él el Cristo. Según Juan, da esta respuesta a los que lo
interrogan, por mandato de autoridades, acerca de su identidad, en este mismo
sentido escatológico. Más que como expresión convencional de humildad, hay
que interpretar esta expresión en un sentido escatológico bien determinado.
Juan Bautista declara que no es el Cristo, el salvador. Y quiere sin duda
hacerlo de forma clara e inequívoca, en respuesta a una pregunta que no
pretende eludir. Para nuestro efecto es irrelevante entrar en la discusión de
esta frase, desde el punto de vista de la historia redaccional.
Sólo
queremos proponer la siguiente posible interpretación.
El
Bautista echa mano de una imagen tomada de los procedimientos jurídicos en
torno a la institución del goelato. El que retiraba el calzado al goel, tomaba
sobre sí la obligación que el goel le cedía (Ruth 4,7-8; Deut 25,9-10). En
muchos pasajes de Isaías, como en 35,9, el Goel es el Mesías que rescatará de
la servidumbre o esclavitud del pecado. Si esta asociación persistía, y es muy
probable que así fuera, en tiempos de Jesús, la expresión del Bautista habría
equivalido a una profesión de fe Mesiánica en Jesús, al mismo tiempo que una
declaración clara de que no se consideraba digno de tomar sobre sí un derecho
de goelato que no le correspondía. Ni aún en el hipotético caso de que Jesús
(que era pariente suyo) hubiera querido renunciar a él y cedérselo.
No
es nuestra intención insistir en esta hipótesis exegética. Sólo la expusimos
para ilustrar sugerentemente el hecho de que Jesús participa de la Misión de
Goel, es decir, de liberador de los suyos,
de los que son sus parientes a través de un nuevo nacimiento: la fe en El.
El
contexto bautismal del testimonio del Bautista, invita también a considerar que
en el Deutero-Isaias, la acción liberadora del Dios-Goel, va asociada a una
imposición de nombre (43,1; 44,5) cuyo sentido ha de buscarse quizás también
en usos relativos a la institución del goelato. Hay que notar en este sentido
la importancia que cobran los nombres en el libro de Ruth (Cap 4º, sobre todo
vv.9-17) dentro del contexto y de la finalidad de las instituciones del goel y
el levir.
Las
vecinas dieron al hijo de Ruth el nombre de Obed: Siervo. Este fue el abuelo del
Rey David. Cuando Dios-Padre da al Hijo un Nombre que está sobre todo Nombre,
un nombre de Rey ante el cual se doblará toda rodilla en los cielos y en la
tierra, está llevando a término, después de muchas generaciones, su obra de
liberación, como el Goel, el que rescató a Obed, el siervo, de su servidumbre.
Dios es un Dios
que libera. Libera a los suyos, como Goel, ligado por vínculos de parentesco.
Un parentesco que no es según la carne, ni la voluntad de Dios, sino según la
fe en Cristo-Jesús. Y en los que creen en su nombre, el Espíritu clama: ¡Padre!
y ruega: ¡Libéranos del mal! Y si nosotros, siendo malos, damos a nuestros
hijos cosas buenas...
Aunque
hemos omitido las notas y citas, señalamos a continuación las obras
consultadas y en las que el lector podrá seguir estudiando el tema.
Sobre
la institución del goelato puede consultarse:
De
Vaux R. Les Institutions de L’Ancien
Testament, Du Cerf, Paris 1961, Vol I, págs 26, 40-41, 64-65 (hay
trad.castellana) Ver allí más bibliografía.
Kennedy A.R.S. Artículo: “Goel” (Avenger of blood) en: A
dictionary of the Bible, T&T Clark, Edinburgh 1905; Vol II, 22-224.
Vigoroux F. Artículo “Goel” en Dict. De la Bible Vol III,1,
260-265.
Haag-Ausejo, Diccionario
de la Biblia, Herder, Barcelona 1964 en el Art. : Rescatar.
Leon-Dufour X. Vocabulario
de Teología Bíblica, Herder, Barcelona 1966, bajo el Artículo:
“Liberación-Libertad”, de L. Roy y en los artículos a los que allí se
remite. Ofrece lo fundamental sobre la elaboración teológica de este término.
Inspirador también desde el punto de vista de la
teología es el denso pasaje de: Von Rad G. Théologie
de L’Ancien Testament, Labor et Fides, Génève Vol.I pp. 156-159, en
especial p.158.
Aunque sean menos accesibles conviene citar otros
escritos que se deberían tener en cuenta:
Johnson A.R. The Primary
Meaning of the Root g’l Sup VT 1(1953)67-77 según el cual el sentido de gaal
es: proteger.
Ginsberg H.L. Lexicographical
Notes Sup VT 16(1967)78-79; dedica una a gaal.
SeeliggmannI.L. Zur
Terminologie für das Gerichtsverfahren Ibid. pp 254ss.
Thompson T&D Some Legal Problems in the Book of Ruth Sup VT 18(1968)78-79 sobre la
ge’ulláh o perpetuación del nombre en Israel, el levirato Dt. 25 y Gen 38.
Kapelrud Arvid S. New
Ideas in Amos Sup VT 15(1966)193-205.