Ruta de los Acantilados - característica naturales

Los acantilados del litoral patagónico evidencian los efectos de la erosión en la costa, determinada por el trabajo lento y constante del mar a través de las olas que van socavando la roca hasta que la parte superior cae por su propio peso. Al caer se desmenuza en pequeñas rocas, que son desplazadas por el oleaje y depositadas sobre la arena, formándose las restingas que no es más que el asentamiento de moluscos, adheridos a la piedra presentando una forma irregular resultado de la sedimentación y la erosión del agua al subir y bajar de las mareas.

El resto de la costa, en la superficie que no está en contacto directo con el mar,

se presenta a la vista como un suelo llano, levemente ondulado resultado de las dunas o médanos - acumulaciones de arena - que según la playa de que se trate pueden ser móviles - son los que cambian de lugar cuando el viento patagónico sopla - o fijos - se mantienen en su lugar gracias a las plantas bajas y de raíces en forma de cabellera como la cebolla .

El viento también cumple con su trabajo erosivo permitiendo sólo una vegetación arbustiva, baja (no más de 1,5 mts.) y espinosa ( para evitar la pronta evaporación del agua) y con raíces profundas (para aferrarse a la tierra y buscar su sustento). El acantilado no está protegido por estar totalmente expuesto y dentro del Mar Argentino, umbral del Océano Atlántico.
La bajamar deja al descubierto una extensa plataforma de abrasión de la que emergen las restingas, formaciones rocosas que albergan una variada fauna que va desde cangrejos y moluscos, los cuales se alimentan del guano de las aves costeras y éstas a su vez, de los desechos y restos de lobos marinos, hasta las orcas, último eslabón en la cadena alimentaria.

Los acantilados generalmente son altos, pero en algunos sectores la barranca se retira a más de cien metros - 1 cuadra de ciudad - y permite el desarrollo de una costa baja que se continúa en una playa muy suave. Esto crea hábitats adecuados para la variada fauna costera, al pie de los acantilados.

Son los lugares preferidos por los pinípedos para su instalación en el período de procreación ( a partir de agosto) y luego mudar su piel en el verano.

Las características del suelo no posibilitan las labores propias de los cultivos de labranza y restringen la variedad de plantas que pueden producir, desarrollándose una vegetación propia de monte - baja, espinosa, espaciada para no competir por el agua que es escasa ya que solamente llueven 200 mm al año. Entonces, padecen las limitaciones del clima árido y frío y la acción de la erosión eólica, piedras, salinidad y escasa capacidad de retención de humedad. Como consecuencia, encontramos tierras yermas que se caracterizan por la ausencia de materia orgánica, terrenos rocosos y playas arenosas. Por sus características, los suelos de esta clase no ofrecen ninguna posibilidad de aprovechamiento agrícola-ganadero en forma comercial. Su aprovechamiento se restringe a la recreación y conservación de la fauna silvestre.

La vegetación presenta rasgos xerófilos, caracterizados por la pequeñez o ausencia de hojas y raíces profundas. En las zonas más áridas las plantas germinan en coincidencia con las primeras lluvias y rápidamente dan flores, porque el suelo no puede retener la humedad, siendo por ello de vida efímera.

La escasez de agua determina el distanciamiento de los vegetales para evitar la competencia por ella.
La fauna terrestre se compone de liebres - Mara o liebre patagónica -, guanacos, mulitas, chimangos, zorros y ñandú petiso.
No posee hábitos nocturnos y presenta un pelaje espeso para protegerse de las bajas temperaturas.

Este ecosistema se sustenta por la conjunción en esta zona del Mar Argentino, de las corrientes marinas: de Malvinas (fría) y la del Brasil (cálida) que permite el desarrollo de una gran cantidad de alimento marino, para las ballenas y las especies más pequeñas de las cuales se alimentan sus predadores naturales - a excepción de la orca que no los tiene - según el orden en la cadena trófica. Coinciden para la reproducción en la misma‚ época (primavera-verano) por la abundancia de alimento y el clima apropiado del verano meridional.

Conviven en absoluta libertad gracias a la protección que brinda la costa de forma irregular y el hecho de ser una Reserva Integral.

 

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