10 de febrero de 2004

"Ganar la Copa es una obsesión"

Mascherano y Ferreyra recuerdan cómo vivieron el título del 96 y ahora les cuesta creer que están a un paso de debutar. "Es el torneo que queremos todos", coinciden.

 
  CARACAS (ENVIADO ESPECIAL).

—¿Dónde estaban en el 96, el día que River ganó la Copa?

Ferreyra: Yo, en la cancha. Ya jugaba en las Inferiores y vivía en la pensión. Fui a la platea San Martín y había tanta gente que tuve que mirarlo desde las escaleritas. Y me quedó muy marcada la vuelta olímpica, los festejos con fuegos artificiales. Esas cosas no se olvidan.

Mascherano: Yo lo vi en mi pueblo. Aún no estaba en River y lo miré en casa, por televisión. Lo que más recuerdo fue el segundo de Crespo, esa jugada en la que se equivocó Córdoba. Ese gol le dio la Copa.

—Ahora pueden vivir esa alegría desde adentro...

—Ojalá...

El deseo les sale espontáneo y se pisan en la última respuesta, aunque usan un tono de voz medido, una postura cuidadosa y en algún punto tímida. Son pibes, al fin y al cabo, más allá de que el lugar que ocupan en este equipo haya cobrado suma importancia en el último tramo del ciclo de Manuel Pellegrini y siga creciendo en el comienzo de la era Astrada. Directamente nenes en el último festejo de River en este torneo, Osmar Ferreyra y Javier Mascherano viven con inquietud las horas previas al debut. Y entonces hablan de sueños, hasta de obsesión... "Llegamos bien. Se vio en los partidos de verano que estamos con muchas ganas. Todo debut genera un poco de ansiedad, pero River siempre tiene que atacar y conseguir buenos resultados", arranca el Jefecito.

—¿Qué significa jugar la Copa?

F: Es un sueño y ahora se nos puede cumplir. Tenemos que ser conscientes de que hay que dar lo mejor para rendir al máximo.

M: Es una experiencia nueva. Los dos tuvimos la chance de debutar a nivel internacional el semestre pasado, en la Sudamericana, pero sabemos lo que es la Libertadores. Es el torneo de clubes más importante del continente. Jugarla es un sueño y tenemos que trabajar para ganarnos un lugar.

—¿Cómo vivieron la frustración de la Sudamericana?

F: Yo no pude jugar las finales porque estaba en el Mundial Sub 20. Pero de afuera se sufre mucho y me quedó la misma sensación que a mis compañeros: de amargura, de tristeza. Por perder la final y, además, por el mal momento que pasábamos: no habíamos ganado nada y lo único que nos quedaba era esa Copa...

M: A mí me dolió quizás un poco más todavía, porque venía del duro golpe de perder en el Mundial. Esa final era como una revancha y perderla me golpeó mucho. En una semana fueron dos derrotas difíciles. Con el tiempo las asimilé, pero me costó...

—Más allá de ese mal trago, ¿qué les dejó Pellegrini?

F: Yo le estoy muy agradecido a Manuel, porque fue el que me hizo debutar, el que me dio confianza y continuidad en River.

M: Nos dio la posibilidad de jugar en la Primera de River, que era nuestro gran sueño. Gracias a Dios ahora seguimos y tenemos que aprovechar las chances, porque la exigencia es fuerte.

—¿Esta es otra revancha?

M: No, esta Copa es la que queremos todos. Cuerpo técnico, jugadores, hinchas... Estamos todos muy ilusionados en encarar esta Libertadores y esperamos poder llegar lo más alto posible.

F: Para mí, más que revancha, es un gran objetivo.

—¿Una obsesión?

M: Sí, una obsesión. Es el torneo más importante de todo el continente y tenemos la obligación de ganarlo. Porque River es un club grande, necesita prestigio y la alegría de ganar la Copa.

F: Tenemos una gran responsabilidad. Es una obsesión y un lindo desafío y creo que estamos preparados para que nos vaya bien.

—¿Qué harían por levantar la Copa y dar la vuelta?

M: No sé, no puedo decir algo. Sé que sería muy importante para todos. Y más para nosotros dos que recién estamos empezando: sería subir varios escalones en nuestra carrera. Ojalá las cosas nos salgan bien.

F: Pienso lo mismo que Javi. Sería muy importante para River y para nosotros.

Hace un año, en la Libertadores pasada, ni siquiera estaban en la lista de buena fe. "En ese momento yo quería estar en la Copa o jugar en el torneo y no se daba. Pero al final el 2003 terminó siendo muy importante para los dos", recuerda el volante central. "Era difícil, no había mucho lugar... Siempre aspiramos a esto y por suerte ahora vamos a estar. Ya en el final del año pasado tuvimos un momento de mucho crecimiento. Nos tocó jugar en los dos torneos (Apertura y Sudamericana) y también con la Selección", repasa el Malevo. Y ahí estarán esta vez, los dos titulares en el medio, bastante cerquita, en un sector clave para la idea de juego de Astrada. "Encontramos como técnico a la misma persona que conocimos como jugador", eligen como respuesta conjunta para definir al nuevo conductor.

M: Nosotros lo conocíamos del tiempo que llegamos a compartir con él en el plantel. Es una persona sencilla y como técnico es muy simple, nos pide una manera de jugar que siempre identificó a River: presionar bien arriba y después tratar de jugar cuando tenemos la pelota, movilidad para desmarcarse... Muy simple.

F: Es un técnico que no te pide cosas raras o distintas.

—¿A vos te está un poco más encima, Javier?

F: Y, más que a otros...

El Malevo interrumpe con una sonrisa, gasta a su compañero por ser el supuesto niño mimado.

M: En el amistoso contra Rafaela, por ejemplo, me marcó dos o tres cosas. Voy a tratar de aprovechar que él es el técnico y aprender lo máximo posible este año, porque va a ser muy importante para mi carrera.

—Sinceramente, ¿tienen detalles sobre el juego del Deportivo Táchira?

M: La verdad es que no conozco demasiado al rival. Igual sabemos que no podemos confiarnos, porque la Copa es difícil en todos lados y actualmente está todo mucho más parejo. A veces es mejor tener alguna referencia, pero calculo que Leo y Hernán deben conocerlos bastante y ahora nos van a comunicar cómo juegan.

F: Si están en la Copa, por algo es. Tenemos que mantener la concentración para traernos un buen resultado, que es ganar.

—¿En la Libertadores es todavía más importante el resultado que jugar bien?

F: Nosotros siempre tratamos de jugar de la misma manera, más allá del rival y del torneo que sea. No podemos cambiar nuestro estilo de acuerdo a cada partido.

M: Creo que una cosa lleva a la otra. Si un equipo juega bien, tiene muchas más posibilidades de ganar que si juega mal. Es cierto que el resultado es lo más importante, pero la forma más fácil de obtenerlo es jugando bien.

Sencillo. El mensaje llega...

01-02-04

Para el Consultorio

                        A Mascherano, Lucho y el Malevo mañana los van a evaluar médica y físicamente.

 
  A Mascherano, Lucho González y el Malevo Ferreyra se les terminaron las vacaciones. Los tres se reincorporaron ayer luego de los cinco días de descanso que el cuerpo técnico les había dado tras la obtención del Preolímpico. Hoy tendrán el día libre como todo el plantel, pero a partir de mañana los espera una rutina movidita. Primero, una evaluación médica que incluye exámenes bucodentales (está comprobado que las caries provocan lesiones) y oftalmológicos. Y enseguida, exámenes físicos completos: antropometría (determina la estructura corporal: cantidad de masa muscular y grasa, y su relación con el peso y la altura de cada uno), trabajos de potencia, resistencia aeróbica y test de velocidad. De acuerdo con los resultados, los PF Macaya y Flavio Pérez diagramarán la actividad que cada uno realizará a partir del martes.

Diario Olé


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LUCHO GONZALEZ, MASCHERANO Y EL MALEVO FERREYRA
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YA ESTÁN LOS OLÍMPICOS
  
Después de hacer historia con la Selección, despues de grabar el nombre argentino en un trofeo Preolímpico, tras 24 años de postergaciones, los chicos que vienen de conquistar La Serena, y que pronto irán por Atenas, retornaron ayer a los entrenamientos de River.
Lucho González, Osmar Ferreyra y Javier Mascherano (Germán Lux ya se había sumado al plantel el lunes) finalizaron las vacaciones, tras su participación en el Preolímpico, y trotaron bajo la lluvia junto a sus compañeros en el predio de Ezeiza.
Una vez finalizada de la práctica matutina -el turno de la tarde se canceló y los jugadores quedaron libres hasta mañana- Javier Mascherano charló con la prensa y se encargó de renovar objerivos "Fue muy importante haber logrado el pasaje a Atenas, pero ya tengo la cabeza puesta en River, preparándome para un año en el que tendremos que apuntarle tanto a la Copa, como al Clausura. Y en lo personal intentar afianzarme, ganarme un lugar en el equipo. Sé que hay grandes jugadores, pero voy a dejar todo para conseguirlo".
-¿Pensás que, por ser cinco, Astrada te va a exigir más?
-Sí, el técnico nos va a pedir muchas cosas. El ha sido diez años titular en River en esa posición. Ahora aspiro a seguir creciendo con él como técnico, a aprender los secretos del puesto. Yo recién empiezo a vivir este sueño de jugar en la Primera de River.

Diario Clarín


PREOLIMPICO: ARGENTINA - BRASIL
Enero 2004 21/01

La revancha

Gonza Rodríguez, Mascherano, Ferreyra, el Coti Fernández y Cangele intentarán vengarse de la derrota que sufrieron en la semi del Mundial Sub 20 de Emiratos.

 
 

 
Gonzalo y Franco, parados. Leandro, Osmar y Javier, sentados. Ellos quieren desquitarse con los brasileños.
 
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VIÑA DEL MAR (ENVIADO ESPECIAL). Desplomado, sin fuerzas después de haber puesto hasta su orgullo, Javier Mascherano no podía ponerse de pie tras la eliminación en la semifinal contra Brasil. A Osmar Ferreyra lo acompañaba en el desconsuelo Fernando Cavenaghi, imagen que recorrió los principales diarios del país. Gonzalo Rodríguez, pura angustia, se secaba con su camiseta. Leandro Fernández repartía un poco de ánimo en medio del dolor. Y Franco Cangele miraba al piso sin mirar. Mascherano, Ferreyra, Rodríguez, Fernández y Cangele tienen esta noche una suerte de segunda oportunidad, de revancha o, siendo un poco más extremos, de venganza. A poco más de un mes después de aquel olvidable 15 de diciembre en Abu Dhabi y a horas del clásico de clásico de selecciones, se sientan a hablar con Olé y reconocen que buscan revancha.

—¿Se mezcla el desafío de este Preolímpico con lo que pasó en el Mundial Sub 20?

Mascherano: —Si bien se trata de dos torneos que no tienen nada que ver, desde lo personal cada uno lo puede elaborar como una revancha. Esto es así.

Rodríguez: —Son dos historias aparte, tal vez la relación es que nosotros estuvimos en las dos.

Ferreyra: —Tiene algo de revancha, aunque uno no necesita este tipo de motivación para jugar contra Brasil en un Preolímpico.

Cangele: —Es como que otra vez jugar contra Brasil genera una molestia.

Fernández: —A mí me tocó jugar sólo aquel partido contra ellos, así que me puse contento cuando me enteré de que nos tocaba en esta instancia.

—¿En Emiratos Arabes pensaron que la oportunidad llegaría tan pronto?

Fernández —Es que no sabíamos que íbamos a integrar este equipo, ni lo pensábamos.

R:—Apenas terminó tenía ganas de jugar de nuevo contra Brasil.

M:—No se me pasó por la cabeza que podía llegar a jugar de nuevo en este Preolímpico de Chile, pero viene bien porque después de una derrota uno siempre quiere tapar el dolor.

—¿Cierra el dolor?

Ferreyra: —No, porque nadie nos va a devolver lo que nos sacaron esa noche. Eso es así

C:—No se repara, aunque creo que nos puede aliviar el dolor.

M:—Sería muy lindo para nosotros. Igual el recuerdo del Mundial no lo cambiará nadie.

R:—Ojo que ellos también tienen heridas, porque en el Sudamericano Sub 20 les ganamos y después dimos la vuelta.

En el Mundial, los cinco tuvieron espacios destacados en sus niveles individuales. Mascherano terminó siendo el mejor promedio Olé. El Malevo clavó dos goles de tiro libre. El Coti Fernández, defensor-goleador, fue el dueño de los primeros gritos argentinos. Gonza Rodríguez, la regularidad del fondo. Y Cangele asistió a Mascherano en el agónico empate ante Estados Unidos. Hoy los primeros cuatro escalaron de categoría de Selección pero siguen siendo indiscutidos en el esquema del DT, mientras que Cangele aún no tuvo la oportunidad de debutar y ni siquiera ir al banco de suplentes. Igualmente, desde cada momento personal, esperan lo que querían reparar en ese triste vestuario de Emiratos.

—¿Con lo que hicieron hasta el momento alcanza para vencer esta noche a Brasil?

R:—Lo que hicimos nos sirvió para crecer como equipo, pero para ganar estos partidos hace falta que casi todo eso nos salga un poco mejor, bastante mejor.

M:—No tomamos como medida los antecedentes de la primera fase, apenas nos sirven para la confianza. Pero no hay que relajarse.

Fernández:—Creo que lo importante es tomar este clásico como uno de los escalones para la clasificación hacia los Juegos.

Ferreyra:—Es cierto, más allá de ganarles, soñamos principalmente con ir a Atenas.

—¿Qué error no hay que repetir para cumplir la meta?

M:—No es un partido comparable con el del Mundial Sub 20. Hay que pensar en el equipo y tratar de jugar como quiere Argentina.

C:—Se gana con presión y huevo. Eso para mí es muy claro.

Ferreyra:—Y jugando como los últimos partidos.

Fernández:—Lo principal es ganar este clásico.

R:—Como sea. Eso es lo que siente este plantel.

 


De viaje
Los sparrings

Por Claudio Mauri

VALPARAISO, Chile.- El detrás de la escena de los seleccionados de Marcelo Bielsa siempre cuenta con un grupo de juveniles que convive con el plantel de turno y colabora activamente en los entrenamientos. Son pibes a los que se los conoce como grupo de apoyo o, más coloquialmente, como sparrings, porque son el complemento en la mayoría de los ensayos de los mayores.

Junto con la delegación viajaron 14 chicos, de las categorías 1985 y 1986. Generacionalmente ocupan el lugar y las funciones que años atrás les correspondieron a jugadores que ahora están en este Sub 23, como Mascherano, Ferreyra (ambos estuvieron en el Mundial de Corea y Japón), Medina, Rosales, Tevez, Leandro Fernández y Domínguez.

Seis de los pibes integraron el Sub 17 argentino que finalizó cuarto en el Mundial de Finlandia 2003: Alvarado y Acevedo (San Lorenzo), Garay y Formica (Newell’s), Faurlín (Rosario Central) y D’Alegre (Boca). Los demás son Penta (Newell’s), Abelairas, Martini y Domingo (River), Yassogna (Rosario Central), Varela (Lanús), Fabro (Independiente) y Prosperi (Argentinos).

El principal tutor de este grupo es Claudio Vivas, ayudante de campo de Bielsa. Con él suelen llegar media hora antes a las prácticas y es el que los "catequiza" tácticamente. Porque muchas veces hacen de modelo. Es decir, realizan movimientos, de coordinación y relevos, mientras los mayores miran para luego ejercitarlos. También pelotean a los arqueros Caballero y Lux, a quienes les cuesta desviar los precisos remates a los ángulos de Martini.

Fuera de los entrenamientos, el grupo soporte ocupa gran parte del tiempo de la vida de hotel en la sala de Internet. Pasan horas frente a la computadora. "Van a volver a Buenos Aires siendo analistas de sistemas", bromearon en la delegación argentina, en la que se resaltan el respeto y la buena educación de todos. En La Serena, algunos de ellos dieron un paseo con Carlos Tevez, que más de una vez les prestó su teléfono celular para que hablaran con los familiares y las novias. Cuando juega la Argentina se ubican juntos en una platea, generalmente acompañados por Diego Torrente (otro colaborador del cuerpo técnico), y mientras esperan el partido hay parejas que comparten un discman, con un auricular para cada uno. Y con el encuentro en marcha, el apoyo futbolístico se reconvierte en voces de aliento, en la hinchada más seguidora de este Sub 23.


YO DIGO (Diario Olé - Enero de 2004)

El Gordo siempre juega igual

Osmar Ferreyra. Juega en el mismo puesto. (0'54'')

Vi algo del partido de River por televisión y la verdad es que me puso muy contento lo que los pibes hicieron contra los titulares de Independiente, porque aunque ahora esté acá en Chile, me sigo sintiendo muy conectado con el grupo. ¿Si Sambueza me cuidó bien el puesto? Ja, anduvo bien. La verdad, el Gordo tiene mucha personalidad, siempre juega igual, y en este amistoso le salieron todas. No llegué a compartir el equipo con él y tampoco nos tocó vivir la situación de pelear por el puesto, porque él es un año más chico y siempre estuvimos en categorías diferentes. Pero no voy a descubrir nada si digo que tiene mucha técnica y panorama, eso es clave para jugar en esa posición, y más en River. Nos llevamos bien, aunque no somos lo que se dice amigos. ¿Si le daría un consejo? No sé si me corresponde: él es un pibe inteligente y seguramente va a escuchar mucho todo lo que le digan Astrada y Hernán Díaz. A mí, sinceramente, me puso muy contento lo que él, Toranzo, Ahumada, Lobo, Frontini y el resto de los pibes hicieron en Mendoza. Es una muestra más de que en las Inferiores surgen muchos y muy buenos jugadores, y también una manera de confirmar que hay que aprovechar cada pequeña oportunidad que te dan para mostrarte.


MI PIE IZQUIERDO 

( Diario Olé)  Enero2004

El Malevo Ferreyra explica cómo se convirtió en un especialista de la zurda y cuenta sus secretos para pegarle con tremenda efectividad en los tiros libres.

Malevo, ¿cuánto creés que vale tu pie izquierdo?

—Seguro que vale más que el derecho. Esperemos que con el tiempo se cotice todavía un poco mejor, je. Lo estoy amaestrando. Ojo, que el otro también está mejorando bastante.

—¿En qué sentido?

—Está aprendiendo a repartir un poco de patadas, je.

—¿La derecha sólo para eso?

—No, también la uso para comer, para escribir, para manejar, porque cuando se trata de manos soy diestro. Pero pa-ra darle a la pelota soy más que zurdo.

Osmar Ferreyra no sería el carismático Malevo sin ese pie izquierdo, número 39 y categoría 10, que le fue sumando goles y prestigio a su corta carrera. Es tan consciente del detalle que hasta duda en exhibirlo en las fotos de Olé. Finalmente lo estira, lo apoya y lo muestra. Y también lo presenta con palabras en lo que significa el día después de que esta planta con cinco dedos lo convirtió definitivamente en figura. Figura por su despliegue, por su toque en el 2-1 y por su pegada en el tiro libre del 3-1.

—¿Ya sos un especialista?

—¿Te parece? No. Por suerte se nos dio la precisión en las jugadas de pelota parada. Y el del gol fue el primer tiro libre que tuve desde esa posición. Los anteriores habían sido desde el otro costado. Comenté que estaba esperando la oportunidad y en el primero se me dio.

—¿Podés dar precisiones sobre el movimiento de tu pierna?

—No, porque en el momento de pegarle no pienso, es cuestión de práctica. Lo que sí puedo contar es que en mi etapa de sparring traté de copiar a Aimar y Verón: la manera en que le entraban a la pelota, cómo ponían el pie, cómo se paraban.

—¿Y hoy a quién te parecés?

—Al Malevo Ferreyra, je.

—¿Tenés formas diferentes de pegarle. Tipo tres dedos, por ejemplo?

—¡Qué te pensás, que soy Roberto Carlos! Depende la situación, pero cuando la pelota no está en movimiento acostumbro a darle con la parte interna del botín.

—¿El puntín es mala palabra?

—No, a veces sirve.

—¿Qué le mejorarías a tu tiro?

—Día a día aprendés cosas nuevas. El ideal es que vayan entrando más seguido.

—¿Cuál de tus goles de este tipo fue el que más te gustó?

—El que le hice a Colombia en el Mundial Sub 20. Pero el del miércoles también tuvo un sabor muy lindo, tanto como el que hice después del taco de Mariano.

—¿Cuándo percibís que la pelota va a ir adentro?

—Apenas pasa la barrera me doy cuenta cómo va a terminar, en eso no me equivoco.

—¿Si fueras arquero, atajarías un tiro del Malevo Ferreyra?

—Sería difícil. Le pega bien ese chico, je.

Antes y después de la nota, revisa su casilla de e-mail y aprovecha para escribirse en tiempo real con los contactos que tiene en el chat. Sus viejos, Alfredo y Lucrecia, sus cuatro hermanos, su novia y su sobrinito Caetano, le regalan de ese modo cariños cibernéticos. Y si a eso se le suma el aprecio del grupo, más el buen momento futbolístico que atraviesa, tras la goleada a Ecuador se ve que le sobra confianza. "Dije que partido a partido íbamos a mejorar muchísimo. Se armó un buen grupo, un gran equipo y, a pesar de que llegamos sin amistosos, ya estamos encontrando el camino. Por ahí nos hacía falta conocernos. Ahora empezamos a disfrutar del equipo", sostiene.

—¿Te divierte este Sub 23?

—Trato de salir a la cancha con esa mentalidad, y contra Ecuador, se dio así.

—En el diario de tu pueblo dice que la Selección ganó de la mano del Malevo. ¿Ahí sos más importante que el Sub 23 completo?

—Y, je, je. ¡Qué querés! Si no sumo puntos ahí… Tanto mi familia como la gente de Basavilbaso me apoyan en todos los momentos, y según me contaron estaban muy felices.

—¿Sentís que a veces no se nota el trabajo sucio que hacés?

—Es que quizá hay partidos en que no puedo tener mucho contacto con la pelota. El otro día se me abrió el lateral y tuvimos más llegadas por mi punta. Siempre tratamos de coordinarnos bien con Mariano González para no juntarnos los dos del mismo lado. Cuando yo voy, él se cierra.

—¿Cuántos kilos bajás después de correr tanto por el lateral?

—No puedo bajar mucho porque me quedo seco —pesa 69—. Después de Ecuador perdí un kilo, terminé cansado.

—¿Te dormiste enseguida?

—Y, a veces cuesta irse a la cama después de un partido, por la adrenalina. Pero esta vez dormí ocho horas, dormí en paz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Ferreyra brilló por su gran talento

Mundial Sub 20 (Viernes 05 de Diciembre Diario La Nación)

El jugador de River marcó un golazo de tiro libre ante Malí y deslumbró por el sector izquierdo

 
SHARJAH, Emiratos Arabes (De un enviado especial).- Siente a Basalvilbaso en el corazón. "Un pueblo agrario, humilde, pero muy querible. A mi familia y a mi gente le dedico este gol. Por eso me traje la bandera, para mostrarla por el mundo". Con ese tono sereno, casi inaudible, Osmar Ferreyra habla de su pago entrerriano, aquel que dejó cuando comenzaba la adolescencia para pasar a vivir en la pensión de River.
 
La bandera argentina con la inscripción "Basavilbaso" sorprendió en una de las cabeceras del estadio de Sharjah, que extrañará el paso del seleccionado albiceleste por sus arenas blancas y religiosidad extrema (el conjunto dirigido por Hugo Tocalli actuará los octavos de final en Dubai). "Antes de venir para acá, el último día que estuve en Entre Ríos, un amigo, el gordo Maschin, fanático de River, me trajo el trapo celeste y blanca para ponerla en la tribuna", explicó Ferreyra, que le pidió a otro compatriota, Gastón Quieto (un mago que trabaja en varios hoteles de Dubai), que desplegara los colores argentinos en el estadio.
 
El de ayer fue su tercer gol con el seleccionado Sub 17. Antes había anotado uno en el Torneo Esperanzas de Toulón y en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo, ambos disputados este año. "Siempre es lindo hacer goles, pero hacer uno con la selección siempre genera algo distinto. A todo jugador se le moviliza el alma cuando vive algo así", explica el talentoso futbolista.
 
Al jugador de River ayer le tocó actuar como lateral izquierdo. Desde esa posición combinó despliegue con buena visión de los avances. Y finalmente, de tiro libre, marcó el primer gol de la Argentina tras una perfecta ejecución que dejó sin reacción al arquero de Malí. "Siempre dije -afirma- que haber sido sparring del seleccionado mayor le sumó recursos a mi manera de jugar. En los tiros libres siempre me quedé observando cómo Pablo Aimar y Sebastián Verón pateaban al arco. Eso, más algunas recomendaciones de Marcelo Bielsa y de sus ayudantes fueron importantes para mi formación."
 
De Malevo, el apodo que alguna vez le puso un compañero de las inferiores millonarias por aquel controvertido comisario tucumano, no tiene casi nada. Es tan pausado y gracioso que es uno de los más queridos del plantel. Comparte la habitación con Franco Cangele, que ayer fue suplente, y a él le dedicó el golazo además de su familia. "Me imagino a la familia loca frente a la tele. Mi viejo Alfredo, mi mamá Lucrecia, y mi abuela Cata, con mis hermanos, deben haber gritado como locos. Ellos son parte de esta alegría", reconoce.
 
Desde que llegaron a los Emiratos Arabes Unidos, los jugadores se sintieron locales por el apoyo de los argentinos que se acercaron a los partidos y la gente local. "El apoyo de la gente fue fenomenal; hasta a nosotros nos extrañó... Todos nos piden autógrafos y nos demuestran mucho cariño. Ojalá sigamos ganando para darles más alegrías", agradeció Ferreyra, muy feliz.

Bienevo Ferreyra

Osmar hizo todo bien ante Mali. Golazo de tiro libre y figura. Hasta tuvo su propia bandera.
 
MUNDIAL SUB 20 (viernes 05 de Diciembre Diario Ole)
  Carlos Carpaneto. 
 
 

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Hay pocas banderas argentinas en el Sharjah Stadium. La que más llama la atención es la grandota (de unos tres metros de alto por diez de largo) que aporta la organización. Después, tres o cuatro más. Y sólo una de ellas denuncia su lugar de procedencia: Basavilbaso, Entre Ríos.

Tiene kilómetros recorridos ese trapo: primero, llegó por tierra a Buenos Aires. Después voló hacia Madrid, Frankfurt, Kuwait y, finalmente, llegó a los Emiratos. Vino junto a la delegación argentina, en el bolsito de Osmar Ferreyra, oriundo de esos pagos. Y a juzgar por lo de ayer, viene con con buena onda. El Male se la dio a Gastón Quieto, un compatriota que vive en Dubai para que la colgara. Y le trajo suerte, nomás.

"El último día que estuve en mi pueblo, un amigo mío que es muy hincha de River me la llevó a mi casa. ¿Si trajo suerte? No sé, pero es seguro de que el trapo seguirá estando", contó. Y al toque surgió la comparación con el gol que le hizo a Vélez: "Siempre es lindo hacer un gol pero la verdad que vistiendo la camiseta de Argentina es otra cosa".

Mientras el Malevo hacía lo suyo en el campo, ignoraba que en las tribunas estaba Sergio Casaubon, quien está hace dos meses en los Emiratos dedicándose al negocio de la computación. Serio es natural de Gilbert, un pueblito que queda a 20 kilómetros de Basavilbaso. Su hermana fue compañera de colegio del suegro de Osmar. Y se pone loco de emoción cuando se entera de que fue el jugador quién trajo la bandera. De adentro, entonces, le sale empezar a gritar "¡Baso!¡Baso!", como se alienta en el pueblo. Y los árabes, que ya saben hacerlo con el "¡Huevo!¡Huevo!", imitan a Sergio. Todo el estadio canta... "Escuché en un córner y la verdad es que me puso recontento, casi con la piel de gallina", comenta Ferreyra.

"Lo deben haber gritado con todo. Mi papá Alfredo, mamá Lucrecia, mis hermanos Leo, Belén, Ezequiel y María Concepción; mi abuela Cata, mi sobrinito y mi cuñada... Bah, todo el pueblo, desde donde me mandan muchos mails", relata emocionado.

El Malevo empezó a patear tiros libres por ser el que más fuerza tenía entre los compañeros de curso que cada tarde armaban el picado. Después, de grande, no le bastó sólo con poder llegar al arco. El lo cuenta y revela una anécdota que demuestra que a veces se cosecha donde parece que nada se ha sembrado: "Aprendí mucho haciendo de sparring en la Selección y gracias a las indicaciones de Bielsa y Claudio Vivas. En Japón siempre nos quedábamos un rato largo pateándoles a los arqueros".


El Preolímpico

Con áreas más grandes y sin agua

Continuidad: un éxito con el legado del Sub 20 Con Ferreyra como líder, los juveniles del Mundial de los Emiratos Arabes fueron la columna de la goleada. 

 

LA SERENA (De un enviado especial).- Las fórmulas exitosas se repitieron. El mejor partido de la selección argentina en este torneo Preolímpico tuvo como motor inspirador a los mismos futbolistas que hace poco menos de un mes llegaron a las semifinales del Mundial Sub 20 de los Emiratos Arabes Unidos.

Porque si hay algo que distingue a este equipo es que hay tres grupos bien definidos. Por un lado están los de Boca, por otro los de River y por último, los del Sub 20.

La figura de la cancha fue Osmar Ferreyra, autor de dos goles, que ofreció una noche plena de habilidades, con todo lo bueno que se dice de él: supo ir y venir por su andarivel, se sumó con pericia en el ataque y regaló un tiro libre perfecto; casi un calco de aquellos que convirtió en el mundo árabe en la primera rueda contra Malí, y en el partido por el tercer puesto ante Colombia.

Y si de goles similares se trata, también hay que sumar a Leandro Fernández. El mismo dijo estar sorprendido cuando anotó dos de cabeza en el debut mundialista ante España. Más que sorpresa ya es una costumbre lo del defensor de Newell´s, que ayer marcó otra vez desde arriba con un gran anticipo. Y tampoco desentonó con su tarea de marcación.

La prolongación del Sub 20 tuvo también al mediocampista Javier Mascherano, adaptándose a su nueva función por la derecha (en lugar de Clemente Rodríguez, suspendido, y con Nicolás Medina en la posición central). El jugador de River aportó su ya conocido desgaste en la recuperación y, fundamentalmente, el buen manejo para distribuir la pelota.

Tampoco hay que olvidarse de Gonzalo Rodríguez, que ayer fue de lo mejor de la defensa, más allá de algunos sofocones que pasó el fondo argentino por culpa del escurridizo Franklin Salas.

Los cuatro jugadores del Sub 20 fueron en gran parte los que consiguieron que una situación que parecía complicada para el equipo de Marcelo Bielsa en los momentos de las definiciones, fuera un trámite refrescante y tranquilizador.

Llegaron sin descansos, aparecieron para suplir a los Coloccini, los D´Alessandro, los Saviola; las figuras negadas por el fútbol europeo. Y dieron la cara por la selección en un momento difícil. Así llegó la goleada. Con la savia de los juveniles. Con el legado del Sub 20.


"Quiero hacerle un gol a Boca"

El Malevo Ferreyra se embaló y ahora se ilusiona con repetir el domingo. ¿De tiro libre, como ante Vélez? "Como sea", sueña.

 
 

 
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—Y si repetís el tiro libre en el superclásico...

—No sé, no puedo decir cómo reaccionaría. Ojalá... Quiero hacerle un gol a Boca, como sea.

—¿Cómo sea?

—Sí, con cualquier cosa, de cualquier forma. Lo más importante va a ser jugar y, por supuesto, ganar. Pero si encima se puede hacer otro gol...

—¿Cuándo aprendiste a pegarle como el domingo?

—Ojo, tampoco me imaginé que la iba a poner en ese lugar, je. Apunté, tiré y entró.

—Mirar tanto a Aimar y a Verón te sirvió de mucho.

—Sí, traté de observar detalles de sus técnicas cuando practicaba como sparring de la Selección. Después, es cosa de entrenar.

—¿Así nomás?

—Sí, pero también Bielsa me marcó la forma de inclinar el cuerpo y de poner el pie.

Es difícil salir del vestuario Angel Labruna y decir "sigo siendo el mismo de antes". Para la mayoría de los jugadores hay un antes y un después de tocar la Primera de River. Para Osmar Ferreyra esa regla está caduca. Simplemente conserva la humildad y los aires de buen pibe que trajo hace nueve años de su Basavilbaso natal. Ni siquiera el gol, golazo, que le hizo a Vélez ni su buen momento en el equipo ni la proximidad de su primer superclásico logran alterarlo. El Malevo responde sin cassette cuando Olé le muestra el final de su obra en una imagen. "Por ahí entró. Pero yo no estoy en la foto. Está bien, voy a escribir: ''acá estaba yo''".

—¿Qué elegís: la clasificación en la Copa o el superclásico?

—Las dos cosas. No me hagan elegir porque esta semana vamos por los dos objetivos. Aunque primero nos preocuparemos por el partido contra Libertad.

—¿Cómo se le gana a Libertad?

—No debemos meternos atrás ni esperarlos, porque ellos van a salir a jugarse el todo por el todo. Sabemos que tenemos una ventaja importante pero a la hora del partido no cuenta. Escuché al técnico de ellos decir que remontar un 2-0 iba a ser más fácil. En lo personal, creo todo lo contrario

—¿Y a Boca?

—Creo que los dos equipos estamos necesitados. Nosotros venimos levantando, el otro día jugamos bastante bien y vamos a matarnos por ganar.

—¿Los beneficia mucho, poco o nada que no juegue Tevez?

—Sabemos que es un gran jugador y que pasa por un momento bárbaro. Sin embargo, más que ver el beneficio propio se lamenta la lesión de un colega.

—¿Qué lugar tiene en tu carrera este choque con Boca?

—Es un partido soñado. Por el tiempo en que uno está en el club, por lo que se vivió de chico y por lo que ahora se ve desde adentro, lo tomo con una expectativa enorme y con unas ganas terribles. Siempre quise estar ahí.

—¿Antes adónde estabas?

—Siempre los vi desde la tribuna o desde la platea, no me gustaba ser alcanzapelota. Desde ahí, el que más disfruté fue un 3-3 en el Monumental, el del gol de Celso Ayala en una tardecita que llovía.

—¿En Inferiores cuál fue el que más recordás?

—Uno que jugamos en la cancha de Boca. Nos habíamos entrenado con la Selección como sparring y, como terminamos temprano, nos fuimos con la Gata Fernández a Casa Amarilla y pedimos jugar. Ese día empezamos perdiendo y después empatamos 2-2. Ah, la Gata hizo una jugada bárbara y casi pone el 3-2.

—¿Este partido se aprende a jugarlo desde abajo?

—Desde chicos te enseñan a salir adelante, te motivan para jugar el superclásico. Igual, el de Primera es muy diferente por el entorno, la gente, la importancia y hasta por la manera de jugar, porque se juega a otro ritmo.

—¿Y en tu historial cómo vas

frente a Boca?

—Creo que estoy abajo, pero a partir de Sexta empecé a ganar. Hasta metí un par de goles.

—¿Los recordás?

—Sí, en la Sexta le pegué de afuera del área y metí el gol del triunfo. Y en Reserva entré en diagonal, la acomodé con el pecho y definí de volea.

—¿Ya te sentís firme como lateral por izquierda?.

—Pienso que a medida que pasen los partidos me voy a sentir más cómodo. Por los minutos que me tocó jugar, creo que lo hice bastante bien. Aunque me costó mentalizarme más en la marca: por ahí me iba mucho y no me daba cuenta de que no me podía mandar siempre.

—¿Arriesgás un resultado para tu primer superclásico?

—Gana River. Y por ahora, desde que debuté, se me vienen cumpliendo las cosas que quiero.(www.elmalevoferreyra.tk)
 
 

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