Franja de Gaza
Colonos
radicales de Gaza resisten a su expulsión
Soldados y
policías israelíes tuvieron que enfrentarse hoy a la férrea
resistencia de colonos de varias implantaciones radicales de la
Franja de Gaza, quienes se niegan a abandonar esta tierra, ocupada
hace 38 años y restituida en breve a los palestinos.
En las
colonias más hostiles a este plan de retirada, las fuerzas del orden
tuvieron que irrumpir en las sinagogas, concretamente en Neve
Dekalim, el mayor asentamiento judío en la franja de Gaza, y Kfar
Darom, donde los resistentes se habían refugiado en el tejado,
informó AFP.
Los colonos,
apoyados de cientos de jóvenes venidos de otros lugares de Israel y
del extranjero, utilizan métodos diferentes para disuadir a los
policías y soldados.
Insultos,
piedras, pintura, aceite en el suelo, huevos, gritos y lágrimas son
las armas más usadas para intentar boicotear este proyecto de
retirada del gobierno del primer ministro Ariel Sharon que ha
partido al país en dos.
En Kfar
Darom, un bastión radical, donde vivían 400 personas hasta esta
semana, se vivieron escenas hasta ahora desconocidas desde que
comenzó la evacuación forzosa de la zona, hace 48 horas.
Por la
tarde, las fuerzas del orden usaron grúas para acceder al tejado de
la sinagoga donde se había atrincherado un grupo de colonos. Los
resistentes les lanzaron pintura, aceite y un ácido que les provocó
lesiones y les obligó a desvestirse inmediatamente.
Las casas
habían sido desalojadas y sus ocupantes, en lágrimas, conducidos a
autobuses.
Algo más al
sur, en Neve Dekalim, los casi 1.000 jóvenes que se atrincheraban
en la sinagoga desde hacía tres días fueron desalojados por la
fuerza después de horas de negociación.
Los jóvenes
militantes venidos de otros lugares de Israel, residentes y rabinos
recibieron a los soldados con gritos de rabia, insultos, angustia y
desmayos que convirtieron la tarea del ejército en un verdadero
suplicio.
''Dios
quiere que me quede aquí, quiere que todos nos quedemos aquí!'',
clamaba una joven de unos 15 años, mientras cinco soldados intentan
convencerle de abandonar el lugar.
La
evacuación de la sinagoga, que quiso ser un mensaje de los colonos
al mundo entero, duró horas en una colonia ya prácticamente vacía.
También Neve
Dekalim, al menos tres casas fueron quemadas, probablemente por sus
propietarios, después de desocuparlas.
A poca
distancia, en Shirat Hayam, conocida por el radicalismo de sus
habitantes, los colonos quemaron pneumáticos y lanzaron huevos a los
soldados, pidiéndoles que desobedecieran las órdenes del gobierno.
No obstante, el jueves al final de la tarde, la situación estaba
bajo control y la colonia prácticamente evacuada.
En Netzer
Hazani, la primera colonia creada de la franja de Gaza, una
excavadora tiró abajo el portón de entrada y los soldados
controlaron rápidamente el fuego con el que los activistas habían
intento bloquearlos.
Después de
rezar juntos por última vez, los habitantes no opusieron
resistencia física y esperaron en sus casas a que los soldados
llamaran a sus puertas para expulsarlos.
Además, los
soldados continuaban la evacuación de la colonia de Gan Or, con 320
habitantes.
''No creo
que haya muchos países en el mundo donde se diga a la gente que
tiene que marcharse de casa y el desalojo ocurra sin grandes
incidentes'', explicó el portavoz del ejército, Ary Gottesmann.
Poco a poco
la franja de Gaza se va quedando vacía. Según cifras difundidas por
el ejército, sólo el jueves, 1.700 personas fueron expulsadas de la
zona. A ellas se suman las 2.000 desalojadas el miércoles y las que
salieron antes del 17 de agosto por su propia voluntad.
En total, un
70% de los 8.000 colonos de la región ya abandonaron sus casas y la
evacuación total podría completarse el lunes o el martes, según el
ejército. Es decir, en lugar de las tres semanas calculadas
inicialmente, el plan de retirada de Gaza podría durar sólo una.
Por ello, el
ejército tiene previsto comenzar a destruir la colonia vacía de
Kerem Atsmona en las horas venideras. Seguirán Rafiah Yam, Gan Or y
Peat Sade.
Oficialmente, hay seis colonias oficialmente vacías (Tel Katifa,
Bedolah, Kerem Atsmona, Morag, Ganei Tal y Dougit), otras tres
evacuadas al 100% pero que todavía no fueron declaradas vacías (Rafiah
Yam, Peat Sade y Nissanit) y más dos prácticamente desalojadas (Slav
y Elei Sinai).
Pese al
rápido avance de la operación, las autoridades israelíes siguen
temiendo que se produzcan nuevos atentados como el perpetrado el
miércoles por un colono de Cisjordania, quien mató a cuatro
palestinos en protesta por esta retirada de Gaza.
Desde
Washington, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza
Rice, pidió a los israelíes que no se limiten a salir de Gaza y
hagan igual en otras ciudades palestinas.
Sin embargo,
Sharon ya advirtió de que la retirada de colonias israelíes empieza
y termina en Gaza y aseguró que los asentamientos seguirán creciendo
en Cisjordania.
La madre del
soldado muerto
por
NIKO SCHVARZ
Hay hechos en
apariencia pequeños, pero que tienen el valor de un símbolo y
encierran la síntesis de una situación, de hondo dramatismo en este
caso. Es lo que sucede con Cindy Sheehan, madre del soldado Casey
Sheehan, muerto en Irak, la cual monta guardia desde hace días
frente al rancho de Crawford, Texas, donde el presidente Bush
disfruta de sus vacaciones. Está rodeada por un grupo de
simpatizantes de su causa, pero sin duda expresa el sentir de muchas
madres, sobre todo de los ciento cincuenta mil soldados enviados a
Irak, y de sectores cada vez más amplios del pueblo norteamericano.
Por
el retiro de las tropas
La señora quiere
plantearle a Bush (que hasta el momento se ha negado a recibirla) su
oposición a la guerra y el reclamo de retiro de las tropas
norteamericanas de Irak. Ese pequeño micromundo (un poblado de menos
de mil habitantes) resume la gran controversia sobre la política
exterior que hoy cruza la sociedad norteamericana.
Este debate ha tenido
un punto de inflexión importante. Hoy son mayoría quienes no apoyan
la continuación de la guerra y la permanencia de las tropas en ese
lejano escenario. Correlativamente han caído los índices de
popularidad de Bush a sus niveles más bajos. Influyen en ello dos
órdenes de factores, o quizá tres.
El primero es sin
duda el aumento inquietante del número de soldados norteamericanos
muertos. Lo que se presentó desde el principio como un paseo militar
al estilo del hitleriano al comienzo de la guerra tiene ahora como
contrapartida cerca de dos mil muertos que vuelven envueltos por la
bandera, con la conmoción que ello provoca en sus poblaciones de
origen. El Pentágono ha debido revocar la orden inicial de no
difundir las fotos de los soldados en el cajón. A pesar de la
campaña mediática, en la cual la casi totalidad de los medios
marcaron el paso repitiendo el discurso oficial, mucha gente hoy se
pregunta por qué causa estos jóvenes (en buena proporción negros y
latinos) entregaron sus vidas. Y aquí viene la segunda razón. Se ha
generalizado la percepción (y lo mismo sucede en Gran Bretaña,
incluso en mayor grado) de que todas las causales invocadas para
descerrajar la invasión, son mentiras. La existencia de las armas de
destrucción masiva, esgrimida por los bombardeadores de Hiroshima y
Nagasaki, resultó probadamente falsa. Se va levantando el velo, y
aparecen las verdaderas razones: el petróleo y el dominio de una
región estratégica.
Ralph
Nader y Susan Sarandon
No vale la pena morir
por esta causa. Ni tampoco torturar como se hizo en Abu Ghraib, ni
arrasar ciudades como se hizo en Faluya, ni masacrar gente como se
hace todos los días, en la espiral de sangre renovada a diario, de
uno y otro lado, al punto de que ha dejado de ser noticia en los
medios.
Precisamente a estos
temas se refiere Ralph Nader (varias veces candidato presidencial,
hoy defensor de los consumidores) en una carta abierta de respuesta
a un reciente discurso del presidente en que éste afirmaba que
"valía la pena" continuar la guerra. Nader explica que quienes se
sacrifican son los soldados y sus familias, la gente modesta, pero
que con la guerra se enriquecen como nunca las grandes compañías y
"se acelera la concentración de la riqueza en manos del 1% más
próspero. Cita el caso paradigmático de Halliburton, que paga una
estupenda compensación al vicepresidente Cheney y recibe contratos
multimillonarios "aunque la auditoría del Pentágono y el diputado
Henry Waxman demostraron sus inmensos desperdicios, su bajo
rendimiento y una corrupción nada pequeña".
Le pregunta también a
Bush cuántos son "los hijos y las hijas de los poderosos de la
política y la economía que están de patrulla en el triángulo
sunnita".
Y termina afirmando
que, como lo reconoció en su momento el director de la CIA, Porter
Goss, "los programas antiterrorismo terminan ayudando a reclutar
terroristas".
Por su parte, la gran
actriz Susan Sarandon (recuerden Thelma y Louise) denunció la
campaña de denigración que realiza la gran prensa contra los
actores, guionistas y realizadores que se movilizan contra la guerra
de Irak, al extremo de que varios diarios publicaron en la portada
su foto y su nombre al lado de Bin Laden.
La
periodista encarcelada
Hablando de la prensa, no debe olvidarse que está encarcelada la
periodista Judith Miller porque se negó a revelar las fuentes de un
artículo suyo en The New York Times, del cual surge la identidad de
un miembro de la CIA. Esa es la tercera razón: mucha gente puede
darse cuenta a través de este hecho (que es uno entre muchos) de que
la proclamada campaña "antiterrorista" de Bush lleva al pisoteo de
las libertades civiles y de los derechos democráticos que
constituían una tradición norteamericana. *
No soy partidario ni
opositor del presidente, pero no estoy de acuerdo con la guerra"
Un vecino de Bush apoya
a pacifistas que protestan
Los
manifestantes contra la guerra en Irak instalados frente al rancho
del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en Crawford
(Texas) se van a retirar hoy jueves o mañana viernes para instalarse
en terrenos privados cerca de la finca, anunció ayer una portavoz.
La
salida tendrá lugar "mañana (jueves) o el viernes temprano", indicó
Michelle Mulkey en conferencia de prensa.
Los
cerca de cien manifestantes están instalados desde el 6 de agosto a
un kilómetro de la entrada del rancho de Bush, donde el mandatario
pasa sus vacaciones.
La
organizadora del movimiento de protesta, Cindy Sheehan, cuyo hijo
murió en Irak en abril de 2004, exige ser recibida por Bush para
pedir el regreso a Estados Unidos de unos 138.000 soldados
norteamericanos actualmente movilizados en Irak.
Un
vecino de Bush, Fred Mattlage, ofreció a los manifestantes un campo
para instalarse. Su presencia al borde de la ruta que conduce al
rancho presidencial ha suscitado reacciones de hostilidad entre los
habitantes de Crawford, un pueblo de 750 habitantes perdido en la
pradera texana.
El
objetivo de este ofrecimiento es "darles un lugar donde puedan
manifestarse pacíficamente", indicó ayer miércoles Mattlage durante
una conferencia de prensa telefónica.
"Siento compasión por ella (Cindy Sheehan) porque perdió su hijo en
Irak", añadió.
Él
mismo soldado, Mattlage reside en Waco, a unos treinta kilómetros de
Crawford, pero es dueño de tierras adyacentes al rancho de Bush.
"No
soy partidario ni opositor del presidente (Bush) pero no estoy de
acuerdo con la guerra", señaló Mattlage. Y agregó que "tal vez no
aprendimos las lecciones de Vietnam.