CLIMA
FAUNA
AVELLANEDA
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El avance de la agricultura ha producido importantes
signos de degradación en los montes de la zona a causa
de la tala de muchas especies arbóreas y por otra parte
también la acción del ganado que va destruyendo
paulatinamente los ejemplares más jóvenes que intentan
crecer como una reforestación natural.
Si bien hace algunos años atrás sobre todo hacia
el Oeste, se había producido la tala indiscriminada de
las especics de quebracho, actualmente la actividad
forestal se reduce prácticamente a la extracción de
leña y, como dije, a la "limpieza" para
destinar el terreno a la agricultura, pero de igual
manera ello va agravando el deterioro ecológico de la
región.
No obstante podemos ver todavía especies de algarrobo
blanco (Prosopis alba) algún algarrobo negro (Prosopis
nigra), aunque mezclardas con el tala (Achatocarpus
praecox) y el chañar (Geoffroea decorticans), el
quiebracho colorado (Schinopsis balansae) y el quebracho
blanco (Aspidosperma quebracho balnco), el itín o
carandá o palo mataco, característicos del norte
Santafesino.También observamos al guayaibí (Patagonula
ameroicana), la espina corona (Gledischtia amorphoides),
el ibirá-pitá (Peltophorum dubium), el guayacán
(Caesalpinia paraguariensis), el guaraniná (Brumelia
obtusifolia), el guayabo (Myrcianthes cisplatensis), el
ñangapirí (Eugenia uniflora).
A la altura del Distrito Avellaneda el río ha perdido el
paisaje enmarañado de la selva en forma casi
total. La exhuberancia ha dejado paso a orillas
amarillentas de arena cuya única y exclusiva flora
la constituyen algunos árboles aislados.
Y si seguimos observando la vegetación enicontraremos
también al seibo, al sauce, al jacarandá, al aliso, al
timbó, al curupi, al aromo o aromito, al tatané, al
ombú, al lapacho, al laurel, al urunday y a los
palmerales de singular belleza con su estirado talle y
singular melena.
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Entre
las especies menores en tamaño encontramos lianas y
enredaderas comunes en el litoral norte, y la más
hermosa y de mayor atracción y simbologia, la flor
del mburucuyá o lapasionaria (Pasiflora sp.).
Se cuemta también entre las enredaderas, a la llamada
"dama de noche", cuyas hermosas flores se abren
después de la caída del sol, y la zarzaparrilla que
crece sobre los bordes del río, protagonista de una
leyenda que afirma que las bondades de las aguas del
Paraná se deben, precisamente, a su influencia ya que
las raices y ramas, al penetrar en las aguas, actúan a
modo de remedio contra los organismos extraños y nocivos
que contienen las mismas.
Entre las llamadas plantas medicinales se destaca la
"Sangre de Drago", denominada comúnmente
"sangre grado".
Los "plumeros" del cañaveral, las atrayentes
flores del cardo o la roja del caraguatá, constituyen
motivos de ornamentación y buen gusto.
Entre las cactáceas pueden mencionarse al cardón
(Cereus coryne), las tunas (Opuntia sp.), Cleistocactus
sp. y Harrisia bomplandli.
En lo que se refiere a las especies herbáceas podemos
observar a la Leptocloa cloridiformis, Setaria
geniculata, Stipa papposa, entre otras muchas.
En las gramíneas observamos especies de capú-puitá
(Andropogon lateralis) y el té pampa (Andropogon
paniculatus).
En los suelos salinos de los bajos de los montes crecen
especies halófitas como el espartillo (Spartina
argentinensis), y en los esteros y cañadas las
ciperáceas, el junco (Scirpus riparius) y plantas
flotantes y sumergidas como el trébol de cuatro hojas
(Marsilia concinna), el repollito de agua (Pistia
stratoides), el canutillo (Hemarthria altissima) y la
saeta (Saggitaria cisplatensis).
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