"Quienquiera
que posea bienes terrenales,
retenidos los necesarios para la comida y el vestido,
debe darlo a sus hermanos, por quien Cristo murió, si los viere necesitados".
"Y si no socorre y cierra el corazón al hermano pobre,
digo que peca mortalmente, porque no está en él la caridad de Dios;
pues si la tuviese, con gusto auxiliaría al hermano pobre".
"¡Hay de aquellos que poseen depósitos de vino y grano,
y dos o tres partes de vestidos, mientras que los pobres de Cristo
llaman a las puertas con el estómago vacío o con su cuerpo desnudo!".
San Antonio de Padua