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"LA PALABRA DE DIOS NOS AYUDA" Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme.Salmo 27:1 Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que mirarón a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.Salmo 34:4-6
Reflexiones "LA MANO QUE MECE LA CUNA GOBIERNA EL MUNDO" Fue una famosa frase de Abraham Lincoln que nos recuerda el enorme papel de influencia que pueden ejercer las madres sobre sus hijos y, por ende, en la sociedad.
Hoy, lamentablemente, por motivos económicos y sociales, muchas veces la cuna es movida por una niñera en una guardería. Hoy nuestra sociedad nos trasmite el mensaje, a través de las pantallas de la televisión, de que el llanto de un bebé se puede calmar a la distancia con el simple hecho de tener un buen teléfono celular. La frase "solo soy una ama de casa", refleja tristemente el valor que nuestra sociedad le ha asignado al rol de madre. La Biblia dice: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él ( Proverbios 22:6) La responsabilidad de la instrucción a los hijos, Dios se la ha dado principalmente a sus padres: " y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes". (Deuteronomio 6: 6-7)
Este pasaje dela Biblia habla de una instrucción constante por parte de los padres en las diversas situaciones de la vida cotidiana. Sin embargo, en lo tiempos que vivimos, se ha transferido este papel de influencia a la escuela, la televisión, los videos juegos o a los deportes.
Una buena educación, la diversión y el ejercicio físico son de suma importancia para los niños pero nunca podrán reemplazar los rasgos de carácter, los recuerdos imborrables y las profundas relaciones duraderas que una madre puede dejar sobre sus hijos.
¿Estás realmente presente? Una viejas palabras del profeta Isaías del siglo VIII a.C., tienen mucho que decirnos al respecto:
"¿ A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá" (Isaías 28: 9-10).
Aunque las palabras suenan un poco extrañas encierran un sabio consejo. Seguramente que cada madre que lee estas líneas quisiera poder sentar sus hijos durante un fin semana y en un curso acelerado enseñale todo sobre el carácter, los buenos modales, la vida... Pero ello no ocurre, muchas veces lo que una madre dice entra por un oído y sale por otro. Isaías, repite la misma verdad que la expresada más arriba por el Deuteronomio: Un poco allí, otro poco allá, renglón tras renglón. Tiempo, dedicación y ternura. Estar en casa, no siempre significa estar presente.
Si eres madre, Dios te ha puesto allí para que edifiques tu hogar. Una caricia, un arrullo hasta que tu hijo se duerma sobre tu regazo, un juego compartido, una comida preparada juntos, el tiempo para escuchar sus charlas o`para dar un buen consejo, no se comparan con dinero, ni se consiguen en supermercados pero son los materiales esenciales para una casa sólida en tiempos de crisis.
Finalmente la Biblia dice: " Si el Señor no edificare la casa en vano trabajan los que la edifican" (Salmo127). Dios quiere ser el arquitecto en esta tarea que te ha encomendado. Busca su guía y dirección cada día, lee la Biblia para encontrar en ella los consejos de quién, en definitiva, quiere ser tu Padre que siempre está disponible para escucharte, para ayudarte y para perdonarte.
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