SOBRE LA CULTURA |
LITERATURA |
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Literatura
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"No es sólo la razón la que resalta al hombre en la naturaleza; sino la manifestación de ella en su cultura". Claudia Linares
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UN PLACER ESPECIAL
Leer es un placer.
Uno de tantos placeres, entre ellos, ir al cine, por ejemplo; o un buen abrazo
erótico; o una paella a la valenciana hecha por un chef bien gallego, o pescar,
que debe ser maravilloso y que es un placer que desconozco, o besar los cachetes
d un bebé.
Y leer, como decíamos,
es un placer. Un placer distinto,
especial.
Cuando estudiaba y debía
dar exámenes leía por obligación. Después
seguí leyendo por libertad, por gusto personal, y si la lectura conmovía mis
sesos o entrañas –Aristóteles, García Márquez,- yo disfrutaba.
Y desde entonces vengo
practicando esa fruición. ¿Cuál
es el termómetro, digamos, que mide una lectura placentera?
Cuando te atrapa, y por
un rato te olvidas de las obligaciones diarias.
El placer de estar fuera de sí que, en definitiva, es estar
profundamente en sí.
Claro que también
leemos el diario, o el informe de la Cámara de Comercio, porque necesitamos
estar al día con las noticias. Si
la economía sale a flote y hay más trabajo, nos alegra saberlo.
Si la bolsa cae y nadie se molesta en levantarla, nos apenamos.
El estado de ánimo
proviene del contenido de la lectura y no de la lectura en sí, en cuanto a la
lectura.
Pero cuando lees,
imaginemos a Armando Nervo que se está despidiendo de la vida, hecho que no es
alegre, y dice:
“Amé,
fui amado, el sol acarició mi faz.
Vida,
nada me debes, vida, estamos en paz”
Una
sensación agradable te recorre, el estímulo de haber paladeado algo bello, rítmico,
armonioso, que sólo puede decirse de ese modo, y sólo así produce emoción
estética.
Ésa
es la lectura placentera. Simplemente
te cae bien, te hace sentir bien. Y
ése es el motivo especial por el cual se recomienda leer, me refiero a la
literatura, porque te enriquece. Como
una buena película. Como un
maravilloso musical. Como un
concierto excepcional. Como un
paseo por el Paraná.
Leer
es un placer, uno entre tantos. A
diferencia de otros, no obstante, si cultivas ese gusto, no tienes que viajar a
ningún lado ni dependes de estrenos de películas recién nacidas, sino que lo
puedes tener a mano, en tu mesita de luz, en tu cartera, en cualquier mueble de
tu casa. O en el colectivo.
Barylko, Jaime. Leer es un placer. Santillana, 2002.
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