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REVISTA FRUTILLAS CON CREMA

Rockeros bonitos, bieneducaditos
Esto es, The Strokes

Cómo y por qué una banda guitarrera de un pub de Nueva York se convirtió en la gran novedad, conquistó el mundo de la moda y volvió cool al... rock & roll.

Guitarras, una combinación de jet-set con sótano rocker, estilo desliñado y vintage (cuero, jean, zapatillas), una voz absoultamente personal. Esas cosas se dicen, y se deben decir, de la banda que en menos de un año protagoniza uno de los hypes (esos fenómenos de ascenso inexplicable y hasta contra la voluntad del artista) más rápidos de la historia del pop.

The Strokes (sí, claro: Julian Casablancas en voz, Albert Hammond Jr y Nick Valensi en guitarras, Nikolai Fraiture en bajo y Fab Moretti en batería; neoyorquinos hasta la médula) llegan para dar vuelta el prisma por el que se mira, se escucha y se consume la música pop más excitante y actual de hoy día (la electrónica de Avalanches, el hip-hop psicodélico de Outkast, el cyber-soul de Missy Elliot & Neptunes, el nü metal de System of a Down), que a diferencia de otros tiempos, allá en el Primer Mundo también ocupa lugares en las listas de ventas.

De repente, sí, cinco chicos ricos & desprolijos hacen girar la tómbola de lo que es "cool" y, de nuevo, la clave es ROCK. Igual que Nirvana y el grunge, y Oasis y el brti-pop le devolvieron un sonido y un look reconocible a los que no podían pasarla bien ni en el mundo pop ni en la discoteca Acid House. Pero hay que decirlo: una cosa es que "allá" apuesten al "regreso del rock" entre tanto remix, que endulcen a una banda de pub entre tanta prefabricación... pero ¿acá?, ¿ dónde desde Divididos a El Otro Yo y Catupecu Machu se anotan convocatoria trabajando desde el crudo sonido de guitarras?

Todo sea por el "hype" (ese término anglo que viene a significar "inflar"), The Strokes fueron tapa del semanario musical inglés New Musical Express con apenas dos simples editados (The Modern Age y Hard to Explain), bajo el rimbombante título: "Por qué la mejor banda de Nueva York puede cambiar tu vida para siempre". A tal punto llegó la insistencia de la prensa gráfica, que el debut inglés de The Strokes fue visto desde abajo por Noel Gallagher (Oasis), Thom Yorke (Radiohead) y la modelo Kate Moss, conocida no del cantante Julian Casablancas sino de su padre (John Casablancas), algo así como el Pancho Dotto de una de las agencias más prestigiosas del mundo: Elite Modelling.

"Me visto así porque es el único modo que conozco, man. Solía ponerme otra ropa para los shows, hasta que Nick me dijo: ''¿Cuál es el problema? Vestite todos los días como si fueras a dar un show''. Santa solución", explica ahora Julian, que junto a sus cuatro compañeros impuso el look (sacos, pantalones de traje viejos, zapatillas All-Star) que hasta hizo furor en las pasarelas de Milán el pasado verano europeo. El look "Strokes" ya es marca que condiciona el status de "modelos rockeros", un género que pelaban Tom Verlaine (Television), Richard Hell y hasta Ramones en los dorados años del punk neoyorkino, aunque desde una pose "maldita".

Hay que decirlo: a diferencia del teen-pop o el nü-metal, el rock garagero de The Strokes se salteó la televisión como medio promocional por excelencia, basando su ascenso en la prédica de los periodistas especializados en rock: hoy, ni siquiera tienen un video en condiciones de responder a la demanda de promoción. Su disco debut (Is this it?, publicado en agosto en Inglaterra y dos meses más tarde en su país de origen) acaba de escalar hasta su posición más alta en el chart de Billboard: ¡Puesto 73! Nada malo, en realidad, teniendo en cuenta que exactamente un año atrás su entonces manager (Ryan Gentles) era el encargado del local (el Mercury Lounge Club de Nueva York) donde tocaban para 100 personas por noche. Y fue alguien del bar quien gastó unos dólares de llamada transatlántica y pasarle (¡por teléfono!) un demo a Geoff Travis, dueño del sello inglés Rough Trade, por donde debutaran alguna vez The Smiths y Pulp. "Nuestro puto álbum todavía no salió y la gente ya nos está preguntando por un éxito que todavía no tenemos" decía Casablancas una vez publicado "The Modern Age", su primer simple: en aquel momento, ya lo importaba la FM Supernova y este Suplemento publicaba un reportaje prematuro hecho en Nueva York.

La adopción inglesa dio esta semana una confirmación: los Strokes recibieron el primer premio en su corta carrera... un Brit Award a "Mejor Artista Nuevo Internacional", en una entrega donde (con 5 nominaciones) Gorillaz se quedó con las manos vacías. Casablancas, que insiste que su deseo es "hacerla bien y que la gente venga a verme por mis canciones y no por mi look", recogió el halago y agradeció especialmente a su sello inglés.

La dicotomía "gente de verdad tocando instrumentos" vs. "banda de laboratorio" quedó zanjada por estos cinco fachas neoyorquinos. Los mismos que cada vez que pongas el disco te preguntan irónicos, desde la tapa, desde el lomo y desde el primer tema, la misma cuestión: "¿Y esto es?".

José Bellas.
Clarín. Febrero del 2002.


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