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  Osvaldo Bayer
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 Contratapas de Página /12 y otros artículos

1999 y anteriores

2000
Los de cogote duro 11/11/00
Permítame el lector referirme nuevamente al caso La Tablada que ocupa desde hace varias semanas la temática de mis notas. Pero ese caso es ejemplar para definir el oportunismo, la burocracia, la viveza, el lenguaje del poder argentino. Estuvimos el jueves en la Casa de Gobierno, nos recibieron el ministro del Interior, doctor Storani; la subsecretaria Nilda Garré y la subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti.
El cinismo "vale todo" 28/10/00
He estado visitando a los presos de La Tablada. Cincuenta días ya de su segunda huelga de hambre. Pálidos, muy delgados; sus ojos hundidos me miraban como preguntándome: ¿qué pasa? ¿Por qué todos hablan, van y vienen y nadie resuelve nada? ¿Por qué todos le quitan el bulto a algo tan sencillo: cumplir con una resolución de la OEA? Nadie les pidió otra cosa y desde ese momento todos los funcionarios se hacen los sordos, miran para otro lado; diputados y ministros que no cumplen lo prometido, que faltan a su palabra; la subsecretaria de Derechos Humanos que hoy dice una cosa, mañana otra, un ex ministro de Justicia que corría de un lado a otro con papelitos así llamados borradores...
¡Cómo está el mundo, mamá! 30/9/00
Bien, en el debate sobre los presos de La Tablada, el diputado Bussi (hijo) comienza casi con un llanto y dice (textualmente): “¡Señor presidente, qué país raro nos toca vivir! Una vez más la Argentina va a contramano del mundo”. Sí, lo dice Bussi (hijo) el hijo del asesino, nada menos y después aclara por qué: porque “la clase dirigente pretende recrear a espaldas de la gente las condiciones para que los asesinos de La Tablada puedan recuperar su libertad”.
Juntar orines 16/9/00
Ocurrió en la Casa Rosada. Un núcleo de familiares de presos políticos y de miembros de organismos de derechos humanos concurrieron a pedir una entrevista con el primer mandatario. Se les dijo que iban a ser recibidos por el secretario privado del Presidente, Leonardo Aiello. Este señor desarrolló una táctica que proviene de la década del treinta, de los tiempos radicales del Peludo Yrigoyen. Este practicaba la táctica de la “amansadora”, hacer esperar a los que traían problemas. Era muy claro para expresarse: “Que junten orines”, era su expresión familiar.
Pido perdón 2/9/00
Pedir perdón está de moda. Se cometen los peores crímenes desde las altas esferas o se colabora con regímenes antidemocráticos o se está con los dictadores, y medio siglo después, cuando los hechos salen a la luz, se pide perdón. Y todos contentos. Lo hace el Papa, lo hacen los políticos, lo hacen las estructuras de poder cuando el viento cambia. Se pide perdón y no se paga nada. Y ya está. Se ha convertido en oficio de caballeros.Y el que no acepta estas leyes del juego es un incorregible
Los crueles y los especuladores 19/8/00
Fue una alegría inmensa. Pero cargada de tristeza y de rabia justa. La noticia de la demolición de la cárcel de Caseros, construida en los años de la vergüenza y del crimen. ¡Cuánto luchamos porque esa ignominia de la realidad argentina desapareciera de la vista de nuestros hijos y de nuestros alumnos! Pero esa demolición, que tendría que haber sucedido el día siguiente de la asunción del gobierno de Alfonsín, sólo ocurriría diecisiete años después. La cárcel de Caseros fue el símbolo de la incapacidad democrática de los argentinos.
¡Argentina, Argentina! 5/8/00
Alguna vez tenía que escribir mi reconocimiento a las organizaciones de Derechos Humanos. Nunca la sociedad instó a homenajear a esos hombres y mujeres que durante décadas de sus vidas se han dedicado a la defensa de los derechos de las minorías, de los perseguidos, de los que no tienen voz. Pero principalmente de los presos políticos. Yo fui preso político y tengo esa experiencia que me dejó un sentimiento, de generoso hasta nostálgico, cuando se abrían las puertas de rejas para dejar paso una vez al mes a los representantes de organismos defensores de derechos humanos
Del treinta por ciento al dos por uno 22/7/00
Tendríamos que detenernos y analizar algunos episodios de estas últimas semanas para darnos cuenta del poco fundamento que tienen las libertades públicas, los derechos del pueblo y la seriedad de gran parte de los que nos representan en los organismos de la república. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos advirtió hace ya casi tres años a la Argentina que había faltado a los principios firmados en la carta continental respectiva en lo que hace al juzgamiento de los presos civiles del episodio de La Tablada.
Somos todos de River 8/7/00
La asamblea del Círculo Militar muestra a las claras qué son la justicia y la democracia en la Argentina. Comparemos dos hechos actuales de la realidad de esto que llamamos democracia: a los torturadores y asesinos de uniforme de la dictadura militar se los mantiene en libertad y se les permiten asambleas en el edificio de Plaza San Martín, pero de los civiles presos de La Tablada, ni siquiera se ha perdido un minuto en discutir las resoluciones de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA. Para el honor internacional de la Argentina esta es y será una vergüenza duradera.
Inocencio y Woitila 27/5/00
En Hamburgo, el jueves comienza el Congreso de los Católicos de Alemania. Una Iglesia que se enfrenta cada vez con más problemas internos, con una abierta rebelión de sus teólogos más importantes. Es la Iglesia Católica más rica del mundo y por eso tiene tanta influencia en el Vaticano, porque lo que sus arcas recogen va a parar en buena parte a Roma. Pues bien, la iglesia más disciplinada, la más obediente al Vaticano, está en un período de prueba interna que sin lugar a dudas va a provocar una agitación con consecuencias vitales para toda la organización del cristianismo que obedece a Roma.
Los rebeldes y los obedientes debidos 14/5/00
En Alemania acaba de ocurrir un hecho increíblemente sano, valiente, democrático. Pero no ya dentro de alguna organización civil o en algún grupo pacifista. No, en el propio ejército alemán. Con la presencia del ministro del Presidente de la Nación, del ministro de Defensa y del general en jefe del ejército se le acaba de quitar a un cuartel el nombre de un general vetusto y obediente por el de un suboficial desobediente y valiente hasta los tuétanos que en pleno reinado del terror nazi ayudó a perseguidos judíos a salvar sus vidas.
De Elena a Mirtha 15/4/00
Lo pedestre del ambiente político argentino nos habla de nuestra superficialidad rayana en lo perverso. La estupidez ya infamante de la señora Elena Cruz dejó al descubierto la mentalidad de quien puede llegar a ser parte del poder del país por el único mérito de aparentar ser señora bien. Dejó al desnudo que la lista del señor Cavallo se formó sobre la base no de méritos por la República sino de nombres que pudieran impresionar a los sectores que aplauden el gatillo fácil, o aquello de “hay que matarlos a todos”, o que aplauden desaforadamente la línea impresa a la opinión pública por el gatillador Patti y los suyos. Como aplaudieron entusiasmados en su tiempo aquello del método represivo de la impiedad
La virtud no se pinta la cara 1/4/00
Dos noticias de diferente relevancia, de diferente procedencia, de diferente tenor, coinciden en un mismo día y aparecen inconexas, porque lo son, salvo que a través de un ejercicio intelectual se disponga de ellas como de las dos caras de una misma moneda. En la primera, la esposa de Tony Blair,ostentando su panza de embarazada, pronunció un discurso en el que dejó entrever que espera que su marido se tome las dos semanas de licencia por paternidad que las leyes de su país otorgan a los hombres. En la otra, local, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales Estibadores (Uatre) presentó una denuncia sobre las condiciones infrahumanas que soportan niños bolivianos de entre dos y cuatro años en la zona frutihortícola del Gran Santa Fe, cuyos padres, para poder cumplir con las largas jornadas laborales, los dejan más de ocho horas diarias en un pozo de tierra
Entre el senado y el SIDA 18/3/00
 El mismo día que en Alemania se iniciaban las actuaciones judiciales contra la ex decana de la Facultad de Medicina de Jena, Rosemarie Albrecht, de 84 años, acusada de ser la instigadora de la muerte de más de un centenar de mujeres y niños discapacitados durante la época del nazismo, ese mismo día, casi a la misma hora, el Senado de la Nación Argentina aprobaba el ascenso de oficiales del las fuerzas armadas acusados de crímenes durante los años del sistema de desaparición de personas. ¿Qué comentario queda por hacer? Sólo el profundo dolor de la impotencia ante el ludibrio. Ser testigos de pronto de esto: la llamada democracia argentina asciende a sus acusados de criminales.
Uniformes y disfraces 22/01/00

Vayamos por paso: el ejército alemán actual, la Bundeswehr, fue un producto típico de la Guerra Fría. Pero se dio la posibilidad a todos aquellos jóvenes que no querían cumplir un año de servicio militar obligatorio, a hacer un período más largo en un servicio social. Para ser liberado del servicio militar necesita el joven demostrar por qué no quiere hacerlo y dar razones éticas e ideológicas suficientes.   Pero, en la década del setenta esa solución comenzó a presentar problemas: la disminución de la natalidad y el aumento de los jóvenes que prefieren el servicio social y no el de las armas hizo que se temiera que no se pudieran completar las trescientas mil plazas de soldados que tienen las fuerzas armadas. Y entonces, adivine lector, a quién se recurrió para tapar ese agujero. Sí, a la mujer.

Quién iba a decir que alguna vez a estos prominentes personajes que aparecen como modelos del mundo occidental y cristiano se les podría aplicar aquello tan rioplatense de "meter la mano en la lata". Porque es así, el tema actual en esta Alemania del 2000 es que primeras figuras de la Democracia Cristiana, como el ex primer ministro Helmut Kohl, y de la Socialdemocracia, como el actual presidente Johannes Rau, metieron las manos en la lata. ¿Cómo salir de esto? ¿Quién le pone el cascabel al gato si todos, todos, danzan al son de la melodía de los grandes consorcios internacionales?
 
 
   
 

 
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