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1.Las Sagradas Escrituras
El Dios de la Biblia es un Dios que se nos
revela. No nos deja solos en nuestra condición de seres
perdidos, apartados de El por el pecado. Viene a nosotros
mostrándonos su carácter, re-velando su voluntad,
ofreciéndonos la salvación que ha provisto. Es Dios que habla:
"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en
otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros
días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero
de todo, y por quien asimismo hizo el universo" (Heb. 1: 1,
2).
Las Sagradas Escrituras, que comprenden el
Antiguo y Nuevo Testamentos, son el registro vivo de la voz de
Dios. Son más que la historia de encuentros divinos producidos
en el pasado, más que monumentos a la fe de generaciones
anteriores; son la palabra de Dios. Fue Dios el Espíritu Santo
quien la trajo al inspirar las mentes de los escritores
bíblicos(2 Ped. 1: 20, 21). El mismo Espíritu se mueve hoy en
las Escrituras dirigiéndose a nosotros personalmente,
llamándonos a que volvamos a Dios, convenciéndonos de pecado,
iluminando nuestras mentes y atrayendo nuestros corazones: "Si
oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones" (Heb.
3: 7, 8).
Puesto que Dios es el autor de las
Escrituras, éstas son inmutables y vivientes. A semejanza de
Jesús, el encarnado Hijo de Dios, las Escrituras son la
Palabra hecha carne Juan 1: 14). Son una fusión única de
divinidad y humanidad. Dios no dictó las Escrituras, tampoco
nos las dio en un lenguaje de otro mundo. Más bien movió a la
gente; a personas con variados ante-cedentes, a gente culta y
a gente con escasa educación; a gente de sangre real y a gente
común. Inspiró sus mentes con el mensaje divino para la
humanidad; luego ellos expresaron las ideas divinas en sus
propias palabras.
Las Sagradas Escrituras
Así la Biblia es completamente humana, pero
más que humana. A través de sus palabras humanas,
pensamientos, historia y normas, Dios habla. Aunque la Biblia
tiene muchos escritores tiene, sin embargo, un Autor. Las
Escrituras son autoritativas. Nosotros debemos creer en ellas
y practicar lo que mandan. Toda opinión humana debe ser
sometida a prueba por la Escritura. Ellas son, en todas sus
partes, la verdad infalible.
Las Escrituras pueden hacernos sabios "para
la salvación por la fe que es en Cristo Jesús" (2 Tim. 3: 15).
Son infalibles en la exposición del plan de Dios para la
redención de la humanidad perdida. Tanto en el Antiguo como en
el Nuevo Testamento el plan es el mismo, y se centra en
Jesucristo. Toda la Escritura, trátese de la profecía en el
Antiguo Testamento o de su cumplimiento en el Nuevo, testifica
de El (Juan 5: 39; I Ped. 1: 10, 11). El, la Palabra de Dios
que se hizo carne Juan 1: 1, 2, 14), es la persona central de
la Palabra escrita de Dios.
Norma inmutable
Puesto que Dios no cambia, la revelación de
su carácter en las Escrituras es inmutable. Dado que su manera
de salvar a los hombres y mujeres perdidos es una, la
descripción bíblica de esa manera nunca puede ser invalidada.
Siendo que su voluntad es firme, la función didáctica de las
Escrituras es indispensable. Y, puesto que son la palabra de
Dios, nos llaman a todos a la salvación y obediencia. En un
mundo de fluctuación y cambio, de valores variables y de
conflictivos reclamos de verdad, ellas siguen siendo la única
norma infalible. Son lámpara a nuestros pies y lumbrera a
nuestro camino (Sal. 119: 105). Prueban nuestra experiencia,
no sea que caigamos presa de nuestros propios sentimientos.
Nos dicen cómo vivir día tras día. Nos apartan de las arenas
movedizas del error. Nos guían a través de los peligros de los
últimos tiempos. Nos recuerdan que somos hijos e hijas del
Dios vivo, formados por El, amados por El, aceptados por El en
Jesucristo y destinados a vivir con El eternamente (2 Tim. 3:
16, 17). En ellas hallamos a Jesús, la Palabra hecha carne,
nuestro Salvador y Señor.
Cuando nos nutrimos de ellas, "renacemos" (1
Ped. 1: 23) y somos transformados diariamente a su imagen (2
Cor. 3: 18). Así, las Escrituras son nuestra luz, nuestro
alimento, nuestro refugio. Tal como guiaron al pueblo de Dios
en todos los tiempos, ellas son aún "el gozo y la alegría" de
nuestros corazones Jer. 15: 16), nuestro solaz en la
aflicción, nuestro consejo en la prosperidad y nuestra
esperanza de vida eterna.
Cuando abordamos el estudio de las
Escrituras debemos recordar su carácter particular. Los medios
comunes de investigación son inadecuados; ne-cesitamos la guía
del Espíritu Santo. Las cosas espirituales se disciernen
espiritualmente (1 Cor. 2: 11-14). Debemos ser susceptibles de
aceptar las Escrituras como la Palabra de Dios, estar listos
para recibir la instrucción que Dios tiene para nosotros. "El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (Apoc.
2: 7, 11, 17, 29; 3: 6, 13, 22). La invitación del Señor a
todos los hombres y mujeres es: "Gustad, y ved que es bueno
Jehová" (Sal. 34: 8). A cada uno que abre la Biblia con
corazón anhelante, El se revela a sí mismo como su Autor. Las
Sagradas Escrituras viven con su vida: El,es el Dios que
habla, aún habla hoy.
Apoyo Bíblico para este tema:
- 2Pedro 1:20,21
- 2Timoteo 3:16,17
- Salmos 119:105
- Proverbios 30:5,6
- Isaías 8:20 S.Juan 17:17
- 1Tesalonicences 2:13
- Hebreos 4:12
2.La Trinidad
Hay un solo Dios: Padre, Hijo, y Espíritu
Santo, una unidad de tres Personas co-eternales. Dios es
inmortal, todopoderoso, omnisapiente, sobre todo, y
omnipresente. El es infinito y está mas allá de toda
comprensión humana, pero es conocido por Su auto revelación.
El es siempre digno de alabanza, adoración, y servicio por
toda la creación.
Aunque otras religiones incluyen una
"trinidad" en sus panteones, sólo el cristianismo se destaca
por una creencia general en un Dios trino, un verdadero Dios
viviente (Deut. 6: 4), que existe en una unidad de tres Per-sonas
distintas, coeternas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las
Personas divinas en esta Deidad triuna son inmortales,
omnipotentes y omnisapientes.
La Deidad es infinita y está más allá de
toda comprensión humana. Sin em-bargo se la puede conocer
hasta donde ha decidido revelarse. Los miembros de la
Divinidad se han revelado a sí mismos por medio de las obras
de sus manos manifestadas en la naturaleza, en circunstancias
providenciales, en la Palabra escrita: la Biblia, y en la
Pala-bra viviente: Jesucristo. Las Escrituras enseñan que el
Dios único existe como tres personas distintas, la Trinidad:
1. Dios el Padre: "Para nosotros, sin
embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas
las co-sas" (I Cor. 8: 6). "Un Dios y Padre de todos, el cual
es sobre todos, y por todos, y en todos" (Efe. 4: 6).
2. Dios el Hijo: "Porque en el [ Cristo]
habita corporalmente toda la pler1itud de la Deidad" (Col. 2:
9). "Aguardando la esperanza bienaventurada v la manifestación
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucris-to" (Tito 2:
13).
3. Dios el Espíritu Santo: "Y dijo Pedro:
Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses
al Espíritu Santo?. . . No has mentido a los hombres, sino a
Dios" (Hech. 5: 3, 4). "Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu. . . Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en el? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios" (1 Cor. 2: 10, 11).
En la Biblia, las tres personas de la
Divinidad se presentan interrelacionándose entre sí de la
misma manera que los hombres. Usan pronombres personales
cuando hablan de uno y otro (véase Mat. 17: 5; Juan 16: 13,
28; 17: 1). Se aman y glorifican el uno al otro (véase Juan 3:
35; 15: 10; 16: 14). El Padre envía al Hijo (Mat. 10: 40), el
Hijo ora al Padre (Juan 17: 18) y el Padre y el Hijo envían al
Espíritu Santo como su representante (Juan 14: 26; 16: 7). Las
personas de la Deidad son tan distintas que pueden hablar
entre sí, amarse recíprocamente y actuar relacionadas una con
otra. Cada una de ellas tiene también una obra en particular
que realizar aun cuando cooperan en actividades conjuntas
tales como la creación y redención.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Deuteronomio 6:4
- Mateo 28:19
- 2Corintios 13:14
- Efesios 4:4-6
- 1Pedro 1:2
- 1Timoteo 1:17
- Apocalipsis 14:7
3.El Padre
Dios el eterno Padre es el Creador, la
Fuente, el Sustentador, y el Soberano de toda la creación. Es
justo y santo, misericordioso, lento para la ira, y abundante
en misericordia y fidelidad. Las cualidades y poderes
exhibidos en el Hijo y el Espíritu Santo también son
revelaciones del Padre.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Génesis 1:1
- Apocalipsis 4:11
- 1Corintios 15:28
- S.Juan 3:16
- 1Juan 4:8
- 1Timoteo 1:17
- Exodo 34:6,7
- S.Juan 14:9
4.El Hijo
Dios el eterno Hijo se encarnó en Cristo
Jesús. Por él todas las cosas fueron creadas, el carácter de
Dios es revelado, la salvación de la humanidad es realizada, y
el mundo es juzgado. Siempre Dios verdadero, se convirtió
verdaderamente hombre, Jesús el Cristo. Fue concebido del
Espíritu Santo y nacido de la virgen María. Vivió y pasó la
tentación como todo ser humano, pero ejemplificó perfectamente
la rectitud y el amor de Dios. Por sus milagros manifestó el
poder de Dios y fue visto como el Mesías prometido de Dios.
Sufrió y murió voluntariamente en la cruz por nuestros
pecados. Volverá de nuevo en gloria para la última liberación
de su pueblo y la restauración de todas las cosas.
Apoyo Bíblico para este tema:
- S.Juan 1:1-3 y S.Juan 1:14
- Col. 1:15-19
- S.Juan 10:30
- S.Juan 14:9
- Romanos 6:23
- 2Corintios 5:17-19
- S.Juan 5:22
- Lucas 1:35
- Filipenses 2:5-11
- Hebreos 2:9-18
- 1Corintios 15:3,4
- Hebreos 8:1,2
- S.Juan 14:1-3
5.El Espíritu Santo
Dios el eterno Espíritu participó con el
Padre e Hijo en la creación, la encarnación, y la redención.
Inspiró a los escritores de las Escrituras. Llenó la vida de
Cristo con poder. El llama y convence al ser humano y a
quienes responden, los renueva y transforma a imagen de Dios.
Enviado por Dios y el Hijo para estar siempre con Sus hijos,
imparte dones espirituales a la iglesia para ser testigo de
Cristo, y en armonía con las Escrituras la conduce a la
verdad.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Génesis 1:1,2
- Lucas 1:35
- Lucas 4:18
- Hechos 10:38
- 2Pedro 1:21
- 2Corintios 3:18
- Efesios 4:11,12
- Hechos 1:8
- S.Juan 14:16-18 y S.Juan 14:26
- S.Juan 15:26,27
- S.Juan 16:7-13
6.La Creación
Dios es Creador de todas las cosas, y ha
revelado en la Escritura la historia auténtica de Su actividad
creativa. En seis dias el Señor hizo los cielos y la tierra y
a todo ser viviente sobre la tierra, y descansó el séptimo
día. De esta manera estableció el Sábado como perpetuo
conmemorativo de Su obra creativa completada. El primer hombre
y mujer fueron hechos a imagen de Dios, como obra coronadora
de la Creación. Les fueron dados dominio sobre la tierra, y la
responsabilidad de cuidarla. Cuando el mundo fue acabado era
muy bueno declarando la gloria de Dios.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Génesis 1 y 2
- Exodo 20:8-11
- Salmos 19:1-6
- Salmos 33:6 y Salmos 33:9
- Salmos 104
- Hebreos 11:3
7.La Naturaleza del Hombre
El hombre y la mujer fueron hechos en la
imagen de Dios con individualidad, y el poder y la libertad de
pensar y actuar. Aunque creados seres libres, cada uno es una
unidad inseparable de cuerpo, mente, y alma, dependiendo de
Dios para el aliento de vida y toda otra cosa. Cuando nuestros
primeros padres desobedecieron a Dios, ellos negaron su
dependencia en El y cayeron de su alta posición. La imagen de
Dios en ellos fue desfigurada y fueron sujetos a la muerte. Su
descendencia sufre también su naturaleza caida y sus
consecuencias. Nacemos con debilidades y tendencias al mal.
Pero Dios en Cristo reconcilia al mundo consigo mismo y por
medio de Su Espíritu restaura en los penitentes mortales la
imagen de su Creador. Creados para la gloria de Dios, ellos
son llamados a amarle y a amarnos los unos a otros cuidando
tambien del medio ambiente en donde vivimos.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Génesis 1:26-28
- Génesis 2:7
- Salmos 8:4-8
- Hechos 17:24-28
- Génesis 3
- Salmos 51:5
- Romanos 5:12-17
- 2Corintios 5:19,20
- Salmos 51:10
- 1Juan 4:7,8 y 1Juan 4:11 y 1Juan 4:20
- Génesis 2:15
8.El Gran Conflicto
Toda la humanidad esta envuelta hoy en el
gran conflicto entre Cristo y Satanás sobre el carácter de
Dios, su ley y su soberanía sobre el universo. Este conflicto
tuvo origen en el cielo cuando un ser creado, dotado con el
libre albedrío, en exaltación propia se convirtió en Satanás,
el adversario de Dios y condujo a una porción de los angeles a
la rebelión. El introdujo el espíritu de rebelión a este mundo
cuando llevó a Adán y a Eva al pecado. Esta transgresión
humana resultó en la desfiguración de la imagen de Dios en la
humanidad, en el desorden en el mundo creado, y en su
devastación eventual, como en la instancia del diluvio
mundial. Observado por todo el resto de la creación, este
mundo se convirtió en el tribunal del conflicto universal, en
el cual el amor de Dios sera finalmente vindicado. Para
asistir a Su pueblo en este conflicto Cristo envia al Espíritu
Santo y a su fieles angeles para guiar, proteger, y sostener a
los suyos en el camino a la salvación.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Apocalipsis 12:4-9
- Isaías 14:12-14
- Ezequiel 28:12-18
- Génesis 3
- Romanos 1:19-32
- Romanos 5:12-21
- Romanos 8:19-22
- Génesis 6:8
- 2Pedro 3:6
- 1Corintios 4:9
- Hebreos 1:14
9.Vida, Muerte y Resurrección de Cristo
Mediante la vida de Cristo, de perfecta
obediencia a la voluntad de Dios, y sus sufrimientos, su
muerte y su resurrección, Dios proveyó el único medio válido
para expiar el pecado de la humanidad, de manera que los que
por fe acepten esta expiación puedan tener acceso a la vida
eterna, y toda la creación pueda comprender mejor el infinito
y santo amor del Creador. Esta expiación perfecta vindica la
justicia de la ley de Dios y la benignidad de su carácter,
porque condena nuestro pecado y al mismo tiempo hace provisión
para nuestro perdón. La muerte de Cristo es vicaria y
expiatoria, reconciliadora y transformadora. La resurrección
de Cristo proclama el triunfo de Dios sobre las fuerzas del
mal, y a los que aceptan la expiación les asegura la victoria
final sobre el pecado y la muerte. Declara el señorío de
Jesucristo, ante quien se doblará toda rodilla en el cielo y
en la tierra.
Apoyo Bíblico para este tema:
- S.Juan 3:16
- Isaías 53
- 1Pedro 2:21,22
- 1Corintios 15:3,4 y 1Corintios 15:20-22
- 2Corintios 5:14,15 y 2Corinthios 5:19-21
- Romanos 1:4
- Romanos 3:25
- Romanos 4:25
- Romanos 8:3,4
- 1Juan 2:2
- 1Juan 4:10
- Col. 2:15
- Filipenses. 2:6-11
10.La Experiencia de la Salvación
Con amor y misericordia infinitos Dios hizo
que Cristo, que no conoció pecado, fuera hecho pecado por
nosotros, para que nosotros pudiésemos ser hechos justicia de
Dios en él. Guiados por el Espíritu Santo, experimentamos
nuestra necesidad, reconocemos nuestra pecaminosidad, nos
arrepentimos de nuestras transgresiones, y ejercemos fe en
Jesús como Señor y Cristo, como sustituto y ejemplo. Esta fe
que recibe salvación nos llega por medio del poder divino de
la Palabra y es un don de la gracia de Dios. Mediante Cristo
somos justificados, adoptados como hijos e hijas de Dios y
librados del señorío del pecado. Por medio del Espíritu
nacemos de nuevo y somos santificados; el Espíritu renueva
nuestra mente, graba la ley de amor de Dios en nuestros
corazones y nos da poder para vivir una vida santa. Al
permanecer en él somos participantes de la naturaleza divina y
tenemos la seguridad de la salvación ahora y en ocasión del
juicio.
Apoyo Bíblico para este tema:
- 2Corintios 5:17-21
- S.Juan 3:16
- Gálatas 1:4
- Gálatas 4:4-7
- Tito 3:3-7
- S.Juan 16:8
11.La Iglesia
La iglesia es la comunidad de los creyentes
que confiesa que Jesucristo es el Señor y Salvador.
Manteniendo la continuidad con el pueblo de Dios de los
tiempos del Antiguo Testamento, se nos llamma a separarnos del
mundo; y nos reunimos para adorar, para tener comunión los
unos con los otros, para ser instruidos en la Palabra, para la
celebración de la Cena del Señor, para servir a toda la
humanidad, y con el propósito de proclamar a todo el mundo el
Evangelio. La iglesia deriva su autoridad de Cristo, quien es
la Palabra encarnada, y de las Escrituras, que constituyen la
Palabra escrita. La iglesia es la familia de Dios; sus
miembros, que fueron adoptados por él como sus hijos, viven en
base al nuevo pacto. La es iglesia es el cuerpo de Cristo, una
comunidad de fe de la cual Cristo mismo es la Cabeza. La
iglesia es la novia por la cual Cristo murió con el fin de
santificarla y purificarla. Cuando vuelva triunfante, la
presentará a sí mismo, una iglesia gloriosa, compuesta por los
fieles de todas las edades, comprados con su sangre, los
cuales no tienen mancha ni arruga, sino que son santos e
inmaculados.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Génesis 12:3
- Hechos 7:38
- Efesios 4:11-15
- Efesios 3:8-11
- Mateo 28:19,20
- Mateo 16:13-20
- Mateo 18:18
- Efesios 2:19-22
- Efesios 1:22,23
- Efesios 5:23-27
- Col. 1:17,18
12.El Remanente y su Misión
La iglesia universal está compuesta de todos
los que creen verdaderamente en Cristo , pero en los últimos
días, que son una época de extensa apostasía, hay un remanente
que ha sido llamado para guardar los mandamientos de Dios y la
fe de Jesús. Este remanente anuncia la llegada de la hora del
juicio, proclama salvación por medio de Cristo, y levanta su
voz para anunciar la proximidad de su segundo advenimiento.
esta proclamación está está simbolizada por los tres ángeles
de Apocalipsis 14; coincide con la obra del juicio en el cielo
y resulta en una obra de arrepentimiento y reforma en la
tierra. a todo creyente se lo llama para que tenga una parte
individual en el testimonio mundial de la iglesia.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Apocalipsis 12:17
- Apocalipsis14:6-12
- Apocalipsis 18:1-4
- 2Corintios 5:10
- Judas 3 y Judas 14
- 1Pedro 1:16-19
- 2Pedro 3:10-14
- Apocalipsis 21:1-14
13.Unidad en el cuerpo de Cristo
La iglesia es un cuerpo con muchos miembros,
llamados de toda nación, tribu, lengua y pueblo . En Cristo
somos una creación; las distinciones de raza, cultura,
educación y nacionalidad, así como las diferencias entre las
posiciones elevadas y humildes, ricos y pobres, varones y
mujeres, no deben producir divisiones entre nosotros. Somos
todos iguales en Cristo, el cual por un Espíritu nos ha
unificado en una comunión con él y los unos con los otros;
debemos servir y ser servidos sin parcialidad ni
reservaciones. Por medio de la revelación de Jesucristo que
presentan las escrituras, compartimos la misma fe y esperanza,
proyectamos un solo testimonio ante todos. Esta unidad tiene
su fuente en la unidad del Dios triuno, el cual nos ha
adoptado como sus hijos.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Romanos 12:4,5
- 1Corintios 12:12-14
- Mateo 28:19,20
- Salmos 133:1,2
- 2Corintios 5:16,17
- Hechos 17:26,27
- Gálatas 3:27,29
- Col. 3:10-15
- Efesios 4:14-16; 4:1-6
- S.Juan 17:20-23
14.El Bautismo
Por el bautismo confesamos nuestra fe en la
muerte y resurección de Jesucristo, y testificamos de nuestra
muerte al pecado y de nuestro propósito de caminar en novedad
de vidad. De este modo reconocemos que Cristo es nuestro Señor
y Salvador, llegamos a ser su pueblo, y somos recibidos como
miembros por su iglesia. El bautismo es un símbolo de nuestra
unión con Cristo, el perdón de nuestros pecados y nuestra
recepción del Espíritu Santo. Se efectúa por inmersión en el
agua, y depende de nuestra afirmación de fe en Jesús y
evidencia de arrepentimiento del pecado. Sigue a la
instrucción en las Sagradas Escrituras y la aceptación de sus
enseñanzas.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Romanos 6:1-6
- Col. 2:12,13
- Hechos 16:30-33
- Hechos 22:16
- Hechos 2:38
- Mateo 28:19,20
15.La Santa Cena del Señor
La Cena del Señor es la participación de los
emblemas del cuerpo y la sangre de Jesús como una expresión de
fe en él, nuestro Señor y Salvador. En esta experiencia de
Comunión, Cristo está presente para encontrarse con su pueblo
y fortalecerlo. Al participar, proclamamos gozosos la muerte
del Señor hasta que vuelva. La preparación para la Cena
incluye el examen de uno mismo, el arrepentimiento y
confesión. El Maestro ordenó el servicio del levantamiento de
los pies para simbolizar la prurificación renovada, para
expresar el deseo de servirnos los unos a los otros en
humildad cristiana, y para unir nuestros corazones en amor. El
servicio de la comunión está abierto para todos los
cristianos.
Apoyo Bíblico para este tema:
- 1Corintios 10:16,17
- 1Corintios 11:23-30
- Mateo 26:17-30
- Apocalipsis 3:20
- S.Juan 6:48-63
- S.Juan 13:1-17
16.Dones Espirituales y Ministerios
Dios concede a todos los miembros de su
iglesia en todas las edades, dones espirituales, los cuales
cada miembro debe usar en el ministerio de amor para el bien
común de la iglesia y la humanidad. Dados por la agencia del
Espíritu Santo, el cual reparte a cada miembro según su
voluntad, los dones proveen todas las capacidades y
ministerios que necesita la iglesia para cumplir sus funciones
divinamente ordenadas. Según las escrituras, dichos dones
incluyen los ministerios de la fe, sanidades, profecía,
proclamación, enseñanza, administración, reconciliación,
compasión, y servicio abnegado y caridad, para ayuda y apoyo
del pueblo. Algunos miembros son llamados por Dios y
capacitados por el Espíritu para realizar funciones
reconocidas por la iglesia en ministerios pastoral,
evangelismo, apostólico y de enseñanza, los cuales se
necesitan especialmente para equipar los miembros para el
servicio, para edificar la iglesia hasta la madurez
espiritual, y con el fin de promover la unidad de la fe y del
conocimiento de Dios. Cuando los miembros usan estos dones
espirituales como fieles mayordomos de la multiforme gracia de
Dios, la iglesia se ve protegida de la influencia destructora
de las falsas doctrinas, crece con el crecimiento que viene de
Dios, y se ve fortalecida en la fe y en el amor.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Romanos 12:4-8
- 1Corintios 2:9-11 y 27-28
- Efesios 4:8 y11-16
- Hechos 6:1-7
- 1Timoteo 2:1-3
- 1Pedro 4:10,11
17.El Don de la Profecía
Uno de los dones del Espíritu Santo es el de
profecía. Este don constituye un rasgo que identifica a la
iglesia remanente, y se manifestó en el ministerio de Elena G.
de White. Por haber sido la mensajera del Señor, sus escritos
proveen una fuente de verdad perdurable y autoritativa, que
provee para la iglesia consuelo, conducción, instrucción y
corrección. Además, hacen claro el hecho de que la Biblia es
la regla con la cual se debe probar toda enseñanza y
experiencia.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Joel 2:28,29
- Hechos 2:14-21
- Hebreos 1:1-3
- Apocalipsis 12:17
- Apocalipsis 19:10
18.La Ley de Dios
Los grandes principios de la ley de Dios se
hallan incorporados en los Diez Mandamientos, y ejemplificados
en la vida de Cristo. Expresan el amor de Dios, su voluntad y
sus propósitos en lo que concierne a la conducta y las
relaciones humanas, y son obligatorios para todo individuo en
todas las edades. Esos preceptos son la base del pacto que
Dios ha hecho con su pueblo, y la norma que se usa en el
juicio de Dios. Por medio de la agencia del Espíritu Santo,
definen el pecado y despiertan el sentido de nuestra necesidad
de un Salvador. La salvación viene exclusivamente por gracia y
no por obras, pero su fruto es la obediencia a los
Mandamientos. Esta obediencia desarrolla el carácter del
cristiano y produce una sensación de bienestar. Constituye una
evidencia de nuestro amor por el Señor y de nuestra
preocupación por nuestros semejantes. La obediencia de fe
demuestra el poder que Cristo tiene para transformar vidas, y
en consecuencia fortalece el testimonio del cristiano.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Exodo 20:1-17
- Salmos 40:7,8
- Mateo 22:36-40
- Deuteronomio 28:1-14
- Mateo 5:17-20
- Hebreos 8:8-10
- S.Juan 16:7-10
- Efesios 2:8-10
- 1Juan 5:3
- Romanos 8:3,4
- Salmos 19:7-14
19.El Día de Reposo
El benéfico Creador, después de los seis
días de la creación, reposó; en el séptimo día e instituyó el
sábado para toda la humanidad como un memorial de la creación
. El cuarto mandamiento de la inmutable ley de Dios requiere
la observancia de este séptimo día sábado como el dóa de
reposo, adoración y ministerio en armonía con la enseñanza y
la práctica de Jesús, en el Señor del sábado. El sábado es un
día de deleitosa comunión con Dios y con nuestros semejantes.
Es un símbolo de nuestra rendención en Cristo, una señal de
nuestra santificación, una muestra de nuestra fidelidad, y una
anticipación de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El
sábado es la señal perpetua que Dios ha dejado acerca de su
pacto eterno entre él y su pueblo. La gozosa observancia de
este sagrado tiempo, de tarde a tarde, de puesta de sol a
puesta de sol, constituye una celebración de la actividad
creadora y redentora de Dios.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Exodo 20:1-17
- Salmos 40:7,8
- Mateo 22:36-40
- Deuteronomio 28:1-14
- Mateo 5:17-20
- Hebreos 8:8-10
- S.Juan 16:7-10
- Efesios 2:8-10
- 1Juan 5:3
- Romanos 8:3,4
- Salmos 19:7-14
20.La Mayordomía
Somos mayordomos de Dios, quien nos ha
confiado tiempo y oportunidades, capacidades y posesiones, y
las bendiciones de la tierra y sus recursos. Somos
responsables ante él de su uso correcto. Reconocemos que Dios
es el dueño, al rendir fiel servicio tanto a él como a
nuestros semejante, al devolver los diezmos y dar ofrendas
para la proclamación de su Evangelio y el apoyo y crecimiento
de su iglesia. La mayordomía es un privilegio que Dios nos
concede para ayudarnos a crecer en amor y a obtener la
victoria sobre el egoísmo y la codicia. El mayordomo se
regocija en las bendiciones que otros reciben como resultado
de su fidelidad.
Apoyo Bíblico para este tema:
- Génesis 1:26-28
- Génesis 2:15
- 1Crónicas 29:14
- Hageo 1:3-11
- Malaquías 3:8-12
- 1Corintios 9:9-14
- Mateo 23:23
- Romanos 15:26,27
- 2Corintios 8:1-15
21.Conducta Cristiana
Se nos invita a ser gente piadosa que
piense, sienta y actúe en armonía con los principios del
cielo. Para que el Espíritu vuelva a crear en nosotros el
carácter de nuestro Señor, participamos solamente en lo que
produce pureza, salud y gozo cristiano en nuestra vida. Esto
significa que nuestras recreaciones y entretenimientos estarán
en armonía con las más elevadas normas de gusto y belleza
cristianos. Si bien reconocemos las diferencias culturales,
nuestra vestimenta debiera ser sencilla, modesta y pulcra,
como corresponde a aquellos cuya verdadera belleza no consiste
en el adorno exterior, sino en el inmarcesible ornamento de un
espíritu apacible y tranquilo. Significa tambíen que, puesto
que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, debemos
cuidarlos inteligentemente. Junto con la práctica adecuada del
ejercicio y el descanso, debemos adoptar un régimen
alimentario lo más saludable posible y abstenernos de
alimentos impuros identificados como tales en las Escrituras.
Puesto que las bebidas alcohólicas, el tabaco y el empleo de
drogas y narcóticos son dañinos para nuestros cuerpos, también
nos abstendremos de ellos. En cambio, nos dedicaremos a todo
lo que ponga nuestros pensamientos y cuerpos en armonía con la
disciplina de Cristo, quien quiere que gocemos de salud, de
alegría y de todo lo bueno.
Referencias Bíblicas sobre este tema:
- Romanos 12:1, 2
- 1 Juan 2:6
- Efesios 5:1-21
- Filipenses 4:8
- 2 Corintios 10:5
- 2 Corintios 6:14-7:1
- 1 Pedro 3:1-4
- 1 Corintios 6:19, 20
- 1 Corintios 10:31
- Levítico 11:1-47
- 3 Juan 2
22.El Matrimonio y la Familia
El matrimonio fue establecido por Dios en el
Edén y confirmado por Jesús para que fuera una unión por toda
la vida entre un hombre y una mujer en amante compañerismo.
Para el cristiano el matrimonio es un compromiso a la vez con
Dios y con su cónyuge, y este paso debieran darlo sólo
personas que participan de la misma fe. El amor mutuo, el
honor, el respeto y la responsabilidad son la trama y la
urdimbre de esta relación que debiera reflejar el amor, la
santidad, la intimidad y la perdurabilidad de la relación que
existe entre Cristo y su iglesia. Con respecto al divorcio,
Jesús enseñó que la persona que se divorcia, a menos que sea
por causa de fornicación, y se case con otra, comete
adulterio. Aunque algunas relaciones familiares estén lejos de
ser ideales, los socios en la relación matrimonial que se
consagran plenamente el uno al otro en Cristo, pueden lograr
una amorosa unidad gracias a la dirección del Espíritu y al
amante cuidado de la iglesia. Dios bendice la familia y es su
propósito que sus miembros se ayuden mutuamente hasta alcanzar
la plena madurez. Los padres deben criar a sus hijos para que
amen y obedezcan al Señor. Mediante el precepto y el ejemplo
debieran enseñarles que Cristo disciplina amorosamente, que
siempre es tierno y que se preocupa por sus criaturas, y que
quiere que lleguen a ser de su cuerpo, la familia de Dios. Una
creciente intimidad familiar es uno de los rasgos
característicos del último mensaje evangélico.
Referencias Bíblicas sobre este tema:
- Génesis 2:18-25
- Mateo 19:3-9
- San Juan 2:1-11
- 2 Corintios 6:14
- Efesios 5:21-33
- Mateo 5:31,32
- Marcos 10:11, 12
- Lucas 16:18
- 1 Corintios 7:10, 11
- Éxodo 20:12
- Efesios 6:1-4
- Deuteronomio 6:5-9
- Proverbios 22:6
- Malaquías 4:5, 6
23.El Ministerio de Cristo en el
Santuario Celestial
Hay un santuario en el cielo, el verdadero
tabernáculo que el Señor erigió y no el hombre. En él Cristo
ministra en nuestro favor, para poner a disposición de los
creyentes los beneficios de su sacrificio expiatorio ofrecido
una vez y para siempre en la cruz. Llegó a ser nuestro gran
Sumo Sacerdote y comenzó su ministerio intercesor en ocasión
de su ascensión. En 1844, al concluir el período profético de
los 2.300, entró en la segunda y última fase de su ministerio
expiatorio. Esta obra es un juicio investigador que forma
parte de la eliminación definitiva del pecado, tipificada por
la purificación del antiguo santuario hebreo en el día de la
expiación. En el servicio simbólico el santuario se purificaba
mediante la sangre de los sacrificios de animales, pero las
cosas celestiales se purificaban mediante el perfecto
sacrificio de la sangre de Jesús. El juicio investigador pone
de manifiesto frente a las inteligencias celestiales quiénes
de entre los muertos duermen en Cristo y por lo tanto se los
considerará dignos, en él, de participar de la primera
resurrección. También aclara quiénes entre los vivientes están
morando en Cristo, guardando los mandamientos de Dios y la fe
de Jesús, y en él, por lo tanto estarán listos para ser
trasladados a su reino eterno. Este juicio vindica la justicia
de Dios al salvar a los que creen en Jesús. Declara que los
que permanecieron leales a Dios recibirán el reino. La
conclusión de este ministerio de Cristo señalará el fin del
tiempo de prueba otorgado a los seres humanos antes de su
segunda venida.
Referencias Bíblicas sobre este tema:
- Hebreos 8:1-5
- Hebreos 4:14-16
- Hebreos 9:11-28
- Hebreos 10:19-22
- Hebreos 1:3
- Hebreos 2:16, 17
- Daniel 7:9-27
- Daniel 8:13, 14
- Daniel 9:24-27
- Números 14:34
- Ezequiel 4:6
- Levítico 16
- Apocalipsis 14:6, 7
- Apocalipsis 20:12
- Apocalipsis 14:12
- Apocalipsis 22:12
24.La Segunda Venida de Cristo
La segunda venida de Cristo es la
bienaventurada esperanza de la iglesia, la gran culminación
del evangelio. La venida del Salvador será literal, personal,
visible y de alcance mundial. Cuando regrese, los justos
muertos resucitarán y junto con los justos vivos serán
glorificados y llevados al cielo, pero los impíos morirán. El
hecho de que la mayor parte de las profecías esté alcanzando
su pleno cumplimiento, unido a las actuales condiciones del
mundo, nos indica que la venida de Cristo es inminente. El
momento cuando ocurrirá este evento no ha sido revelado, y por
lo tanto se nos exhorta a estar preparados en todo tiempo.
Referencias Bíblicas sobre este tema:
- Tito 2:13
- Hebreos 9:28
- San Juan 14:1-3
- Hechos 1:9-11
- Mateo 24:14
- Apocalipsis 1:7
- Mateo 24:43, 44
- Mateo 26:64
- 1 Tesalonicenses 4:13-18
- 1 Corintios 15:51-54
- 1 Tesalonicenses 1:7-10
- 1 Tesalonicenses 2:8
- Apocalipsis 14:14-20
- Apocalipsis 19:11-21
- Mateo 24
- Marcos 13
- Lucas 21
- 2 Timoteo 3:1-5
- 1 Tesalonicenses 5:1-6
25.La Muerte y la Resurrección
La paga del pecado es muerte. Pero Dios, el
único inmortal, otorgará vida eterna a sus redimidos. Hasta
ese día, la muerte constituye un estado de inconsciencia para
todos los que hayan fallecido. Cuando Cristo, que es nuestra
vida, aparezca, los justos resucitados y los justos vivos
serán glorificados y todos juntos serán arrebatados para salir
al encuentro de su Señor. La segunda resurrección, la
resurrección de los impíos, ocurrirá mil años después.
Referencias Bíblicas sobre este tema:
- Romanos 6:23
- 1 Timoteo 6:15, 16
- Eclesiastés 9:5, 6
- Salmos 146:3, 4
- San Juan 11:11-14
- Colosenses 3:4
- 1 Corintios 15:51-54
- 1 Tesalonicenses 4:13-17
- San Juan 5:28,29
- Apocalipsis 20:1-20
26.El Milenio y el Fin del Pecado
El milenio es el reino de mil años de Cristo
con sus santos en el cielo que se extiende entre la primera y
la segunda resurrección. Durante ese tiempo serán juzgados los
impíos; la tierra estará completamente desolada, sin
habitantes humanos, pero sí ocupada por Satanás y sus ángeles.
Al terminar ese período, Cristo y sus santos, junto con la
Santa Ciudad, descenderán del cielo a la tierra. Los impíos
muertos resucitarán entonces, y junto con Satanás y sus
ángeles, rodearán la ciudad: pero el fuego de Dios los
consumirá y purificará la tierra. De ese modo el universo será
librado del pecado y de los pecadores para siempre.
Referencias Bíblicas sobre este tema:
- Apocalipsis 20
- 1 Corintios 6:2, 3
- Jeremías 4:23-26
- Apocalipsis 21:1-5
- Malaquías 4:1
- Ezequiel 28:18, 19
27.La Tierra Nueva
En la tierra nueva, donde morarán los
justos, Dios proporcionará un hogar eterno para los redimidos
y un ambiente perfecto para la vida, el amor, y el gozo sin
fin, y para aprender junto a su presencia. Porque allí Dios
mismo morará con su pueblo, y el sufrimiento y la muerte
terminarán para siempre. El gran conflicto habrá terminado y
el pecado no existirá más. Todas las cosas, animadas e
inanimadas, declararán que Dios es amor y él reinará para
siempre jamás. Amén.
Referencias Bíblicas sobre este tema:
- 2 Pedro 3:13
- Isaías 35
- Isaías 65:17-25
- Mateo 5:5
- Apocalipsis 21:1-7
- Apocalipsis 22:1-5
- Apocalipsis 11:15
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