El peligroso taumaturgo
 

Un clérigo que descreía del mormonismo fue a visitar a Joseph Smith, el profeta, y le pidió un milagro. Smith le contestó:
-Muy bien, señor. Lo dejo a su elección. Quiere usted quedar ciego o sordo?...Elige la parálisis, o prefiere que le seque una mano?. Hable, y en el nombre de Jesucristo yo satisfaré su deseo.
El clérigo balbuceó que no era esa la clase de milagro que el había solicitado.
-En tal caso, señor-dijo Smith-, usted se va a quedar sin milagro. Para convencerlo a usted no perjudicaré a otras personas.

 
M.R. Werner, Brigham Young (1925)
de "Cuentos breves y extraordinarios", J.L.Borges y A. Bioy Casares
 
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