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Rogativa navideña por la paz

martes, 28 de diciembre de 1999



Por Camile Roldán Soto

El Nuevo Día

ROGANDO POR el cese de las maniobras bélicas en Vieques, cientos de personas de todas las edades, encabezadas por una delegación de casi 30 líderes de distintas religiones y varios líderes políticos, se unieron anoche a la segunda rogativa celebrada en la historia de Puerto Rico.

Salieron de la Plaza San José, en el Viejo San Juan, hacia el monumento de La Rogativa de 1797 en el Paseo La Princesa, en estricto orden y con antorchas en mano, mientras se escuchaban canciones navideñas y el retumbar de las plenas.

Una vez allí, representantes de las iglesias católica, episcopal, metodista, evangélica y judía se dirigieron a los presentes.

"Que alegría tan inmensa y especial estar en esta rogativa histórica, rica por demás. Histórica porque se celebra ecuménicamente y en la época en que se celebra el misterio del nacimiento del Mesías. Todo por el compromiso de Paz para Vieques y Puerto Rico", dijo emocionado el obispo de la Iglesia Metodista, Juan Vera, a la vez que reafirmó su compromiso de continuar con la "obediencia evangélica para luchar por esta causa justa".

Asimismo, el obispo Vera recalcó que "si callamos, nos dijo Jesús, las piedras hablarán", refiriéndose a la responsabilidad de los líderes religiosos con la lucha para sacar a la Marina de la Isla Nena.

JUNTO AL monumento de La Rogativa, adornado con antorchas y un cartel que leía "Paz para Vieques", la alcaldesa de San Juan, Sila María Calderón, sostuvo que participó en la marcha movida por su deseo "profundo y arraigado de que la paz llegue pronto a Vieques".

"Aquí estamos para elevar una plegaria porque cesen los bombardeos para siempre. Unimos estas llamas para significar nuestra unión y consenso en que Vieques encuentre, al fin, la paz", dijo enfática la alcaldesa popular, quien estuvo flanqueada por el representante del Partido Independentista Puertorriqueño, Víctor García San Inocencio; Aníbal Acevedo Vilá y el líder de la Asociación de Pescadores de Vieques, Carlos Ventura.

En un emotivo mensaje, interrumpido varias veces por los aplausos de los presentes, el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, aludió a la rogativa del 1797 para recordar que en aquella ocasión, la procesión compuesta mayormente por religiosos, mujeres y niños que portaban grandes antorchas, logró que los ingleses desistieran en su deseo de apoderarse de Puerto Rico. Al divisar la gran cantidad de gente, los ingleses pensaron que se trataban de refuerzos.

"Ellos lograron el milagro por el que oraban. Y hoy, con pasión por la justicia, hemos venido a este lugar otra vez para pedir por la paz. En ambas ocasiones, la isla se ha visto amenazada por una actividad injusta. Pero aunque estamos divididos en la religión, estamos unidos en nuestra convicción de que los bombardeos son una violación a los derechos humanos de los viequenses".

EL LIDER de la iglesia católica exhortó a todos a "confiar en el triunfo final de la paz de Dios".

© 1999 El Nuevo Día - Derechos Reservados

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