"Sin
consenso no hay plebiscito"
miércoles, 26 de
julio de 2000
Por Benjamín Torres Gotay
El Nuevo Día
BARCELONETA - La líder popular Sila María Calderón
le hizo ayer la siguiente advertencia al presidente estadounidense Bill
Clinton: sin consenso ningún proceso para resolver el problema
del status va a dar resultado.
Esta advertencia la vertió Calderón al ofrecer el mensaje
principal en la ceremonia de conmemoración de la Constitución
del Estado Libre Asociado (ELA), celebrada en este municipio en momentos
en que arrecian intentos de la Casa Blanca por atender el problema del
status, cuando casi se acaba el Gobierno de Clinton.
"Hoy queremos decirle al Presidente de Estados Unidos que el ELA
representa la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo y esa voluntad hay
que respetarla. Queremos decirle que en cualquier proceso para atender
la situación del status tiene que ser uno justo a todas las partes",
sostuvo Calderón, ante una multitud estimada extraoficialmente en
unas 20,000 personas.
CUALQUIER
PROCESO, precisó Calderón, tiene que ser precedido de consultas
con todas las fuerzas políticas y todas las opciones tienen que
ser definidas y presentadas de manera justa.
"Un proceso sin esa equidad, sin ese juego limpio, sin esa justicia
no va a prosperar", afirmó Calderón en un mensaje también
dirigido al Congreso.
Mientras se celebraba esta actividad, a la que acudió todo el
liderato popular importante salvo el ex gobernador Rafael Hernández
Colón, en Snformaba de que el presidente Clinton se comprometió
a resolver el problema del status en un año, aunque termina su mandato
en enero del 2001.
Calderón, en una entrevista posterior con El Nuevo Día,
dijo que la Casa Blanca responde a "otras finalidades" y acusó al
presidente Clinton de actuar a petición del Partido Nuevo Progresista
(PNP). "Al presidente Clinton le quedan como tres meses de incumbencia.
Ha tenido ocho años para hacer esto y este es un proceso que tiene
otras finalidades", dijo. El discurso de la alcaldesa Calderón ante
la multitud de populares no generó grandes reacciones, salvo cuando
se refirió a la lucha del pueblo viequense contra la presencia militar.
El Nuevo Día supo que incluso líderes populares generalmente
incondicionales a Calderón reaccionaron con cierta insatisfacción
al discurso.
CALDERON SOSTUVO que, en vista de que la actividad se sufragó
con fondos públicos, su intención fue dar un discurso "prudente".
"Esto era una actividad oficial y el propósito del discurso no era
avivar fuerzas ni tenía propósitos políticos", dijo,
al reconocer que su alocución no generó grandes pasiones
en la audiencia.
Aseguró,
además, que aunque hubo insignias políticas, abundó
el color rojo distintivo del PPD y se le hizo protagonista de la actividad
siendo líder de la oposición al PNP, la ceremonia se realizó
de acuerdo con las directrices emitidas por el contralor Manuel Díaz
Saldaña para actividades sufragadas con fondos públicos.
"LA REALIDAD es que la actividad se llevó a cabo con el mayor
decoro y que se prohibieron las insignias políticas y si las hubo
fueron mínimas. Todos los países del mundo celebran con orgullo
sus constituciones y no veo por qué en Puerto Rico no podamos hacerlo",
dijo Calderón, quien tildó de "políticas" las imputaciones
del PNP de que hubo uso irregular de fondos públicos en la actividad.
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