"Euskalherria es un
Pueblo que ha conservado por una
larga serie de siglos su primitiva lengua y, en gran parte también, su antiguo
régimen y costumbres, y que, según
la feliz expresión de un moderno escritor, se ha sustraído tanto a la mirada
del observador,
como a la espada del conquistador, el pueblo de los Vascos o navarros o
biscaynos. Así
como las cumbres de las montañas, rodeadas de laderas cubiertas por bosques, de
las revoluciones del cuerpo terráqueo, así también ese pequeño pueblo se ha
salvado de las violentas tempestades, que desde la caída del imperio romano
afligieron al suroeste de Francia y a España.
Aún en tiempos más
modernos, desgarrado en dos pedazos muy desiguales y subordinado a naciones
poderosas, no han renunciado los vascos, empero, de ningún modo a su propia
manera de ser. Sin mezclarse con ninguno de sus vecinos, han permanecido en un
estado de sencillez de costumbres primitiva a despecho de todos los progresos
del lujo y del refinamiento que les rodean y han conservado siempre la
peculiaridad de su carácter nacional, y ante todo el antiguo espíritu de
libertad e independencia, que ya ensalzaban los escritores griegos y
romanos"
Wilhem von Humboldt, Los
Vascos (1767-1835)
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