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6-10-99
Pregunta formulada por Antón Kuznetsov (Rusia)
La edición abreviada del "Diccionario etimológico de la lengua castellana", de Joan Coromines dice lo siguiente sobre la voz "gabacho":
"Nombre despectivo que se aplica a los franceses desde 1530. Del occitano "gavach", ‘montañés grosero’, ‘persona procedente de una región septentrional y que habla mal el lenguaje del país’. El sentido propio del vocablo es ‘buche de ave’ (siglo XIII) y ‘bocio’, aplicado a los montañeses de las zonas occitanas septentrionales, por la frecuencia de esta enfermedad entre los mismos. Voz de origen prerromano no bien puntualizado."
En el "Diccionari etimològic de la llengua catalana", Coromines cita una serie de voces catalanas que contienen la raíz gav- y deduce que esta puede tener un significado parecido a ‘buche’ o ‘pico de ave’.
En occitano, el nombre designaba a los montañeses del norte del país; en catalán a los occitanos fronterizos; finalmente, en castellano, pasó a designar a todos los habitantes de la República Francesa. En 1992, sin embargo, recordamos haber visto una pintada en una vía de acceso a la ciudad de Perpiñán (Cataluña francesa) que proclamaba, en grandes caracteres, "SEM PAS GAVATXOS" (‘no somos gabachos’)
23-2-2000
La palabra "gabacho" se usa también hoy día en México para referirse a las personas y objetos procedentes de EE.UU. (información proporcionada por Alejandro Domínguez - México)
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6-9-99
Pregunta formulada por Perla María Serna Muñoz (México)
"Gachupín" es un nombre despectivo que se aplica en México y América Central a los españoles. Existió también antiguamente la forma "cachopín", hoy desusada. En otros lugares de América se usa, con el mismo sentido, "cachupín".
Según el "Diccionario del español de América" de Marcos A. Morínigo, la palabra "gachupín" es de origen incierto, si bien podría provenir del portugués "gachapo" (‘niño’).
El Diccionario de la Real Academia Española da como etimología de "cachupín" el portugués "cachopo" ('niño').
Coromines, por su parte ("Breve diccionario etimológico de la lengua española"), da como documentación más antigua para "cachupín" la fecha de 1729 y para "cachopín" la de 1607. Para el filólogo catalán ambas formas procederían de "cacho" y esta palabra de una forma latina indocumentada *CACCULUS que sería variación de CACCABUS (‘olla’).
Ninguna de estas propuestas etimológicas tiene en cuenta la presencia del sufijo diminutivo -ín, que es propio del dialecto astur-leonés. En dicho dialecto existen formas como "cachopu" (‘tronco de árbol viejo’), "cachopiar" (‘coger a alguien por las solapas’, ‘cachetear, abofetear’), "cachopa" (‘astilla gruesa y fuerte utilizable para el fuego’), "gachu" (‘persona que no mira directamente, ya sea por timidez, ya por disimulo’) y, muy probablemente relacionadas con éstas, "cachupín" (‘cachete, golpe con el puño cerrado que se da en la cabeza o cara’) y "gachupín" (‘agachado, encogido’, ‘azorrado, astuto’).
Aunque no esté claro de qué étimo latino proceden estas formas astur-leonesas ni cuál es la relación que las une entre sí, parece razonable que sean el origen de la palabra mexicana, especialmente si se tiene en cuenta que un buen número de los colonizadores españoles procedían del occidente peninsular (Asturias, León y Extremadura) y que su presencia ha dejado una notable impronta lingüística en América, especialmente en zonas como el interior de Argentina y México.
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25-2-2001
Pregunta formulada por Armando Carmona Galván (México)
Galván es un apellido castellano, pero cuenta con formas equivalentes en otras lenguas románicas: "Galvao"(portugués), "Galvany" (catalán), "Galvani" (italiano). Es, por tanto, posible que se trate de una apellido de origen romano, relacionado bien con el nombre del emperador Galba, con la palabra gala "galba" (‘panzudo’) o con el adjetivo GALBINUS (‘de color verde pálido’). Aun así, hay que hacer constar la existencia de otros apellidos españoles como Gálvez o topónimos (Galbárruli, Galbarros, Galve) que hacen pensar en la posibilidad de una raíz GALB/GALV de origen prerromano.
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28/3/98
Pregunta formulada por Gestora Laboral Vilareal
La palabra GAMBERRO es de origen incierto. Aparece documentada por primera vez hacia mediados del siglo XIX y parece que en su origen es un término procedente de la jerga de los delincuentes. Coromines, en su Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, afirma que puede proceder de la expresión valenciana "gran verro" (verro=cerdo). Sin embargo, el mismo lingüista, en su Diccionari Etimològic de la Llengua Catalana, relaciona el castellano "gamberro" con el catalán "gambirot" (palabra con significado parecido), que procede de "gamba".
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2-4-2000
Pregunta formulada por "sercholo@correoweb.com"
Palabra documentada en castellano desde el siglo XII. Deriva del verbo "ganar", atestiguado desde el siglo X (la forma portuguesa "gaar", desde finales del siglo IX), probablemente de un hipotético verbo gótico *GANAN 'codiciar', influenciado, según Coromines, por el verbo germánico WAIDANJAN, 'cosechar' (de donde el italiano "guadagnare", el francés "gagner", el catalán "guanyar" y el provenzal "gazanhar")
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23-11-99
Pregunta formulada por Werner Moeller:
La palabra "ganga" tiene dos acepciones antagónicas: la de ‘cosa apreciable que se adquiere a poca costa o con poco trabajo’ o la de ‘en sentido irónico, cosa despreciable, molesta’.
El origen del uso de "ganga" como sinónimo de ‘cosa apreciable’ procede de la expresión "estar a cazar gangas". La ganga es un ave parecida a la perdiz que abunda en ciertas zonas de España y cuya carne resulta muy apreciada (su nombre procede del grito que emite), si bien es difícil de cazar. El significado contrario de "ganga" puede haberse originado por ironía o bien, proceder de la palabra "ganga" en su sentido de ‘materia que acompaña a los minerales y que se separa de ellos como inútil’ (en este caso se trata de una adaptación del francés "gangue").
GAUCHO 13-4-2001
Pregunta formulada por Omar Floro Genaro
Varias conjeturas se han hecho para explicar el origen de esta palabra que se documenta en la zona del Río de la Plata desde la segunda mitad del siglo XVIII. Algunos han querido derivarla del quechua ("guacho" < uájcha), otros del mapuche ("guaso"), otros del vasco ("haurtxo") o bien de la palabra "gauderio", nombre más antiguo con que también se designaba a los gauchos.
Hay que tener en cuenta que la forma original parece haber sido "gaúcho", tal y como testimonian las documentaciones más antiguas de la palabra ("gahucho", "gabucho") y como se pronuncia todavía en Brasil y, al parecer, hasta fechas no muy lejanas, en Uruguay según Jorge Luis Borges ("Tlön, Uqbar, Orbis Tertius"):
"Hablamos de vida pastoril, de capangas, de la etimología brasilera de la palabra gaucho (que algunos viejos orientales todavía pronuncian gaúcho)"
La pronunciación actual es, pues, fruto del antihiatismo característico del español de América y, en particular, del lenguaje gauchesco.
La hipótesis más verosímil que conocemos sobre el origen de esta palabra es la que da Marcos Morínigo en su "Diccionario del español de América":
"GAUCHO. (Del guaraní ca’ú y el sufijo español "cho") (...) Investigaciones recientes prueban concluyentemente que el nombre GAUCHO nació en el trifinio argentino-uruguayo-brasileño actual. La primera mención documental conocida se encuentra en una comunicación del comandante Pablo Carbonell al gobernador Vértiz del 23 de octubre de 1771, en la que se dice que "Habiendo tenido noticia de que algunos Gahuchos se habían dejado ver..." Este texto permite suponer que en esa fecha la voz no era ya novedosa, y su grafía denuncia que no se pronunciaba gaucho sino gaúcho -como todavía se dice en el Brasil-, que es forma más arcaica y por tanto probablemente más cercana a la etimológica. La segunda mención de la voz aparece en un informe enviado al mismo gobernador Vértiz en que Ignacio Paredes dice: "Yo por salir tan pronto fui con muy poca gente, que casi todos los gauchos me han hecho burla...", y unas líneas más adelante: "En el campo se rreconoze que hai muchos Gauchos..." . Es muy de notar que en las comunicaciones oficiales el término gaucho está sustituido por "cuereadores". Todo esto se explica si se supone que "gaucho" era ya voz bien conocida en la región, pero por ser tenida por india no parecía apropiada para escribirla en un documento oficial. Que la voz no era del portugués brasileño se afirma en el "Diario resumido" de José de Saldanha (1787), que dice: "Gauches, palabra espanhola usada neste país para expressar aos Vagabundos, ou Ladroes do campo, quais Vaqueiros, costumados a matar os Touros chimarroes, a sacar-lhe os Couros, e a levalos ocultamente as Povoaçoes, para a sua venda ou troca por outros generos". En resumen, "gahúcho" o "gaúcho" es voz que por el año 1787 empieza a sustituir también en el sur del Brasil a los antiguos "changador", documentado desde 1729, y "gauderio", documentado en el año 1746, que eran las denominaciones españolas de "las gentes que se emplean en estas faenas de matanza de reses.. hacen sus cueros y tratan con los Portugueses de Río Grande, que los compran a cambio de bebidas, tabaco negro y algunas ropas". GAUCHO era, pues, un regionalismo usado en el dominio español colindante con el portugués de Río Grande. Este dominio lo formaban el actual territorio uruguayo, el territorio llamado de los siete pueblos de misiones de guaraníes, y las actuales provincias argentinas de Corrientes y Misiones. Esta extensa zona estuvo infestada durante todo el siglo XVIII de ladrones de ganado -changadores, gauderios- reunidos en cuadrillas, que hacían vida nómada. Eran en su mayor parte fugitivos de la justicia o desertores de los ejércitos, españoles y portugueses, negros y mulatos, mestizos o indios guaraníes fugitivos de las misiones e indios charrúas que se les unían para el merodeo. Sus víctimas eran los propietarios de la región y los pueblos de indios de las misiones que poseían estancias de ganado. El ganado robado, o los cueros, lo vendían, obteniendo así el dinero para "los vicios", que eran el mate, el tabaco y sobre todo el alcohol, al que todos eran aficionados con exceso. Pues bien, este alcohol era llamado "ca’ú-in" en la lengua de los guaraníes de la zona. "Ca’ú" significa ‘borrachera’, "ca’ú-in" ‘agua de la borrachera’, y "ca’úcho", ‘borrachín’, voz esta última todavía vigente en el guaraní de Corrientes, Misiones y el Paraguay. Como aquellos "changadores" enemigos de los indios de las misiones eran en su mayor parte borrachines, no parece demasiado arriesgado suponer que los hablantes de guaraní de la zona los llamaran despectiva o injuriosamente "ca’úchos", ‘los borrachines’, y que la denominación fuera aceptada con aplauso por los españoles de la zona. El paso de "ca´úcho" a "gaúcho", forma vigente aún en la zona donde la voz se originó y la primera documentada, pudo ocurrir en forma espontánea a poco de incorporarse la voz al español local o por influencia de "gauderio". Queda por explicar cómo el sufijo español -cho se unió a la voz guaraní "ca’ú". Si se tratara de un caso aislado, ello sería difícil, pero hay en guaraní otros híbridos formados de la misma manera, o con la terminación -ncho, que también pasaron al español de la región, como "pirucho", "pucucho", "baícho", "cambacho", "guasucho", "vinacho", "carancho", "carpincho", "quirincho", "guasuncho". La frecuencia de estos sufijos en el español del Río de la Plata, en nombres propios tanto como comunes, es un hecho característico. Visto en este contexto la etimología de GAUCHO desde "ca’úcho" es lingüística, histórica y culturalmente no sólo inobjetable, sino plenamente verosímil. Desde el punto de vista semántico es bien conocida la variación del contenido de "gaúcho" hacia GAUCHO en español. En el siglo XVIII es voz equivalente a "changador" y "gauderio", es decir, de ladrón de ganado, con las significaciones concomitantes de holgazán, nómada, perverso, cruel y encenagado en el vicio. Estas acepciones se mantienen hasta bien entrado el siglo XIX y no han desaparecido por completo, pues en algunos casos GAUCHO equivale a holgazán vicioso sin arraigo, malevo, taimado. La incorporación del GAUCHO a los ejércitos que guerrearon por la independencia cambió la repulsión anterior en simpatía, el estigma en estima. Se empezó a ver que el cuatrero bárbaro poseía cualidades útiles para la guerra, como, por ejemplo, su destreza de jinete, su resistencia para las fatigas y penurias, su amor a la libertad, su valor personal y su lealtad al caudillo. Terminadas las guerras de la Independencia, los caudillos argentinos y uruguayos de las guerras civiles lo halagaron por todos los medios posibles para enrolarlo en sus filas. Pero entre tanto las condiciones de la vida campesina se habían modificado totalmente. El trabajo más organizado de las estancias hacía imposible la vuelta al nomadismo y al cuatrerismo, y el GAUCHO se asentó en ellas tanto por necesidad como por inclinación, transformándose en el brazo indispensable del trabajo. En la segunda mitad del siglo XIX la literatura y la historia se apoderaron de él para vindicarlo ante la posteridad."
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2-11-99
Pregunta formulada por Nacho, desde Japón
La palabra "gayumbos" con el significado de ‘calzoncillos’ está documentada desde al menos el año 1905 en que la recoge el "Diccionario de argot español" de L. Besses. No consta, sin embargo, ni en el Diccionario de la Real Academia, ni en el María Moliner ni tampoco en el "Diccionario etimológico" de J. Coromines, pero sí en la Enciclopedia Espasa que da como acepciones de la palabra "gayumbo" (en singular) las de ‘gayumba’ y ‘calzoncillos’. Es probable que el origen esté en la palabra "gayomba", "gayumba" o "gayumbo" que designa, en el sur de España, a la ‘retama de olor’. Si fuera así, se trataría de una designación irónica (uno de los procedimientos típicos del argot) similar a la que, en Argentina, dio a la palabra "pebete" (‘pasta hecha con polvos aromáticos’) su acepción de ‘niño'(por el mal olor de los pañales de los recién nacidos).
"Gayumba" con el significado de 'retama de olor' está documentada en castellano desde principios del siglo XV y es, según Coromines, una palabra de origen prerromano.
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19/11/97
En respuesta a la pregunta formulada por Yvonne (Bilbao), diremos que el fenómeno que se da en gallego de conversión de la oclusiva velar sonora "g" a la fricativa "j" se conoce como "geada" y no es propio de todo el dominio lingüístico gallego, sino solo de la parte oriental de Galicia. Este hecho ha servido para dividir el ámbito lingüístico gallego en dos dialectos, uno occidental (provincias de La Coruña, Pontevedra y parte de Orense) y otro oriental (provincia de Lugo y parte oriental de Orense) donde se da el fenómeno citado.
Originariamente, el fenómeno no consiste en el paso de "g" a "j", sino de "g" a "h" (aspirada), es decir, "Santiago" pasa a pronunciarse "Santiaho". La identificación de "h" con "j" (fricativa velar) es debida a la influencia del castellano, debido a la cual modernamente "Santiago" se pronuncia, en la zona de geada, como "Santiajo".
El origen de este fenómeno no está claro, aunque, dado su ámbito restringido, pudiera ser debido a la acción de un substrato prerromano. No obstante, también puede tratarse de un fenómeno de evolución interna de la propia lengua, ya que se produce también en otras lenguas; por ejemplo, en checo, donde "Praga" pasa a "Praha", "grad" (ciudad) a "hrad", "glavá" (cabeza) a "hlavá", etc.
RECTIFICACIÓN: Francisco Otero, de Vigo, nos ha escrito una amable carta, en la que nos hace notar que la geada se da no en la región oriental de Galicia, sino en la OCCIDENTAL. La geada se extiende por el litoral gallego desde el sur de La Coruña hasta el Miño e incluye también áreas dispersas en la provincia de Lugo. Agradecemos a A., de Fisterra, esta última precisión.
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29-12-2000
Pregunta formulada por Rolando Campillo (México)
El nombre de esta flor procede del griego GERÁNION, que significa ‘(pico) de grulla’ y hace alusión a la forma de sus pétalos. La palabra está documentada en nuestra lengua desde el siglo XVIII y se introdujo probablemente a través del francés, lengua en la que se halla documentada desde 1545. Algunas lenguas, conocen, junto a la forma derivada del griego "geránion", un sinónimo que la traduce literalmente: así, el inglés "crane’s bill" y el alemán "Storchschnabel", son también nombres aplicados al geranio y significan ‘pico de grulla’.
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10-10-2000
Pregunta formulada por Enrique Gerardo Hernández Vega
GERARDO
Nombre de origen germánico. Al parecer de "ger" (‘lanza’) y de "hard" (‘valiente’, ‘bravo’)
BRENDA
Del antiguo noruego "brandr" (‘espada’), pero también se le considera femenino de Brendan, nombre que procede del irlandés Breanainn (‘principe’). Brendan es el nombre de un santo del siglo VI (San Brandán o San Borondón en la tradición hispánica) a quien se atribuye un supuesto viaje a América.
JOEL
Nombre bíblico. En el Antiguo Testamento figuran dos personajes con ese nombre: uno (de hacia el siglo VIII a.C.), autor del libro de profecías que lleva su nombre, el otro (siglo XII a.C.) uno de los jueces de Israel. Compuesto por YAH y EL, dos de los nombres dados a Dios por el pueblo israelita.
DAMIÁN
Nombre de origen griego. Tradicionalmente se le relaciona con DAMAO (‘domar’). San Damián es, juntamente con su hermano San Cosme, patrón de la medicina.
EDGAR
Nombre de origen germánico (anglosajón). Al parecer de "ead", ‘rico, bendito’ y "gar" ‘lanza’. Fue nombre de un rey de Inglaterra, San Edgardo (955-975).
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22-10-2000
Pregunta formulada por Xavi Elúa
El nombre Germán procede del adjetivo latino GERMANUS (‘hermano’, propiamente ‘hermano de padre y madre’, derivado de GERMEN, ‘brote’, ‘retoño’) o bien del homónimo GERMANUS (‘germano’, ‘natural de la Germania’). En cualquier caso su fonética revela que ha pasado al español a través del francés Germain, lo cual es corroborado también por el hecho de que uno de los primeros portadores famosos de este nombre fuera San Germán (380-448) obispo de Auxerre (Francia).
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19/2/98
Pregunta formulada por Lutgardo (Elda)
La palabra "gobanilla" o "gomanilla" es dialectal y designa en algunos lugares de España la 'muñeca', es decir, la articulación entre la mano y el antebrazo. En Valencia la forma usual es "govanella", aunque se usa también "govanilla" por influencia del castellano.
Según J. Coromines, esta palabra procede de una forma indocumentada *MONONELLA,, que habría pasado por las fases *bomanella y *bomaniella, convirtiéndose en "gobanilla" por confusión con el verbo "desgobernar" ('sufrir una luxación')
MONONELLA procedería a su vez de *MUNNONELLA formada sobre el latín *MUNNONE (de donde proceden palabras como "muñón", "muñeca", "moño","boñiga", etc.). Esta palabra es de origen prerromano y está probablemente relacionada con el vascuence MUNO ('otero', 'ribazo'). Al parecer, la palabra prerromana designaba en principio la idea de 'forma prominente y obtusa' y se aplicó en primer lugar a accidentes del terreno, pasando luego a designar, por metáfora, cualquier cosa de forma similar, dando así lugar a palabras como "muñón", "moño", etc.
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7-11-99
Pregunta formulada por Marcela Pérez Gómez
Gómez es el apellido patronímico correspondiente al nombre Gome, de origen germánico.
Para más detalles sobre los apellidos patronímicos, vease Pérez:
http://www.oocities.org/Athens/Delphi/3925/apellidos/perez.htm
o López:
http://www.oocities.org/Athens/Delphi/3925/apellidos/lopez.htm
12-3-2000
Al parecer, el origen del apellido Gómez está en la palabra gótica GUMA, que significa 'hombre' y de la cual procederían también otros nombres y apellidos de origen germánico como Gumersindo o Gomila.
La Enciclopedia Espasa cita al monje Gómez Díaz, del siglo X, cuyo nombre latinizado era Gumesandus. Yolanda Cano Galán, de Madrid, nos facilita información procedente de la "Enciclopedia Heráldica y Genealógica", según la cual, "En los comienzos de la reconquista española se distinguió un caballero llamado Gome, del que fue descendiente y sucesor en sus estados Rodrigo Gómez, que tuvo el gobierno de las montañas de Burgos."
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22-10-2000
Pregunta formulada por Eduardo Soto (Panamá)
González es el apellido patronímico correspondiente al nombre Gonzalo, de origen visigodo. En los documentos antiguos aparece latinizado como Gundisalvus, de donde se puede deducir que el primer elemento del nombre era la palabra gótica GUNTHA (‘lucha’, ‘batalla’), de donde procede también el alemán Günter, mientras que la segunda no es fácilmente identificable. De Gundisalvus deriva también la forma Gonzalvo y su correspondiente patronímico Gonzálvez. En el siglo X, Fernán González, hijo de Gonzalo Fernández, independizó el condado de Castilla, hasta entonces dependiente del reino de León.
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26-8-2000
Pregunta formulada por Mariel Hernández (Argentina)
La forma más corriente de agradecimiento en lengua castellana (y también en otras lenguas románicas: catalán "gràcies", italiano "grazie", francés "grâce à"=‘gracias a’) se encuentra ya en el Poema del Mio Cid: "Dixo el Çid: ‘Graçias, don abbat, e so vuestro pagado."
Se trata de un semicultismo derivado del latín GRATIA (si fuera una palabra patrimonial hubiera dado *graça > *graza), de donde proceden también el sustantivo "gracia", el adjetivo "gracioso" y el adverbio "gratis". GRATIA deriva de GRATUS, de donde proceden los adjetivos "grato", los sustantivos "grado" ("de buen grado") y "agrado", del cual deriva el verbo "agradecer" y sus numerosos derivados ("agradecimiento", "agradecido", etc.) . De GRATUS proceden también los cultismo "gratitud", "congratular", "gratuito", "gratificar" y otros.
Los valores de la palabra GRATIA en latín eran básicamente los mismos que tiene hoy la palabra española "gracia": ‘gracia’, ‘encanto’ y de ahí, ‘favor’ y también ‘agradecimiento’, ‘reconocimiento’, ‘gratitud’, de donde la expresión GRATIAS AGERE (‘dar las gracias’)
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7-6-2000
Pregunta formulada por Assumpta Llongueras (Sant Vicenç de Castellet)
Contrariamente a lo que pueda parecer (y a lo que entienden quienes la traducen al catalán como *granet), "granito" no es un diminutivo del castellano "grano", sino un préstamo del italiano, lengua en la que "granito" es el participio del verbo "granire" (‘granar’), derivado del latín GRANUM (‘grano’). Está documentado en nuestra lengua desde 1765-1783, en el "Diccionario castellano" de Esteban de Terreros.
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9/7/98
Pregunta formulada por Paco R. (Miami)
La palabra "gringo" está documentada en el "Diccionario castellano" de Esteban de Terreros (1765-1783). Se aplicaba en España en esa época a las personas extranjeras cuyo lenguaje resultaba difícil de entender por no dominar suficientemente el castellano. En Madrid, más específicamente, se aplicaba a los irlandeses que residían en la ciudad.
El origen de la palabra es, con toda probabilidad, el adjetivo "griego", usado con la acepción de 'lengua extranjera','idioma ininteligible'.
Es, por tanto, falsa la leyenda, muy extendida en Estados Unidos, que atribuye su origen a la canción "GREEN GROW the lilacs", popular entre los soldados norteamericanos durante la guerra con México, ya que ésta tuvo lugar entre 1846 y 1848.
Se pueden consultar más detalles sobre esta palabra en:
Wilton's Word and Phrase origins
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26-7-2000
Pregunta formulada por Eduardo Marcelo (Perú)
Gutiérrez es el patronímico correspondiente al nombre Gutierre, castellanización medieval del nombre francés Gautier, de origen germánico (Gualterius < WALTER, compuesto por WALD ‘gobierno’ y HERI ‘ejército’ o HARJA ‘gente’)
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19-12-2000
Pregunta formulada por Ana Mencía
Hay varias hipótesis sobre el origen de este antiguo apellido castellano. La más conocida (y la más verosímil, tanto por razones históricas como fonéticas) lo hace venir del gótico "gods" (‘bueno’) y "manna" (‘hombre’) ; sería, por tanto, similar al inglés Goodman o al alemán Gutmann. La Enciclopedia Espasa, por el contrario, afirma que se trata de un "noble linaje leonés" que tendría su casa solariega en el castillo de Aviados y sería descendiente del rey visigodo Gundemaro (lo que parece poco convincente desde el punto de vista fonético) añadiendo que en 990 el rey Bermudo II dio a los Guzmanes el señorío de Toral y que posteriormente se extendieron por Castilla y Andalucía. Curiosamente, la misma enciclopedia da la etimología "godsmanna" para el sustantivo común "guzmán" que, según el Diccionario de la Real Academia Española, tiene su origen en el famoso Guzmán el Bueno (Alonso Pérez de Guzmán, 1256-1309).
En otras fuentes, se vincula el apellido Guzmán al pueblo del mismo nombre, situado en el término de Pedrosa de Duero (Burgos), lo cual parece razonable, ya que justifica que los portadores de este apellido en la Edad Media le antepusieran la partícula "de" y no es necesariamente contradictorio con la primera etimología apuntada; "godsmanna" podría haberse aplicado inicialmente al pueblo (aunque ignoremos por qué razón).
En cualquier caso, todo apunta a que el étimo es en su origen visigodo, es decir, germánico, lo cual no significa, de ningún modo, que sea "procedente de Alemania" como hemos leído (con estupefacción) en el "Diccionario heráldico y nobiliario de los reinos de España".