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Chocan huelguistas y antiparistas en CU
Un enfrentamiento entre estudiantes huelguistas y no paristas dejó ayer como resultado por lo menos 20 lesionados, unos por golpes y otros por petardos que explotaron durante la riña frente a las instalaciones de la máxima casa de estudios.
Tanto los estudiantes huelguistas como los que se oponen al paro se culpabilizaron mutuamente del lanzamiento de los petardos. No obstante, Jimena Bali, una alumna antihuelga, afirmó que existen "porros infiltrados" en ambos grupos.
Algunos de los reporteros que fueron agredidos, así como fotógrafos y camarógrafos, firmaron una carta en la que aseguran que los petardos lanzados "provenían del grupo de los no paristas, quienes agredieron también con monedas y piedras a estudiantes en huelga, padres de familia y compañeros del gremio". Incluso, algunos de los estudiantes antihuelga que arrojaron los explosivos se distinguían por llevar en la cabeza un paliacate blanco, afirmaron los fotógrafos.
Los firmantes de la misiva son: Fernando Castillo, de Mic Photo Press; Gustavo Graf, de Imagen Latina; Víctor Mendiola, de la revista Milenio; Jorge Naranjo, de MVS Noticias; Duilio Rodríguez, de La Jornada; Germán Romero, de la agencia Cuartoscuro; Eduardo León, de La Prensa; Jorge Arturo Bermúdez, de México hoy; Jorge Ontiveros, de la revista Siempre!; Germán Canseco, de Proceso; Enrique Hernández Alcázar, del noticiario Detrás de la Noticia; Cecilia Reynoso, de CNI 40; Israel Rojas, de la agencia Eikon; Mauricio Laguna, de La Crisis; David González, Brenda Márquez, Guillermo Corre y Maximino Rojas, así como Luis Octavio Silva Hoyos y Edgar Alonso Colexcua, fotógrafos independientes.
"Síntomas del parimilitarismo"
Todo comenzó cuando los antihuelga rompieron el acuerdo que anunciaron el una conferencia de prensa el domingo, en la cual aseveraron que no acudirían a Ciudad Universitaria sino a las instalaciones alternas de la oficina del rector Barnés.
A las 10 de la mañana, los grupos antihuelguistas se reunieron en el monumento a Álvaro Obregón, en el parque de La Bombilla. Allí, diferentes estudiantes repartieron paliacates blancos a los marchistas, como un "símbolo de paz", aunque huelguistas como El Mosh calificaron el hecho de "síntomas de paramilitarismo, como el Batallón Olimpia".
Antes de salir en marcha, los grupos antihuelga realizaron una votación para decidir si iban a CU o a la sede alterna de rectoría. Las divisiones y desacuerdos se hicieron públicos; incluso, un estudiante dijo por un altavoz: "o es momento de divisiones", puesto que había alumnos que rechazaban ir a Ciudad Universitaria.
La gran mayoría se impuso y levantó la mano a favor de la primera propuesta. De inmediato, y antes de las 11 de la mañana, partieron rumbo a la UNAM.
"La gente quiere chocar"
A su llegada, estudiantes antihuelga pedían mantener la calma; sin embargo, los ánimos se desbordaron. Y pese a que algunos exigían a su compañeros no avanzar más para evitar enfrentamientos con los paristas – quienes para entonces ya habían formado una valla sobre la lateral de Insurgentes, a unos metros de rectoría -, se siguieron de frente. Incluso Alberto Cabañas, parte del grupo a favor de la devolución de ls instalaciones, afirmó: "La gente quiere chocar".
Al ver la avanzada de los grupos antihuelga, los paristas montaron una valla sobre la avenida Insurgentes, donde comenzaron los enfrentamientos verbales y algunos empujones.
Allí, mientras los huelguistas gritaban: "¡Congreso, congreso, congreso!", los antiparo respondían: "¡La UNAM es de todos, déjenos pasar". Alejandro Echevarría, el Mosh, quien se encontraba dentro de la valla de los paristas, señalaba a los otros estudiantes: "Si quieren diálogo, por qué queman las barricadas, ¡culeros!"
El ambiente se tensó. Los alumnos antihuelga siguieron su paso hasta detenerse en la lateral de Insurgentes, a la altura de rectoría. Los paristas formaron de inmediato otra valla. En el lugar, unos y otros se lanzaron fuertes acusaciones y recriminaciones, y comenzaron los jaloneos.
Los estudiantes antiparo gritaban a los huelguistas: "¡Fósiles! ¡Güevones! ¡Clases sí, paro no!", mientras que los paristas respondían: "¡Porros! ¡Educación primero al hijo del obrero!"
En medio de los jaloneos, un alumno le espetó a el Mosh: "¿Cuánto te están dando por mantener esto?", y recibió como contestación: "El león cree que todos son de su condición".
Los enfrentamientos verbales subieron de tono. Algunos alumnos antiparistas buscaban el acercamiento físico con los huelguistas; incluso, sus mismos compañeros los jalaban para evitar incidentes.
Un grupo de opositores al paro se desprendió del grueso de la marcha para entrar a la explanada de rectoría por el acceso subeterráneo que cruz del estadio Olímpico. Detrás del enrejado estaba un grupo de paristas para impedirles el paso. Momentos después, un Volkswagen de Auxilio UNAM llegó hasta el lugar. Del vehículo se bajaron jóvenes con palos, pero se retiraron cuando los paristas pidieron que se fueran.
Comienzo de hostilidades
Tras más de una hora de gritos, jaloneos, altercados y agresiones verbales, los grupos antihuelga decidieron retirarse. Entonces, a la altura de la barricada de la lateral de Insurgentes que corre de sur a norte, cerca de una oficina de Teléfonos de México, tronó el primer petardo, que cayó dentro de las instalaciones universitarias, donde estaban estudiantes paristas.
Un grupo de los antihuelguistas se enfiló hacia el Eje 10, sobre avenida Insurgentes. Allí ocurrió el primer enfrentamiento a golpes entre ambos grupos. Enseguida, se escuchó la segunda detonación, que hizo correr a los huelguistas hacia rectoría.
En medio de la confusión, se lanzó el resto de los petardos (fueron entre seis y ocho estallidos). Uno de éstos alcanzó a Juan Manuel Hernández, camarógrafo de Tv Azteca, quien resultó herido en el pecho y fue trasladado a un hospital del sur de la ciudad.
Otro de los cohetes lesionó a Fernando Castillo, de la agencia Mic Photo Press, quien afirmó que un estudiante antiparista le arrojó un petardo a un huelguista, que finalmente lo hirió a él en la parte superior de la ceja.
Uno más de los heridos por petardo fue el alumno parista Alberto Flores, de Ciencas, quien de acuerdo con testimonios de sus compañeros resultó lesionado en la pierna izquierda y tuvo una "laceración profunda", por lo que fue llevado a la Facultad de Medicina para ser atendido.
Esteban Ayala, estudiante de Filosofía, también fue alcanzado por uno de los artefactos, que le provocó moretones e hinchazón en las piernas. Otros 12 paristas resultaron heridos, dos por petardo y los otros 10 por golpes.
"Fueron los porros de Derecho"
Sergio Médez Silva, estudiante parista de la Facultad de Derecho, afirmó: "Yo vi a Luis Javier Guerrero, de la Asociación de Alumnos Universitarios, que daba instrucciones a la gente con paliacate blanco, quienes al momento de que se replegaron y dizque se fueron aventaron los petardos".
Y añadió: "Fueron los porros de Derecho; a mí me consta que él (Luis Javier Guerrero) es porro porque siempre lo acompaña gente extraña y corpulenta".
Por lo menos otros tres antiparistas resultaron lesionados, entre ellos Carlos Montaño y Agustín Domínguez, así como un padre de familia y la policía Victoria Parra, quien acudió a una agencia del Ministerio Público para denunciar el robo de un radio y la agresión que sufrió.
Luego de las detonaciones el grupo antiparo se enfiló de nuevo hacia el monumento a Álvaro Obregón, desde donde poco después partió en marcha hacia las oficinas alternas de la Dirección General de Información.
El enfrentamiento en el campus, culpa del rector: Antiparistas
Estudiantes que se manifestaron ayer frente a las instalaciones universitarias para exigir la devolución de los inmuebles responsabilizaron al rector Francisco Barnés por el enfrentamiento con los huelguistas, por su "falta de capacidad y voluntad política para resolver el conflicto", y anunciaron que el próximo miércoles a las 10 de la mañana realizarán una manifestación el Zócalo capitalino.
Rechazaron ser los autores del lanzamiento de los petardo frente a Ciudad Universitaria. No obstante, algunos de ellos señalaron que existen provocadores tanto en grupos de antiparistas como de huelguistas, por lo que pudieran ser ellos los autores de tal acción.
Al acudir en marcha a la sede alterna de la Dirección General de Información de la UNAM, los manifestantes afirmaron que han sido "carne de cañón de las autoridades. Responsabilizamos a las autoridades de lo que nos pase, pues ya es hora de que den la cara", afirmó Cristina Anzures.
Los universitarios "no estamos dispuestos a esperar ni un día más, queremos que Barnés haga algo hoy" dijeron luego de señalar que "no vamos a quedarnos frenados ante el temor que quiere sembrarnos el CGH".
Por su parte, Luis Javier Guerrero, de la Asociación de Alumnos Universitarios y quien fue acusado por huelguistas de dirigir "a los del paliacate blanco" que lanzaron los petardos, afirmó que ninguno de los alumnos en contra de la huelga llevaba dichos artefactos.
No obstante, al segurársele que jóvenes con paliacates blancos fueron vistos cuando arrojaron los explosivos aseguró: "Si fue alguien con paliacate, habrá sido un provocador para echarnos la culpa a nosotros".
Antes, manifestó que lleva "una excelente relación" con el ex director de la Facultad de Derecho, Máximo Carbajal – a quien estudiantes paristas acusan de manejar porros -, pero "desde que salió de la universidad no he tenido relación con él".
Barnés convocará a consejeros a analizar la propuesta de eméritos
El rector Francisco Barnés de Castro dio su versión de los hechos suscitados frente a las instalaciones de la universidad: "Hoy se ha dado un nuevo acto de violencia en contra de un grupo de estudiantes universitarios que ejercía su derecho a manifestarse de manera pacífica por la pronta solución del conflicto y por la devolución de nuestras instalaciones que se encuentran ocupadas desde hace 124 días".
Durante la conferencia de prensa en la que dio lectura aun mensaje de una cuartilla y media y no permitió preguntas, aseguró que en defensa de la universidad "no dudaré en tomar las decisiones que sean necesarias para que se restituya la legalidad que desde hace 124 días ha sido violentada y asumiré las consecuencias que ello conlleve".
Antes, apuntó que debido a que la comunidad universitaria "se ha sumado de manera prácticamente unánime" al planteamiento de los maestros eméritos, "convocaré al CU para el próximo lunes para analizar dicha propuesta y adoptar los acuerdos que resulten procedentes, con plena convicción de que ésta representa la última oportunidad para resolver el conflicto en el ámbito universitario".
Al expresar su repudio "a los actos de violencia que cualquier universitario ejerza" en contra de la libre manifestación, Barnés señaló su compromiso de defender "por todos los medios a mi alcance, el derecho de los universitarios a manifestar y defender públicamente sus puntos de vista, independientemente de cuáles sean éstos".
Más de lo mismo
Es angosto el margen de maniobra que hoy tienen las autoridades para actuar en los conflictos de Chiapas y de la UNAM.
Ya que han liberado las fuerzas de la provocación, y ya que las evidencias muestran que la irracionalidad no está siendo un accidente, sino una estrategia, la autoridad (las autoridades parece, encajonan), presa de sus propias creaciones, rehén de Síndrome Frankenstein.
En Chiapas, como se ha dicho aquí en las dos columnas anteriores, reina un poder sin freno, enfermo y peligroso.
En la UNAM, por su parte, hay cuando menos dos aristas de alto riesgo: por un lado revolotea la tentación autoritaria que desde el centro del poder se pregunta si acaso podría alentarse (provocarse) una salida violenta achacable a las dos partes en pugna (parista y no paristas), de tal manera que el supremo gobierno quedase exento (o crea quedar exento) de responsabilidad histórica; por otra parte, dada la manifiesta debilidad e ineficacia política de la cúpula del régimen, hay fuerzas internas del priísmo, metidísimas en la sucesión presidencial, que buscan la confrontación directa entre universitarios para así poder influir, negociar, vetar.
En el primer caso, el del autoritarismo institucional, existe la convicción en le círculo íntimo del régimen de que el problema de la UNAM ha sido politizado intencionalmente por fuerzas de izquierda, específicamente del PRD y particularmente encaminadas a sostener una clientela electoral, y un ámbito de acción resonante, que favorecerían a Cuauhtémoc Cárdenas cuando ya estuviese en campaña presidencial.
En el primer plano del presidencialismo mexicano existe la seguridad, además de que las medidas tomadas por las autoridades universitarias son correctas, que la pretensión de elevar las coutas estudiantiles es v{alida y legítima, que el rector Francisco Barnés de Castro ha actuado con tino, y que tarde o temprano habrá de imponerse la visión neoliberal, la lógica de mercado, el peso de la realidad económica, para liberar a la UNAM de su cauda de fósiles, de malos estudiantes y de grillos partidistas.
En ese enfoque, hay asesores del mando superior que sin duda alguna insisten en la obligación del zedillismo de dar el golpe político adecuado para romper la resistencia de los malos estudiantes (manipulados) y abrir el camino a cambios trascendentes en la vida de la UNAM.
Gracias al IPN y a Ecatepec por el apoyo que nos brindaron.
Paristas universitarios realizaron sendas manifestaciones en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y en Ecatepec, estado de México, para reunir apoyo para su movimiento y advertir al alumnado, padres de familia, maestros y ciudadanía en general sobre los propósitos de la política gubernamental orientada a privatizar la enseñanza superior.
En el primer frente integrantes del CGH de facultades, escuelas periféricas y nivel bachillerato realizaron brigadeos informativos, de colecta de fondos y distribución de volantes en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), donde no se registró incidente alguno y, por el contrario, estudiantes politécnicos les ratificaron su adhesión a la huelga en la UNAM.
En dos mítines informativos, los helguistas denunciaron ante la comunidad politécnica que el alza de cuotas en la UNAM "es sólo el principio de la aplicación de una política pactada por el gobierno con organismos internacionales como el Banco Mundial y la OCDE, que imponen condiciones para que en un corto tiempo sólo puedan estudiar aquellos que paguen íntegro el costo de la educación que reciben".
Aprovechando la presencia de numerosos estudiantes en kioscos de comida, los integrantes del CGH alertaron a los politécnicos sobre la situación que se cierne también sobre IPN, UPN y UACH, entre otras instituciones, cuya privatización "es inminente" después de la UNAM.
Padres de familia presente en estos actos les previnieron "tengan cuidado, chavos. Zedillo le está armando el 68. Aún cuando dijo lo contrario hay que interpretarlo al revés".
Al interior de las aulas, profesores y estudiantes en clase permitieron que los huelguistas les informaran sobre el conflicto que vive la máxima casa de estudios, y aprovecharon para cuestionar los enfrentamientos suscitado en Ciudad Universitaria.
En esa sede académica, Rodrigo Cruz, integrante del Comité de Lucha Estudiantil Politécnica y del Comité de Lucha de la ESIME, señaló que desde el inicio del paro en la UNAM la organización estudiantil a la que pertenece declaró su "respaldo total" a la huelga mediante acopio de víveres, apoyo en marchas y participación en foros de discusión. Su adhesión, dijo, también es para reclamar la situación por la que está pasando el IPN por la reducción de matrícula, la elitización en los ingresos y la intimidación con golpeadores.
Por otro lado, en Ecatepec, al menos 400 paristas de diversas escuelas, y padres de familia, realizaron una marcha por varias comunidades de esta localidad para repudiar la política de las autoridades universitaria con respecto al conflicto. Los paristas marcharon desde la pirámide ubicada en Ciudad azteca hasta el kiosco en la localidad de San Agustín. A su paso se les unieron varias organizaciones sociales del municipio, como el Frente de Organizaciones Sociales de Ecatepec (FOSE), el Movimiento Proletario Independiente (MPI) y la UPREZ.
Los huelguistas del CCH Naucalpan, de la Facultad de Ciencias Políticas, de la ENEP Aragón y la preparatoria 9 se manifestaron contra la privatización de la educación que, dijeron, se pretende en la UNAM, y repudiaron la actitud represiva del presidente Zedillo y del gobernador de Chiapas, Roberto Albores Guillén, contra los zapatistas.
Identifican a porros que promovieron la provocación
El movimiento de huelga en la UNAM identificó ayer a cinco diferentes organizaciones de porros incrustadas en escuelas y preparatorias, que participaron en provocaciones y enfrentamientos contra estudiantes paristas y no paristas ocurridos el pasado lunes 23 de agosto en las afueras del campus universitario, donde estallaron diez petardos, que provocaron, por igual, heridas a estudiantes y representantes de medios.
Al subrayar que se trata de grupos "externos, no vinculados" directamente a la UNAM, sino que "responden a intereses de grupos de poder y partidos políticos como el PRI", fuentes del CGH desgranaron nombres y características de cada uno de ellos y que, de acuerdo con informes de los paristas, células de estos cinco grupos porriles fueron las responsables de la detonación de ocho petardos, así como de la agresión en contra de paristas y no paristas.
Estos grupos son el conocido como DMM, siglas de David Márquez Miró, "grupo de golpeadores de la Preparatoria 8", sede también de la organización represora conocida como la Nueva Santa, cuyos miembros se infiltraron entre los antiparistas para hacer lugar a los grupos más violentos y radicalizados, por ejemplo, el llamado GREU o Grupo Radical Estudiantil Universitario, que utiliza como base la Preparatoria 4.
Destaca sobre todo la presencia de la Federación de Estudiantes de Derecho (FED), cuyos miembros portaban, según el CGH, una pañoleta blanca en la cabeza para identificarse, y que iban comandados por Luis Javier Guerrero Guerra, a quien los paristas señalaron como uno de los "agresores que arrojó un petardo contra paristas y no paristas".
Además, los miembros del CGH identificaron "a dos de las organizaciones de porros más peligrosas, por su organización y sus recursos": el grupo conocido como 3 de Marzo, que tiene su base en el CCH Vallejo, donde tiene a su cargo, "desde hace años", el trabajo de represión en contra de los estudiantes del centro, así como el grupo de Los Temidos, porros del CCH Azcapotzalco, que para los miembros del CGH representan "un equipo muy bien organizado de golpeadores y saboteadores".
Además, el movimiento de huelga en la UNAM ha comenzado a integrar fichas para identificar a cada uno de ellos y dividirlos en dos grupos: porros profesionales, que cobran dinero por su actividades de agitación y agresión, y porros que lo hacen por el simple gusto de hacerlo.
El CGH y estudiantes antiparistas arribaron a sus primeros acuerdos.
El Consejo General de Huelga de la UNAM y representantes de estudiantes no paristas que en los últimos días efectuaron marchas en pro de la devolución de las instalaciones y el regreso a clases, llegaron a sus primeros acuerdos el martes 24 de agosto, al repudiar el uso de la violencia para resolver el conflicto, denunciar que los ataques ocurridos contra estudiantes de ambos bandos en la marcha del lunes fueron "gente externa a la UNAM", y llamar a una solución pacífica, satisfactoria para todas las partes.
Rodrigo Escobar de la Faculta de Derecho, vocero de los no paristas, ratificó la postura de sus compañeros por una salida negociada y el mantener relaciones de respeto con el CGH, y se deslindó públicamente de toda relación con Luis Javier Guerrero Guerra y la Federación de Estudiantes de Derecho. Además de afirmar, que si bien no son miembros del CGH, "sólo buscamos una salida pacífica" y en carta al pleno del CGH, sostuvieron que "venimos con voluntad conciliadora para llegar a la solución que convenga más a la comunidad universitaria"
Es importante subrayar que ninguno de los que suscribimos esta propuesta somos partidarios del rector Barnés ni del CGH. Somos partidarios de que todos los universitarios solucionemos el problema, sin intermediarios o influencias externas", Todos tenemos derecho a pensar diferente, y en esa diversidad y pliralidad podemos y debemos, juntos y sin apellidos, con tolerancia, resolver este problema que a todos nos importa. Ya bastante daño ha causado la desunión entre universitarios".
"Es vital aclarar que nosotros no venimos con el argumento simplista y mecanicista del simple regreso a clases o la devolución de las instalaciones. Creemos que todos, absolutamente todos, queremos regresar a nuestras aulas, pero la manera en que lo hagamos es lo que nos atañe".
Los jóvenes acordaron elaborar un comunicado conjunto, en el que subrayan: "una vez más los estudiantes huelguistas y no huelguistas manifestamos que la única vía de solución es el diálogo y ambas partes estamos seguras de que la agresión de que fuimos objeto no fue obra de estudiantes, sino de gente externa a nuestra universidad".
Los voceros del CGH dieron lectura a su comunicado en el que repudian "el nuevo montaje del gobierno y la rectoría para reprimir al movimiento, además deploran profundamente" los hechos del lunes, y manifiestan su repudio "al ambiente de confrontación y violencia que las autoridades universitarias y el gobierno federal pretenden crear entre los universitarios". Y advirtieron que "el gobierno y rectoría pretenden doblegarnos preparando el terreno para reprimir masiva o selectivamente nuestra huelga. La represión no resolvería nada, y sí agravaría las cosas".
Pide Zedillo a la "mayoría pasiva" avalar una intervención oficial
Es "mayoría pasiva" que está esperando que sea sólo el gobierno el que resuelva el conflicto en la Universidad Nacional Autónoma de México, tiene que cumplir con su responsabilidad y aportar los medios que da la democracia "para avalar" una intervención gubernamental directa en la solución de ese problema, demandó ayer el presidente Zedillo.
"En este país, afortunadamente, quedaron ya muy remotas las épocas en las que las escuelas se recuperaban con bazucazos. Eso nunca más va a ocurrir en México".
Asimismo, defendió su postura personal respecto a la huelga, insistió en que él no está cuidando "un prestigio personal ni una popularidad efímera" en este caso, y argumentó para ello que en otros momentos ha debido tomar ""decisiones muy duras, sin reparar en ningún momento en mi popularidad personal".
Admitió que todos los días se escucha a gente que reclama, con muy buenas razones, una solución al conflicto universitario. Tienen razón, convino, y "el gobierno de la República comparte ese sentimiento y está comprometido profundamente con este reclamo".
Sin embargo, para que esa intervención gubernamental ocurra, dijo más adelante, deberán cumplirse dos condiciones: primero, que haya un fundamento legal, recurso que es necesario e indispensable, "pero no suficiente", porque la segunda condicionante "muy importante desde el punto de vista moral y político" es el fundamento democrático.
Precisó: "lo que tenga que hacer para rescatar la universidad tiene que ser reflejo de la voluntad democrática de los universitarios, condición que no se ha cumplido hasta ahora".
Así, ante la pasividad que ha advertido en la mayoría de los universitarios, indicó que el gobierno cumplirá su responsabilidad, "pero los universitarios tienen que cumplir con la suya, tienen que aportar los medios que da la democracia para avalar el respaldo de la gente a que el gobierno intervenga directamente en la solución del conflicto".
COMENTARIO: Señor presidente ¿por qué no apela a su moralidad y aumenta el presupuesto para la educación en general? En lugar de estar invitando a todo mundo a que nos linchen, con lo cual sí que usted se lavaría las manos.
Las contrataciones irregulares en la UAM aumentan
El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (Situam) advirtió que la rectoría de esta casa de estudios ha incrementado la "contratación irregular" mediante diversas modalidades, como pago por honorarios, servicios profesionales y personal de confianza.
En las tres unidades de la universidad "tenemos registradas más de mil 200 contrataciones de ese tipo, situación que viola lo estipulado en el contrato colectivo y hace más tensa la relación bilateral", señaló Jorge Ramos, secretario general del Situam.
Según el dirigente, el rector de la UAM, José Luis Gázquez Mateos, pretende modificar las estructuras académicas y laborales en forma similar a los proyectos que llevaron al conflicto en la UNAM.
Opinó que las autoridades de la máxima casa de estudios deben presentar de inmediato una comisión de diálogo con capacidad negociadora y resolutiva, en ánimo de avanzar en la solución del conflicto.
"EL Situam reitera su apoyo total a los alumnos y trabajadores de la Universidad Nacional, porque sabemos que no ha habido ninguna respuesta al pliego petitorio de los huelguistas y, por el contrario, desde el Presidente de la República hasta las autoridades de la UNAM continúan en un doble discurso, de amenazas y hostigamiento".
Niegan a Barnés autoridad moral para encabezar el cambio
El pasado 16 de agosto el rector Francisco Barnés se dirigió a la comunidad para expresar que estaba dispuesto a dirigir la transformación de nuestra institución, cuando a más de cuatro meses no mostró ninguna voluntad política para resolver, precisamente, una base fundamental de transformación de la universidad: el pliego petitorio del movimiento estudiantil. En su declaración tampoco aparecen los actores del conflicto que actualmente vivimos; no existe una huelga, tampoco un Consejo General de Huelga, no existe una propuesta política como posible base de solución, ni tampoco sus propositores: los ocho profesores eméritos. No existe el personal académico interino al que se desconoce y se le retiene sus pagos, cuando no ha concluido el semestre anterior.
Por ellos manifestamos enfáticamente que el doctor Barnés no tiene la autoridad moral ni académica para encabezar una verdadera reforma a nuestra casa de estudios. En todo caso y por este conjunto de actitudes, deducimos que su transformación es la continuación de lo que ha realizado: una universidad de mercado y al servicio exclusivo de las grandes empresas nacionales y extranjeras. Las demandas del movimiento son opuestas a esos intereses. Estamos por una institución educativa que aporte soluciones a la preservación de nuestro mosaico cultural con todo lo que ello implica, como el derecho a la autonomía de los pueblos indios, entre otras. Por una universidad que recoja, construya y aporte a los valores humanistas y universales más dignos y donde la educación parta de la base de la libertad de cátedra y aporte los instrumentos críticos a sus estudiante y a la sociedad en la que vivimos. Por esto mismo, rechazamos la provocación y la violencia que al unísono aplican las autoridades federales y estatales en Chiapas y las autoridades en la UNAM y exigimos la solución política para ambos conflictos.
Marisol Espinosa Téllez, Benjamín Juárez, Luz María Mendoza, Beatriz Guzmán, Ricardo Martínez Martínez, Iván Rojas, Gisela Hernández, Mónica Gaona Romero, Daniela Velázquez, Javier Amezcua, Clemencia Lara, Jesús Pacheco, Manuel Corral, Efraín Cruz Marín, Francisco Cruz Retama, Roberto Hernández, Alonso A. García, Victor Guerra, Gabriel García Hernández, Guillermo Bustamante, Gabriela Velázquez, Leda Silva, Rosa Elena Esquivel, Zulai Macías, Gabriela Pineda, Vanzetti H. Cruz, Otilia Cruz Marín, Ricardo Sánchez, Claudia Ilimani Xilone y Alejandro Sandoval Sánchez.
Chiapas y la UNAM parte de un plan global.
La escalada militar emprendida por los gobiernos federal y estatal en contra de los campesinos chiapanecos, especialmente en la región de Amador Hernández, es un paso más de la política neoliberal que en todos los órdenes pretende imponer los lineamientos de la economía global.
No es un hecho aislado sino parte del plan general de, por un lado, la campaña de terror establecida por el gobierno y, por otro, la pretensión de eliminar las formas más destacadas de resistencia popular.
La escalada militar en Chiapas así como la campaña de ataques y descrédito hacia los paristas de la UNAM son parte de un todo, como también los intentos de privatización de la energía eléctrica, la creación de la Policía Federal Preventiva y tantos otros hechos en contra de la sociedad mexicana que cada día se suceden.
Ante esta situación al pueblo mexicano le corresponde organizarse y establecer las acciones que derroten la embestida neoliberal zedillista.
Paristas y zapatistas critican el doble discurso oficial.
El Consejo General de Huelga de la UNAM y representantes del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) coincidieron en criticar "el doble discurso" gubernamental en el conflicto de Chiapas y en el de la UNAM. En el primer caso simula conflictos intercomunitarios, y en segundo impulsa grupos de porros para "aparentar" enfrentamientos entre estudiantes.
En el marco de la manifestación estudiantil que agrupó no menos de 18 mil participantes, y partió del Ángel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación, se repudió el incremento de la presencia militar en la zona zapatista de Chiapas, el hostigamiento a sus compañeros por parte del gobernador Roberto Albores Guillén, y las amenazas en contra de observadores y artistas, como Ofelia Medina.
Entre encuentros, saludos, miradas vivaces y goyas por tadas partes. No es posible identificar en ellos y ellas, en ellas y ellos, los personajes, que la pantalla chica, condena, sataniza, es la palabra.
Falta a Zedillo oficio político: PAN; declaraciones ambivalentes: PRD
Legisladores de PAN y PRD criticaron las declaraciones del presidente Ernesto Zedillo sobre el conflicto de la UNAM. El coordinador de la diputación panista, Carlos Medina Plascencia, consideró que las aseveraciones del jefe del Ejecutivo demuestran "falta de oficio político", y su homólogo de la bancada perredista, Pablo Gómez, las calificó de ambivalentes".
"No se puede manejar la política educativa y social como si fuera el mercado económico, donde la regla principal es dejar hacer, dejar pasar", señaló el secretario de la Comisión de Educación del Senado de la República, Francisco Salazar Sáenz.
En entrevistas por separado, Medina Plascencia aseveró que, aunado al conflicto de Chiapas, el de la UNAM refleja el "desgobierno" que ha vivo del país, y el tener un presidente "tan contradictorio que hace una cosa y al ratito se arrepiente".
Por ello, recalcó, "no nos extraña que ahora pida a la opinión pública le dé elementos para poder intervenir en el problema universitario, cuando desde un principio, como jefe de Estado, debió facilitar un acercamiento" entre las partes en conflicto. Medina Plascencia aseveró que la solución es responsabilidad directa del presidente Zedillo y del secretario de Gobernación.
Las declaraciones de Zedillo tienen dos lecturas: "Una, que le pida la comunidad reprimir a los huelguistas, y otra, no hacerlo". Para el perredista, el responsable del conflicto es el rector Francisco Barnés de Castro, aunque el Presidente "también lo es, quizás, por haber permitido el incremento de las cuotas".
En tanto, para discutir el monto del presupuesto destinado a la investigación que realiza la UNAM se reúnen en la Cámara de Diputados cuarenta investigadores eméritos y Premios Nacionales de la Universidad Nacional con los integrantes de la Comisión de Ciencia y Tecnología y con los diputados presidentes de las comisiones de Programación y Presupuesto, Ecología y Medio Ambiente y Patrimonio y Fomento Industrial.
Para la presidenta de la comisión convocante al encuentro con el grupo de eméritos, María del Carmen Díaz Amador, del PAN, los llamados que en los últimos días ha hecho el Ejecutivo se enmarcan en la víspera de su informe presidencial, ya que "sin mayor preocupación, durante más de cuatro meses dejó avanzar el problema de la huelga universitaria".
Se esperan como máximo 5 propuestas consensadas en el foro central.
Radicales, moderados, anarquistas, oficialistas e, incluso individuos en lo particular, tendrán abiertas las puertas para presentar no sólo su visión de un movimiento de huelga con cuatro meses en actividad, sino también su visión política sobre la solución del conflicto.
En este foro asistieron antiparistas, invitados por estudiantes en huelga, a fin de deslindar responsabilidades en las agresiones porriles sufridas por ambos bandos el pasado lunes; así como profesores y catedráticos simpatizantes del movimiento de huelga, agrupados en entidades como la Asamblea Universitaria Académica (AUA) o la Magna Asamblea Académica.
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