En lo que fue interpretado como un ultimátum, el presidente Ernesto Zedillo afirmó este viernes que si prevalece la intransigencia de los huelguistas en la UNAM y se rechaza la "generosa y lúcida" propuesta de los maestros eméritos, el gobierno de la República quedaría sólo en espera del "preciso mandato democrático" de la mayoría universitaria para "poner en acción otros medios legítimos del Estado", con el fin de restaurar el funcionamiento de la UNAM.

Asimismo, estableció que la reanudación de labores en esa institución debe ocurrir "a la mayor brevedad posible''.

Al hablar por tercera ocasión en esta semana sobre la huelga que desde hace 130 días enfrenta la UNAM, el mandatario puntualizó que toda medida adicional del Estado para solucionar el conflicto "ha de tener como sustento la clara voluntad democrática de los universitarios'', misma que -planteó- deberá expresarse estrictamente por medios pacíficos, que "inteligentemente evadan la provocación de quienes han causado un grave daño a la máxima casa de estudios".

Zedillo insistió en que el gobierno no evade responsabilidad alguna en este caso, pero que lo que se pretende es que el problema sea "efectivamente resuelto".

En el marco de la ceremonia de entrega del Premio Nacional de la Juventud, en Los Pinos, el jefe del Ejecutivo inició sus alusiones a la UNAM con un reclamo a aquellos, "universitarios o no'', que claramente, dijo, pero de manera "demasiado simple'' reclaman del gobierno la solución a la huelga universitaria mediante la aplicación de la ley.

Una vez más, y como es común cuando quiere encarar posiciones que disienten de las suyas, el mandatario pidió que, "con toda honestidad'', quienes hacen ese llamado de intervención gubernamental en la máxima casa de estudios aclaren a la ciudadanía "en qué consiste exactamente, a su juicio, esa aplicación de la ley que tienen en mente''.

Los llamó también a reflexionar si "la vía que insinúan, que sugieren sin precisar'', representaría verdaderamente la solución al problema, o si no, en cambio,"escalaría el conflicto a una mayor y más grave dimensión''.

Hasta ahora, expuso enseguida, en las condiciones de dificultad que vive la UNAM desde hace cuatro meses, el camino "más sutil y prudente'' que ha tomado el gobierno ha sido el de ayudar a superar, sin ningún afán protagónico, los obstáculos que impiden el acuerdo.

Lo que esta administración ha hecho, aseguró, es respaldar la mejor solución, que es precisamente aquella que puede darse dentro de la propia comunidad universitaria. Añadió que por ello, resultan alentadores algunos pasos dados en esa dirección en los días recientes.

Fue ahí cuando puntualizó aquello que desde ayer mismo se tomó como una advertencia desde el Ejecutivo: "si la intransigencia prevalece y se rechaza la generosa y lúcida propuesta de respetados académicos, el gobierno de la República quedaría sólo en espera del preciso mandato democrático de la mayoría universitaria para poner en acción otros medios legítimos del Estado, con el fin de restaurar el funcionamiento de la universidad'', dijo Zedillo.

Subrayó que la gestión que encabeza está y seguirá estando al lado de los universitarios, y precisó que todos, autoridades, maestros, investigadores, estudiantes y la propia ciudadanía "debemos procurar y alentar una solución al conflicto universitario que permita la reanudación de sus labores, que son fundamentales para el país. Esto debe ocurrir con la mayor brevedad posible''.

Debe ser una solución, apuntó entonces, que renueve la vitalidad de la UNAM sobre bases de convivencia armónica.

El lunes de esta semana, durante una gira por Hidalgo, Zedillo ofreció que su gobierno no usará la "fuerza bruta'' ni reeditará otro 1968 para solucionar el problema.

Al día siguiente, ya en esta capital, criticó a esa que llamó "mayoría pasiva'' de universitarios que, opuesta a la huelga, no ha sido -opinó- lo suficientemente contundente en su reclamo de que le sean devueltas las instalaciones.

Por ambas declaraciones, pero sobre todo por la del martes -que el propio mandatario tuvo interés en difundir, e incluso se sabe que revisó personalmente la versión que se envió a la prensa- en los distintos ámbitos universitarios se suscitaron reacciones, no todas favorables a los puntos de vista presidenciales.

En la ceremonia había dicho además que conforme se avanza en el nivel educativo, lógicamente el gasto por estudiante se multiplica, pues se requieren instalaciones más complejas, por la necesidad de bibliotecas más amplias, talleres y laboratorios, instalaciones para la investigación, espacios para maestros y equipamiento más costoso.

Pero es muy triste, lamentó, que algunos jóvenes estén poniendo en riesgo algunas de las mejores y más grandes oportunidades que ofrece la educación superior pública al impedir el funcionamiento normal de la UNAM.

Los cambios que necesita esa institución, coincidió con lo dicho momentos antes por Jorge Enrico Ramírez, "no se van a lograr con sus puertas cerradas''.

Enrico Ramírez, de apenas 24 años y con una destacada trayectoria científica que lo ubica como uno de los mejores investigadores jóvenes en el mundo, al recibir el premio había lamentado la situación que enfrenta la UNAM -de la que egresó este año en el área de Ciencias con promedio de 9.97-, y pidió que se dé a la huelga el mejor remedio, e invitó a sus compañeros a establecer los puentes necesarios para iniciar el diálogo que lleve a '"devolverle la vida'' a la institución.

Quien en octubre próximo iniciará un doctorado en Cambridge, Inglaterra, habló en nombre de los ocho premiados, y fue también claro al admitir que "no sabemos si en realidad nosotros merecemos este premio. Tal vez los jóvenes que trabajan al lado de los jornaleros en Nayarit, Veracruz o Puebla lo merezcan más; o aquellos que brindan oportunidades de salud en Guanajuato, Sonora o Tamaulipas; u otros que luchan por la democracia o por la paz en todo el mundo''.

Justo por ello, dijo entonces, es el reconocimiento para quienes desde sus trincheras tienen una lucha constante contra la intolerancia, la corrupción y la apatía.

El Consejo General de Huelga afirmó anoche que las palabras del presidente Ernesto Zedillo sobre el conflicto en la UNAM constituyen "una intromisión" del gobierno federal por encima de la autonomía que a la máxima casa de estudios otorga la Constitución, "y da línea a la porra universitaria y politécnica, encabezada por Francisco Barnés de Castro, para buscar una salida violenta, muy costosa en términos políticos", al conflicto que llega hoy a 128 días.

Además, el máximo órgano de decisión del movimiento estudiantil consideró que ante los discursos de las autoridades federales como de las universitarias, "el presidente Zedillo y Barnés de Castro tratan de preparar un halconazo para la madrugada del primero de septiembre", fecha del quinto Informe de Gobierno del jefe del Ejecutivo, y advirtió que "está clara la maniobra de los grupos de priístas locales y federales, al convocar a las organizaciones de porros de los colegios de bachilleres y de las vocacionales para liquidar la justa huelga universitaria.

"Las palabras del Presidente, que aluden a la propuesta de los maestros eméritos como la vía de solución, tienen la clara intención de lograr su rechazo automático al interior de las asambleas locales que componen el Consejo General de Huelga", agregó Jesús Lozano, miembro de la Comisión de Prensa y Propaganda del movimiento estudiantil, quien rechazó "con énfasis" cualquier ultimátum al CGH, "venga de donde venga".

Sostuvo que la intención oficial es "arrinconar cualquier posibilidad de diálogo" a favor de una salida violenta, y agregó, "en este mismo tenor, la intención del Consejo Universitario de aprobar unilateralmente el próximo lunes la propuesta de los eméritos tendrá como objetivo lograr el rechazo unánime del CGH a la misma, y darle argumentos así a las autoridades -que en el fondo tampoco quieren aceptar esa propuesta porque los pondría contra la pared- para decirle a la gente: ya ven, los paristas son los que no quieren nada. La jugada está a la vista".

El CGH advirtió contar con informes de distintas fuentes estudiantiles, politécnicas y políticas sobre la "convocatoria secreta" que representantes priístas, sobre todo del Distrito Federal, "como el secretario general Oscar Levin Coppel, y el líder del sector popular, Jorge Schiaffino Izunza, y ese tipo de escoria" -en calidad de operadores políticos- "han efectuado a prácticamente todas las organizaciones de porros de todas las escuelas y facultades, apoyados con fondos ilimitados, para el próximo primero de septiembre para irrumpir en la madrugada sobre todo al casco universitario".

Para ello, agregó el movimiento estudiantil, "los priístas y sus porros, apoyados con mapas e información proporcionados por las autoridades universitarias de cada una de las escuelas y desde rectoría, pretenderán ingresar al casco desde todos los sentidos, tomar las instalaciones, y permitir que el presidente Zedillo diga en su quinto Informe que la huelga en la UNAM ya se solucionó".

Para ello, subrayó Jesús Lozano, "el argumento de responder a la mayoría de los universitarios como si fuera una actitud democrática servirá como palanca para la intromisión de los porros y el rompimiento del paro. Que lo sepan bien todos.

Se prepara ya la mayor agresión posible contra un movimiento de huelga que se ha pronunciado por el diálogo, a lo que en reiteradas ocasiones se han negado las autoridades. Y bajo el argumento de que somos nosotros los que no lo queremos, se sienten protegidos para tratar de acallar a palos nuestra protesta educativa, política y económica contra el régimen. Esta es la democracia que pregona el PRI".

Por lo pronto, el CGH informó que en las asambleas de escuelas y facultades siguen los trabajos para llegar a consensos sobre una contrapropuesta a las autoridades, que todo parece indicar girará en torno a la realización de un congreso universitario, así como en la abrogación del Reglamento General de Pagos, sin descartar el uso de algunas de las consideraciones de los profesores eméritos en temas como las sanciones, el Ceneval o las reformas de 1997.

Diversas entidades y personas del ámbito social y universitario, se manifestaron en varias ocasiones en contra de la "amenaza" que el presidente de México lanzó a los integrantes del movimiento estudiantil universitario.

La fundación Arturo Rosenblueth, Luis Villoro, el PRD, etc. Reiteraron que la vía del diálogo, es la única forma de dar salida al conflicto universitario, coincidieron también, que el uso de la fuerza pública no solucionaría el problema real que está de fondo al paro de actividades en nuestra máxima casa de estudios: la educación pública superior y la funcionalidad de la estructura universitaria.

Asimismo, consideraron varios políticos e intelectuales, que las declaraciones del presidnete, atentan contra la autonomía universitaria, además de alentar las confrontaciones entre ambos bloques universitarios.

Ojalá el Sr. Zedillo tenga plena conciencia de lo que está haciendo, no vaya a ser que en lo futuro se lo cobren los votantes, la sociedad y la historia.

El Consejo General de Huelga de la UNAM (CGH) se manifestó a través de la comisión de prensa y propaganda, que no aceptará las presiones gubernamentales para forzar el término del conflicto sin que antes se haya solucionado de fondo la problemática universitaria.

Además, coincidió en señalar que es una provocación para que tanto las autoridades como los antiparistas, se pronuncien por una salida violenta del conflicto que lo único que lograría es debilitar auténticamente a la universidad.

Por otro lado, es conveniente resaltar las "fortuitas" coincidencias que han surgidohasta el momento a éste respecto.

Por principio de cuentas, los 8 eméritos, formulan una propuesta que coincide con las intenciones de rectoría, en el sentido de no dar solución al problema universitario, sino únicamente darle tiempo para que todo se enfríe.

Después, los conatos de violencia provocados por grupos de choque incrustados en el bando antiparista.

Aunado a lo anterior, las declaraciones del propio Zedillo, quien califica de pasivos a los que no intentan recuperar la universidad.

Después de éstas declaraciones, el rector y las autoridades, promueven una marcha para el 31 de agosto, intentando aglutinar a la comunidad universitaria conformista.

Vienen las declaraciones de Zedillo que dan un ultimátum al CGH.

Para terminar, Barnés declara que citará al Consejo Universitario para aprobar la propuesta de los eméritos, bajo la amenaza también, de que lo que suceda en adelante, será sólo su responsabilidad (¿se refiere a las fuerzas represivas armadas?)

Y si a esto lo ambientamos con las amenazas emitidas a través de internet, la desacreditación intensificada del movimiento estudiantil universitario, el mayoriteo de las asambleas por parte de la Red para aprobar la propuesta de los eméritos, las declaraciones de casi todos los medio implicados y no implicados de que esa propuesta soluciona el problema, etc., etc., etc., nos da a pensar que todo está planeado como para que se termine por la fuerza, con el conflicto dado que no hay voluntad política de hacer avanzar a la universidad por parte de las autoridades.

¿A caso se acerca el fin concertasesionado del conflicto?

A pesar de que dicen las autoridades de que no existe tal cosa, y del acuerdo que hicieron las AAPAUNAM con las autoridades respecto de no retener salarios a los maestros interinos, así como la de prorrogar su contrato, se reportaron de nueva cuenta, casos en los que maestros no recibieron su quincena, y coincidentemente, todos los afectados, están de acuerdo con el CGH o por lo menos se han manifestado en su apoyo.

Hasta el momento, los maestros de las preparatorias y de los CCH's, han sido los más afectados, según lo denunció la Magna Asamblea Académica.

La represión continúa y nadie fuera de la universidad, parece darse cuenta. Las autoridades continúan con su eterno engaño y así desean que confiemos en ellos.

En una declaración conjunta dirigida a la comunidad universitaria y a la nación, cinco antecesores de Francisco Barnés de Castro en la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) consideraron "necesario y urgente" el levantamiento del paro estudiantil, al tiempo que se manifestaron por la preservación del carácter público y autónomo de la casa de estudios.

Los ex rectores se manifestaron contra "cualquier tipo de violencia" y a favor de la construcción "plena del estado de derecho", y demandaron al gobierno federal más apoyo económico para la institución.

Expresaron que la propuesta de los ocho profesores eméritos representa "un elemento muy importante para alcanzar una solución mediata del conflicto, basada en el diálogo y el respeto a los principios y normas que preserva a la universidad", e hicieron un llamado al personal académico a fortalecer su presencia en la resolución del mismo.

Manifestaron que los procesos de cambio y evolución en la UNAM deben continuar "con base en la legislación universitaria".

En una conferencia de prensa de menos de media hora, en la que no se admitieron preguntas al final, Pablo González Casanova, Guillermo Soberón, Octavio Rivero, Jorge Carpizo y José Sarukhán expresaron anoche en el antiguo Palacio de la Inquisición un mensaje en el que externaron su "compromiso indeclinable" con la UNAM, e instaron a la comunidad universitaria a mantenerse unida en la defensa de los principios que la rigen.

ç González Casanova, de 77 años de edad y quien fue rector de la máxima casa de estudios de 1970 a 1972, fue el encargado de leer el documento dividido en tres apartados: ¿Cuál es la UNAM que todos debemos defender? ¿Qué principios queremos preservar e impulsar en la vida de la UNAM?, y ¿Qué proponemos?

Antes, Guillermo Soberón, su sucesor en el cargo, en el cual estuvo dos periodos (1973-1977 y 1977-1981), aseguró que el documento presentado fue producto de una discusión entre "quienes hemos tenido la posibilidad en los últimos lustros" de presidir la UNAM.

Al expresar su rechazo "a cualquier tipo de violencia", los ex rectores plantearon que el estado de derecho debe fortalecerse mediante el diálogo razonado y fundado: "Los universitarios tenemos que ser ejemplo para la nación".

Indicaron que los procesos de cambio requieren "un ambiente de tranquilidad y respeto en los universitarios que permitan discutir, con serenidad y juicio certero, los puntos de vista de la comunidad", y expresaron su confianza en que "la universidad, sus autoridades, sus maestros y estudiantes sabrán resolver el conflicto".

Entre los siete principios que los ex rectores destacaron que quieren preservar e impulsar de la vida universitaria, incluyeron el de "el carácter de universidad pública y autónoma: con lo público identificado como nación y la autonomía entendida como la libertad de organizarse académicamente y para designar a sus autoridades".

Se pronunciaron también a favor del "acceso a la universidad de los estudiantes que demuestren capacidad, preparación y voluntad para aprovechar la oportunidad de una educación avanzada y el derecho de obtenerla, independientemente de su situación económica".

Otras de las características que la universidad debe preservar, según su documento, son "el deslinde entre lo académico y lo político para que la universidad no se sujete a luchas partidistas y de facción", así como la designación de sus autoridades académicas "con métodos ajenos a las asambleas y al populismo".

La UNAM que debemos defender, explicaron, "es la institución que en el siglo XX ha formado a los profesionistas más connotados del país", la que ha producido los académicos mexicanos con más premios nacionales y reconocimientos internacionales, y que con 12 por ciento del presupuesto destinado a la investigación del país contribuye en más de 50 por ciento de la producción total de la investigación en México.

Además, subrayaron que ninguna otra institución mexicana dedica más recursos humanos, físicos y económicos al estudio de la naturaleza y la sociedad, "promueve la movilidad social", es pilar fundamental en la creación, preservación y difusión de la cultura nacional, y es la institución plural por antonomasia, porque ahí conviven las más diversas ideologías.

Decenas de miles de trabajadores, estudiantes y ciudadanos marcharon ayer del Angel de la Independencia al Zócalo -cuya plancha fue colmada- para exigir al presidente Ernesto Zedillo que retire su iniciativa de reforma para abrir la industria eléctrica al capital privado.

Por primera vez desde el anuncio de la iniciativa presidencial, misma que podría discutir el Congreso en el periodo ordinario de sesiones que inicia este miércoles, trabajadores electricistas marcharon juntos por las calles de la capital del país y se comprometieron a arriesgar lo que sea necesario, "incluso la vida", con tal de hacer respetar sus empleos y la soberanía nacional.

Como uno solo, avanzaron los sindicalizados de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), acompañados por integrantes de otras organizaciones adheridas a la Unión Nacional de Trabajadores, el Frente Sindical Mexicano, la Coordinadora Intersindical Primero de Mayo y cientos de paristas de la UNAM.

Quizá el dato especial de esta jornada fue la presencia de los integrantes del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), quienes no sólo marcharon en desafío a las advertencias de su dirigente nacional, Leonardo Rodríguez Alcaine, sino que fueron a la cabeza de la manifestación.

En la descubierta, los electricistas -provenientes de apoximadamente 30 secciones, particularmente de la división sureste- vestían su uniforme de trabajo color caqui y sus cascos amarillos, pero sobre todo denotaban valor. Saben que al igual que sus compañeros Adulfo Santiago o Evangelina Navarrete pueden ser los próximos sancionados -bajo cualquier argumento- por manifestar su rechazo a la privatización de la industria eléctrica.

También, como si fuera en defensa propia, aclaraban una y otra vez que el movimiento opositor en las filas del SUTERM es para conservar el carácter público de las paraestatales CFE y LFC, y no con el propósito de destituir a su líder, La Güera (Rodríguez Alcaine); sin embargo, ya al calor de la marcha, el blanco de las críticas y de las espontáneas rechiflas volvió a ser el mencionado dirigente sindical.

Otros decidieron acudir a la marcha para demostrar que no están de acuerdo con la iniciativa, aun cuando su propio líder la apoye. "Nos preocupa perder nuestro empleo y que todo el patrimonio eléctrico se venda a los empresarios", señaló un trabajador de la sección 89, de Huatulco, Oaxaca.

Pocos fueron los secretarios seccionales que llegaron a la manifestación, apenas se vio entre los contingentes a la directiva sindical de Oaxaca, Topolobampo, Tuxtla Gutiérrez y Mérida, porque la mayoría de los electricistas eran, como ellos mismos se asumen, ¡la base, el verdadero SUTERM!

"Don Leonardo tendrá sus razones particulares, pero lo que aquí hemos venido a decir es que defenderemos con todo a nuestra industria, a una madre no se le arrebata su hijo, a la patria tampoco sus bienes", expresó un operador con 25 años de antigüedad, proveniente de la sección Valle de México.

Fue entonces cuando empezaron a mezclarse las consignas del SME -¡entiende Zedillo, la patria no se vende!-, con los nuevos coros y lemas que a grito abierto fueron diseñando los trabajadores visitantes: "¡Quiera o no quiera, La Güera va pa' fuera!", "¡Si no hay solución, haremos apagón!", aderezadas del más que tradicional "¡duro, duro, duro!".

Ya en el mitin, el primer orador fue Eleazar Pérez Cosme, de la sección 82 de Oaxaca. Sin ningún protocolo ni preparativo fue claro y directo: "compañeros, exaltemos la conciencia patriótica", dijo, al tiempo que se desató la gritería, en el momento más eufórico de la protesta: ¡Zedillo, Salinas, si Juárez viviera, qué chinga les pusiera! "No estamos solos, la patria sigue viva en el espíritu combativo de los hombres que han dado su vida por defenderla, no a los que han dado la mano por traicionarla y llenarse los bolsillos de dinero. No tenemos temor, si es necesario, daremos la vida en defensa de este hermoso México.

"Venimos aquí a exigirle a Zedillo que respete la Constitución, venimos a decirle que a él lo puso el pueblo de México bajo un juramento de respetar y hacer respetar la ley, por lo que está traicionando al país al pretender reformarla, pero eso no sucederá si el pueblo de México no lo quiere", expresó el orador.

En el mismo tono, el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas, Rosendo Flores Flores, flanqueado por los presidentes de la UNT, dijo que los mexicanos y sus organizaciones representativas han hecho a un lado aquello que los separa para poner un "hasta aquí" a la soberbia e intransigencia gubernamentales, para decir -advirtió- que ¡la iniciativa zedillista no pasará!

También manifestó la solidaridad de este gremio con el Consejo General de Huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México y el rechazo a las salidas violentas a los conflictos sociales, como la creciente militarización del país, "particularmente, la grave escalada militar en el estado de Chiapas".

¡Demandamos a todos los legisladores que rechacen la iniciativa del Ejecutivo que busca la modificación de los artículos 27 y 28 constitucionales. "En la defensa de la industria eléctrica nacionalizada, ni un paso atrás", expresó Flores.

A punto de dispersarse el mitin, subió a tribuna Ofelia Medina -con el rostro cubierto por un paliacate- para expresar que la prioridad nacional es la justicia social, espíritu de la Constitución de 1917.

Aquellos que ya se retiraban, volvieron a incorporarse al grueso de la manifestación para escuchar a una mujer de rostro semicubierto con un paliacate que desde la tribuna alzaba los brazos, agitaba los puños y demandaba solidaridad del pueblo para exigir un "¡ya basta, ya basta de tomar a la patria como botín! Por mi raza hablará el espíritu, pero el espíritu libre. Aquí todos somos indios, y sí venimos armados, pero con la palabra, la justicia y la libertad".

En punto de las 11:00 de la mañana arrancó el primer contingente del Angel de la Independencia rumbo a la Plaza de la Constitución. Ya formada la columna, los trabajadores arreciaron el paso, casi corrían, favorecidos por el día nublado y el frío matutino.

Debido a la cantidad de manifestantes, algunos grupos se fueron incorporando en diversos puntos de la avenida Reforma o en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, aunque otros prefirieron encontrar a su contingente ya en el Centro Histórico. Fue justo frente a la Alameda Central donde aparecieron tres empleados de la CFE disfrazados de enormes ratas grises, que enseguida desfilaron tomadas de la mano mostrando un letrero en sus panzas: Zedillo, Téllez y Alcaine, lo que provocó una escandalosa rechifla.

Los participantes en la marcha de ayer hicieron gala de sus mejores dotes creativas: unos repartían a los transeúntes cientos de "recibos" de luz en los que se sustituyeron los datos de cobro por la invitación a sumarse a la jornada nacional por la defensa de la industria eléctrica, la educación pública gratuita y el patrimonio cultural.

Otros llevaron globos, se pintaron en el rostro la leyenda "la patria no se vende" o portaron las playeras rojas y negras en repudio a la iniciativa presidencial. Entre el ir y venir de mantas y cartelones, destacó la devoción de un empleado de la CFE (Valle de México), quien apenas ayer mandó hacer un estandarte con tela brillosísima de satín con la imagen bordada de la virgen de Guadalupe, pero ahora con una novedosa plegaria: "Reina de México, líbranos de las privatizaciones, te lo pedimos tus hijos electricistas madrecita del Tepeyac".

Alrededor de un centenar de académicos e investigadores de la UNAM -entre los que se encuentran eméritos, premios nacionales, premios Universidad Nacional y de la Academia Mexicana de Ciencias- advierten en un documento dirigido al Consejo Universitario que si el Consejo General de Huelga (CGH) "no flexibiliza su postura, perderá una magnifica posibilidad de solución negociada en el marco universitario".

"La prudencia en una situación como la que vive la UNAM hace indispensable que la acción legal se aplique con extremo cuidado, pero es inadmisible que el paro se prolongue de manera indefinida dañando a miles de universitarios y al país", destacan en el escrito, resultado de los consensos que alcanzaron en las reuniones que tuvieron miércoles y viernes de la semana pasada.

Este grupo de docentes universitarios acordó también hacer un llamado al Consejo Universitario, a fin de que emprenda "nuevos esfuerzos para encontrar una pronta solución al conflicto" sin que "se violente más el orden jurídico" de la institución "ni se ponga en peligro su calidad académica".

Aunque en la reunión del 27 de agosto, la mayoría de los 78 asistentes aprobó que el documento incluyera una petición al organismo universitario para que se declarara "en sesión permanente", ésta no fue incluida en la redacción final.

En cambio, los académicos e investigadores ratificaron manifestarse contra la represión. Aclararon que ésta "no debe ser confundida con la aplicación de la ley" y enfatizaron que la UNAM "se encuentra seriamente amenazada y con ella la educación pública de México".

En tal sentido, exhortaron a la comunidad universitaria a "hacer todo lo posible, dentro de los cauces legales", para defenderla, al tiempo que refrendaron su adhesión "al espíritu" de la propuesta de los ocho profesores eméritos.

Dicho grupo de académicos e investigadores, entre los que se encuentran varios directores de facultades e institutos de la UNAM, también hará llegar mañana una carta al presidente Ernesto Zedillo en torno al conflicto universitario.

Los firmantes acordaron no realizar una marcha hacia Los Pinos como la que llevarán a cabo estudiantes opositores al paro.

En su lugar efectuarán una "concentración en defensa de la UNAM y por la restitución de nuestras instalaciones" en la explanada del Auditorio Nacional.

De ahí partirá una comisión -integrada por ocho representantes de las distintas escuelas, facultades e institutos de la UNAM- hacia la residencia presidencial para entregar la misiva; no solicitarán audiencia referente al conflicto y a la solicitud que el mandatario federal hizo para conocer la opinión de toda la comunidad universitaria.

Sin embargo, hasta ayer el documento aún no había sido redactado por la comisión que se designó para el caso y a la cual se le otorgó un voto de confianza. José Antonio de la Peña, director del Instituto de Matemáticas y miembro de la citada comisión, ratificó que la carta será escrita en "términos respetuosos y sin buscar la confrontación" con el Ejecutivo Federal, tal como acordaron los involucrados el 27 de agosto.

Manifestó que el documento estará basado en tres puntos: el primero referido a las pérdidas y costos que ha dejado el conflicto universitario tanto para la máxima casa de estudios como para el país en general.

El segundo abordará lo que los universitarios estamos tratando de hacer para resolver del conflicto, en particular el apoyo que se ha dado a una salida negociada como la que representa la propuesta de los profesores eméritos, y la tercera hablará de "nuestro interés en el ofrecimiento del Presidente de cooperar con los universitarios para solucionar el problema".

La redacción final de este documento ya no será sometida a la aprobación de los académicos e investigadores dado que, según indicó De la Peña, no habrá otra reunión antes del martes, día previsto para la entrega de la carta, por lo que los interesados sólo serán consultados telefónicamente si están de acuerdo con los términos en que fue escrito y determinar si lo suscriben u optan por abstenerse. (Susana González G.)

Un buen número de las asambleas locales del Consejo General de Huelga (CGH) discutió el replanteamiento de los seis puntos del pliego petitorio, rumbo a una nueva estrategia política que garantice la solución de sus demandas y donde el punto fundamental sea la realización del "congreso universitario democrático y resolutivo".

Las facultades y escuelas que promueven la mencionada estrategia buscan garantizar que el movimiento estudiantil gane, y se manifiestan por que el Consejo Universitario (CU) no dé una salida unilateral, que en lugar de resolver el conflicto impulse una acción violenta.

Así, con el ánimo de llegar hoy a la plenaria del CGH con una nueva estrategia, varias de las escuelas discutieron la necesidad de construir una solución que atienda los seis puntos del pliego petitorio, pero bajo un replanteamiento.

Una de las propuestas que mayor consenso logró en varios de los planteles es la abrogación del reglamento de pagos como una medida para garantizar el principio de la gratuidad de la educación.

Respecto de las reformas del 97 (pase automático y permanencia en la UNAM) y a la vinculación de la UNAM con el Centro Nacional de Evaluación (Ceneval), las escuelas que promueven la nueva estrategia se ubican en dos vertientes.

En ese sentido, mientras que algunos planteles promueven la suspensión de las reformas del 97 y de los vínculos de la UNAM con el Ceneval, otros proponen que los dos puntos se lleven al "congreso universitario democrático y resolutivo".

Donde hay punto de consenso entre las diferentes escuelas y facultades es en lo referente a la suspensión de cualquier tipo de acción legal en contra de los participantes del movimiento estudiantil, así como el retiro de las denuncias y actas interpuestas ante las instancias correspondientes, así como en establecer un programa de recuperación del semestre 1999-2.

Por otra parte, otras de las asambleas locales de la parte dura, plantearon la solución total de los seis puntos del pliego petitorio como condición indispensable para levantar la huelga, lo que, entre los estudiantes, se conoce como "patria o muerte, venceremos".

También estas escuelas propusieron privilegiar el plan de acción mediante la realización de una serie de marchas, para concentrarse en la exigencia de los seis puntos del pliego petitorio.

Por otra parte, un documento anónimo, cuya presunta autoría algunos estudiantes atribuyen a la ultra del CGH, y que de acuerdo con varios testigos fue repartido en la ENEP Acatlán y en algunas facultades, como la de Ciencias Políticas, Ciencias, y Trabajo Social, establece una serie de acciones para impedir que los moderados logren avanzar en la plenaria de hoy.

En el documento se establece lo siguiente: "En el caso que la parte moderada pretenda hacer sus chingaderas en el CGH, la banda ultra hará lo siguiente para impedirlas: 1) llegar temprano para ocupar los primeros lugares, 2) reunirse en el receso para evaluar sobre los resolutivos, 3) mandar señales a la mesa y desde ahí controlar al CGH (estará Políticas y Prepa 6, entre otros), 4) durante la discusión reunirse en un solo lugar para evaluar las circunstancias, 5) armar conatos de violencia entre nosotros (ultras) mismos, 6) en caso que las acciones anteriores no funcionaran, se sorteará a un grupo de compañeros y compañeras (ultras), los cuales procederán a desnudarse".

De acuerdo con el documento, "en caso que los moderados quieran mayoritear en asambleas (eméritos), y trasladar la sesión del CGH para el sábado, meter la discusión sobre el congreso; evitar la discusión sobre eméritos argumentando que este ya fue acuerdo del CGH".

Respecto de la movilización se propone: "Elaborar un plan de acción que descanse en la necesidad de resistir después del primero de septiembre; conformar un consejo nacional de huelga, donde los ejes serían la defensa de la educación pública y gratuita a partir de la incorporación de las universidades a la CNE; impulsar la toma de institutos; impulsar la auditoría a las autoridades universitarias; insistir en retirarle los votos a Posgrado, y avanzar en la construcción de espacios autogestivos".

El rector de la UNAM, Francisco Barnés de Castro, aceptó la posibilidad de que el próximo martes el Consejo Universitario (CU) se declare en sesión permanente, informó un grupo de consejeros independientes.

Por otra parte, fuentes universitarias informaron que un grupo de consejeros cercanos a las autoridades de la UNAM propondrán en la sesión del 31 de agosto la realización de un referéndum para el levantamiento de la huelga, "lo cual es una línea del rector y del Presidente de la República, con el propósito de tener las bases para realizar una acción legal".

Consejeros universitarios independientes informaron ayer que durante una reunión que sostuvieron con el rector Barnés de Castro, el sábado anterior, le expusieron su planteamiento de que el CU se declare en sesión permanente y, a su vez, integre una comisión de enlace.

"El rector Barnés vio con buenos ojos" la propuesta de que el Consejo Universitario se declare en sesión permanente, pero sobre la creación de una comisión de enlace señaló que no lo consideraba oportuno en este momento, indicaron los consejeros consultados.

De esa manera, y en caso que se declare la permanente del Consejo Universitario, la sesión se reanudaría hasta el jueves, con motivo del Informe presidencial, es decir, el próximo primero de septiembre.

Al respecto, el consejero Agustín Deméneghi expresó que amplios sectores de la comunidad respaldan la realización de una sesión permanente del Consejo Universitario.

Por otra parte, durante la reunión efectuada ayer entre consejeros universitarios independientes, y en respuesta a las declaraciones del presidente Ernesto Zedillo, en las que convoca a quienes reclaman la aplicación de la ley a explicar qué 'tienen en mente', dichos consejeros señalaron que no se debe aplicar la ley "con la fuerza", aunque otros miembros de la comunidad "dirán que sí", por lo que existe "un peligro tremendo".

La consejera Ana Bertha Villaseñor señaló que las autoridades universitarias "han comentado" que la discusión del referéndum no se daría en la sesión del martes, "salvo que alguien traicionara" y expusiera lo contrario.

El consejero Agustín Deméneghi planteó que el Consejo General de Huelga debería buscar nuevas vías de comunicación, a través de los diferentes sectores universitarios, que es lo que "ha faltado en estos cuatro meses de huelga".

Otro de los consejeros expuso que la integración de una Comisión de Enlace, "que haga lo mismo que la Comisión de Encuentro, no tendría caso".

Y se manifestó por la formación de una comisión, siempre y cuando existan los acuerdos previos entre el Consejo General de Huelga y el CU, alrededor de la propuesta de los ocho eméritos.

En ese sentido, expresó que el orden del día del Consejo Universitario para su sesión del martes, gira sobre el planteamiento de los ocho maestros eméritos.

Confió en que el CU pueda analizar en su sesión una propuesta del Consejo General de Huelga, que no fuera la de "los seis puntos o nada".

A continuación se presentan los seis puntos que conforman el orden del día de la sesión del CU:

1. Lista de Asistencia.
2. Lectura del acta de acuerdos de la sesión anterior (del 7 de junio).
3. Protesta como consejeros de Héctor Hernández, Alfredo Jesús Miranda y Horacio Castellanos.
4. Reintegración de comisiones.
5. Correspondencia recibida.
6. Análisis de la situación del actual conflicto en la UNAM, y planteamientos para su solución presentados por los consejeros.