La unidad tiene una casetera, bandeja para un disco compacto y una
ranura para minidisc. Permite los acostumbrados modos de
reproducción de
Sony: continua, programada y al azar, cada una con opción de
repetición. Tiene radio AM/FM con memoria de 30 estaciones
en cada banda. Se puede grabar el nombre de las emisoras, de modo
que en lugar de mostrar la frecuencia sintonizada, muestra el nombre
correspondiente. Permite grabación programada de emisoras
tanto en casete como en md. Simplemente se
programa la hora en que el equipo debe encenderse y apagarse, se
inserta
una cinta o un minidisco y el equipo automáticamente
grabará
el programa radial deseado, igual que una videocasetera. Trae,
cómo
no, la incomoda antena para AM de rigor, y el cable que hace las veces
de
antena para FM. Tiene dos modos de búsqueda de estaciones:
entre
las programadas y un barrido secuencial del dial, además de la
posibilidad
de entrar manualmente la frecuencia deseada.
La bandeja para discos compactos está en la parte inferior del
equipo. Tiene un ingenioso mecanismo llamado “Vertical CD Prism
Window”; es una
ventana que permite ver el disco girando como si se hubiera insertado
verticalmente. Es un espejo que invierte 90° la imagen, no
veo por qué lo llaman “Prisma”. El engaño es total,
la imagen es perfecta y siempre genera una extraña
sensación ver el disco girar, pues obviamente no cabría
verticalmente y el cerebro trata de preguntar dónde está
la otra mitad del disco. Aunque es un artilugio completamente
inútil, le da un no sé qué de elegancia al equipo
y
me gusta. El lector de discos utiliza un láser de
semiconductor con una longitud de onda de 780 nm. Es muy bueno,
tengo un par de
discos que estúpidamente rayé y que al reproducirlos en
otros
equipos siempre emitían un ruido espantoso. Me
sorprendió
bastante que en el CMT-CP500MD sonaran como nuevos. El equipo
reconoce
hasta 50 discos a los que se les puede poner un título de 20
caracteres
que mostrará cada vez que se inserten. Es un
lástima
que no tenga más memorias, es realmente emocionante ver que el
equipo
sabe qué disco está reproduciendo.
La ranura para md está encima de la bandeja de cd’s, los discos
se cargan frontalmente y ella los hala, como en la mayoría de
equipos de automóvil. Por supuesto, tiene capacidad para
MDLP y tiene todas las opciones de
edición habituales (Borrar, Dividir, Combinar, Mover, Titular y,
por fin, una opción para Deshacer, que no está presente
en ninguna de las unidades portátiles, bendita cuando se meten
las patas). La titulación de los discos es
mucho más sencilla que en una grabadora portátil, pues el
control remoto (RM-SCP500) tiene un teclado tipo teléfono que
facilita
la vida. Tiene, como era de esperarse, modo de grabación
sincronizado
(sychro recording) y lo mejor, graba cd’s a 2X, o sea, al doble de la
velocidad
habitual. Sé que no es nada frente a la tecnología
NetMD , pero realmente es una ventaja
hacer grabaciones tan rápidas. Es importante notar que
esta velocidad es independiente del modo de grabación, y en
LP2 y
LP4
continúa grabando a 2X pues el lector de cd’s no corre
más rápido, a diferencia del CD-ROM de una computadora
normal.
El lector de minidisc es común, pero la facilidad de poder
reproducir los pequeños discos sin tener qué hacer
engorrosas conexiones con el equipo ha hecho que redescubra mi
colección de md’s.
Ahora no hay ninguna diferencia entre cd’s y md’s, oigo permanentemente
toda
mi colección de música. Realmente son dos mundos
distintos tener un md portátil y tener uno incorporado en el
equipo de sonido. Ahora mi
MZ-R900 ha
quedado para los paseos, el carro o las caminadas, como debió
ser desde el principio.
De la casetera no hay nada que decir. Está en la parte
superior y junto a ella hay una ranura para poner la caja del disco
compacto que
se esté reproduciendo, otra idea acertada de los
diseñadores
de Sony. Otras detalles incluyen función de despertador
(indispensable) que te saca del sueño con tu disco o emisora
favorita, función de apagado automático en un tiempo
programado o cuando se termine el
md o cd que se esté reproduciendo (novedad bienvenida) y
capacidad para reproducir CD-R, CD-RW, DVD y SACD. Tiene una
entrada análoga, otra digital y una salida para audífonos
(mini stereo) en la parte posterior del equipo, justo debajo de la
bandeja de discos compactos.
Pero lo mejor del equipo no es el equipo en sí. Es cuando
se
conecta la unidad a un computador. Esto se logra a través
del
PCLK-MN10, un dispositivo (vendido por separado, como era de
imaginarse)
que enlaza los equipos Sony a los PC a través de un puerto
USB.
El aparato es costoso, pero bien vale la inversión pues las
posibilidades
del microcomponente se expanden considerablemente.
En el paquete viene incluido el M-Crew, el sistema
operativo de los sistemas de alta fidelidad de Sony.
¿Qué permite hacer el dispositivo? Permite un
control casi total de las operaciones del equipo, desde el simple
manejo de las emisoras hasta opciones avanzadas de grabación;
todo con el mouse de tu computadora. Además viene con una
interesante opción llamada Disc Library, que almacena
automáticamente los nombre de las canciones y de los
álbumes que se inserten en el equipo, ya sean md, cd´s o
incluso mp3 que se reproduzcan en la computadora. A cada disco se
le puede adicionar la carátula, lo que la convierte en una
potente base de datos, pues además viene perfectamente
diseñada para realizar búsquedas en Internet. Lo
mejor de todo es que permite titular los discos y md’s desde el PC, por
lo que la titulación manual se convirtió en asunto del
pasado, un anhelo que solo los equipos con
NetMD
habían satisfecho. El software lo actualizan
periódicamente en línea y las últimas versiones y
noticias se pueden encontrar en la
Sony Hi-Fi
Net . En el paquete viene incluido un cable de fibra
óptica que se conecta desde el PCLK-MN10 hasta la parte trasera
del equipo de sonido, permitiendo reproducir (y grabar, claro)
digitalmente cualquier sonido que se tenga en el disco duro. Los
juegos suenan mucho mejor a través de este maravilloso equipo,
pues la función DSG les da otro nivel.
El programa no es perfecto, la Disc Library confunde con frecuencia las
carátulas de los discos y no se pueden seleccionar los modos de
reproducción desde el software, únicamente permite la
reproducción continua. Pero, en conjunto, es una
maravilla. Otro inconveniente es que no recuerda la
posición de los discos una vez se presiona Stop, o sea que
cuando se reanuda la reproducción, esta inicia desde la primera
pista. Esto realmente me molesta pues en mis md portátiles
y en mi discman siempre dispuse de la opción, lo que me
permitía oir un disco en dos o tres sesiones separadas por horas
o días de distancia. Algo que hará falta a los
usuarios más exigentes es sin duda un ecualizador.
El equipo no tiene nada parecido pero realmente es una falta menor
frente
a las demás características. Pero, insisto, este
equipo
es una maravilla y satisfará las expectativas de quien busque
elegancia,
sobriedad, un tamaño pequeño, minidisc, y sobre todo,
sonido
de alta fidelidad.
Problemas usando
M-Crew con Windows XP: La primera vez que instalé
M-Crew (Versión 2.01E) en mi computador, éste era un IBM
Thinkpad 600E que operaba bajo Windows 98. Jamás tuve
problema alguno. Luego lo cambié por un DELL Inspiron 5100
que corre con el odioso Windows XP. Cuando instalé
de nuevo el M-Crew, este simplemente no funcionó.
Salía un mensaje de error donde se pedía que se
reinstalará porque no se encontraba un archivo .dll (no
especificaba cuál). La primera versión del programa
(1.0, que venía en el cd que acompañaba al PCLK-MN10)
sí corría, pero no funcionaba bien, no permitía
acceder a la base de datos ni grabar minidiscs de manera
apropiada. Busqué soporte técnico y no
encontré
ninguno. Desinstalé e instalé el programa no menos
de una docena de veces. Edité el registro del sistema
línea por línea reparando cualquier incoherencia
referente al M-Crew y nada. Luego, después de casi tres
meses y a punto de darme por vencido, en un intento más
iterativo que calculado, ejecuté los dos archivos
incluídos en la carpeta del programa. Se trata del
REGSVR32.EXE y del
UnRegSvrCDDB.exe.
Funcionó y desde entonces tengo el M-Crew con todas sus
funciones, como debe ser. No sé cuál de los dos
archivos operó la magia, no quiero saber. Cuento esta
anécdota con la esperanza de ahorrarle a un hipotético
lector toda la frustración que me produjo haber invertido tanto
dinero en algo que no funcionaba, o peor, que dejó de
funcionar. Que no le pase a usted.