EN
EL ANTIGUO EGIPTO NO SE ENTENDIA EL
ARTE COMO UNA FORMA
DE EXPRESIÓN DEL ARTISTA. SU MISIÓN ERA HACER
ETERNAS LAS IMAGENES REPRESENTADAS, Y ASI SE HIZO DURANTE
EL IMPERIO ANTIGUO...
Periodo Tinita (I-II Dinastías)
Desde
la llamada Dinastía 0, y durante las dos dinastías
Tinitas, nos han llegado unos elementos artísticos
únicos en la historia de Egipto; las llamadas Paletas,
o planchas de piedra de pizarra labrada y pulida para usar
en el maquillaje y con esa excusa, inmortalizar hechos importantes
ocurridos en esos periodos.
Aparte de sus funciones domésticas, parecen ser algo
así como los posteriores escarabeos. Desde luego,
estas paletas no tienen a priori sentido religioso en su
forma, pero si que por los temas representados parecen tener
una función conmemorativa. Desgraciadamente, la realización
de estos artefactos desaparecerá tras el periodo
Tinita.
Las más importantes de estas paletas son:
Paleta
del Campo de Batalla (3.170 a.C. Abido. Museos de Oxford,
Londres y Lucerna): Muestra la derrota de un pueblo Libio
en el delta oriental. Paleta
de Oxford (3.200 a.C. Hieracómpolis.Museo de Oxford):
Muestra una serie de bestias salvajes y su vida natural. Paleta
C.14238 (Museo de El Cairo): Se remonta posiblemente al
reinado del rey Escorpión, posible predecesor de
Narmer, y registra la conquista de poblados fortificados
situados en las fronteras libias del delta. Paleta
de Narmer (3.168 a.C. Hieracómpolis. Museo de
El Cairo): La más famosa de las paletas, que muestra
la derrota del delta y la unificación de las Dos
Tierras en manos de Narmer. Paleta
del Toro (Louvre E 11255): Representación de Narmer
triunfando sobre sus enemigos.
Dos elementos permiten diferenciar la Paletas Predinásticas
de las Dinásticas; uno que en las últimas,
los ojos estás esculpidos en relieve (en las predinásticas
son agujeros) y la segunda y más importante, la identificación
del personaje mediante jeroglíficos. Es por ésta
razón que se sitúa el nacimiento (o normalización)
de la escritura egipcia sobre este periodo. Así también
aparece por primera vez el nombre de Horus del rey, representado
como un jeroglífico dentro de la vista en planta/alzado
del palacio donde habitaba.
La fineza de trazos y formas talladas en las Paletas, muestra
claramente que la técnica de trabajo artístico
ya estaba totalmente establecida y aprendida en ese periodo.
Los relieves funerarios de este periodo, se centran en la
figura del dueño de la tumba sentado en un taburete
ante una mesa de ofrendas. No hay mucha riqueza en los tipos
de representaciones, centrándose todo en esa imagen,
pero ya aquí se aprecia claramente el nombre del
personaje y sus títulos perfectamente desarrollados
en jeroglíficos, remarcando la importancia de la
palabra.
Estas representaciones se desarrollan a partir de la segunda
dinastía en las estelas en losa y en las de remate
redondo. De estas formas de bajorelieve iniciales parece
evolucionar la estatuaria de la época.
En
el periodo Tinita, ya está asentada la idea de que
la imagen es capaz de sostener el Ka del fallecido. Así
se desarrollan estatuas (de madera, marfíl o piedra)
con la apariencia del difunto en vida, si bien estas estatuas
no muestran ninguna movilidad. Las representaciones del
difunto son, como en el caso de los bajorelieves, sedentes
en un banco de forma cúbica. Sin embargo, la inclusión
de color en la piel y de un gran detalle en el perfilado
de las facciones (incluso la representación de los
ojos), hacen que esas estatuas sean el fiel retrato de su
posesor.
Sólo los acompañantes y sirvientes del difunto
muestran un movimiento (tosco, generalmente) que representa
el trabajo que tendrá que realizar en la otra vida.
Sin embargo, según se desprende de dos estatuas de
madera del templo funerario anexo a la tumba de Qa en Saqqara,
al final de la Dinastía I ya se empezó a representar
al rey en posición vertical y con el pie izquierdo
adelantado.
Una mezcla de los dos elementos artísticos mencionados
arriba, son las etiquetas informativas. Trabajadas en relieve
sobre marfil dan información de los elementos de
los que se colgaban. Así, al igual que las paletas,
la etiqueta del rey Den conmemora la "primera vez de
la derrota del Este", mostrando al rey abatiendo a
un enemigo. Al igual que las Paletas, y al contrario que
las estelas funerarias, esta etiqueta muestra gran movilidad.
También, según la Piedra de Palermo, se fija
durante este periodo la forma con la que serán representados
los dioses en el futuro.
Un elemento que puede llegar a sorprender, es la pintura.
En efecto, no parece que se usase (o no nos han llegado
ejemplos) de pinturas en las tumbas de Hieracómpolis
ni en Saqqara. Tenemos una cambio de estilo desde por ejemplo
la Tumba 100 de Hieracómpolis (Nagada II) hasta las
Ocas de Meidum
(final de la III Dinastía). Forzosamente ha de haber
una evolución desde un estilo al otro, aunque es
dificil saber si ésta se produjo principalmente en
el periodo Tinita o al comienzo del Imperio Antiguo.
Otra muestra de evolución puede estar en el trabajo
genérico en piedra. Tras comprender que el complejo
de Zoser (III Dinastía) es una representación
pétrea de su palacio de Menfis, podemos aplicar esta
filosofía al arte menor del periodo Tinita. Nos encontramos
con diversas piezas menores realizadas en piedra que imitan
elementos orgánicos (como un recipiente pétreo
en forma de cesta de juncos, I Dinastía, Museo de
El Cairo, JE 71298). Así, esta costumbre de inmortalizar
en piedra los elementos orgánicos perecederos pudo
arrancar de este periodo o ya desde el predinástico.
Para finalizar este antiguo periodo, comentar el caso de
la cerámica. La decoración en forma de trazos
geométricos y de figuras sobre la cerámica
doméstica usada en el predinástico, se abandona
poco a poco para desaparecer en este periodo.
Imperio Antiguo
III Dinastía
Durante
este periodo continúa la tendencia mostrada en las
dinastías tinitas, y la forma preferida de representación
es la sedente. Las estatuas muestran con mucha generalidad
una estructura cúbica, extrayéndose las formas
de la matriz de piedra. Así, todos los elementos
y extremidades están unidas a la piedra de donde
ha sido esculpida la estatua, y la roca matriz une brazos
con troncos y piernas con asientos. Quizás por ese
motivo, se elige la postura de brazos clásica en
este periodo (ya visto en el Tinita); un brazo apoyado sobre
la pierna, y el otro doblado sobre el torso. Además
de las extremidades, la propia figura está adosada,
en esta dinastía, a un soporte general que cubre
la espalda de la estatua. Este soporte, con forma rectangular
o con la cara superior curva, permitía adosar la
estatua al nicho practicado en la arquitectura que la soportaba.
Otra característica destacable en estos periodos
iniciales del arte egipcio, es el grosor con el que se representan
los tobillos tanto del hombre como de la mujer. Así,
junto a la representación de una cabeza voluminosa
(con gran detalle y pesadez en los tocados de ambos sexos),
soportada por un cuello corto, dan a la estatua un aspecto
recio y que exagera su aspecto cúbico ya mencionado.
Como se puede apreciar, las diferencias con el periodo Tinita
aún son escasas, pero se aprecia una evolución
clara y subjetiva en la viveza de los rostros representados
(Saliente
de la pirámide escalonada de Saqqara, 2.680 a.C.).
Durante
esta dinastía y hasta la V, se generaliza el uso
de los ojos de cristal
(de roca usualmente), dando a la estatua pintada una realidad
tal, que hasta los ladrones de tumbas los extraían
antes de comenzar su saqueo. Una muestra inmejorable son
las estatuas de Rahotep y Nofret (Meidum, 2.630 a.C., Museo
de El Cairo).
Sigue la evolución de las estatuas de pie, aún
en menor cuantía, y con el tallado llamado de "dos
dimensiones". Esto significa que la estatua sólo
está representada ("vista") de frente y
desde el lado derecho. Por la unión de las extremidades
a la matriz ya comentada, la pierna izquierda adelantada
(para el hombre) tapa la visión de la pierna derecha,
y de ahí ese nombre. De todas formas, este tipo de
estatuas aún es escaso en piedra, siendo más
normales en madera.
Estos estilos evolucionarán hasta la V-VI dinastía,
pero serán usados ocasionalmente a lo largo de toda
la historia de Egipto.
Los relieves y las pinturas, muy escasos ambos, no parecen
sufrir ninguna evolución relevante.
Imperio Antiguo
IV Dinastía
La casi total pérdida de los relieves de los templos
mortuorios de los soberanos de la IV Dinastía, hacen
muy dificil determinar la evolución de los relieves.
Siguen la línea de presentar al difunto ante la mesa
de dádivas, con escasa evolución técnica
con respecto a los relieves Tinitas. Sin embargo, en las
mastabas de los particulares, se empieza a ver la inclusión
de la esposa y hasta los hijos del fallecido. Este echo
puede marcar la línea que llegará a su esplendor
en las dinastías V y VI, ya que la inclusión
de la familia puede ser el paso inicial que acabará
con la descripción de la vida profesional y social
del fallecido en su tumba.
En cuanto a la pintura, no existen muestras dignas de destacar
a excepción de las Ocas
de Meidum (inicio de la IV Dinastía), que marcan
una ruptura total con los estilos anteriores. En esta obra,
el movimiento, el realismo y el color rompen con cualquier
escena que nos halla llegado de periodos anteriores. Esto
prueba, a mi entender, que realmente hubo una evolución
en el arte pictórico durante la III Dinastía
que no ha llegado a nuestros días.
En el arte doméstico, vemos aparecer la pasta de
vidrio y la piedra noble restando espacio a la cerámica
simple. Esto puede afirmar la idea de que las formas más
"vivas" y coloreadas empiezan a ganar espacio
al rígido arte Predinástico. Esta tendencia
también se parecia en la estatuaria, como se verá
a continuación.
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