En esta etapa de la vida del niño, una de las consultas
frecuentes que nos hacen los padres es la falta de apetito del niño. Sin
embargo esta queja es mas una exageración de un hecho común y sin importancia
que un problema serio del niño.
Recordemos en primer lugar (ver
artículo afín) que los niños entre los 8 meses a 2 años de edad
solo sube 250 gr/mes, es decir aproximadamente solo 3 kg por año y entre los 2
años a 5 años solo gana 2 kg por año. Este enlentecimiento de la ganancia de
peso va de la mano con una menor ingesta de alimentos. Por otro lado, algunos
niños en esta etapa suelen ya tener un hermanito lo cual le crea cierto
disgusto y podría regresionar a etapas de menor desarrollo sicológico y
una manifestación podría ser el aumento de la ingesta de leche.
Como los padres se preocupan por la "falta de
apetito" del niño prefieren erróneamente apoyar este nuevo hábito con el
concepto de que la leche le mantendrá algo alimentado, sin darse cuenta que el
exceso de leche contribuye de manera importante de la disminución del apetito
produciéndose una espiral sin término.
MENOR APETITO + SE OFRECE MAS LECHE +
SENSACIÓN DE LLENURA + MENOS APETITO"
Para sobrellevar de la mejor manera esta etapa lo mas importante
es continuar el control del niño a fin de observar cualquier declinación
patológica de la curva de peso, es decir, si el peso sigue en ascenso en la
cantidad esperada mensual, y el niño aparece saludable las preocupaciones
de los padres pueden ser menores.
Pero aún cuando el niño tome la cantidad recomendable de leche
al dia, aproximadamente menos de tres vasos son suficientes a esta edad,
todavía puede interferir con su apetito si usted le da poco antes del almuerzo
ya que retarda el vaciamiento gástrico.
Además, la hora de comer del niño debe convertirse en un
momento muy agradable, como todo lo que rodea al niño. Si vive en una zona
calurosa como Iquitos, báñelo previo al almuerzo. Sírvale lo que sabe le
gusta. Por lo general en esta época los niños tienen predilección por sabores
fuertes (polr ejemplo : pollito a la brasa, salchipapa, hamburguesa ), estos
gustos demuestran tambien que el niño no está enfermo pues no come lo que le
sirve la madre pero conserva ciertos exquisitos gustos.
Además ofrézcale pequeñas porciones de comida apetitosa y
presentable. No se desespere por lo poco que parece comer. Es suficiente.
Para mantener el ingreso vitamínico ofrézcale vegetales crudos
(zanahoria, tomate) que muchos niños prefieren en lugar de los cocinados.
Luego de 30 minutos dé por terminado la comida sin disgustarse
y sin apenarse (por lo menos no lo haga notar), sea firme en esta decisión
.
Las vitaminas y los estimulantes del apetito no son la solución
adecuada a la "falta de apetito".
Un abrazo y sigamos comunicándonos
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