Oraciones

Reina del Cielo
Oración de Año Nuevo
En ruta
Súplica a María
Oración de San Francisco
Novena a Santa Teresita
Historia de la novena a Santa Teresita
Llamada de Emergencia (Oración para una grave necesidad)
Novena «de la Confianza» al Sagrado Corazón de Jesús

REINA DEL CIELO 
(Se reza en el tiempo pascual en lugar del Ángelus)

Reina del Cielo, alégrate. ¡Aleluya! Porque el Señor a quien has merecido llevar. ¡Aleluya! Resucitó según su Palabra. ¡Aleluya! Ruega a Dios por nosotros. ¡Aleluya! Alégrate, Virgen María. ¡Aleluya! Porque el Señor Resucitó. ¡Aleluya! ¡Oh, Dios! Que te has dignado alegrar al Mundo con la resurrección de tu Hijo, Jesucristo, concédenos que, por intercesión de la Virgen María, su Madre, lleguemos a gozar las alegrías de la resurrección. Amén.

ORACIÓN DE AÑO NUEVO

Señor, Dios,
dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana,
el pasado y el futuro.

Y al empezar un año más
detengo mi vida 
ante en calendario nuevo,
aún sin estrenar
y te presento estos días
que sólo Tú sabes
si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos
la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia,
la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día
con optimismo y bondad,
llevando a todas partes
un corazón lleno
de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos
a toda falsedad;
y mis labios a palabras mentirosas, 
egoístas, mordaces o hirientes.

Abre, en cambio, mi ser
a todo lo que es bueno
que mi espíritu se llene
sólo de bendiciones
y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría
para que cuantos conviven conmigo
o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poquito de Ti.

Dame un año feliz, 
y enséñame a repartir felicidad.
							Amén

EN RUTA

Jesucristo, Maestro y amigo.
Somos viajeros a la inmortalidad
que estamos ya en ruta.

Orienta nuestro camino,
impulsa nuestro entusiasmo
y haz, Señor,
que pasemos por el mundo
sembrando el bien.

Santa María de la juventud nueva,
danos un corazón noble y generoso,
una mirada transparente,
una vida fecunda.

¡Santa María de las almas grandes!
¡Estamos en ruta!
¡Santa maría de la juventud nueva!
¡En ruta hacia Dios!


SÚPLICA A MARÍA
	
Dame tus ojos, Madre, 
para saber mirar;
si miro con tus ojos
jamás podré pecar.

Dame tus labios, Madre,
para poder rezar;
si rezo con tus labios,
Jesús me escuchará.

Dame tu lengua, Madre,
para ir a comulgar;
en tu lengua, patena
de gracia y santidad.

Dame tus manos, Madre,
que quiero trabajar;
entonces, mi trabajo
valdrá una eternidad.

Dame tu manto, Madre,
que cubra mi maldad;
cubierta con tu manto
al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, Oh Madre,
para poder gozar;
si tú me das el cielo,
¿qué más puedo anhelar?

Dame a Jesús, Oh Madre,
para poder amar;
ésta será mi dicha
para una eternidad.


ORACIÓN DE SAN FRANCISCO

Señor, hazme instrumento de tu paz.
Donde hay odio, que yo siembre amor;
donde hay injuria, perdón;
donde hay discordia, unión;
donde hay duda, fe;
donde hay error, verdad;
donde hay desaliento, esperanza;
donde hay tristeza, alegría;
donde hay sombras, luz.
Oh divino Maestro, concédeme
que no busque ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, sino amar.
Porque es dando que recibimos;
perdonando que Tú nos perdonas;
y muriendo en Ti que nacemos a la vida eterna.
						San Francisco de Asís


NOVENA
A SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS

(Puede empezarse con esta u otra oración semejante)
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
yo les agradezco todos los favores 
y gracias con que enriquecieron 
a Santa Teresita durante los 24 años 
que pasó en la Tierra, 
y por los méritos de tan querida Santita, 
concédanme la gracia 
que humilde y ardientemente les pido, 
si fuere para su gloria y bien de mi persona.

(Se rezan 24 Glorias Patri, 
añadiendo a cada una la siguiente jaculatoria): 
Santa Teresita, ruega por nosotros.


LA HISTORIA DE LA NOVENA DE SANTA TERESITA

Un sacerdote de la Compañía de Jesús comenzó el día 3 de diciembre de 1925 una novena 
en honor de Santa Teresita, pidiéndole una gracia importante. Con esta intención empezó a 
rezar, durante la novena, 24 veces cada día el Gloria Patri en acción de gracias a la 
Santísima Trinidad, por los favores concedidos a la Santa durante los 24 años de su vida.
	Pidió a Santa Teresita que le diera una señal de que su novena era escuchada, y esta señal 
sería  recibir él, de alguien, una rosa fresca y entreabierta. Al tercer día de la novena, una 
persona visitó al padre y le ofreció una linda rosa bermeja.
	El día 24 de diciembre del mismo año, comenzó el sacerdote una segunda novena y pedía 
como señal una rosa blanca. Al cuarto día de la novena, una hermana enfermera del hospital 
le trajo una linda rosa blanca diciendo: «Aquí está una rosa que Santa Teresita le manda a 
Vuestro Reverencia».
	El padre preguntó sorprendido: «¿De dónde vino esta rosa?»
	Dijo la monja: «Fui a la capilla, donde se encuentra adornada una hermosa imagen de la 
Santa y, al acercarme a su altar, cayó a mis pies esta rosa. Quise colocarla de nuevo en el 
jarrón pero pensé mejor traérsela a V.R.».
	El padre alcanzó las gracias pedidas en la novena y resolvió propagarla, formando una 
cruzada de oraciones en honor de Santa Teresita.


LLAMADA DE EMERGENCIA
Oración para una grave necesitad

Oh Divino Jesús que dijiste: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque 
todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre». Mírame postrado a tus
plantas suplicándote me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo a
hora que necesito que me hagas un favor:

(Se ora en silencio pidiendo el favor).

¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y 
dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, qlue contiene todas las riquezas 
de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón 
Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?

A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos 
y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos 
ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una
fuerza superior a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene 
límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones
y en mis angustias, un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su 
criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los 
paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre 
abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo... dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracias que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho 
necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera,
desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón m
isericordioso. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.

Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos confío. (3 veces).

NOTA: Se sugiere rezar esta oración cuando surja algún problema. Puede rezarse en forma de 
triduo o novenario, o por un tiempo indeterminado. Se aconseja que, para rezarla con mayor 
provecho, se reciban los sacramentos de la confesión y comunión.

(Con licencia del Ordinario de Monterrey, junio de 1976).



NOVENA «DE LA CONFIANZA»
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Has prometido, Jesús mío, Dueño de mi alma, que tu Corazón Divino será un océano de Misericordia 
para los necesitados y que confían en Ti; yo creo firmemente que Tú puedes concederme lo que te pido, 
aunque para hacerlo fuera necesario un milagro... ¿A dónde llamaré sino a las puertas de tu Corazón.

«Dichosos los que en Él confían».

¡Oh, Jesús! A tu Corazón confío (tal persona, tal intención, tal pena, tal negocio...).Míralo, 
y después  haz lo que tu Corazón te diga.

¡Oh, Jesús, yo cuento contigo! Yo me fío de Ti, yo me entrego y consagro a Ti, yo estoy 
seguro de Ti.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria, y después con todo fervor repítase 9 veces:
«Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío».
«Sagrado Corazón de Jesús, creo en vuestro amor para conmigo».

¡Oh! Dulce Jesús, que habéis dicho:

«Si quieres agradarme, confía en Mí; si quieres agradarme más, confía
 más; si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente; las almas
 confiadas son las robadoras de mis gracias».

Ayudad mi confianza, yo confío inmensamente en Vos. En Vos, Señor, 
esperaré, no sea yo confundido eternamente. Amén.

 				A JESUCRISTO REY UNIVERSAL
Oh, Cristo Jesús, yo os reconozco por Rey Universal. Todo cuanto existe
 ha sido creado por Vos. Ejerced sobre mí todos vuestros derechos.

Renuevo mis promesas del bautismo, renuncio a Satanás, a sus pompas y
 sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Sobre todo, me comprometo a hacer triunfar,
 según mis fuerzas, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.

Divino Corazón de Jesús, os ofrezco mis pobres acciones para obtener que
 todos los corazones reconozcan vuestra Realeza Sagrada a fin de que el Reino de Vuestra paz 
se establezca en el Universo entero. Así sea.

(Con licencia eclesiástica)


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