Traductores e Intérpretes

La interpretación es una traducción algo más libre y más espontánea. Cuando un orador hace uso de la palabra, frecuentemente de improviso, le corresponde al intérprete acompañarlo de la manera más fiel posible. Pero fiel no significa literal. El intérprete actúa como un mago y saca del aire las frases que equivalen a las expresiones típicas del idioma y de la cultura originales, sin transmitirles a los oyentes la traducción cabal de todos los términos usados, sino conservando el mismo espíritu, el mismo tono, la misma técnica e incluso el mismo buen humor. ¡A veces reitera aún la misma rima! En la interpretación, la concentración del profesional alcanza su auge. Es frecuente la impresión de que intérprete logra "leer" el pensamiento del orador. Tal fenómeno ocurre porque el intérprete bien preparado, dueño de amplia fluidez en sus idiomas de trabajo, virtualmente asume, como se podría decir, la personalidad del que habla, al expresar casi simultáneamente, en la lengua de los oyentes, lo que dijo el orador en el idioma original.

A su vez, la traducción escrita no solo permite como exige una investigación más profunda. Si el traductor desconoce uno que otro término le toca consultar el diccionario, por menudo diversos diccionarios. Muchas veces se ve forzado a usar a glosarios escritos o "virtuales" -- en esto, ¡por cierto la Internet es un gran auxilio! -- y, si no encuentra lo que busca, se aconseja con otros traductores y con especialistas del sujeto en cuestión. La revisión -- para lo que no hay tiempo en interpretación -- adquiere enorme importancia en la traducción. Un traductor responsable revisa y revisa varias veces antes de entregar su trabajo al cliente.

Es de la máxima importancia que tanto el traductor como el intérprete mantengan actualizados sus glosarios de áreas específicas, además de enriquecerlos a cada nueva misión, incluso por medio de canje de "fichas" con los colegas. De igual importancia es el suministro, por el cliente, de todo el material de que disponga, a fin de que los traductores o intérpretes que contrate se preparen lo mejor posible, aclaren sus dudas de antemano y así puedan ejecutar una labor de alta calidad.

Al fin y al cabo, tanto traductores como intérpretes deben querer a su trabajo. La labor de traducir e interpretar exige mucho del profesional -- ¡mucho más que lo que pueda parecer!

Si usted necesita de un traductor o intérprete, no intente improvisarlo. Una traducción torpe puede perjudicarle a usted y a su empresa, al torcer el mensaje que desea transmitir. Busque a un profesional calificado, a alguien que conozca ampliamente el área, sea honrado y tenga experiencia -- pues eso lo habilita a hacer de su suceso un auténtico éxito.