logo
 
 
 

 

T E X T O S   D I V E R S O S

 

 

 

retorna    português  

Texto 008 - COMO RECONOCER UN SERVIDOR DE LA JERARQUÍA    download

COMO RECONOCER UN SERVIDOR DE LA JERARQUÍA

(fragmento de la obra El discípulo: su desafío esencial, de Torkom Saraydarian, Buenos Aires, Kier, 1991; págs. 597 - 604).


Doce signos fundamentales

Hay doce signos fundamentales a través de los cuales podrás reconocer a los que sirven a la Jerarquía.

- El primer signo es la nobleza. Quuien sirve a la Jerarquía es noble en sus pensamientos, palabras y acciones; es noble en todas sus relaciones. Obtenemos nobleza cuando vivimos según las reglas y los principios de la Jerarquía; cuando vivimos en presencia del "Ojo Vigilante".

Una persona noble es solemne, serena, autocontrolada, precisa, sabia y muy educada. Cuando te encuentras con una persona noble, sabes que está aquí, en la Tierra, para traer: belleza, bondad, verdad, alegría y libertad.

- El segundo signo de quien sirve a la Jerrarquía - que puede vivir entre nosotros, o ser miembro de nuestra familia, iglesia o corporación - es esforzarse en procura de la perfección. Evidencia un trabajo en marcha para perfeccionar su personalidad, su creatividad, sus relaciones y su conocimiento. Trata de adelantar continuamente su estado de conciencia. Nadie que sirva a la Jerarquía es perezoso. Es todo ritmo. Es como una corriente: está rítmicamente activo.

- El tercer signo de quien sirve a la Jeraarquía es su actitud progresista. Piensa para el futuro; planifica para el futuro, sin ignorar las circunstancias pasadas y presentes. La visión futura lo inspira para que planifique, decida y organice. No está apegado a actitudes pasadas. No ignora los valores pasados, sino que busca siempre nuevos modos y medios para introducir luz y amor más grandes y mejores relaciones en todos los ámbitos del esfuerzo humano.

Vive con el pensamiento de la nueva era. No repite antiguos hábitos, conductas y actitudes. Trata siempre de crear algo nuevo que se adapte mejor a su visión del futuro.

Puede hallarse en cualquier campo, y en éste se eleva como el llamado del futuro. Ejerce presión moral sobre su medio ambiente. No fuerza a los demás, pero su presencia hace que trabajen y traten de avanzar hacia el futuro.

- El siguiente signo de quien sirve a la JJerarquía es la inclusividad. No es separatista. Nonos referimos solamente a la discriminación racial. Una persona inclusiva no sólo respeta la existencia de los demás sino que también está abierta hacia nuevas ideas, nuevas visiones y nuevo conocimiento, y nuevos modos de hacer las cosas, que se adecuen más a las metas.

No está cristalizado en sus creencias y tradiciones. Enfoca respetuosamente todas las tradiciones y opiniones, lo mismo que el trabajo, la cultura y las tradiciones de los demás, y ve belleza, significado, futuro y utilidad en ellos. La Jerarquía defiende a todos, a todas las sendas de investigación, a toda experiencia genuina. Todo conocimiento, en cualquier campo, es precioso para quien sirve a la Jerarquía.

La Jerarquía aboga por la inclusividad. Quien sirve a la Jerarquía es como una gallina que reúne a los polluelos bajo sus alas. Cada nación tiene su hermosa cultura. Quien sirve a la Jerarquía respeta todas las culturas. No sólo las respeta sino que también trata de comprenderlas, amarlas y disfrutarlas.

La inclusividad es el esfuerzo progresista para brindar unidad y síntesis.

- El siguiente signo de quien sirve a la JJerarquía es la creatividad, creatividad en todo: es ideas, pensamientos, palabras, modales, artes, negocios y en el hogar. En todos estos ámbitos y en otros, quien sirve a la Jerarquía manifiesta creatividad.

Creatividad significa construir los modos y medios que puedan satisfacer las crecientes necesidades de la humanidad; que puedan elevar la conciencia de la humanidad; que puedan expandir el sentido de belleza de la humanidad. Tales personas no se contentan con lo que son y con lo que pueden hacer. Avanzan continuamente y buscan nuevas ideas, visiones, inspiraciones, impresiones y revelaciones. Tratan de concretar estas cosas en formas, actividades y relaciones nuevas para satisfacer las crecientes necesidades de la humanidad y ofrecer una visión nueva a la conciencia humana en expansión.

- El sexto signo de quien sirve a la Jerarrquía es la honestidad. Sin honestidad, uno no puede conducir, inspirar, crear confianza o irradiar luz. Cualquier acción para explotar a los seres humanos con ideas, propósitos o actitudes crea horribles consecuencias y socava la causa.

Nadie puede llamarse servidor de la Jerarquía si no se graduó en honestidad en la Escuela de la Vida. Un servidor de la Jerarquía es honesto en las influencias de su yo inferior y de los yoes inferiores de los demás. Tal persona es honesta, no porque los demás sean tortuosos u honestos, sino porque su naturaliza es ser honesto.

La honestidad impone armonía y ritmo, y hace que la Jerarquía influya en aquellos ámbitos en los que la gente honesta vive.

- El séptimo signo de quien sirve aa la Jerarquía es estar libre de prejuicio. La mente de quien sirve a la Jerarquía no es controlada por lo que la gente es, hace o dice. Tiene su propia luz, y funciona en ella. Los pensamientos, palabras, acciones y conducta de los demás no oscurecen su luz. No faculta a los demás para que lo condicionen, pues no reacciona según las expectativas de ellos. Manifiesta belleza, bondad, justicia, alegría y libertad sin ser condicionado por quienes tratan de imponerle sus normas y estados de ánimo.

En un sentido más profundo, estar libre de prejuicio significa estar libre para actuar bajo la luz de la belleza, la bondad, la justicia, la alegría y la inclusividad. Quien está libre de prejuicio no te perjudica porque tú lo perjudicas, sino que te cuida más porque tú lo perjudicas. Trata de encontrar alguna avenida para iluminarte, expandir tu conciencia y ayudarte a librarte de tus limitaciones. Esta es una parte de su servicio.

El octavo signo de quien sirve a la Jerarquía es estar libre de vanidad y ego. Estos dos vicios marchan juntos. Toda persona egoísta está llena de vanidad. En realidad, el ego es formado por imágenes de vanidad.

Quien sirve a la Jerarquía está libre de vanidad. Se conoce exactamente como es. Sabe exactamente lo que tiene o lo que no tiene. Sabe exactamente lo que puede hacer y lo que no puede hacer. El ego pone medidas falsas ante tus ojos y en tu mente. Quien sirve a la Jerarquía es una persona clara, y porque no tiene vanidad ni ego, ve exactamente lo que los demás son. Pero en vez de juzgar y condenar a los otros, trata de iluminarlos con su ejemplo y su belleza.

La vanidad y el ego sirven a quien los posee. Quien sirve a la Jerarquía sirve a los demás y trata de salvarlos y elevarlos. Trata de hacer que la gente vuelva en sí. No podrás derrotar, con tus errores o fracasos, a quien sirve la Jerarquía. No podrás derrotarlo con tus obras propias de la oscuridad. No podrá ser derrotado porque uno sólo puede serlo cuando tiene vanidad y ego.

- El noveno signo de quien sirve a la jeraarquía es la rectitud. La rectitud es la sustancia con la que está construido un servidor de la Jerarquía. La gente cree que la rectitud es una virtud que se aprende en la niñez, mientras su verdadero origen radica en las normas impresas en nuestra alma en los Mundos Sutiles. La asimilación de valores verdaderos en los Mundos Sutiles florece como rectitud en las encarnaciones terrenas.

No es fácil enseñar a alguien ser recto, pero cuando tiene la experiencia de los valores verdaderos, es naturalmente recto. Los servidores de la Jerarquía son rectos en todos sus pensamientos, expresiones y relaciones porque conocen la Ley de Karma y conocen los principios que dominan en los Mundos Sutiles.

Los Grandes no se promocionan. Los reconoces por sus frutos. El Personal Jerárquico no piensa sobre sí mismo como cuerpos, formas o personalidades. Piensa sobre sí mismo como ideas, direcciones, corrientes de energía, virtudes o luces. La gente lo llama con muchos otros nombres. Pero ellos no son nombres, cuadros ni imágenes. Son principios, fuentes de belleza y guía, y visiones del futuro.

En sus estados reales, son como sinfonías, flechas de energía, puentes entre mundos, arco iris entre orillas. Si los limitas en formas humanas y los conviertes sólo en imágenes de debilidad humana, o los tornas tan abstractos que la imaginación humana no puede concebirlos, trabajas contra la obra que ellos tratan de realizar: construir un puente entre lo que el hombre es ahora y lo que puede ser en el futuro.

- El décimo signo de quien sirve a la Jerarquía es fidelidad a la causa humana. Un servidor de la Jerarquía trata de juntar a la humanidad y protegerla de serpientes y coyotes. Cuida la supervivencia de la humanidad y su perfección futura. Cuida al planeta para que éste esté sano, para poder nutrir a sus hijos.

Sufre con los que sufren en manos de los poderosos. Trata de inspirar en ellos el espíritu de libertas y liberación. Para él, no hay causa superior a la causa de la humanidad, y puede subordinar todos sus intereses al interés mundial.
Tales personas ya no son extraordinarias. Puedes descubrir cómo aumenta su número por todas partes.

- El undécimo signo de quien sirve a la Jerarquía es el sacrificio y el heroísmo. En el trabajo más pequeño, quien sirve a la Jerarquía evidencia espíritu abnegado, y en época de crisis irradia espíritu heroico. Evidencia coraje, intrepidez y audacia. Sacrifica su tiempo, su dinero, sus propiedades y hasta su vida si es necesario. Vive una vida peligrosa, pero no es tonto; no es descuidado. Es cauto y extremamente observante de las normas. Sabe que la vida es peligrosa, y también sabe que el sendero más corto y rápido es el más peligroso.

- El duodécimo signo de quien sirvee a la Jerarquía es la bondad o la buena voluntad. Un servidor de la Jerarquía desea el bien para todos, hasta para quienes no pueden vivir según sus normas. Piensa bien, habla bien y actúa a favor del bien, sin discriminación, porque sabe que. Al tener completa buena voluntad, transmite la voluntad de quien gobierna el mundo.

Todo discípulo verdadero es un servidor de la Jerarquía.

La Jerarquía es una fuente de bondad. Todo lo que trata de hacer es enseñarle a la gente a que sea buena, exprese buena voluntad y jamás quebrante este principio con sus pensamientos, palabras o acciones.

Se nos dice que quienes llegaron a ser Maestros son los que, durante miles de años, no cayeron en las trampas de la mala intención, la difamación y la traición. La existencia de tales vivios en cualquier ser humano revela de inmediato que no es un trabajador de la Jerarquía, no importa con qué ropa o posición se presente.

La bondad es la base de la vida de un trabajador de la Jerarquía. Cuando hallas a tal persona, te sientes seguro, protegido y bendecido.

Doce signos adicionales

También hay doce signos por los cuales podrás reconocer de inmediato a los "denominados" trabajadores de la Jerarquía que en realidad son lobos con piel de oveja:

1. Un trabajador de la Jerarquía no es presuntuoso. No dice que es un Maestro o un gran Iniciado. Deja que la gente descubra exactamente lo que él es. Cualquier presuntuosidad demuestra que aún no fue admitido en las filas más cercanas de la jerarquía, o que es un mercader dela vanidad y del interés personal.

Quien es presuntuoso trata de imponer su imagen, para darle la impresión de que es un Grande. Tales personas son muy pobres en sus corazones. "Por sus frutos los conoceréis".

2. Un trabajador de la jerarquía nunca habla sobre los pormenores de sus vidas pasadas, ni se interesa por las vidas pasadas delos demás. Al estar más cerca de la Jerarquía, sabe que lo importante es el fututo, no el pasado. El futuro es el que llama para que ascienda hacia la perfección y la belleza.

Las personas avanzadas no gustan siquiera mirar hacia atrás, porque no quieren reestimular recuerdos del pasado antes de que todos los recuerdos se tornen inofensivos. Los trabajadores de la Jerarquía no quieren ser influidos por el pasado ni por quienes estuvieron con ellos en diferentes relaciones. Quieren efectuar nuevas elecciones, poner a prueba su intuición y avanzar continuamente hacia el triunfo.

Es posible que tu Maestro, o un Grande, o tu Angel Solar te revele una porción de una vida pasada por cierta razón específica. Pero aun en este caso, no tienes derecho a contarle a los demás sobre tus vidas pasadas.

Se nos dice que ni a los grandes Chohans les está permitido interesarse por las vidas pasadas de la gente, excepto cuando, por razones ashrámicas, estudien, con permiso, algunas vidas tuyas para ver si realmente estás preparado para asumir graves responsabilidades y si eres capaz de soportar un alto voltaje de energía.

3. Los trabajadores dela Jerarquía no hablan sobre sus relaciones interiores con los grandes. No usan los nombres de los Grandes para cobrar dinero, construir reputación o influir sobre la gente. Tales pasos son feos. Los trabajadores avanzados son esforzados y no necesitan aprovecharse de su relación con las Fuerzas Superiores.

4. Un trabajador de la Jerarquía nunca habla sobre su rango en relación con los demás. Oyes que muchas personas dicen cosas como estas: "Soy el comandante del pueblo del espacio... Soy el gobernante de los ángeles... Acabo de recibir la Quinta Iniciación. Efectué una visita al Ashram Sagrado..." Todas esas afirmaciones crean barreras en el sendero de la humanidad, y las personas inteligentes sienten un rechazo profundo. No lo olvides: por su fruto conocerás a la gente.

5. Un trabajador de la Jerarquía no revela nada sobre tus vidas pasadas ni lee tu aura, por exhibicionismo o para ganar influencia o dinero. Es posible que un trabajador de la Jerarquía revele, en algunas ocasiones extraordinarias, una parte de tu vida pasada para una instrucción específica, o para señalar un defecto en tu aura, como una advertencia. El trabajador de la Jerarquía se interesa principalmente por la expansión futura de tu conciencia, más que por tu pasado.

Los discípulos del mundo deben tener muchísimo cuidado de no escuchar a los charlatanes que leen las auras de la gente y le hablan sobre sus vidas pasadas sin tener capacidad real ni razón para hacerlo. Hasta que uno desarrolle una clarividencia superior y pase la Iniciación de la Transfiguración, sus lecturas son falsas, inexactas, desviadas y mezcladas con millones de impresiones que flotan en el Espacio.

6. Un trabajador de la Jerarquía nunca impone su voluntad a los demás. Nunca viola el libre albedrío de la gente. Si lo hace, paga un pesado karma. Asimismo, no da consejo directo ni espera obediencia.

Por ejemplo, un trabajador de la Jerarquía no te dice que te cases con cierta persona o te divorcies de alguien, o que tengas o no tengas hijos. No usa sus poderes psíquicos para dirigir a la gente del modo que él quiere. Por el contrario, el trabajador de la Jerarquía trata de hacer que la gente sea independiente y libre. La ayuda a tomar decisiones y resolver problemas, pero nunca decide por ella ni resuelve por ella sus problemas.

Un trabajador de la Jerarquía ayuda a la gente iluminando sus mentes, expandiendo su conciencia y capacitándola para que vea sus problemas desde diversos puntos de vista. Sugiere libros, escuelas y maestros, y la ayuda a afianzarse en lo que le es propio.

A nadie le está permitido interferir con el karma de otra persona. Este es un tema delicadísimo. El trabajador de la jerarquía está siempre dispuesto para ayudar, pero no fuerza su voluntad sobre los demás ni viola el libre albedrío no el karma de éstos.

7. El trabajador de la Jerarquía nunca discrimina entre las religiones. Sabe que todas las religiones son dadas por la Jerarquía para satisfacer varias necesidades de distintos niveles de personas en diversas épocas. Pero honra a la religión en que nació, sin tener antagonismo respecto de cualquier otra religión. Si se encuentra con extranjeros que no pertenecen a su religión, debate su religión con ellos y trata de revelarles los estratos más profundos de su religión enriqueciendo y expandiendo así la consciencia de ellos.

El trabajador de la Jerarquía sabe que todas las religiones se dan a las naciones como sendas que conducen hacia la perfección. Ningún trabajador de la Jerarquía impone sus creencias a otros. Para él, lo importante es ver cómo vive la gente, no lo que ésta cree.

Quienes trabajan dentro de las paredes de los dogmas, doctrinas y tradiciones cristalizadas estarán limitados dentro de las paredes construidas por los logros de quienes crearon aquello. Nuestros pensamientos deberán ser libres para alcanzar nuevas alturas. Nuestro horizonte deberá ser ilimitado, para permitirnos expandir nuestra consciencia. Cuando forzamos en los demás los límites de nuestros pensamientos y creencias, o nuestros aceptados dogmas, doctrinas y tradiciones, no sólo limitamos a la gente y creamos barreras en el sendero de su avance sino que también paralizamos nuestro avance.

8. Un trabajador de la Jerarquía nunca explota a la gente ni abusa de ella. Toda persona es sagrada para él. No miente a la gente ni la soborna para ganar votos. Es recto en sus relaciones, y no quiere cargar su karma usando a los demás para sus ganancias personales.

Tus hijos podrán ser servidores de la Jerarquía. Si los crías del modo correcto, verás cuánta belleza introducirán en la vida.

9. Un trabajador de la Jerarquía nunca exhibe fenómenos psíquicos y si usa sus facultades psíquicas en secreto para salvar una persona, eso se lo acredita a Dios. El trabajador de la Jerarquía nunca usa sus facultades psíquicas para influir sobre la gente, crear atracción o reconocimiento, o imponer su imagen a los demás. Las facultades que él tiene son sagradas, y sólo las usa para beneficio de los demás, si su karma lo permite.

Si en casos extraordinarios usa sus poderes, lo hace para glorificar a la fuente de todos los poderes. Su existencia entre la gente es una bendición. Su aura, su mirada y su contacto curan a la gente, y la iluminan y fortalecen. Es sabido que la presencia de un trabajador de la Jerarquía puede prevenir terremotos y catástrofes naturales. Los trabajadores de la Jerarquía son enviados con frecuencia a ciertos lugares para que protejan a la gente de conmociones naturales mediante su presencia. Se los envía para restaurar la paz y la comprensión, para llevar salud y prosperidad, pero permanecen incógnitos hasta que la gente desarrolla ojos para ver la influencia de ellos.

10. El trabajador de la Jerarquía no es dispendioso. Nunca derrocha la energía, el dinero, el tiempo, etc., pertenecientes a los demás, porque sabe que el derroche construye karma y crea apego. Cuando uno derrocha dinero, energía, tiempo y materia, eso significa que no aprendió todavía el valor de lo que tiene. Y si no conoce el valor de lo que tiene, lo derrocha o lo traba. En ambos casos, trabaja contra la ley. La Ley de Economía significa usar adecuadamente todo lo que existe con la perfección como fin.

El derroche es un tributo impuesto a la naturaleza, y ésta impone una carga a los demás. A la naturaleza se la somete a abuso o explotación cuando se la desperdicia. Cuando se la explota con derroche, tenemos densas nieblas, veneno y radiactividad. La economía es el equilibrio entre la naturaleza y la necesidad humana.

11. Un trabajador de la Jerarquía nunca se asocia con médiums ni canales psíquicos. Sabe que la fuente de su inspiración no son las esferas superiores sino dudosas entidades y fuerzas astrales. Sabe que un contacto con ellas puede ser fatal, porque a menudo crean una línea permanente a través de la cual lo mantienen cautivo de las exigencias de las fuerzas destructivas.

12. El trabajador de la Jerarquía jamás se dedica a la necromancia. Deja libres a los muertos para que prosigan su camino hacia los Mundos Superiores. En vez de pedirles ayuda y orientación, trata de conducirlos hacia la luz a través de los pensamientos elevados que él posee. Un trabajador de la Luz sabe cómo tomar contacto con ellos mentalmente, y ayudar su evolución. Incluso podrá estar con ellos después que abandone su cuerpo al dormir. Pero nunca trata de traerlos a la Tierra y hacerlos invertir su dirección.

La gente tal vez pregunte: si los trabajadores de la Jerarquía son tan bellos, ¿por qué no vemos más cambios en la vida en general? La respuesta es sencilla. Primero, hay enormes cambios que están ocurriendo: cambios hacia la unidad, la belleza, la síntesis y la paz. Segundo, porque a causa de la creciente presencia de los trabajadores de la Jerarquía salen a la superficie tantos conflictos. La buena voluntad hace con que la gente vea la mala voluntad existente. La libertad hace que la gente vea dónde es violada la libertad de la humanidad. La unidad revela las brechas y el separatismo existente.

Por eso el mundo está entrando en la "hora de medianoche". Sólo en esa hora comenzará el amanecer, y esta será la victoria de todas las Fuerzas dela Luz y de todos los que trabajan en la luz y a favor de la luz.

Todo discípulo es un heraldo de luz, una luz que brilla en la oscuridad, sólo a través de su abnegación, si corazón cálido de la penetrante luz de su conciencia, y la fuerza y la belleza de la llama de su alma. Su misión es hacer brillar la luz. Su llama estará firme y será fuerte, aunque el viento, la lluvia y la nieve bramen alrededor de él durante noches oscuras y días tormentosos. Durante estos días, él comprobará la fuerza de su fusión con la Llama Divina, que continuamente le proporcionará la energía para persistir contra los caóticos elementos de la naturaleza.

Sólo quienes mantienen encendida su llama durante los días de tormenta serán capaces de construir el mecanismo a través del cual les será posible avanzar y penetrar en los Mundos Superiores. Un discípulo es una luz que avanza en la oscuridad de la noche y en la oscuridad del día.


retorna    português  
 

 

 

Este sitio es dedicado a la divulgación de Principios Cosmosóficos (Esotéricos, Teosóficos etc.) con el intuito de colaborar en la búsqueda del Camino Interior. En el también podrán ser encontrados y adquiridos los Libros y Cds de los Estudios, Participaciones y Músicas realizadas por Roberto D. F. Amestoy.
Cabe destacar que si por ventura otro sitio nos referenciar, eso no quiere decir que estemos de acuerdo con todo lo que ese sitio publica.

 

 
© 2005 by Roberto • roberto@cosmosofia.com