Este sello tiene méritos que le anteceden: no sólo por ser el primer sellos del mundo, sino por la fabulosa historia que contiene un pedazo de papel de no más de 19 por 23 mm. el cual reúne en sí, el pasado y el presente de la filatelia. Emitido por la Administración Postal Inglesa el 06 de Mayo de 1840 fue el primer sello en circular en el mundo, su nacimiento se debe a la Reforma Postal que inicio Sir Roland Hill, su diseño se debe a importantes figuras como Benjamin Cheverton quien tuvo la idea de mostrar la efigie de la Reina Victoria (en adelante los bustos de los soberanos de turno aparecerán obligatoriamente en todas las emisiones Británicas), para evitar cualquier tipo de falsificaciones que pudieran darse; del medallón de William Wyonl, fue copiado a la acuarela por Edward Corbould, llevado a las planchas de acero por Frederick y Charles Heath. A la firma, a quien se le debe la magnífica impresión es a Perkins & Bacon Company. El Penique está sobre un marco compuesto por una raya decorativa de amplio dibujo, llevando en los ángulos superiores la Cruz de Malta y en los inferiores dos letras mayúsculas que indican la posición de la estampilla en la plancha de la imprenta. En la parte central resalta el delicado perfil de la Reina Victoria a los 21 años de edad (de cuando en cuando algunos responsables del Correo Británico ensayaban tímidamente en reproducir la efigie de la Reina adaptada a su edad pero la soberna no concordaba prefiriendo ver su retrato de joven).

La tirada del penique negro fue de 283,992 hojas de 240 ejemplares cada una, por lo cual no es muy escaso ni muy caro. Es uno de los más bellos ejemplares que han aparecido en la historia del sello.

Francisco Omar Carrillo Quirós
Circulo Amigos de la Filatelia