TIP DEL DIA

AGENDA FILATELICA

 

IRAQ y AFGANISTAN

Con las guerras en Afganistán e Iraq resueltas al parecer, una de las preguntas hechas con frecuencia en círculos filatelicos se refiere a la reasunción normal de servicios postales. ¿Qué pasos han tomado las fuerzas de la coalición para establecer los correos y las comunicaciones? ¿Se confinan a las tropas las instalaciones postales para hacer uso de ellas o puede la población civil hacerlas uso también? Los informes de éstas áreas del conflicto son pobres y a menudo contradictorios. Gran Bretaña y los E.E.U.U. funcionan con un sistema postal de campo, permitiendo a sus fuerzas comunicarse rápidamente a casa. El correo saliente es, tenemos entendido, transmitido actualmente de forma gratuita. El correo interno está además libre, a condición de que se escriban en los aerogramas especiales que se encuentran disponibles a pedido en la mayoría de las oficinas postales.

Los únicos detalles que tenemos actualmente con respecto a instalaciones del correo en Iraq han sido proporcionados de las noticias del cuerpo de marina, el diario oficial del cuerpo de marina de los E.E.U.U., pero si éste es típico, entonces podemos asegurar que abastecen al personal de servicio americano por lo menos bien. Una historia de capitán Alison Salerno, del último octubre, revela que los requisitos postales para las tropas del combate implicadas en la invasión y la ocupación subsecuente de Iraq fueron manejados por una escuadrilla de diez hombres y mujeres del batallón 10 de la ayuda de servicio de combate del primer grupo de ayuda de servicio de la fuerza.

Las jefaturas postales para las fuerzas de los E.E.U.U. están situadas en el campo Edson, instalaron en el campus de la universidad de Al Qadisiyah en Ad Dinwaniyah cerca de Bagdad, usando la biblioteca de la universidad como el oficina de correos. En la primera semana de la guerra solamente esta escuadrilla manejó 145 contenedores de correo de 20-pies de alto, enviados de los E.E.U.U. a la zona del combate. Las cartas y los paquetes fueron enviados a casi 25.000 infantes de marina así como otras unidades a distribuidas en Iraq, fueron clasificados manualmente. Si todo el correo fuera presentado habría llenado un campo del futbol americano a una profundidad de tres pies. Afortunadamente, no había escasez de voluntarios de las unidades del combate para ayudar a clasificar el correo pues cada uno estaba impaciente por apresurar cartas que les eran enviadas de casa.

Sin embargo, ningun detalle fue dado con respecto a matasellar del correo saliente aunque puede ser asumido que las cancelaciones de la máquina así como sellos manuales con números del APO se están usando.

No se hizo ninguna tentativa de asumir el control el servicio postal civil que continúa funcionando mucho como hizo bajo el regimen de Saddam Hussein. Se tiene que decir que las estampillas iraquies desde el año 1990 han estado generalmente hechas de mala calidad y diseño, con numerosas sobrecargas provisionales para hacer frente a la inflación. Se entiende que muchos de éstas sobreimpresiones se han realizado - no para engañar los colecccionistas, porque allí no hay virtualmente ningún mercado filatelico, sino para defraudar el rédito postal.

En el final del día, la filatelia y la historia postal de Iraq en el período de las dos guerras del Golfo y sus consecuencias promete ser muy interesante.

La historia nos ha demostrado eso, inclusive en el más feroz de los conflictos, allí es generalmente que alguien con perspectiva espera para la ocasión principal. En Iraq, por ejemplo, un equipo que se llama Estampillas Mseopotamias, ha acometido apresuradamente a las Hojas Souvenir en la caída de Bagdad. La estampilla definitva del retrato de Saddam Hussein era puesta al revés, y con un sello conmemorativo de mano le fue aplicado, pero parece altamente inverosímil que éste fuera asi, es mas que nada una especulación privada. No obstante, los coleccionistas de Estados Unidos se parecen haber caído por sí mismos para adquirir estos dudosos recuerdos en $10.

Una situación similar existe en Afganistán. Aquí otra vez, los servicios postales se derrumbaron virtualmente bajo régimen de Taliban y la situación es actualmente peor, que antes, con el servicio postal del gobierno confinado virtualmente a Kabul y a sus suburbios. El resto del país está en las manos de varios Cabecillas y las facciones de oposición, ningunas de quién aparecen haber dado un pensamiento a los servicios postales, lejos menos cualquier tentativa de aprovechar la situación para hacer capital filatelico. La palabra más última de Kabul es que los cafés del Internet se han originado, ofreciendo una comunicación infinitamente más rápida que ' snail mail '- para ésos puede permitirselo. El Correo electrónico parece que por ahora ha eclipsado el correo convencional a un eenorme grado.