THINK! Project Logo
a place for critical thinking, science and reason...

Cover-up (2)
Los platillos volantes entran en escena (continuación)


Naturaleza del "platillo" que se "estrelló" en Roswell

De la lectura de los relatos que acabamos de hacer quedan pocas dudas de que se trataba de algo muy terrestre. El ranchero Brazel, que está acostumbrado a ver restos de globos, le parece un globo un poco raro; pero un globo a fin de cuentas. Que en su rancho cayeran restos de globos no es extraño dado que está en una zona cercana a diversos centros donde se investigaba con ellos.

Los militares que estudiaron los restos coinciden en decir que es un globo, sin embargo, los ufólogos de 1978 se agarran a unos cuantos hechos que según ellos descartan esta "ridícula" hipótesis:

1. El "platillo" es metálico y los globos no lo son.

2. El "platillo" tiene unos jeroglíficos extraños (escritura extraterrestre).

3. Los militares se lo llevaron para ocultar a la gente lo que de verdad habían descubierto. Es una gran obra de ocultación.

Para entender que, a pesar de todo, digan los ufólogos lo que quieran, se trata de un globo hay que remontarse a aquella época y más concretamente al "proyecto Mogul".

Como habíamos dicho al principio de este capítulo, una de las cosas que más asustaban a los americanos de 1947 es que los rusos pudieran construir una bomba atómica. De hecho tenían sospechas de que informaciones vitales del "proyecto Manhattan" habían ido a manos soviéticas. (Posteriormente se confirmó que Klaus Fuchs, un refugiado alemán que trabajaba para el equipo de científicos ingleses en Los Álamos, había estado trabajando como espía para los rusos desde 1942 hasta 1949. Fuch fue sentenciado a 15 años de cárcel por espionaje)[AAH-96].

Los dirigentes militares se plantearon que tan peligroso como que los rusos construyeran la bomba atómica era que los americanos no se enterasen de ello. Por esta razón, a partir de 1945, empezaron diversos proyectos para detectar la posible explosión de bombas atómicas en Rusia. Uno de ellos era el ya citado "proyecto Mogul". Con él se pretendía captar con un sensor de alta precisión las ondas de choque producidas por la explosión. Para permitir la detección, los sensores se situaban en un globo cuya altura debía ser muy grande y muy constante. Una variación de la altitud podría engañar a los equipos de medición. Al fin y a la postre, un cambio de nivel implica un cambio de presión del aire que es lo que detectan los sensores.

Saber si un globo aerostático permanece estable a una altura fija no era una tarea fácil, así que en el proyecto Mogul lo hacían mediante el radar, una tecnología muy nueva que, como ya hemos dicho, había sido desarrollado por los ingleses y transferida a Norteamérica. Los primitivos radares de la época, funcionaban en unas frecuencias que hacían que los globos meteorológicos fueran transparentes para ellas. La señal de microondas lo atravesaba sin reflejarse en él. Para poder hacer un seguimiento del mismo necesitaban, por tanto, una estructura metálica. No era preciso que fuera muy sólida. La señal de microondas se refleja perfectamente, por ejemplo, en "papel de plata". Eso es lo que hicieron, del globo colgaban una estructura muy ligera, similar a una cometa, fabricada con "papel de plata", papel y una mínima estructura, formada por palitos de madera de balsa, para darle consistencia, . Todo ello se pegaba con cinta adhesiva y se ataba con cintas. Curiosamente, una de las cintas habituales de la época tenía impresos unos dibujos de flores que podrían tomarse por "una escritura extraña". A este tipo de blancos que reflejaban el radar se les llamaba Rawin.

Los componentes que acabamos de señalar responden perfectamente a las descripciones que hacen los periódicos de 1947 de los restos del "platillo" de Roswell. Si a ello le añadimos que los ensayos del proyecto Mogul se hicieron en aquellas fechas y en las relativamente cercanas bases de Alamogordo y White Sands, vemos que lo más probable es que esa fuera la naturaleza del objeto.

En el rancho cayeron tanto el globo como su reflector de radar. Al ranchero Brazel le pareció un poco extraño por la existencia del blanco Rawin al que él no estaba acostumbrado. Cuando dice que en el objeto no se veían palabras, pero sí letras sueltas, nos hace pensar irresistiblemente que también estaba acostumbrado al equipo meteorológico que transportan los globos y que normalmente llevan "palabras" indicando quién lo ha lanzado, su dirección, y ofreciendo una gratificación a quien lo devuelva.

El ya citado informe de las Fuerzas Aéreas sobre el incidente en Roswell [Mogul-94] llega a la conclusión de que lo recogido en la granja de Brazel fue uno de los globos Mogul, incluso afinan más y apuntan la alta probabilidad de que fuera el lanzamiento número 4.

Nos cabe una pregunta, ¿por qué se llevaron los restos del globo? Creemos que para ello hay al menos dos respuestas posibles, que no son excluyentes:

1. Los militares estaban investigando seriamente los casos de "platillos" pues, tal vez, pudieran constituir un peligro para los americanos. De hecho, los testigos hablaban de algo extraño, no controlado por el Ejército del Aire, que había invadido su espacio aéreo. Descubrir qué era entraba —y entra— de lleno en sus obligaciones.

2. Los globos Mogul no estaban clasificados. El proyecto sí, pero los globos no, pues, en principio eran globos normales. No obstante, en ellos iban los detectores de las ondas de choque. Para que nadie los relacionara con el proyecto secreto, los sensores no llevaban ninguna dirección de retorno ni el se gratificará que es habitual en los equipos meteorológicos. En aquel ambiente de paranoia soviética no es de extrañar que, ante la enorme publicidad que estaba recibiendo el caso, pensasen que lo mejor sería recoger los sensores sin que se notara demasiado. Un hecho que no hay que olvidar es que la zona era patológicamente secreta.

Insistimos en el hecho de que el punto 2 es una conjetura, no un dato que sea verificable. Cada uno de los puntos por separado y los dos juntos permiten pensar que entra dentro de lo esperable que los militares se llevaran los restos del globo, el reflector Rawin y la sonda.

El auténtico cover-up de Roswell

A pesar de todo lo dicho hay que señalar que en Roswell hubo un auténtico "encubrimiento". Se trata de que se disfrazó de globo meteorológico lo que en realidad era un detector de explosiones atómicas.

Seamos serios. La imposibilidad del pretendido cover-up

Oppenheimer - GrovessLa pretensión de los ufólogos de que durante casi 50 años se han mantenido varios platillos estrellados en una base secreta, en los Álamos, en White Sands o en cualquier otra, es absolutamente fantasiosa y carente del más mínimo sentido común.

En primer lugar no vemos ninguna razón para que un gobierno lo ocultase. Las razones esgrimidas por los ufólogos van desde que el gobierno quiere evitar un pánico en la población hasta que quieren indagar en la tecnología de los ovnis para tener una ventaja militar o tecnológica. Incluso llegan a decir que el transistor, la fibra óptica y los aviones no detectables por el radar (aviones stealth) se inventaron porque los vieron en el platillo estrellado en Roswell.

Vayamos punto por punto. ¿Por qué iba a haber pánico por que supiéramos que los americanos habían recogido un platillo estrellado? Personalmente me quedaría bastante tranquilo. Sería una noticia importante, pero no me causaría ningún pánico histérico, y, mucho menos, después de haber pasado 50 años sin ocurrir nada.

Transistor

Aunque la invención del transistor oficialmente se produzca el 23 de diciembre de 1947 [Digital-96], realmente se estaba investigando en semiconductores desde 1929. En 1948 los laboratorios Bell de la empresa AT&T anunciaron el transistor. Sus inventores habían sido John Bardeen, Walter Brattain y William Shockley que recibieron el premio Nobel por ello en 1956. Mucho antes del supuesto aterrizaje de Roswell, Shockley ya había descubierto que ciertos cristales como el Germanio que contenían ciertas impurezas eran mucho mejores rectificadores que los viejos cristales de galena, usados hasta entonces. Es decir, la invención del transistor no necesitó para nada de la ayuda extraterrestre; mucho antes del "aterrizaje" en Roswell las bases del transistor ya estaban sólidamente establecidas. Fibras ópticas

La idea que el ejército quería obtener ventajas tecnológicas tiene una cierta lógica; pero es bastante obvio que el que el gobierno diga que tiene un ovni, no significa que se lo vaya a dejar analizar a todo el mundo. Si se declara confidencial, sólo lo verán las personas que se consideren oportuna. Que su análisis fuera secreto no significa que la noticia sobre su existencia tuviera que serlo. Un ejemplo, la construcción de la bomba atómica fue ¾y es¾ un secreto, pero eso no impide que sepamos que existe.

Lo de la fibra óptica o lo consideramos una "boutade" o es que los ufólogos son mucho más ignorantes que lo que nos indicaba nuestro sentido común. El efecto de "conducción de la luz" por fibras de cristal fue usado ampliamente en el siglo XVI por los artesanos de Murano (isla al lado de Venecia). Aprovechándose de esas técnicas lograron hacer los "mirafiori" en los que figuras de flores o espigas de trigo se iluminaban en las puntas cuando en alguna parte de su cuerpo rozaba un rayo de sol.

John Tyndall, que murió en 1893 [Asimov-64], descubridor del efecto Tyndall, también dejó escrito una experiencia que describe perfectamente lo que es una fibra óptica. De un depósito de agua salía una tubería curva que, por tanto, no dejaría pasar un rayo de luz; sin embargo, observó que cuando la luz del sol chocaba en el suelo del depósito en una cierta posición, ésta salía por la punta de la tubería: la tubería conducía la luz.

Varios naturalistas habían observado que las semillas recién germinadas de muchas plantas transmiten la luz por su interior.

Murano, Tyndall y las semillas en germinación nos prueban que las fibras ópticas, que tanto parecen sorprender a los ufólogos, no necesitan de extraterrestres para haber llegado a su fabricación. Aunque pensándolo bien, en la lógica de algunos ufólogos no nos extrañaría que después de leer lo que acabamos de escribir empezasen a decir que los cristaleros de Murano y Tyndall sabían esto porque eran extraterrestres o, al menos, porque se lo habían enseñado ellos. Pero eso todavía no ha sucedido, así que demos una oportunidad a la cordura.

Aviones stealth

Respecto a los aviones "stealth" podemos decir otro tanto. Casi desde el mismo nacimiento de los equipos de detección se trató de que los aviones no fueran captados por ellos. Se emplearon muchos trucos, uno fue el lanzamiento de agujas o de trocitos de papel de plata que reflejaban los impulsos de microondas, llenando las pantallas de radar de falsos ecos e imposibilitando saber dónde estaba realmente el avión. En otras ocasiones se recubría de brea que absorbía la señal e impedía los reflejos. El problema de este sistema era que el peso del avión aumentaba y era válido solamente para pequeñas velocidades. En otras ocasiones lo que se utilizaba era un emisor de microndas antiradar; nos explicamos: cuando el avión detectaba que le estaban llegando pulsos de microondas, calculaba su frecuencia y su propio radar emitía pulsos en la misma frecuencia. En el receptor terrestre ocurrían cosas "extrañas", por un lado era habitual que se saturase, lo que es lógico, pues los amplificadores están preparados para recibir un rebote débil, no para un pulso directo, emitido a la antena, tremendamente amplificado; por otro lado, al intercalarse los pulsos emitidos por el avión entre los de rebote, el equipo terrestre no podía distinguir entre ellos y, por tanto, no podía localizar al avión. Otra técnica con la que se ha especulado durante muchos años es la de hacer que el avión emita una señal de la misma potencia que la que recibe pero desfasada 180º lo que produce la anulación de la señal rebotada. Hasta hace poco parecía imposible crear un equipo así, pero hoy en día los pilotos llevan cascos que disminuyen el ruido basados en esta idea y se venden al público en los catálogos de vuelo y en revistas especializadas. Hay prototipos que utilizan esta técnica para rebajar el ruido de los coches y de los trenes. Obviamente, no es lo mismo hacerlo para el sonido (baja frecuencia) que para las señales de radar (altas frecuencias: superiores a 1 GHz.). No sabemos exactamente cuáles son las tecnologías que utilizan los aviones "stealth" pero si nos fijamos en su forma ya obtenemos alguna información: sus superficies minimizan la señal rebotada hacia la dirección del radar. Indudablemente este es un método de eludir la detección; otro, sin duda, es que la superficie va revestida de sustancias absorbentes de las señales de microondas y es posible que lleven electrónica activa para tratar de disminuir la potencia de la señal de rebote. Ni que decir tiene que todas estas ideas son absolutamente terrestres y no se necesitan platillos volantes para desarrollarlas.

Cuando el radar "ve" espejismos

La verdad es que el desconocimiento de los ufólogos de cómo funciona el radar es lo que ha producido que muchos casos que de otro modo serían anodinos se hayan convertido en inexplicables. Analizar a fondo este tema nos alejaría mucho del núcleo central de esta obra, pero sí queremos dar unas pinceladas: la señal de radar, como todas señal electromagnética —por ejemplo, la luz— se refracta y puede llegar a la reflexión total (como en los casos señalados para explicar lo ocurrido a Arnold). Lo mismo que existen espejismos con la luz, existen espejismos con el radar. Lo mismo que la luz se curva al pasar por medios de distinta densidad, el ejemplo típico es del bastón metido en el agua que nos parece torcido, también se curva el radar. La curvatura de la luz produce que un bastón nos parezca torcido y más corto que lo que es, la curvatura de un haz de radar puede provocar que aparezca un "eco" donde no hay nada y que las velocidades aparentes sean totalmente irreales. De hecho, en ciertas condiciones, cuando hay masas de aire con densidades muy diferentes (aire muy frío y aire caliente o viceversa) pueden producirse "espejos" que reflejan la señal de radar. Ahora bien, no se trata de espejos con una superficie plana, si no con superficies extrañas, con diversa concavidad o convexidad. ¿Recuerdan ustedes lo que ocurre cuando pasan por delante de los espejos curvos de feria? Sus cuerpos se hacen gordos, o delgados, o altos o bajos... ¿y qué ocurre con el movimiento? No es el movimiento que llevan ustedes si no otro totalmente diferente: mucho más rápido, o más lento, en extrañas trayectorias curvas... Eso mismo ocurre con los ecos de radar: pueden reflejar vehículos inexistentes, muy grandes o muy pequeños, a enormes velocidades o muy lentos. Se dan los mismos espejismos que con la luz: pueden verse por encima del horizonte objetos que están a muchos kilómetros de distancia bajo el mismo, pueden verse dos imágenes de un mismo objeto, etc. Además, a diferencia de la luz, con el radar puede ocurrir que un pulso emitido hacía el firmamento rebote en un coche, u otro objeto metálico en movimiento, muy cercano a la antena. ¿Qué se verá en la pantalla de radar en ese caso? Un punto en el cielo desplazándose a una velocidad vertiginosa. Un pequeño desplazamiento cercano (el coche), proyectado muy lejos, crea la falsa impresión de un objeto aéreo a supervelocidad.

No queremos insistir más en estos hechos, simplemente, para terminar, señalaremos que el punto más arduo con el que se encuentran los diseñadores de equipos de radar es decidir cuándo mostrar una señal en la pantalla o considerarla un ruido o un falso reflejo. El tema estaba muy mal resuelto en los radares primitivos. En los actuales, el tomar la decisión adecuada exige la participación de poderosísimos computadores capaces de ejecutar miles de millones de instrucciones por segundo. El tema no sólo no es trivial, sino que es uno de los más complejos de la electrónica profesional.

La imposibilidad de engañar a todo el mundo durante todo el tiempo

Analicemos cuidadosamente las pretensiones de los ufólogos. Durante 50 años los militares han tenido unos platillos estrellados con extraterrestres dentro y los han analizado a fondo. Muchos científicos han trabajado en su estudio detallado para sacar las ventajas tecnológicas derivadas de un examen atento.

¿Quién se puede creer un cuento así? Nunca ha existido, ni creemos que sea posible que exista, un sistema de seguridad tan perfecto. Alguien se habría ido de la lengua. Alguien en su lecho de muerte, al que ya no le importaba nada revelar cualquier secreto; alguien que quiere obtener ventajas políticas; alguien al que le interesa filtrarlo a los periodistas; alguien que sufre una crisis de conciencia; alguien que se quiere forrar vendiendo sus memorias; alguien que trabaja para una potencia extranjera; alguien que quiere contribuir a la verdad; un espía industrial; el marido que habla con su mujer; la mujer que habla en la peluquería... La cantidad de razones posibles son infinitas. Es imposible callar a muchos hombres durante mucho tiempo. Los ejemplos son obvios, y los hemos tratado en esta misma obra: la fabricación de la bomba atómica fue ultrasecreta, pero hubo rumores; hoy sabemos perfectamente lo que ocurrió y a los rusos les llegaron los secretos de su construcción. Incluso con muy poca gente, muy bien pagada y muy motivada, es imposible guardar secretos; los escándalos como el watergate, o las filtraciones de las vidas de la familia real inglesa, o el reciente caso del Cesid español, etc., demuestran, claramente, que si mantener secretos es muy difícil, hacerlo cuando intervienen muchas personas y pasa mucho tiempo es imposible.

Un encubrimiento al nivel que pretenden los ufólogos es completamente irrealizable. Pretender tal cosa sólo es sostenible por personas que no se han parado en profundidad a ver el funcionamiento de los gobiernos o que padecen algún síndrome de manía persecutorio¾conspiratoria.

Un científico de White Sands viaja en ovni

Para acabar este punto quisiéramos señalar un hecho marginal, pero que quizá haya jugado un papel en la asignación a White Sands como uno de los lugares en los que hay marcianitos. Se trata de que durante los años 60 hubo un "científico de un campo de pruebas de cohetes americano" llamado Daniel Fry, que escribió una obra demencial titulada: El Incidente de White Sands [Fry-69], [Fry-54] en la que decía que en el año 1954, mientras estaba en dicha base como investigador, había tomado contacto con varios platillos volantes, había entrado en ellos, había hablado con sus tripulantes y había viajado en uno de aquellos vehículos hasta Nueva York a 800 millas [1296 Km.] por hora. Uno de los alienígenas de nombre Alán le dio varios mensajes de paz para los hombres de la tierra. En el libro se habla de que los extraterrestres han venido movidos por la explosión de Hiroshima y termina con unas referencias bíblicas llenas de buenas intenciones. No falta la inevitable Atlántida, el Tíbet y la telepatía. Si hemos de hacer caso a lo que dice el propio libro, el Dr. Daniel Fry se dedicó a dar muchísimas conferencias sobre el tema de su contacto con los extraterrestres cuando vivía en White Sands, escribió artículos, apareció en muchos debates radiofónicos y de televisión, su libro fue traducido a muchos idiomas y hay un mínimo de dieciséis ediciones en inglés, etc.

En su obra dice que es Dr. en física, personalmente hay muchas frases en su obra que nos hacen dudarlo, por ejemplo, cuando defiende que la teoría de la relatividad no dice que las personas no pueden viajar a más velocidad que la luz y cosas así.

Si de verdad su obra tuvo mucha difusión en White Sands quizá podamos ver la razón de ligar el "naufragio" de Roswell con aquella zona. Incidentalmente, conviene señalar que la obra de Fry se titula El Incidente de White Sands y la colección de rumores infundados recogida por Berlitz y Moore se titula, en Ingles, The Roswell Incident que bien podríamos traducir como El incidente de Roswell. Incidentalmente, Fry fue miembro fundador del NICAP (National Investigating Committee on Aerial Phenomena) de Washington, sin duda el grupo de ufólogos más famoso de Estados Unidos, la voz de más prestigio durante los primeros treinta años de la existencia de los ovnis, cuyos trabajos más contribuyeron a conformar el mito y cuya referencia en cualquier libro o artículo sobre el tema era obligada.

Entran en escena los papeles MJ-12 La verdad es que este es un tema tan manido que ya no merece la pena insistir en él. Por otra parte, cuando se empieza a hablar de dichos papeles, el cuento de hadas del cover-up ya está totalmente consolidado. Así que doy por acabado aquí el trabajo.

Sé que se haga lo que se haga los crédulos seguirán creyendo. Un buen mito nunca muere. Como decía Menzel [Menzel-53] ésos son irrecuperables. Este trabajo va dirigido a aquellos que todavía dudan.

Ha sido un placer.


previo: los platillos volantes entran en acción (comienzo)

previo: génesis de un cuento de hadas

volver al índice

bibliografía


think! (vuelta a la página principal)