Artículo publicados en el diario Síntesis por: Miguel Santiago Reyes Hernández Para
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Publicado en Síntesis el 1 de Marzo del 2001 OTRA MARRULLERIA DE FRENK Camilo Estrada Luviano De la multicitada entrevista del Secretario de Salud, publicada el 4/II/01 en La Jornada hemos ya señalado algunas preciosidades con que nos ha deleitado el Secretario de Salud. Ahí también puede leerse la siguiente hermosura: "La secretaría se ha propuesto exentar del IVA los cien medicamentos que más benefician a los pobres, entre los cuales también están los que atacan enfermedades de ricos o de pobres, pero duran toda la vida. Ahí están los antidiabéticos, antihipertensivos, medicamentos para la epilepsia. En éstos no va a haber consumo irracional... Pero, ¿por qué vamos a subsidiar medicamentos de boutique, que afectan estilos de vida o que evitan la caída del pelo? Eso es lo que estamos haciendo con tasa cero". Poniendo toda la buena voluntad posible de un hombre de buena de fe, como lo soy yo, podemos entender que nuestro seráfico secretario está preocupado porque no se exente del IVA los medicamentos boutique como los que evitan la caída del cabello y esto suena bonito, nada más que al doctor Frenk, como médico renegado que es, se le olvida que los medicamentos tanto por su farmacocinética como por su fármacodinamia pueden tener diferentes indicaciones, ellos son compuestos químicos que en su degradación siguen un camino secuencial que va dando metabolitos diferentes que actúan también de distintas formas según el tejido u órgano en que se encuentre en un momento dado. Ejemplos se pueden dar muchísimos, pero no tiene ningún caso hacerlo, el doctor Frenk no es médico y estoy más que seguro que no lee esta columna. Simplemente señalemos que, por ejemplo, los glucocorticoides que tienen indicaciones precisas por sus muchos efectos colaterales, pero que son potentes antiflogísticos en ocasiones pueden ser utilizados hasta en un caso severo de un simple resfriado, cuando el moco no permite respirar, cuando están muy mormados, como dice la gente común y también puede ser útil en algunos casos de dermatosis, pero lo peor para el Cosólogo Frenk es que el Regaíne, producto boutique, protege, aplicado en mayor dosis que la que se usa para evitar la caída del cabello, el encéfalo en caso de criptococosis y tiene otras aplicaciones más que se están investigando en Alemania y otros países y hasta aquí en México, pero de esto estoy bien seguro que Frenk ni lo sabe. La primaquina, producto antipalúdico puede ser usado con éxito para tratar la Pneumocistis carinii, enfermedad oportunista que con mucha frecuencia afecta a las personas infectadas por el VIH e igualmente sucede con la pirimetamina que se utiliza contra el Toxoplasma gondii y era un antipalúdico. Aquí cabe preguntarle a nuestra eminencia en cosología ¿qué criterios se aplicarían para estos y otros más medicamentos? ¿Serán gravados con el IVA o serán considerados como los que atacan a ricos o pobres, pero duran toda la vida? El problema se complica más si tomamos en cuenta que no existen enfermedades sino enfermos y que cada uno puede responder de manera diferente al mismo medicamento y esto obliga al médico a cambiarlo. Esto es elemental, mi querido Watson, para un médico que está en la lucha cotidiana no para un tecnócrata que parece más recaudador de impuestos que Secretario de Salud y, además, nos "quiere vender", como dicen ellos, la idea de que el gravar los medicamentos va a beneficiar a los que menos tienen y, ofendiendo de la manera más grosera el más mínimo atisbo de inteligencia que podamos tener, nos cuenta que "Una tasa cero indiscriminada fomenta el uso irracional de medicamentos. Como proporción de su gasto en salud los pobres dedican de 40 a 45 por ciento a los medicamentos, y muy poco a lo demás. En cambio, entre la gente más rica es de 15 a 20 por ciento". (Ibid). Ahora resulta que los pobres dedican muy poco a lo demás porque gastan irracionalmente en medicamentos y todo porque no pagan IVA no porque no ganen ni lo indispensable para poder vivir; en cambio los ricos, ellos sí son gente de razón, por eso gastan menos en medicamentos. Para nuestro cosólogo Frenk los números absolutos y los relativos ni existen: ¿Qué es eso? |