Artículo publicados en el diario Síntesis por: Miguel Santiago Reyes Hernández Para
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Publicado en Síntesis el 28 de Febrero del 2001 ¿EN QUE QUEDAMOS? Camilo Estrada Luviano En el suplemento de La Jornada, Ojarasca, de 12/II/99, en nota de Eliazar Velázquez Benavidez se lee: "A mediados de marzo, en la comunidad Misión de Chichimecas, municipio de San Luis de la Paz, un periodista solicitó a Vicente Fox, opinión acerca de la Consulta: -¿Qué es esa chingadera?, perdón ¿qué es eso? Entre risas de todos los presentes el reportero insistió. -Bueno, sí me he enterado que se realizará, pero aquí no queremos zapatistas, ni enredos. Hace meses Fox aseguró que en quince minutos puede resolver el conflicto, y no es claro si la oferta incluye desmantelar (también en quince minutos) el poder y los intereses de los criollos que como él acaparan los destinos del país"... A casi dos años de estas repuestas ahora nos encontramos con un camaleonesco Fox, ahora que ya no es un simple Gobernador, sino el Presidente de la República "echa mano de toda su elocuencia para persuadir a un grupo de directores de diarios, conductores de radio y televisión y columnistas: Mi prioridad, estos días, es que la marcha del EZLN salga bien. Pongo en riesgo mi Presidencia, todo mi capital político. Hay que darle una oportunidad a Marcos" (La Jornada, 24/II/01). A la Consulta Nacional por el Reconocimiento de los Derechos de los Pueblos Indios y por el fin de la Guerra de Exterminio realizada hace dos años el hoy Presidente de la República le llamó CHINGADERA y ahora a la marcha zapatista al Distrito Federal que inició el día de la bandera de este primer año del siglo XXI el mismo Presidente de la República histriónicamente les dice a los dueños de los medios de comunicación masiva y a sus empleados que pone en riesgo su presidencia , todo su capital político y todo para darle una oportunidad a Marcos. Si no conociéramos al gabinetazo, y al propio Presidente de la República cuya ideología nunca ha tratado de ocultar, sino, mas bien, muchos no han querido verla con la afirmación, mas que argumento, de que ya entramos a la transición democrática, pensaríamos que Vicente Fox y Quesada está debutando en un talk show o le está haciendo la competencia a los monos de peluche de su tan querido empresario Salinas, el dueño de tiendas, pero no hay nada de eso. Para Vicente Fox y Quesada la marcha zapatista es también una chingadera con la diferencia de que ahora él es el Presidente de la República y no sólo el Gobernador – cacique de un simple estado, sino que tiene que responder ante la opinión mundial de lo que suceda en el país entero y los negocios que tiene en puerta con su colega del norte no son pocos ni de poca monta pues el mismo Bush ha declarado que Fox jugará un papel de primera en la expansión del imperio a todo el continente con su aún más férreo control sobre todos los recursos de nuestra América Latina y esto traerá consigo, indudablemente, la ingente necesidad de prescindir de los indios, los prescindibles por definición ya que el hacerlos útiles a un sistema, que por su propia naturaleza con mucha celeridad está aumentando la productividad, sale demasiado caro. Por eso Vicente Fox y Quesada hace dos años con toda franqueza dijo "pero aquí no queremos zapatistas, ni enredos". ¡Faltaba más! Cabe preguntar ¿porqué ahora si está dispuesto a recibir zapatistas y tener enredos e incluso jugarse todo su capital político sólo para darle una oportunidad a Marcos? ¿No será porque "si nosotros somos flexibles, si el Congreso está dispuesto a escuchar a todas las voces y tiene toda la apertura para hacerlo Marcos también va a tener que ser flexible"? (Ibid). Flexibilidad es la palabra clave. ¿Flexibilidad de Fox, para quien la Consulta de hace dos años fue una chingadera? o ¿flexibilidad de Marcos que trae la voz de los sin voz? Y si es así, ¿flexibilidad para qué?, ¿para que todo siga igual? o ¿para que los indios dejen de protestar y se resignen a seguir siendo los prescindibles y con cristiana resignación acepten su muerte lenta y cuando por fin les llegue el fin hagan mutis como debe ser: sin hacer ruido? Esto, sin quererlo recuerda a Himmler.
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