Armas
BOMBAS MÚLTIPLES |
Armas de efectos indiscriminados.
Se abren en el aire y dejan caer sobre una vasta superficie grandes cantidades
de granadas o de bombas pequeñas; también pueden diseminar
agentes químicos o biológicos. |
DARDOS ÁEREOS |
Son pequeñas flechas
o saetas, generalmente de acero. Se han diseñado también
ojivas de cohetes que contienen seis mil. Dado que con el impacto estos
dardos suelen torcerse en forma de gancho, las heridas que causan son particularmente
crueles y generalmente fatales. |
MINAS DISIMULADAS |
Artefactos explosivos ocultos,
conectados a objetos aparentemente inofensivos (la puerta de una casa abandonada...) |
BOMBAS DE EXPLOSIÓN
POR AIRE |
Diseminan una nube de gas
o de partículas atomizadas de aluminio, magnesio... La detonación
se produce cuando el combustible se mezcla con una determinada proporción
del oxígeno del aire. La nube se esparce sobre una vasta superficie
y puede penetrar en las trincheras antes de estallar. |
MINAS DE FRAGMENTACIÓN
DE REBOTE |
Saltan hasta la altura de
los ojos antes de estallar. |
PROYECTILES DE URANIO EMPOBRECIDO |
Habitualmente se trata de
proyectiles antitanques con gran capacidad de perforación. El uranio
empobrecido es un subproducto del proceso del que se extrae el uranio radiactivo
235 y que, tras décadas de fabricación de armas atómicas
y de uso de reactores nucleares, abundaba. En los años 70, el Pentágono
comenzó a explorar las posibilidades de su aprovechamiento que eliminase
los costes de su almacenamiento. La densidad del uranio empobrecido es
casi dos veces la del plomo, es de naturaleza pirofórica (se deflagra
al penetrar) y es más barato y eficaz que el tungsteno. Cuando impacta
en un objeto y se quema, sus partículas se dispersan en forma de
aerosol en el aire, son transportadas por el viento y pueden penetrar en
el cuerpo humano por inhalación o por ingesta. Su radiación
produce cáncer y los residuos del uranio empobrecido contaminan
el medio ambiente: la vegetación, los cursos de agua, los animales...,
y pueden entrar en la cadena alimentaria. |
Armas químicas:
AGENTES NEUROTÓXICOS |
Contaminan el sistema nervioso
y perturban las funciones orgánicas vitales. Causan la muerte rápidamente. |
AGENTES VESICANTES |
Líquidos oleaginosos
que producen principalmente quemaduras y ampollas en la piel. También
tienen efectos tóxicos generales, como el gas mostaza o iperita. |
AGENTES ASFIXIANTES |
Líquidos sumamente
volátiles que, si se respiran en forma de gases, irritan y lesionan
gravemente los pulmones, causando la muerte por asfixia. |
AGENTES SANGUÍNEOS |
A través de las vías
respiratorias. Producen la muerte al entorpecer la absorción de
oxígeno por los tejidos. |
TOXINAS |
Sustancias químicas
obtenidas biológicamente que tienen una extraordinaria toxicidad
y pueden actuar por ingestión o inhalación. |
GASES LACRIMÓGENOS
E IRRITANTES |
Sustancias irritantes de
los sentidos que producen temporalmente flujo de lágrimas, irritación
de la piel y de las vías respiratorias, y náuseas y vómitos. |
PRODUCTOS PSICOQUÍMICOS |
Su objetivo es ocasionar
transtornos mentales transitorios. |
Armas biológicas:
Cargadas de peste, fiebre
aftosa, ántrax... |
Armas nucleares:
Efectos:
Si en el centro de una ciudad estallase una bomba atómica de una
potencia de un millón de toneladas de TNT, inmediatamente se produciría
una gran onda de choque que acabaría con todo en 2 kms. alrededor
del punto de la explosión. Barrería todos los edificios altos
en un radio de 7 kms.. El aire se calentaría a más de 3 mil
grados centígrados en el epicentro de la explosión, alimentando
una tormenta de fuego y agotando el oxígeno. El fuego a su vez calentaría
el aire en una vasta superficie, lo haría subir y posibilitaría
que llegasen de costado ráfagas frías que actuarían
como un fuelle. En un primer momento, la presión del viento y el
fuego disolvería los cuerpos de casi la mitad de la población;
o los asfixiaría. Quienes no murieran de inmediato correrían
despavoridos espoleados por las quemaduras, las fracturas, las roturas
de órganos internos, la ceguera, las mutilaciones, la sed y el terror.
Hasta un radio de 15 kms.
los daños serían enormes. El resultado sería la devastación
de una zona de 180 km2., miles de muertos y de heridos graves, entre los
cuales hay que incluir quienes sufrirían heridas originadas por
la onda expansiva, como fracturas y lesiones graves de los tejidos blandos,
heridas superficiales o de la retina, lesiones del aparato respiratorio
y heridas debidas a las radiaciones, con síndromes agudos y efectos
retardados; quemaduras graves y víctimas de las radiaciones o del
desplome de los edificios.
En la periferia, los servicios,
comunicaciones y abastecimientos de alimentos y de agua quedarían
completamente interrumpidos. La exposición a grandes dosis de radiación
afectaría al sistema inmunológico del ser humano que quedaría
a merced de las bacterias y de los virus, y podría abrir el camino
a infecciones generalizadas. Las radiaciones podrían originar lesiones
cerebrales irreversibles, esterilización en los varones, modificación
del ciclo menstrual en las mujeres, deficiencias mentales a los fetos de
las embarazadas; se transmitirían malformaciones congénitas
a las generaciones futuras. Aumentaría considerablemente la incidencia
de muchos tipos de cáncer en forma epidémica. El dolor y
la sed serían enormes. Aparecerían pecas en la piel, cientos
de microhemorragias que degenerarían en pústulas. Sufrirían
diarreas, vómitos, hemorragias intestinales...
Grandes extensiones de tierra,
bosques, así como el ganado, quedarían contaminados. Los
millones de cadáveres en descomposición traería plagas
de ratas e insectos y, por extensión, epidemias. Las radiaciones
ionizantes se extenderían a causa de los vientos naturales y a la
mezcla atmosférica. Posteriormente, sobrevendría el invierno
nuclear; una densa capa de cenizas quedarían flotando a unos quilómetros
de altura e impediría el paso de la luz solar durante más
de dos meses, enfriando el ambiente. Además de la fuerte contaminación
atmosférica con dioxinas, la radiactividad produciría entre
otros cambios atmosféricos una gran disminución de la capa
de ozono; sin este filtro solar, los rayos ultravioletas causarían
ceguera. |
Anterior
|