El pasado veinte de abril, la dirección de Opel presentó ante la Dirección General de Trabajo de la Diputación General de Aragón, un expediente de regulación de empleo de 18 días, afectando a los más de 9000 trabajadores de su factoría en Figueruelas. Ampliando de esta forma, el anterior acuerdo con el Comité de empresa, por el cual los ocho días flotantes a los que tienen derecho los trabajadores se unificaban en torno a las fechas de Semana Santa y a mediados de Agosto. Este acuerdo vino determinado por la presión a la que sometió la empresa al Comité, con el fin de no tener que acogerse a un expediente de regulación de empleo. Transcurridos apenas tres meses, no sólo cuenta la empresa con el acuerdo previo por parte de los representantes de los trabajadores, sino que además quieren imponer a la plantilla 18 días más, sin que se respete el anterior compromiso excepto en lo que respecta a los empleados.
Su planteamiento, es producir en el presente año 50.000 vehículos menos; al parecer las previsiones de ventas para el mercado europeo se ven sensiblemente reducidas para este año, y el 90% de la producción de esta planta va destinado al mismo. Con el ritmo de cambio de las previsiones, variadas a la baja repentinamente, nunca sabremos cuál será la cifra real. Lo único que parece claro, es la voluntad de la empresa de hacer pagar, vez tras vez, a los trabajadores cualquier estimación que baje las espectativas de ventas de vehículos. Lo que hasta ahora nadie pone encima de la mesa, es la cantidad de horas extras realizadas durante los últimos años, con otras previsiones, seguramente hablaremos de miles, hoy olvidadas por quien no quiere asumir sus responsabilidades en la actual situación.
De hecho, el aumento de la productividad y el descenso de previsiones de beneficios ya se ha cobrado puestos de trabajo, mediante la no renovación de contratos en el 98 se despidieron a 200 trabajadores eventuales, mayoritariamente jóvenes.
¿OPEL no tiene suficiente?¿Están arruinados los accionistas de GM? Intentaremos no aburrir con cifras, pero no podemos, por menos, que citarlas para hacer una composición de lugar. GM , mayor fabricante de vehículos del mundo, ganó el primer trimestre del 99 la nada despreciable suma de 308.780 millones de pesetas, lo que supone un 28‘55% más que en el primer trimestre del 98, mientras en Europa aumentaban sus beneficios un 75‘5% respecto al mismo periodo del 98, parece que no ha ido mal el trimestre para el grupo. El País 16-4-99.
Alguien podría pensar que los resultados de la factoría zaragozana no pueden ser tan espectaculares como los del resto del grupo, como muestra un botón. En los 17 años de historia de Opel-España, los beneficios de la misma son de 308.327 millones de pesetas, destacando especialmente los resultados obtenidos durante el 97, que sitúan los beneficios en 39.099 millones y que sepamos aún no han variado en la previsión de la empresa que pevee cerrar el ejercicio del 98 con 40.000 millones de beneficios, pecata minuta.
35 HORAS, POR LEY, SIN REDUCCIÓN, NI MODERACIÓN SALARIAL.
Resulta, cuando menos, asombroso que con todos los datos de los que disponemos, la dirección de Opel quiera despedir durante 18 días a sus trabajadores, para volver a readmitirlos después de que el erario público financie los beneficios de esta factoría; que sin lugar a dudas, ha generado los suficientes recursos, no para que la empresa les pague 18 días, incluso se podía permitir el lujo de reducir la jornada a 35 horas sin reducir el salario, manteniendo pingues beneficios que en la misma proporción se situarían en torno a 34.000 millones, pero a ellos les parece mejor que paguen sus trabajadores la bajada de previsiones.
Durante los últimos años, asistimos al debate sobre la reducción de jornada, debate impulsado desde IU y otras organizaciones políticas y sindicales. Desde un principio, nuestra organización ha defendido la necesidad de repartir los beneficios que ha generado la introducción de nuevas tecnologías. La mejora de la productividad ha traído consigo un aumento de los beneficios empresariales, sin que los trabajadores hayamos visto sus efectos ni en salarios, ni en jornada laboral, ni en mejoras sociales; más bien al contrario, a cada día que pasa perdemos más derechos, hacemos más horas y en términos absolutos, los trabajadores cobramos menos que hace unos años.
Muchos compañeros pensarán que es muy difícil arrancar las 35 horas sin reducción salarial en OPEL. Lo que sí podemos afirmar es que los expedientes de regulación no van a resolver el problema de sobre-capacidad productiva en OPEL. De esta manera sólo se aplazará el problema de fondo, que es reducir la jornada adecuándola al aumento de la producción. Si no se plantea en serio la reducción de la jornada más tarde o más temprano los puestos de trabajo se destruirán.
NEGOCIAR O MOVILIZAR.
Las direcciones sindicales, no sin contradicciones, plantean en estos momentos la necesidad de reducir la jornada en base a la negociación colectiva, a la que no renunciamos en la medida en que se avance en nuestros intereses, pero el resultado de años de negociación nos lleva a una realidad como la de Opel en la que apenas se ha avanzado, cuando los indicadores parecían propiciar posibilidades. Todos sabemos que en la mesa de negociación necesitamos algo más que buena fe en las partes; renunciando a la presión que se puede ejercer en el terreno de las luchas y la movilización consciente por parte del conjunto de los trabajadores, dificilmente podremos sacar nada de la negociación colectiva. Si en Opel no se ha podido conseguir, imaginemos el resto de empresas y sectores, con menos posibilidades. Pensamos que la alternativa debe ser común, y que pasaría por una movilización general en torno a nuestras propuestas, de forma que fuéramos capaces de introducir una ley que regulara las 35h, garantizando después su aplicación desde distintos ámbitos; sin presión nunca conseguiremos nada, pero pocas dudas pueden caber de que la ley ayudaría a imponerlas en las distintas empresas. A los trabajadores nunca se nos ha regalado nada.
unificar y extender la lucha.
Desde el Área de Juventud de IU creemos que es el momento de decir basta a tanto cinismo por parte de la patronal. Mostramos nuestra mejor disposición a colaborar con los trabajadores de Opel, como con el resto del movimiento obrero, para frenar ataques como este expediente de regulación de empleo. Resultaría absurdo plantear, en estos momentos, a los compañeros de Opel una huelga en su factoría de forma aislada para evitar el expediente, puesto que saldría beneficiada la empresa que quiere reducir su producción. Pero también creemos que es el momento para que ellos actúen como punta de lanza de los trabajadores en nuestra Comunidad Autónoma, para parar el expediente la alternativa más viable es que la DGA se vea presionada con una movilizacion que valla más allá. Los dirigentes sindicales deben convocar una huelga general, en Aragón, como primer paso contra este expediente, aportando como solución las 35h de jornada semanal para Opel y el resto de los trabajadores. Solo unificando y extendiendo la lucha, esto nos afecta a todos, es el momento de dar un paso adelante o esperar expediente tras expediente el albur de los beneficios empresariales.

