Los llamados a construir el “estudiante nuevo” para de esta forma adaptarlo
a las estructuras preexistentes, o a las que dicta la imaginación
de los iluminados, son el grito permanente de los circos electorales y
de gobierno estudiantil.
Basta ver el fracaso de la forma en que hoy se hace federación,
y la enorme abstención que se registra en sus elecciones para darse
cuenta de que, en este esquema, algo anda mal. Por estos días, ya
se ve venir el habitual circo electoral. Listas que aparecen para regenerar
el modelo, para subirse al encatrado del poder monárquico que FEUC
ejerce. Aparecen los proyectos retrógrados, y también los
"pegoteos" o concertaciones en busca de la reforma de los iluminados.
Entre tanta desolación, el Congreso de Estudiantes de la UC, al
cual convocaron 10 Centros de Alumnos y todos los Colectivos de la Universidad,
apunta en una dirección que se hace cargo de la crisis y las carencias
de la situación actual.
¿ Cuál es esta nueva vía que se abre
?
Nosotros la llamamos Movimiento Estudiantil.
Decir Movimiento Estudiantil es decir democracia real, y no dictadura de mayoría o de consensos; es decir pluralidad y tolerancia, versus hegemonía y fundamentalismo; es decir política universitaria, y no gestión de platas y eventos; es decir defensa del estudiante y la universidad, y no parches de contención; es decir creación y cultura, y no show o marketing.
El llamado es ahora a la reflexión, a hacerse cargo de la crisis que enfrenta la forma de representación que impera en la UC. El generar, desde la Universidad, opinión y propuesta que sea crítica y novedosa. El aportar en los temas que nos afectan directamente como estudiantes, y todos aquellos que nos afectan como futuros profesionales de nuestro país. Pero por sobre todo, el llamado es a construir una Universidad en que nuestros sueños y anhelos, nuestras ganas de hacer y vivir sean, no sólo posibilitadas por la organización estudiantil, sino impulsadas desde ella.