Entrevista
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Sahara

Diálogos con Begoña Errazti

Pregunta: ¿Qué situación política está viviendo Nafarroa en estos momentos?

Begoña Errazti: Es una situación muy complicada, marcada sobre todo por el claro enfrentamiento que ha generado el Presidente del Gobierno, Miguel Sanz. Su actitud y sus ofensivas declaraciones hacia determinados sectores de la sociedad Navarra han provocado una situación de crispación política y de desconcierto. Además esto ha coincidido con determinadas actitudes y actuaciones preocupantes de grupos de extrema derecha en las calles de Pamplona.

P: ¿Qué supuso para Navarra la caída del Gobierno Tripartito?

B.E.: Supuso una desilusión para mucha gente que había confiado en un cambio político en base al consenso entre PSN, CDN, EA e IU. Por primera vez, se habían producido acuerdos entre todas las fuerzas progresistas de Navarra con un programa de gobierno muy interesante. Mucha gente que inicialmente criticó el tripartito me manifestó personalmente que se había dado cuenta del logro que conllevaba esta coalición. Pero el PSN, absolutamente corrupto, volvió al bipartidismo con la derecha, convirtiéndose en cómplice de una clarísima involución para la sociedad Navarra. Me imagino que tendrán mucho que tapar y estoy convencida de que Navarra ha sido un pago para callar cosas en Madrid.

P: ¿Qué perspectivas se le abren a EA en la oposición?

B.E.: A pesar de que en un principio se puede pensar que la oposición al rodillo UPN-PSN es estéril, no hay que olvidar que EA ha conseguido desde la oposición importantes logros para favorecer un avance. Defendemos nuestra alternativa para Navarra, aunque las posibilidades de consenso son difíciles ante las actitudes que han adoptado UPN y PSN.

P: ¿Cómo estás siguiendo las actuaciones del Gobierno de Sanz?

B.E.: El Gobierno de Sanz tiene una imagen muy triste, pero además ha dado muestras de una llamativa intolerancia. Resulta muy significativo que haya iniciado su andadura incumpliendo acuerdos que fueron adoptados por el Parlamento Navarro.

Primero fue, saltándose al Parlamento, la retirada unilateral del Órgano Permanente de Encuentro (OPE) entre Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca. Este OPE no era el mejor de los acuerdos desde nuestra idea de construcción nacional, pero era un paso muy importante que nosotros conseguimos introducir en el programa tripartito. Aunque sólo sea mirado desde el punto de vista más navarrista, era un acuerdo necesario entre dos comunidades hermanas. De hecho, votaron a favor del mismo todos los grupos excepto UPN.

P: También se ha echado por tierra el acuerdo parlamentario relativo a la regularización de la captación de EITB en Navarra.

B.E.: Efectivamente. Tampoco era el mejor de los acuerdos desde nuestro punto de vista, pero -dadas las estériles hipersensibilidades que existen en torno a estas cuestiones- fue un buen acuerdo para quienes tenemos derecho a vivir en euskera también en lo que se refiere a la TV pública teniendo en cuenta que este medio es uno de los instrumentos necesarios para que nuestra lengua esté viva en nuestra comunidad. Además, existe el agravante de que el Gobierno de UPN, al tiempo que incumple el acuerdo sobre EITB, ha primado en sus Presupuestos a las televisiones privadas.

P:¿A qué atribuyes la reiterada actitud adoptada por Sanz desde la Presidencia del Gobierno?

B.E.: Hay tres posibles razones, en las que se mezclan elementos personales e ideológicos. En primer lugar lo atribuyo a que él es así: un político de la derecha a la vieja usanza al que además le falta preparación. A esto se suma que Sanz procede de los sectores más reaccionarios de Navarra y que responde ante ellos. Y además que el Gobierno está haciendo seguidismo del PP de Madrid, desautorizando su propio navarrismo.

P: Hablabas antes de la complicidad del PSN-PSOE

B.E.: La actual estrategia del PSN ha venido de la mano de Victor Manuel Arbeloa, un hombre que no procede de la izquierda y que está muy bien visto en los centros de poder político y social de la derecha Navarra. Es un político conservador y de claro corte antivasquista que siempre se ha sentido cómodo en el pacto con UPN. La renovación del PSN post-Urralburu ha sido falsa y contraria a sus bases.

P: ¿Cómo ha afectado esto al panorama parlamentario?

B.E.: Lo ha trastocado totalmente. En el fondo, UPN-PP y PSN-PSOE son fuerzas que en Navarra están muy cómodas gobernando juntas. En su alternancia de pactos, lo han hecho siempre salvo durante el paréntesis del Gobierno tripartito. Ahora mismo, UPN y PSN están gobernando como en un cortijo y todos los demás molestamos, sobre todo EA.

P: ¿Cómo ve el futuro del nacionalismo en Navarra?

B.E: A los nacionalistas se nos plantea el reto de acercarnos a nuestra realidad sociológica. Nuestro electorado es gente formada, con criterios políticos claros, de espíritu crítico y proclive a castigarnos con la abstención. Además el problema de la violencia nos ha hecho mucho daño. Tenemos que darle la vuelta a esto y buscar nuevas respuestas para buscar una conexión con la realidad social de nuestro entorno. EA ya ha dado pruebas de su voluntad de normalizar el nacionalismo vasco.