
EL CAMINO EVOLUTIVO |
A lo largo
del serpenteante Laberinto, el Caminante, o peregrino de la Vida, va recorriendo
distintas etapas de su aprendizaje humano, cada una representada aquí por un signo, o GLIFO.

La planta en forma de
ocho se puede adaptar a las características de cualquier terreno disponible, aunque lo
ideal sería un litoral agreste, bien batido por las olas y peñascoso, de tal manera que
el conjunto pareciese las ruinas de una antigua ciudad semisumergida, o bien un valle que
sube a un monte, con buenas panorámicas en la cumbre.
Superficie adecuada:
unos 30.000 metros cuadrados, boscosa o despejada, que se pudiese cruzar con senderos
espirales los cuales forman EL CAMINO EVOLUTIVO.
EL CAMINO LABERINTO:
También se pueden colocar las 110 estaciones a lo largo de una ruta de
peregrinación, tal como EL
CAMINO DE SANTIAGO, marcando cada uno de los glifos a cincel
en rocas al borde del Camino, desde los Montes Pirineos hasta las costas de Galicia.
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