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Pomacea, el caracol manzana
Autor: José L. Blanco.
Pomacea (=Ampullaria) gigas es un interesante caracol acuático originario de la zona tropical de extremo-oriente, su concha es de un bello color amarillo anaranjado y llega con cierta facilidad a tener hasta 10 cm de diámetro. Es un caracol que respira a través de la piel pero que necesita complementar esta respiración subiendo a la superficie de vez encuando a llenar de aire su pulmón, pues de otra manera a buen seguro moriría ahogado.
Es un caracol con muchas ventajas sobre sus semejantes, la fundamental es que es detritívoro, come restos orgánicos como comida no consumida por nuestros peces, animales muertos y también "raspa" con su rádula algunas algas que cubren cristales, plantas y decoración del acuario por lo que se puede decir que en principio no atacará nuestras plantas (a menos que le falte el alimento), si esto ocurre yo suelo dejar por las noches alguna hoja de lechuga (u otro vegetal más blando que nuestras plantas acuáticas) y lo retiro, parcialmente devorado, a la mañana siguiente. También tiene otra interesante manera de alimentarse que constituye una ventaja para el acuariófilo y es que limpia la superficie del agua formando con su manto un embudo en el que atrapa esa poco estética mancha superficial que a veces encontramos en nuestros acuarios.
Yo lo utilizo mucho en los acuarios de alevinaje pues en ellos además de consumir los restos de comida sobrante (y algunos cadáveres) impide a su paso la formación de esa molesta película bacteriana que se acaba formando siempre en nuestros acuarios de crecimiento, además dicen que sus deyecciones son muy ricas en infusorios (¡más comida para nuestros alevines!) y eventualmente fáciles de eliminar.
También es un buen indicador del medio pues a la más mínima subida de amoniaco o de nitritos intentan abandonar el agua en tropel. Además no es extraño que en determinadas condiciones acabe con la población de otras especies de caracoles al imponer una competencia biológica que aquellos no aguantan.
Las condiciones de mantenimiento afortunadamente son muy amplias, activos desde los 18ºC necesitan aguas neutras o ligeramente alcalinas aunque hay aficionados que los mantienen a un Ph tan bajo como 6.5
Otra interesante faceta es su reproducción: ésta no es difícil de conseguir si mantenemos a nuestros caracoles en buenas condiciones y preparamos mínimamente el acuario para ello. Esta especie estuvo durante varios años en mis acuarios sin reproducirse hasta que un desafortunado incidente (la rotura de un cristal) me hizo bajar el nivel del agua en plena madrugada, resultado... a la mañana siguiente tenía una masa en forma de lágrima blanco-rosada de unos 6 cm de largo que no identifiqué inmediatamente (en aquellos tiempos no había mucha información al respecto) y que al cabo de unos días, justo antes de reparar el cristal un amigo identificó como tal. Y es que este caracol abandona por la noche el agua y pone los huevos al menos 5 cm por encima de la superficie, me imagino que para ponerlos a salvo de algún depredador acuático, por lo que esta es la primera condición, hay que dejar un buen espacio entre la tapa del acuario y la superficie del agua.
Pero vamos por partes y empecemos desde el principio; según la literatura tradicional los ampularia son hermafroditas, o sea un mismo especimen contiene funcionalmente los dos sexos pero para que exista un intercambio genético necesitan de la participación de otro semejante (cópula). Al cabo de un periodo variable de unos días, o unos meses, cada caracol abandona el agua como he dicho antes y pone unos 300 huevos en la vertical de la superficie del agua. Siguen unas fotografías de la puesta de estos caracoles donde se aprecia en las dos primeras figuras como un huevo abandona la cavidad paleal de la "madre" y se reune con los restantes en la masa de huevos de encima.
Durante los dos primeros días estos huevos blancuzcos varían de color tornándose rosados a medida que se secan pues si se sumergen en el agua mueren. En este momento se puede optar o bien por dejarlos en su sitio o, como yo hago, trasladarlos a un pequeño acuario de incubación. Para este fín hay que desprender la masa de huevos con cuidado, yo apoyo tres o cuatro dedos en uno de los laterales más largos y fuerzo progresivamente hasta que estos se desprenden, momento en que los traslado a algún pequeño acuario de 14 ó 20 litros en el que introduzco un calentador para mantener la temperatura (entorno a los 28ºC), un termómetro, un aireador para mantener la humedad del ambiente y una base que apenas sobresale del agua tal y como refleja el croquis a continuación:
Los huevos permanecen en esta posición hasta su eclosión, variable
según las condiciones en unas dos o tres semanas (a veces más) momento en el que la masa
de huevos se rompe y derrama un poco de líquido que hará más fácil la marcha de las
crías hasta el agua (ver fotografía adjunta). Estas sincronizan su nacimiento y al nacer
tienen aproximadamente un milímetro y ya tienen ese color amarillo- anaranjado que los
hace una réplica exacta a los padres. El crecimiento suele ser rápido si se dan buenas
condiciones, necesitan abundante alimento, yo utilizo cualquier preparado para alevines y
cambios de agua teniendo en cuenta una cosa muy importante y es que necesitan una dureza,
sobre todo en carbonatos, alta para formar más rápidamente sus conchas.
Al cabo de unas semanas y ya cuando los caracolillos han alcanzado un tamaño de 5 mm suelo trasladarlos a algún acuario comunitario donde terminan su desarrollo, siendo fértiles al siguiente año.
Una última recomendación, no olvide que los caracoles son incompatibles con algunos peces ya que forman parte de su dieta en la naturaleza, algunos cíclidos por ejemplo y sobre todo los tetraodóntidos o peces globo atacarían rápida e inexorablemente a estos preciosos caracoles.
© José L. Blanco, 06/1999.
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